Lily LloydLuego de que Mitch consiguiera hacer el cambio de apellido y de que mis padres convencieran a mi abuelo de quedarse en la mansión Lloyd, ambos hemos disfrutado de una tranquilidad como hace mucho no teníamos, por no decir desde que mis padres adoptivos murieron.Mi madre se ha puesto a tejer un hermoso ajuar para los gemelos y yo estoy estudiando para que cuando ellos tengan unos tres meses, podamos mudarnos a donde sea que quede en la universidad para iniciar mis estudios. Mitch ha regresado a la ciudad para establecer su oficina como debe y dejar a alguien a cargo, porque no piensa dejarme sola.—Señorita, su madre la solicita en la sala —me dice una de las chicas del servicio, asiento y me regreso a la casa. Cuando entro mi madre está hablando con un hombre alto que está de espaldas.—¡Allí está! —dice mi madre y el hombre se gira, sus ojos me impactan porque son de un azul celeste que me cautivan por su intensidad. Me sonríe y algo en mí se derrite, me extiende la mano
Lily Lloyd Los meses se pasaron rápidos y felices gracias a aquella familia que encontré, la que muchas veces pensé que me había abandonado porque no sentían amor por mí, sin embargo, nada de eso fue cierto. Mitch se ha dedicado todo este tiempo a ir entre la ciudad y la casa de mis padres. Los fines de semana nos reunimos todos y pasamos momentos agradables. Jugamos juegos de mesa y además de eso salimos de paseo para disfrutar en familia. Saber que mis hijos van a crecer en un lugar como éste y en un entorno así me hace sentir mucho más segura y llena de esperanza acerca de lo que será mi futuro con ellos. Voy con mi madre caminando, tomada del brazo de ella, recorriendo la terraza remodelada, una mucho más segura en donde la piscina ahora tiene una protección para evitar que los gemelos alguna vez vayan a tener algún accidente. La cesárea está programada para dentro de una semana, porque no quieren tomar riesgos. Sin embargo, todo parece indicar que por más que uno programe las
Samara RogersMe quedo mirando a Jake con los ojos cargados por el miedo. Pensé que no se iba a interesar mucho en si me quedaba embarazada rápido o no, pero estoy dándome cuenta de que él en verdad está desesperado por tener un hijo.Y tal vez sea el momento donde yo deba ceder, porque sin ese niño no voy a tener la pequeña fortuna que necesito para ser libre… Y la verdad es que mientras más pronto sea libre de todo esto, antes podré conquistar a mi Will e irme lejos con él.—Ya lo sabes, quiero que hagas una cita con la doctora para esta misma semana, para que vuelvan a analizar todo el proceso. ¡Si tiene que inyectarte las malditas hormonas para que te quedes embarazada, lo haces…! Sólo un procedimiento más y si no te quedas embarazada, te largas de esta casa tal como llegaste, sin un peso… Y aún más miserable de lo que eras antes.Me suelta con violencia y caigo en la cama. Sale del cuarto y yo me quedo helada, sufriendo por el terror que estoy sintiendo nuevamente.Fuertes arcada
Jake Huxley Las semanas se han pasado largas y tortuosas, especialmente porque Will tuvo que ir a arreglar un problema con su familia y si él no está, yo no me puedo mover, por lo que me toca ver a Lily todos los días. Aunque dijo que sólo sería una semana, las cosas se le complicaron más y no le quedó más remedio que quedarse. —Me voy a volver loco… —me digo a mí mismo cuando salgo del cuarto y la veo pasando la aspiradora ella misma, pero no con una expresión triste, sino con la más grande de las sonrisas. Camino hasta la puerta y le digo con pesadez—. ¿No es hoy que debes ir a ver a la doctora para la inseminación? Ella se detiene, se incorpora y asiente, deja la aspiradora de lado para hacerme las señas, las que volvió a aprender a través de un curso en línea debidamente vigilado por los guardias de la casa. Me dice que será por la tarde y yo salgo de allí sin más que decirle. Lo único que deseo es que todo esto se termine, aunque ya ni sé para qué. Cuando llego abajo me anunc
Will Russell Terminamos de pelear, se termina el silencio tras el trago, Jake se acerca a mí y me da una sonora palmada en la nuca. —¡Tarado! ¡¡No puedes decir todas esas cosas!! Cualquier mujer se va a espantar más que sentirse halagada si oye que hablan así de ella. —¡Pero no tienes que golpearme! —le digo acariciando la nuca—. ¡Me vas a dejar tan idiota como tú! Jake abre la boca para decirme algo, pero se calla. Me ha regañado de todas las maneras posibles por querer quedarme con Lily, la que sigo creyendo que no es Lily, pero él mismo ha reconocido que es que la primera vez que me ve realmente interesado y no sólo eso, sino que también enamorado. Y por supuesto que lo estoy, no tiene caso negarlo. Sonrío mentalmente al recordar su cara de shock cuando me vio llegar presentándole mi renuncia como asistente y diciéndole que me llevaría a Lily porque me enamoré de ella, y me esperaba el golpe cuando le grité que me acosté con ella. Pero tal como me lo esperaba, Jake no reaccion
Tres años después…***Lily LloydSalgo de mi oficina con una carpeta entre las manos a la que no dejo de mirar, porque lo que me encuentro allí es una barbaridad. Llamo a la puerta de Mitch, él responde que pase y en cuanto me ve, se despide de quien está tras la línea.—Te dejo, mira que vienen a matarme. Si no respondo el siguiente llamado, ¡llama a Scotland Yard!—¡No me jodas, Mitch! —le digo molesta lanzando la carpeta a su escritorio.—¡Dulcifícame el tono, preciosa! ¿Para eso te acompañé a las terapias, para que me agredas verbalmente? —me dice con un puchero y yo levanto mi puño.—¡Puedo agredirte de otra manera!—¡¡AUXILIOO…!! —comienza a gritar, pero yo le tapo la boca, lo que él aprovecha para lamer mi palma.—¡¡Asco, asco!! —me limpio la mano y me dejo caer en la silla—. Mitch, eso no está bien.—¿En serio? —me dice tomando la carpeta, la ve y se ríe a carcajadas—. ¿Quieres más?—¡¡Claro que no!! Vamos, ¿es que no lo ves? Sólo soy una recién egresada que está haciendo su
Jake HuxleyMiro el bolígrafo que hago girar sobre una hoja de papel en medio de la junta directiva, pensando qué estará haciendo Lily ahora y si habrá abortado a los hijos de Will. Recuerdo que por esa fecha tuve un sueño premonitorio, uno que se ha repetido un par de veces más desde que ella se fue.Siempre pensé que ese sueño era acerca de mí, pero he llegado a entender que sólo es una manera de mi subconsciente para atormentarme por todo lo que les hice.—Y esa es la manera en que podemos recuperar las cifras que teníamos hace dos años —escucho decir a nuestro director de finanzas. Pero la verdad es que no he oído nada, así que me pongo de pie cabreado y digo sin emoción al salir.—Quiero esta presentación en mi oficina en quince minutos —todos se ponen de pie para marcharse a sus trabajos y Will entra conmigo a mi oficina cerrando la puerta, me voy al bar que tenemos en la oficina, pero como siempre, en lugar de servirme un merecido vaso de whisky, me decido por agua.—¿De nuevo
Samara RogersDejo a mis hijas en la guardería, salgo de allí y veo en mi cartera que para este día no me queda dinero más que para comprar lo necesario de la comida, así que me apresuro a caminar para no llegar tarde a mi trabajo, porque me queda bastante lejos.En ciertos puntos corro para llegar lo antes posible, hasta que logro ver el hospital, veo la hora y con alivio veo que llegaré justo a tiempo.Cuando entro a mi turno, me cambio de ropa lo antes posible y cuando voy saliendo para cumplir con mi jornada, mi supervisor me dice con una expresión cabizbaja.—El señor Cainnan te está buscando.—¿No sabes para qué? —le pregunto aún agitada por la carrera para llegar hasta aquí.—No, pero parece molesto porque llegaste tarde.—Llegué tres minutos antes, no puede decir que llegué tarde, está en el sistema… —camino decidida a su oficina, tratando de no permitirle que me acuse de algo que no es verdad. Llamo a su puerta y oigo su voz desde dentro decirme que pase. Empujo la puerta y m