Me encontraba fuera de casa, Sonya está insoportable y me incomoda tenerla cerca ya que entre su locura y el alcohol que ingiere me vuelve loco a mi también. Me encuentro frente al club que frecuento ¡Si! Ahora me tomo unos tragos como cualquier ejecutivo y salgo en las noches. Mi teléfono vibra y por décima vez desvío la llamada de Sonya porque no deseo hablar con ella.
Llego al edificio donde vive Daniela y me doy cuenta que es bastante elegante y se encuentra en una excelente zona residencial. Estaciono y me anuncio, el portero me reconoce y casi hace una reverencia lo observo con una ceja levantada y le anuncio que debo pasar me da espacio y voy directo al ascensor para subir al piso.Frente a la puerta respiro profundo, no tengo idea de lo que me espera detrás de ella ya que hay cinco chicas ahí dentro que tienen dif
Al entrar escucho gritos de bebe, pongo los ojos en blanco porque se de quien se trata.—¡Abbey, Abbey! - ¿dónde estará metida esta chica.Sub&iac
Desperté sobresaltado porque Alma no estaba en la cama, la busqué con las manos por toda la cama y entre mi adormilamiento llegan flashes de lo que sucedió anoche y cuanto dolor sentí al verla llegar drogada y con pestilencia a alcohol, de lejos escucho los gritos de mi hija pero no son de dolor, son de alegría. Se carcajea y soy feliz porque ella es inocente de todo este drama que es mi vida en este momento. Ya duchado y vestido con un pantalón de deporte, camiseta y unas chanclas bajo a tratar de comer algo, observo mi teléfono, son las nueve quince de la mañana y mi estomago se
En la ultima consulta que fui con Alma Nathalia en el hospital psiquiátrico donde se encontraba recluida Sonya, el doctor me aconsejó que estuviéramos todos esperándola en una bienvenida para celebrar su salida de ese horroroso lugar ¡si! Dos largos años donde como ya dije: ni siquiera pidió verme, solo la veia por el vidrio de la puerta de la pequeña habitación que le fue asignada, nunca fui solo, siempre estuve con Alma Nathalia por esa razón ella no la ha olvidado y está loca por su madre pero, tal parece que ella si nos olvido a nosotros.
En mi ático con mi hija aún en brazos y llorando desconsolados ambos, me encaminé hacia la habitación para tratar de descansar de esta fatídica noche. Mi teléfono no para de sonar así que lo dejé en la sala para subir a mi alcoba y por fin descansar junto a mi niña. Ya se encuentra dormida gime y solloza con dolor me recuesto von ella y la abrazo para que sienta mi calor y el amor que le falta, se tranquiliza acomodando su pequeño cuerpo debajo de mi brazo pegada a mis costillas del lado derecho. La observo detenidamente y su expresión denota confusión mira su trago y ruedo los ojos.—No voy a drogarte para que tengamos sexo Daniela, bebe con confianza – me levanté del sofá un poco malhumorado.—No pienso eso, deja de poner palabras en mi boca por favor – es una enojona ¡ja! Se cree con mas astucia que yo, bueno si la tiene pero solo porque es mujer y yo ¡eh! Soy un niño bueno. —¿Y por qué miras el trago de esa manera? &nCAPÍTULO 33. LA OBSERVO...
¡Estoy muerto!¿Qué hora es?¡Cuatro y media! En hora y media debo pasar por mi Alma y Daniela aún duerm… ¿Daniela? ¿Dónde se habrá metido? Me siento en la c
Los siguientes días meses y hasta dos años fueron horribles, entre audiencias y comparecencias en la lucha por la custodia total de mi hija, cada vez que veia a Sonya se adhería a mi camisa y lloraba con rabia ya que no deseaba estar con ella.—¡Nooo papito mioooo! No quelo con mami mamáaaaa ella mala – gritaba y pataleaba golpeando a Sonya en el trayecto y tumbando cosas, a Dio