HUGOMuy en el fondo de mí ser, guardaba la esperanza de que pasara algo entre Jenna y yo; pero para mí desgracia, terminé durmiendo en el sofá abrazado a un almohadón. Al menos pasé la noche cerca de ellas y con eso me conformo.Cuando comenzó a amanecer me desperté antes que mis mujeres favoritas y me dirigí hacia la cocina dispuesto a prepararles el desayuno. Nadie sabe esto, pero desde hace unas semanas, he comenzado a tomar un curso de cocina por internet. Lo cierto es que, quise aprender a cocinar para sorprender a mí hija, ya que siempre se queja que mí comida no sabe tan bien como la de su mamá, aunque no la culpo, porque hasta hace poco, yo no sabía ni encender la estufa.Lo primero que hice fue cortar unas frutas mientras se tostaba el pan, luego exprimí jugo de naranja y por último preparé unos huevos revueltos que acompañé con tocino. Una vez que estuvo todo preparado, puse la cafetera a andar y calenté un poco de leche para Sky. Estaba a punto de llamarlas para que vinie
JENNASaber que esa mujer había escapado de la clínica y que además se había atrevido a atentar contra el departamento de Hugo me había dejado sumamente nerviosa y preocupada. Pero lo que más me asustó es pensar que ella quiera hacerle algo a mí pequeña Sky, y por eso, acepté venir a la mansión de los Montenegro, ya que aquí siento que vamos a estar más seguras.........Luego de que el jefe de la policía pusiera a un gran número de oficiales a buscar a Emma, me quedé un poco más tranquila, pero aun asi, no debíamos confiarnos puesto que esa mujer, ya demostró ser más astuta de lo que creíamos.Para que mí hija no sospechara lo que estaba pasando, la llevé a jugar al jardín mientras Hugo se quedó en la sala conversando con sus padres sobre todo lo que ha pasado estás últimas horas.Apenas llegamos al patio trasero de la mansión, Sky se puso a jugar con los perros de la señora Alba y yo aproveché para llamar a mis padres y ponerlos al tanto de la situación. Una vez que terminé de habl
JENNADespués de oír el disparo ví a Hugo caer de rodillas al piso mientras su estómago se cubría de sangre. —¡Hugo! —grité desesperada. En ese momento Emma soltó la pistola al darse cuenta de lo que había hecho y luego comenzó a retroceder sin dejar de mirarlo horrorizada. De pronto, Hugo cayó inconsciente al piso y yo corrí inmediatamente hacia él para socorrerlo. Justo en ese momento se escucharon las voces de los guardias de la mansión acercándose, por lo que Emma salió huyendo del granero antes de que ellos llegaran.—¡Hugo, abre los ojos por favor! —le pedí haciendo presión sobre la herida.—¡Papito, despierta! —grito mí niña en medio de un mar de llanto.—¡Hugo, responde! —le supliqué con lágrimas en los ojos, pero él no respondió, entonces comencé a gritar de forma desesperada para que alguien viniera a ayudarnos.De pronto entraron los guardias y corrieron hacia nosotras. Lo cargaron rápidamente hasta un vehículo y lo llevamos al hospital de inmediato.Las horas que siguier
JENNALuego de esa conversación en dónde ambos nos sinceramos, ninguno de los dos volvió a tocar el tema. Aunque tengo que reconocer que el ambiente entre ambos, ahora se nota mucho más relajado que antes. Incluso siento que hemos logrado acercarnos un poco más. Es como si esa barrera que nos mantenía alejados se fuera cayendo poco a poco.Milagrosamente, Hugo se recuperó más rápido de lo que esperaban los médicos, aunque gran parte de eso, se lo atribuyo al amor y cuidado que le dio Sky, pues ella no se quería despegarse ni un segundo de su papá. Por mi parte, yo también estuve muy atenta a su recuperación y no me moví del hospital durante los días que estuvo internado.El día que le dieron el alta a Hugo, los señores Montenegro decidieron hacerle un almuerzo de bienvenida, y como era de esperarse, Sky y yo fuimos invitadas especialmente por la señora Alba. Ella me dijo que se trataba de una reunión sencilla, tan solo serían ellos y nosotras, ya que Hugo aun está en recuperación y no
Cada vez que hay una noche de tormenta me despierto agitada y con el corazón a punto de salirse de mí boca mientras una angustia se deposita dentro de mí pecho y no me deja respirar. Han pasado seis años desde entonces y aún no puedo quitar de mí mente lo que ocurrió aquella vez. Me abrazo a la almohada y trato de conciliar el sueño nuevamente, pero los recuerdos empiezan a bombardear mí mente y ya no puedo volver a dormir. Me levanto en medio de la oscuridad de la noche y camino por el corredor hasta detenerme en el umbral de la puerta desde dónde la observo dormir plácidamente, entonces me acerco despacio para no despertarla y luego de sentarme sobre el borde de la cama, dejo un beso sobre su frente. —Te amo tanto mí pequeña —le susurré acariciando su hermoso rostro.Después de arroparla bien y de ponerle el osito a su lado, bajé hacia la cocina en busca de un vaso de agua. De vuelta a la sala, tomé la correspondencia que estaba sobre la mesa, la cuál, llegó está mañana y por salir
Capítulo 1 "Seis años antes" Llevaba más de tres horas oyendo hablar a mis compañeros de trabajo sobre la fabulosa fiesta de la empresa y sobre el atuendo que se iban a poner cada uno. Ya estaba harta de su parloteo y para colmo me había dado un terrible dolor de cabeza.—¿Y tú, Jenna? ¿Que atuendo vas a usar para la fiesta? —me preguntó Dina, una de las secretarias de la compañía.—No tengo ganas de ir. No me gustan ese tipo de eventos —le respondí dejando escapar un largo suspiro.Para ser honesta, jamás me agradaron ese tipo de fiestas debido a que siempre están llenas de personas hipócritas y falsas que aparentan ser amigables cuando es realidad es todo lo contrario. —Tu tienes que asistir, Jenna. ¿O ya te olvidaste que eres la asistente del presidente? –dijo Dina, y aunque no quiera admitirlo, ella tiene razón. Si no voy a la fiesta, de seguro mí jefe se va a enfadar conmigo.—Supongo que tendré que ir —respondi a regañadientes.—Asi se habla, linda. Ya verás que nos vamos a di
Capítulo 2 Jenna Taylor—Creo que el Jefe viene a buscarte —me susurró Dina —. Iré por un trago, te veo luego —ella hizo una pequeña reverencia cuando pasó junto a nuestro jefe y después se marchó dejándome sola con él.A pesar de que el señor Fausto es mí jefe, él y yo siempre hemos tenido una relación muy cercana y amena. Casi como la de una padre y una hija.—Jenna, que alegría verte.–¿Como está señor? – digo devolviéndole la sonrisa.–No podría estar mejor, y que bueno que viniste porque quiero presentarte a una persona muy importante para mí. Él es mí orgullo más grande – dijo el señor Fausto con una gran sonrisa en su rostro.–Para mí será un honor conocer a alguien tan importante –le respondí mientras nos encaminabamos al centro del salón.De camino noté como todos los presentes nos miraban y murmuraban cosas, vaya a saber que estarían diciendo, aún así decidí ignorarlos y seguí hacia donde mí jefe me llevaba.De pronto noté un grupo de hombres que se giraron en nuestra direcc
Capítulo 3 Jenna Taylor Aún manteniendo su mirada clavada en mí, él esbozó una pequeña sonrisa que me dejó hechizada.– Es un placer conocerla, señorita Jenna. Me preguntaba quién era la famosa asistente de mi padre de la que siempre oigo hablar – dijo en un tono de voz grave que me erizó la piel.– El placer es todo mío, señor Hugo. Yo también he oído mucho sobre usted a través de su padre.—Espero que hayan sido cosas buenas —respondio mirando al señor Fausto.—Por supuesto que sí —me adelante a responder y él asintió ligeramente.Lo que no entendí es a que se refería cuando dijo que había oído hablar mucho de mí, incluso sus palabras me dejaron un sabor amargo en la boca sin saber por qué. Era como si tratase de insinuarme algo, sin embargo; no me iba a dejar intimidar tan fácilmente. A simple vista se notaba que Hugo Montenegro no era como su padre, él en cambio, parece ser frío e indiferente y hasta incluso me atrevería a decir, que es un hombre con el cuál nadie se arriesgaría