PREFACIO
“Sobre las frías montañas del norte, en una misteriosa isla que conecta la vida y la muerte, una bella joven de cabellos oscuros como el tronco de los espesos árboles que la rodean, descansa, arropada por los densos juncos que crecen junto al estanque, mientras siente como la lluvia la empapa.
Sus lágrimas siguen saliendo sin cese, confundiéndose con las gotas de lluvia que por su bello rostro caen.
Aún puede recordar a aquel al que amó, su vida junto a él, y el inmenso dolor que provocó su pérdida.
Aún puede recordar a su hermosa hija casándose junto al bueno de Ebraín, aquel que supo darle todo lo que su pequeña necesitaba.
Aún puede recordar el tiempo, las estaciones, a las personas que han pasado por su vida y se han marchado, dejándola tan sola como se encontraba en aquel momento.
La lluvia parece haber cesado, pero es incapaz de levantarse, incapaz de seguir adelante con aquella vida. Ya no le queda nada por lo que seguir adelante.
Andrea se había marchado una agradable tarde de otoño, dejando atrás a su esposo de avanzada edad y a su pequeña Aurora, a la que atesoraba, pero nada podía hacer, había llegado el momento de dejar aquella vida atrás.
Más tarde, Aurora también la había dejado, incluso Carolina, la hija de esta, lo hizo.
Marina, su humilde mentora, aquella que la había guiado por el buen camino, aquella con la que tenía esa conexión especial, pues era además la madre de aquel al que amó, también se había marchado.
Ya no había nada por lo que seguir luchando”
Capítulo 1
–
El mensaje
del Elfo.
Emily se levantó de los juncos despacio, admirando como Lis, su fiel protectora salía a la superficie del estanque y la miraba con ojos enfadados.
Lis era una ninfa del mar, tenía la parte superior del cuerpo (incluida la cabeza), como la de una niña de apenas 5 años de edad, y la parte inferior era similar a la de un pulpo, con tentáculos y todo.
– El destierro como salvación.Los pájaros canturreaban, dichosos de poder presenciar el alba de la mañana, mientras el sol hacía acto de presencia, iluminándolo todo a su paso.En un bello claro, junto a las colinas del sudoeste de Inglaterra, en el condado de Gloucestershire, había una hermosa casita, sobre la más alta de las colinas, que tenía un pequeño cercado alrededor, algo totalmente diferente a lo que solían tener las casas por allí.La puerta de la casa se abrió y una bella mujer de unos 50 años salía al porche, desperezándose, abriendo los ojos para mirar hacia el bello lugar que tenía delante.Se sentí
–El mercado de Camdem Town.Emily salía a la superficie con aquel extraño atuendo que le había pedido prestado a su buena amiga Tuka, le parecía algo realmente ridículo, pero la diosa no tenía otra cosa de su talla que pudiese dejarle, así que debía de aceptarlo. Llevaba una falda plateada, formada por un montón de brillantina de miles de colores, y algo así como un sujetador en tono verde en la parte de arriba. De su cuello colgaba su particular bolsita, aquella donde tenía guardada sus lágrimas, pues sabía que la única forma de moverse por aquel mundo, sin dinero, era con aquello. Aunque nunca dejaría marchar las de color esmeralda.Caminó descalza,
–Huyendode la lluviaEmily estaba muerta de miedo, mientras él la abrazaba con una mano, y ella sentía el abrazo de un hombre por primera vez desde que se había convertido en sirena.Se resfriará si se moja – aclaró, dejando claro que esa era la razón por la que la había salvado de la lluvia, no tenía nada que ver con que ella era una sirena. Parecía no estar al tanto de lo que pasaría si una sirena se moja. – estoy tentado de escuchar que es lo que quiere ofrecerme a cambio de la lágrima, pero podemos hablar en mi casa, está a tan sólo dos paradas de aquí.¿Está muy lejos del mar? – Preguntó e
Capítulo 6–El William Drake al que amé.Emily bebía un poco de té de hierbas, sentada junto a aquel hombre, frente al fuego de la chimenea, escuchándole con interés.Mi madre y mi padre aman las historias fantásticas, por eso la compré – explicaba, sobre cómo se había fijado en aquella lágrima – tenemos cientos de objetos que tienen historias de ese tipo detrás.– decía Emily, más calmada, al darse cuenta de que aquel hombre no tenía ninguna conexión especial con aquel al que amó.Incluso tengo el medallón que dicen que perteneció al mismísimo William Drake, el pirata.&iex
–Bajo uncielo de estrellas.Emily caminaba en la oscuridad de la noche, por aquella hermosa colina, en Gloucestershire, sintiendo la delicada brisa marina sobre su rostro.Levantó el rostro, mirando hacia el bosque que se presentaba delante, mientras el viento le incidía en la parte derecha del rostro, haciendo que sus cabellos se moviesen hacia un lado.Parecía más pensativa que de costumbre, con la mirada fija en un punto, un lugar muy lejos de donde se encontraba, un lugar al que recordaba haber ido alguna vez, justo después de que su madrina abandonase el mundo de las sirenas.Caminó despacio, adentrándose en la maleza, escuchando las ramas de los árboles, que chocaban unas con otras a causa de la ventisca que parec&iacu
Capítulo 9–El juegode los dioses.Emily, sentada sobre el banco del porche, agarraba un vaso de té que Marina le había preparado, mientras William intentaba adivinar qué hacia ella allí, al mismo tiempo que su madre dejaba unas pastas sobre la mesa y miraba hacia ellos, con ternura…¿eres una acosadora? – Preguntó, haciendo que tanto Emily como Marina riesen ante aquel comentario.Ella es una vieja amiga – anunció Marina, hacia su hijo, mientras se sentaba en la mecedora, frente a ellos - ¿y vosotros como os conocisteis?Compré su lágrima – aclaró, haciendo que su madre le mirase sin comprender. Así que se levantó, sacó una pe
CAPÍTULO 11–Una muerte pausada.Más allá de la isla de las siete cruces, sobre las rocas del ahorcado, junto al mar, no lejos de la playa más cercana, una sirena descansa, apoyando ambas manos sobre una enorme piedra aplanada, mientras escucha con atención los consejos de su protectora, la misma que cuidó de su pequeña hija cuando ella no pudo hacerlo, su fiel amiga Tuka.La diosa se enfadará si se entera que te lo he contado – aseguraba el pequeño ser, mientras revoloteaba sobre ella, haciendo que a la joven le fuese imposible seguirla con la mirada.Haz el favor de dejar de moverte – le exigía su amiga, intentando que el hada se detuviese en el aire – me estás mareando.
Capítulo 13–¿Quién es ella?William llegó a casa antes de lo esperado, mientras su madre, que preparaba el almuerzo en la cocina le miraba sin comprender, y su hermano pequeño dejaba de prestar atención a la maqueta que estaba montando…Has llegado antes…- comenzó la mujer, mientras este cerraba la puerta de la cocina, dejando a su hermano al margen de aquello.Necesitamos hablar – espetó William, bastante serio, haciendo que su madre se preocupase bastante - ¿quién es ella? – preguntó, haciendo que la mujer le mirase sin comprender a lo que se refería - ¿Quién es Emily Forbes?Es mi ahijada – aclaró, haciendo que su hijo la mirase de compre