—Hooolaaaa amiga ¿como estas? —Ale me saluda y me da un abrazo— ¿donde estabas? Se me hizo extraño el que no estuvieras en casa.
Entramos a mi habitación y nos sentamos en la cama.—Ah... —no sabía si decirle a mi amiga lo que había pasado, ella siempre tiende a armarse películas en su mente— salí con Matt...—¿Es en serio amiga? —me dice Ale muy emocionada— ¿y que hicieron? Cuenta, cuenta...—Bueno, ayer me fue a buscar después del trabajo, yo creí que solo me traería, pero cuando llegamos aquí, se bajó del carro y me dijo que se quedaría un rato, hablamos un largo tiempo, Luisa se quedó dormida y la acosté en mi cama, después vimos películas —se me vino el recuerdo de Mattew cuando me besó y Sonreí, pero no quería decirle nada a mi amiga de eso— y me quede dormida junto a él en el sofá y...—Espera Abby, no me estas contando algo, ¿que es?—No te estoy ocultando nada —me pongo seria para no decirle nada— vimos películas y nos quedamos dormidos, ah es que preparé cotufas, eso es lo que no te había dicho —le digo con una sonrisa.—No, no, no, tu no me vas a venir a cortar con ese cuchillo de cartón, eso no fue lo que no me dijiste, vamos Abby, yo te conozco muy bien y se que me mientes.—No te estoy mintiendo Ale, eso fue en realidad lo que pasó..—Ay no amiga, si no me dices la verdad me voy a enojar contigo —dice mi amiga con un puchero y frunciendo el ceño.—Ok, pero prometeme que no te vas a poner como loca y vas a sacar conclusiones que no son —digo resignada, odio que me conociera tanto.—Ok, ok, solo cuentame...—Bueno, es que cuando fui a buscar el control remoto, se me cayó y Matt fue a recogerlo al mismo tiempo que yo y... Pues..—¿Que, que? Cuenta, no des mas rodeos.—Me dio un beso, solo eso...—Ya sabia yo —me dice dale muy emocionada, sus ojos brillaban y me batía las cejas— y ¿cómo te sentiste?—Ay, amiga no quiero hablar de eso —me levanté y caminé de un lado para otro— me da vergüenza—¿Por qué te va a dar vergüenza amiga?, es normal el que te guste un chico.—¿Gustarme? En realidad no se si me gusta, estoy confundida, es la primera vez que me pasa esto.—Amiga, creo que estas enamorada —me dice Ale con una cara pícara— ya era hora.—¿Enamorada? No creo, bueno no lo sé, ya veré mas adelante... No quiero ilusionarme sola, y además yo no sé si le gusto.—Ay Abby, si te besó fue por algo.—Eso no quiere decir nada. —Ay amiga, se nota que eres nueva en esto, así que yo te ayudaré.—¿Ah si? ¿Y cómo? No vayas a hacer una locura por favor.—Si amiga solo confía en mí.Llegó el día lunes, Alejandra y yo nos fuimos a trabajar, como siempre Matt fue al restaurante y en seguida Ale me envió para atenderlo.—Hola Mattew, ¿cómo estas? —le digo con una sonrisa.—Hola Abby —se levantó y me dio un beso en la mejilla— hoy en realidad no vengo por comer —me guiña un ojo— vengo a hacerte una invitación.—¿Ah si? ¿A dónde?—Veras, en mi familia tenemos la costumbre de que cuando todos estamos en la ciudad, ya que muchos viajan, nos reunimos en la finca de mi tío Roberto a hacer actividades deportivas y cosas así, este fin de semana lo haremos, así que quiero que tu vayas y Alejandra puede ir también.—Ummm, si dejame hablar con Ale para ver si ella quiere ir, a ella no le gustan mucho los deportes.—Ok, ¿pero tu si vas a ir verdad?—Ummmm, pues, si claro —le digo dudando— me encantaría.—Bueno entonces paso por ti el sábado a las 6 de la mañana, ¿te parece?—Si, si esta bien nos vemos el sábado.Matt se fue, yo me dirigí hacia la cocina y allí estaba Alejandra, esperándome para que le dijera de que había hablado con Mattew.—Y parece que quería era verte ¿no? Ya que no vino para comer —me dice ella moviendo las ceja de arriba a abajo y con una sonrisa, a lo que yo ruedo los ojos.—No, vino para invitarnos para la finca de su tío, van a tener una actividad deportiva...—¿Nos invitó? Osea ¿a ti y a mí? ¿Tu y yo? —dice señalándonos una y otra vez.—Si, a las dos, no es una cita o algo así para no poder invitarte Ale.—¿Y deportes? ¡Deportes no! sabes que no se me da el hacer deportes amiga.—Ay amiga no seas así, será divertido, no me vas a dejar ir sola ¿verdad? Yo siempre te apoyo en lo que haces, te toca a ti apoyarme.—Ok, ok, si voy, pero solo por ti ok, además sabes que por mi estado no puedo hacer deportes.—Si, si claro, yo sólo quiero que vayas conmigo, Matt nos pasará buscando el sábado a las 6 am.—¡¿Que?! ¡¿Tan temprano?! Sabes que los fines de semana son mis días para levantarme tarde ¡que mala eres! ya como que cambié de opinión.—No, no, no, ya no hay vuelta atrás, ya me dijiste que irás.Llegó el día, Mattew llego a mi apartamento a las seis en punto —que puntual es— salimos del edificio y subimos un bolso con ropa en la maletera —ya que nos quedaríamos hasta el domingo en la fina— Luisa estaba en la parte de atrás en su asiento para bebés, Alejandra se subió atrás junto con ella mientras yo me subí en el lado de copiloto, salimos de la ciudad, pasamos una hora en carretera hasta que bajamos por una calle la cual llevaba a la finca, como media hora después llegamos, el lugar era muy hermoso, tenía un bello jardín al frente de la casa, habían caballerizas y hasta una piscina, Mattew se estacionó, se bajó y fue a abrirme la puerta, Ale estaba sorprendida, pero no dijo nada, ella tomó a Luisa y bajó, entramos a la gran casa.—Hola sobrino ¿como estas? —se acerco un señor alto algo canoso y saludo a Mattew con una gran sonrisa— tiempo que no te veía, ¿y Luisa?—Allí esta —dice Matt señalando el coche donde estaba luisa.—Pero que grande está —se acercó y la sac
A la mañana siguiente me desperté al escuchar a Luisa, ya se había despertado y estaba acostada entre Ale y yo, me levanto y coloco una almohada para que la bebé no se cayera mientras yo iba al baño, Alejandra y Matt aun estaban dormidos y no los quise despertar, pues esa noche nos habíamos acostado muy tarde. Al salir del baño tomo a Luisa y la cambio, una vez ya lista salgo de la habitación con mucho cuidado para que los chicos no se despierten.Al salir me encuentro en la casa en completo silencio, parecía que todos estaban dormidos, me dirijo a la cocina a preparar el desayuno a Luisa, ya tenia hambre e iba a aprovechar en preparar algo de comer para Mattew, Ale y para mi, pero me detengo en seco al ver que había una señora mayor con una muchacha caminando de aquí para allá preparando comida, cuando me iba a dar vuelta la joven nota mi presencia.—Buenos días señorita —se dirige la muchacha hacia mi— ¿en que la puedo ayudar?—Buenos días —le saludo— ah... Vine a prepara
Regresamos a la ciudad al caer la tarde, Matt nos llevo a Ale y a mí directamente al apartamento, estábamos exhaustas, mas yo por el ejercicio que hice el día anterior y mi cuerpo estaba algo adolorido. Paso un mes desde aquel fin de semana, no había visto a Mattew desde esa noche que nos dejó en casa, pero no le tomé mucha importancia, estaba enfocada en mi trabajo.Ale y yo nos encontramos saliendo del trabajo una noche, yo iba hablando con ella tranquilamente cuando de repente se para en seco y me detiene tomandome por un brazo, la veo sorprendida por tal acto, así que la mire y ella me hece señas para que volteara hacia el frente, cuando lo hice abrí mis ojos de la impresión, allí se encontraba Mattew recostado en su carro con una ramos de rosas rojas sobre el capo, estaba con los brazos cruzados y me mira con una sonrisa.—¿Que esperas amiga? Acercate —me dice Ale en tono bajo.—Pero...—Pero nada, anda allá —dice dándome un pequeño empujón.—Pero, que se yo si v
—¿y? ¿como te fue? —pregunta mi amiga, quien se encontraba sentada en la sala con la luz apagada.—¡Alejandra! No hagas eso —lendigo mientras llevo una mano hasta mi pecho— ¡me asustarse!—Ay amiga, eres muy asustadiza —dice acercándose a mi y jos dirigimos a mi habitación ¿como te fue? ¿que hicieron? ¿por que llegas tan tarde?—Wou, wou, wou, son muchas preguntas ¿no? —le digo riendo mientras me siento en la cama y comienzo a quitarme los zapatos.—¡Que va! No son tantas exagerada, solo quiero saber sobre tu cita.—¿Tu crees que fue una cita? —pregunto algo inocente.—Pues claro que si amiga.—¡Oh vaya! Siempre me imagine mi primera cita un poco mas arreglada —digo haciendo un puchero.—Y amiga, tu eres hermosa así tal cual —dice y me abraza.—Gracias amiga, sabes que te quiero micho ¿verdad?.—Claro que si, yo también te quiero un montón.—Bueno ya es la una de la madrugada, así que, es mejor que nos vayamos a dormir, mañana tenemos que trabajar.
Ya había transcurrido una semana y realmente me sentía sola en aquel lugar, extrañaba muchísimo a Alejandra, ella había cambiado mi vida y había hecho una rutina conmigo, hacia mis días mas alegres, aun no había encontrado trabajo y ya me estaba empezando a preocupar, había comprado con una parte de mis ahorros un teléfono para poder comunicarme con mi familia ya que, siempre lo hacia del celular de mi amiga pero ahora como ella no estaba tuve que proponerme a comprarme uno, así le escribía todos los días a mis padre y por supuesto con Ale también.—Hola amiga ¿como estas? —dice mi amiga en un mensaje de texto.—Muy bien amiga ¿y tu? ¿como va el bebé?—Esta muy bien, justo ayer fui a hacerme un eco y pude ver su desarrollo, el médico dice que esta saludable.—Me alegra eso Ale ¿Y ya sabes el sexo? —pregunto emocionada.—Aun no se ve, pero el doctor dijo que tal vez para la próxima vez que vaya.—Como me gustaría ir contigo, pero como sabes que he gastado parte de m
Al pasar los dias recibí un mensaje —número desconocido— abrí el mensaje y me sorprendí al ver lo que decía —cada día que estoy a tu lado me siento una persona completa, siento que eres mi otra mitad y jamás me quisiera separar de ti— al leer esas palabras ya sabía de quien se trataba —¿pero como consiguió Mattew mi número?— pensé, pero no pasó mucho tiempo para saber quien pudo dárselo, Alejandra, ella era la única que no se guardaba nada, así que decidí responderle, porque ¿para que negarlo? Me gustó el texto que me había enviado, y una ligera sonrisa apareció en mi rostro —Gracias— fue lo único que pude escribirle, después de haber borrado tantas veces lo que había escrito solo se resumió en eso, y en seguida me quedé dormida ya qué, era muy tarde.Así iban pasando los días, nunca me faltaba un mensaje de Matt, diciéndome palabras muy bonitas, y explicándome porque no me había ido a visitar, me contaba como pasaba su día y como iba creciendo Luisa, las tremenduras que ya hacia
Mattew me continuó besando mientras que yo le seguía el ritmo, el beso subió de intensidad, sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo hasta llegar a mi pierna, poco a poco fue subiendo mi vestido, yo me estaba preparando para el momento, nunca había tenido relaciones, pues tenía el temor de encontrarme a alguien irresponsable y que solo quisiera usarme, además, desde que una compañera del colegio me dijo que la primera vez dolía, me dio miedo, pero después Alejandra me explicó que eso sucedía era al principio, y cada día yo me iba preparando psicológicamente para el momento.—>>Ay amiga, ese momento llega sin esperarlo, cuando menos lo piensas, eso de prepararte "psicológicamente" no te funcionará<< —me llegó el recuerdo de Alejandra, un día se estaba burlando de mí, esa vez me avergonzó hasta decir ya no más.Esfumé esos pensamientos y seguí disfrutando de las caricias de Matt, nos besamos frenéticamente, como si no existiera un mañana, Mattew me pidió permi
No se en que momento me quedé dormida, pero me desperté al escuchar que había entrado una enfermera para revisar que Luisa estuviera bien, Matt se levanto y se paro al lado de la niña mientras la enfermera la revisaba, se veía que estaba muy pendiente de la pequeña.—¿Como esta? —pregunta Mattew al ver que la enfermera ya se iba a retirar.—Por ahora esta bien —le responde la enfermera con una sonrisa.—Gracias —le dice Mattew y la enfermera se retira.Al día siguiente le dieron de alta a Luisa, Mattew estaba muy contento porque a la niña no le había pasado nada grave, pero por otro lado estaba preocupado por la recuperación de Cristina, ella aun se encontraba en cuidados intensivos. Salimos de la habitación de Luisa y nos dirigimos hasta donde estaba José, me dio mucha tristeza verlo tan agobiado y desesperado, Matt hablo con él y se haría cargo de todos los gastos de Cristina, José le agradeció.Salimos del hospital y nos dirigimos a casa de Matt, pasaríamos el rest