La tensión que se apoderó de la cocina era tan densa que casi era tangible, mientras Rachel, incrédula, veía cómo Caroline avanzaba hacia Logan con los ojos llameantes. Vestía un costoso abrigo que, a pesar de su elegancia, parecía fuera de lugar. Sus zapatos de tacón resonaron en el suelo de mármol, un sonido penetrante que parecía el preludio de la tormenta que estaba a punto de estallar.—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Rachel con voz tan firme como un muro de concreto. No había ni el más mínimo rastro de sorpresa o de la inseguridad que había mostrado segundos atrás.—¿En serio lo preguntas, querida? —repuso Caroline con una sonrisa cargada de veneno—. Pues vengo a reclamar lo que me pertenece y que tú me has robado. ¿O acaso creías que me quedaría de brazos cruzados cuando tú te quedas con todo lo que me corresponde? —Acto seguido, se giró hacia Logan, ignorando la mirada fulminante de Rachel—. Logan, escúchame. Te he estado llamando todo este tiempo. No puedes seguir ignoran
Rachel se quedó a solas en la cocina, con la mano en la mejilla, aún ardiente. El silencio que siguió a la salida abrupta de Logan y Caroline fue ensordecedor, como si la misma mansión estuviera conteniendo el aliento.Minutos más tarde, oyó los pasos de Logan de regreso y alzó la mirada, en el mismo momento en el que él entró en la cocina. Su expresión era más dura que nunca, con la mandíbula tensa y sus ojos reflejando extremo cansancio y preocupación. Se veía más frío que nunca.Logan se apoyó contra la mesada y cruzó los brazos sobre su pecho, mientras la tensión en el aire se intensificaba.—No estuvo bien que la enfrentaras de esa manera —repuso, rompiendo el silencio.Rachel frunció el ceño, sin poder creer lo que escuchaba.—¿Perdón? ¿Qué diablos estás diciendo? Logan, esa mujer entró aquí como si fuera su casa, me insultó y me abofeteó… ¡Estás loco si crees que no la iba a enfrentar!—No quise decir eso —repuso Logan, aunque su tono no se suavizó—. Sé qué se pasó de la raya,
Una vez los dos estuvieron listos, Rachel y Logan se encaminaron hacia la mansión de Esperanza James en el más completo silencio. El sonido del motor del coche parecía un arrullo en comparación a la tensión que sentían ambos. Logan mantenía una mano sobre el volante, mientras la otra descansaba con fuerza sobre su muslo, con los nudillos blancos por la presión; mientras que Rachel miraba fijamente a través de la ventanilla, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba cada vez más conforme avanzaban.«Una cena familiar», había dicho Logan, pero Rachel no podía quitarse de la cabeza eso de que Esperanza quería hablar con ella a solas.Si bien no conocía a Esperanza James, por las dos veces que la había visto, algo le decía que esa mujer no acostumbraba a llamar por cosas triviales, y la simple idea de enfrentarse a ella, cara a cara, a solas, sin la seguridad que de alguna manera le daba Logan, la aterraba más de lo que estaba dispuesta a admitir.Una vez llegaron a la villa de Esperanza, l
Rachel parpadeó un par de veces, sorprendida, por lo directo de la pregunta, e intentó mantenerse serena, a pesar de que su mente trabajaba a toda velocidad, buscando las palabras correctas para responder.—N-no… no sé qué quiere decir —repuso con cierta cautela, tanteando el terreno con pies de plomo.La matriarca de la familia James soltó una risa fría como un témpano de hielo.—Vamos, cariño, sabes exactamente a lo que me refiero. No te hagas la boba —repuso Esperanza, con un tono mucho más afilado que antes—. Desde que apareciste en la vida de mi nieto, todo en ella ha cambiado. Y no precisamente para bien. Él siempre ha sido un hombre tranquilo, relajado y controlador. Sin embargo, ahora veo todo lo contrario en él. En muy poco tiempo se ha convertido en una persona distraída, preocupada y tensa. Nunca lo había visto tan… —dudó—… tan perturbado. Así que lo preguntaré una vez más: ¿qué es lo que buscas estando con él? ¿Dinero? ¿Estatus? Porque si es eso, créeme que yo misma puedo
Cuando salió directo hacia el baño, Rachel apenas podía mantenerse en pie. El malestar en todo su cuerpo había alcanzado un punto insoportable, y le faltaba el aire. Una vez entró en el lavabo del despacho, apenas tuvo tiempo de inclinarse sobre el inodoro, antes de que su estómago se revelara de nuevo.Mientras se aferraba al lavamanos, intentando recomponerse, oyó a lo lejos la voz de Esperanza llamando con apremio a Logan, quien apareció unos pocos minutos después en la puerta del baño, con el rostro cargado de una mezcla extraña de frialdad y preocupación.Al principio no dijo nada, y solo se limitó a observarla detenidamente, evaluando su estado, tras lo cual, con una calculada precisión, se acercó a ella y la rodeó con un brazo, ayudándola a enderezarse.—¿Estás bien? ¿Qué te pasa? —preguntó Logan, en tono bajo y controlado, pero con una preocupación que no fue capaz de ocultar.—Esto es de lo que… —murmuró Rachel, antes de volver a inclinarse sobre el inodoro.—Vamos, te llevar
Tras recibir la llamada de su madre, Logan salió a toda velocidad del edificio de Focus Light, sin dar demasiadas explicaciones, y, rápidamente, sin dar explicaciones, se encaminó hacia donde su madre le había indicado.Rebecca rara vez lo llamaba con un tono tan urgente, por lo que no pudo ignorar su llamada. Había algo fuera de lo común en la voz de su madre, un rastro de ansiedad, que lo llevó a reaccionar en piloto automático, sin hacer demasiadas preguntas.—Logan, necesito que vengas de inmediato. Es sobre las oficinas de marketing en el edificio de Central Park —le había dicho con un tono que no admitía retrasos—. Ha surgido una complicación que requiere tu presencia cuanto antes.Sin perder tiempo, Logan se dirigió al edificio de Central Park. No obstante, mientras conducía, no podía sacudirse una extraña incomodidad que lo había invadido desde que había cortado la llamada. Era un hombre pragmático y no solía dejarse llevar por corazonadas, pero había algo en esta situación qu
Rachel regresó a la mansión después de su infructuosa búsqueda de Logan. Su mente estaba nublada por la frustración y la preocupación, y cada uno de sus pensamientos giraban en torno a la inexplicable ausencia de su esposo. Mientras se encontraba sentada en el jardín, intentaba mantener la calma, a pesar de la inquietud que la había acompañado en los últimos días, en especial, en las últimas horas. Logan continuaba ausente, y la falta de comunicación, sumada a su silencio, comenzaba a minar su paciencia.Mientras su mente seguía en ese torbellino de emociones, Rachel escuchó pasos acercándose por el sendero de grava que conectaba la entrada con el jardín en el que se hallaba. Rápidamente, alzó la vista, esperando ver a Logan, pero su rostro se endureció cuando reconoció la figura que caminaba hacia ella.—Hola, Rachel. —La voz de Joseph rompió el silencio, cargada de una familiaridad que la hizo tensarse.Rachel, sorprendida de verlo allí, no pudo evitar sentir cómo la irritación y la
Media hora más tarde, Rachel aún se encontraba procesando las imágenes que Joseph había dejado sobre la mesa, cuando escuchó que el coche de Logan se adentraba por el camino de grava. Su corazón, automáticamente, dio un vuelco en su pecho, en el mismo momento en el que Logan se acercaba a la zona en la que ella se encontraba.Al verlo, Rachel sintió cómo la ira que había reprimido se mezclaba rápidamente con la ansiedad, creando una mezcla peligrosa de emociones que amenazaba con desbordarse de un momento a otro.Su mente era el más absoluto caos, en donde una gran cantidad de pensamientos se agolpaban, sin que pudiera ponerles un orden, consciente que ese era el momento para confrontarlo no solo por las fotografías que le había dado Joseph, sino también para qué él supiera la verdad que tantas veces había intentado confesar.Sin pensarlo ni por un segundo, Rachel se puso de pie, mientras intentaba ocultar el malestar que sentía.Logan, sorprendido de verla allí a esa hora, la miró fi