AUDREYFinalmente, llegamos a la finca de Tabby. Este lugar no se puede olvidar fácilmente, están único y relajante que siempre que estás aquí dan ganas de quedarte y nunca más irte del sitio.Pero sin Tabby ya no será lo mismo. Ella era la luz reluciente de este lugar, y aunque poco la trate, estoy segura de que aquel que la haya conocido, debe estar opinando lo mismo que yo.El chófer detiene el taxi fuera de la valla alta de la vivienda. Nelly y yo bajamos después de pagarle al hombre. Cada una con su maleta en la mano miramos el lugar y para así caminar hacia el portón que está completamente abierto. Desde aquí alcanzamos a ver la cantidad de autos aparcados en el patio de la casa.Caminamos por el sendero de ladrillo el cual guía hasta la entrada principal de la casa. Al llegar cruzamos la puerta para entrar, al igual está abierta, pero en este lugar el gentío abunda, no de una manera atestada, sino esparcida por todos lados, en cada rincón de la casa de Tabby.¿Tantos familiares
AUDREYVerlo así, afectado, se me hunde el corazón de tristeza, ¿qué puedo hacer para que no esté así? Tal vez no haya nada que pueda hacer, aun así quiero intentar borrarle cualquier pena.Nelly toca mi hombro, recordándome que ella y Henry están parados a mi lado. El amigo de Daniel asiente en dirección a mí dándome la iniciativa para que avance a su amigo. Con una pequeña sonrisa amable me observa por último y luego mira a mi amiga para indicarle la puerta por dónde habíamos entrado antes.Le ofrece el brazo para que esa forma lo acompañe afuera de la habitación. Henry es tan gentil y caballeroso, que no me preocupa dejar a Nelly sola con él, sé que estará bien, pero no sé si él lo vaya a estar, conociendo a mi amiga, sé que tratara llevar su coqueteo a otro nivel.Me quedo plantada en dónde mismo cuando quedamos completamente solos, Daniel y yo en la pequeña estancia. No le toma ni un minuto en darse cuenta de que ya no está solo. Levanta cabeza de sus manos dónde la estaba sosten
DANIELLas imágenes llegan a mi mente constantemente. Después de haber visto esas fotos, mi autocontrol y todo en mí se desbocó.Podía haber tolerado el maldito rumor, pero esas jodidas imágenes, esas dónde mi novia se ve a escondidas con su amante en su propio apartamento, eso termino por matarme.No creí que Audrey fuera ese tipo de mujer, que engaña y te miente diciéndote que quiere estar a tu lado. No debí haberle pedido que fuera mi novia, no debimos haberlo intentado. Yo no estoy hecho para una relación estable.Odio admitirlo, pero mi madre tenía razón.No conseguí pensar cuando vi esas jodidas imágenes, la ira me recorrió y lo único que quería era matar a golpes a ese tipo. ¿Pero qué gano con eso? Absolutamente, nada, al final ella no viene siendo mía, sino de ese maldito.Nunca en mi vida me importó una mujer como para partirle la cara a otro tipo por ella. Que se estén viendo a escondidas para follar, eso, eso me carcome más.Había pensado dejarla ir. ¡Pero demonios! No pued
AUDREY—¡Wow! Ese chico Henry es lo máximo —no pongo atención a nada de lo que dice Nelly, es como si solo oyera murmullos —¡Hey, llamando a Audrey a la tierra! —levanta la voy mientras menea la mano en mi cara para tomar mi atención.—Lo siento —sacudo la cabeza, recuperándome del trance —¿Qué decías? —coloco la mirada en ella.Nelly resopla y gira los ojos.—¿Es en serio? —exclama disgustada —¿No escuchaste nada de lo que te dije antes?Encojo los hombros y niego avergonzada.—Lo siento —me disculpo de nuevo —No me he sentido bien últimamente.No sé si contarle lo sucedido con respecto a Daniel, no sé si estoy lista o más bien yo no estoy lista para aceptar que lo nuestro se terminó y que me debo conformar con una relación ficticia.Si al principio no lo hice, mucho menos ahora que acabo de descubrir que lo quiero.—¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara? —Nelly, a sentido mi angustia, he oído la preocupación en su voz —Y no estoy dispuesta a escuchar un “estoy bien, no pasa nada” —finge arre
AUDREYCuando me siento lista, Nelly y yo salimos de la estancia. Ella me va diciendo algo de salir un rato al exterior y ver qué hay en el patio trasero. Le comento que un enorme jardín hermoso que Tabby adoraba y cuidaba más que cualquier cosa.Cómo le dije antes, no trate por mucho tiempo a Tabby, pero en ese poco tiempo que tuve la oportunidad, eso fue lo suficiente para conocerla muy bien, pues esa mujer era como un libro abierto, fácil de leer y abierta sus ideas y su personalidad a cualquiera que quisiera saber más de ella.—Me hubiera gustado haberla conocido —dice con una gran sonrisa Nelly.—La hubieras amado, yo lo hice en solo un día de conocerla —la sonrisa y las palabras de mi amiga me contagian.Para llegar al jardín tenemos que cruzar el salón por el cual pasamos antes de llegar a la habitación que acabamos de salir. Sin embargo, no conseguimos avanzar más, pues unas voces con unas risas nos detienen a medio camino.—Oh, Daniel, es en serio, déjame hacer esto —una voz
AUDREYFrunzo el ceño, la confusión y el dolor están escritos en todo mi rostro, estoy segura de que si alguien me viera lo notará fácilmente.Él aparta la mirada de su compañera y sus ojos y los míos se encuentran. Noto algo en ellos, ¿remordimiento? No sé, no logro descifrarlo, únicamente el dolor me atraviesa el pecho, nada más eso, percibo en mí y en Daniel no percibo nada.Mi pecho se contrae y con el corazón apesadumbrado me preguntó, ¿qué estoy haciendo aquí parada viendo toda esta escena? Nada bueno obtengo viéndolo sonreír con otra. Necesito correr, necesito estar en cualquier otro lugar que no sea aquí, necesito estar lejos de Daniel.Al diablo con él y con todos, me largo.Aparto mis ojos de él, me giro y salgo del salón a pasos apresurados con mi amiga detrás de mí. Lo único que me inquieta es que no haya notado lo afectada que estuve al verlo con otra, no quiero que vea el dolor que puede causar en mí con una simple escena que para mí significo la más grande humillación d
AUDREYHaber aceptado fue una mala idea, aunque al final Nelly hubiese hecho de todo para hacerme venir con ella a este sitio. Cuando una idea se le mete a la cabeza, no hay nadie que pueda contra ella.—Audrey, por Dios, deja de quejarte —me reclama Nel mientras entramos al sitio ruidoso —Por una vez piensa en ti y no en el trabajo, la mejor opción fue haberte dado ese respiro, lo necesitabas.Casi todo el camino me fui quejado, pues lamento haber abandonado mi empleo toda la semana. No me presenté ningún día después de haber llegado a la ciudad, los primeros días recibí llamadas de Maggi y hasta de la secretaria del señor William para preguntar por mí, no para saber cómo estaba, sino para saber si estaba renunciando o cuál era el motivo de mi falta.Me imagino que el señor William y su secretaria estaban esperando esa respuesta con ansias, no entiendo por qué esa mujer y su jefe me quieren fuera de la empresa, y a pesar de que no sea de su incumbencia investigar si la secretaria de
AUDREYQuedo perpleja, mi mente completamente nublada ante esa invasión hacia mi persona, tardo unos segundos en reaccionar, pues me ha tomado por sorpresa. Antes de que consiga apartarlo cuando me doy cuenta de lo que estamos haciendo o más bien de lo que está haciendo él, ya que yo en ningún momento le respondo su beso.Él o algo lo hace separarse de mí. Mis ojos se abren más cuando compruebo de quien se trata, ni más ni menos que de Daniel. ¿Qué hace él aquí? Los gritos a mi alrededor es todo lo que consigo percibir. Alguien me sacude del brazo y salgo de mi aturdimiento mirando a mi lado a mi amiga quien me está gritando aún con la música de fondo en el salón.Caigo en cuenta de todo lo que está pasando en este instante. Daniel atacando a golpes a Jonathan, luego de eso unos hombres altos y robustos se acercan a ellos y los separan, Daniel ocupa dos de esos gorilas para estabilizarlo. Esto se ha vuelto un desastre, ¿en qué momento ocurrió todo?― ¡Salgamos de aquí! ―grita Nelly a