COLETTEIntento cerrar la puerta de una habitación que no conozco y que tampoco me han asignado, cuando una mano fuerte me lo impide, Renzo me empuja para darle el paso a Roan, quien mueve su silla de ruedas al interior, sus ojos viajan por mi cuerpo y yo retrocedo con toda la intención de que me deje en paz. Pero con cada paso que doy, él merma el espacio hasta que mis piernas chocan contra la esquina de la cama y caigo de bruces sobre el suave colchón. —Déjanos a solas —le ordena a Renzo. Este nos mira de hito en hito, como si supiera algo que nosotros no, asiente y sale de la habitación, cerrando a su paso. —¿Por qué escapas? —Porque no quiero ser parte de tu pequeña mafia —apunto con los puños cerrados. —Firmaste un trato —sentencia con voz gélida—. No puedes retractarte ahora. Ahora soy yo quien se muerde el labio inferior y evito mirarlo a los ojos, pero él me obliga a verlo cuando atrapa mi rostro con una mano. —Nunca más vuelvas a voltearte cuando te estoy hablando. —
ROANHan pasado demasiadas cosas en estos días, desde que llegó Colette Baker a mi vida, no he tenido calma, y es que aunque ya han pasado poco más de dos meses desde que me enteré que soy el padre real de los gemelos, de que la mostré al mundo como mi futura mujer en la mafia, he estado ausente. Por las noches, veo una y otra vez los resultados de las pruebas que me he hecho, muchos en distintas instituciones médicas, con otros doctores solo para estar seguro del resultado, el cual nunca cambia y siempre es el mismo, soy el padre, ellos son mi sangre, mi carne, míos y de nadie más. Bebo lo que queda de mi trago mientras que los recuerdos de aquella noche en la que pensé que se trataba de una puta, la follé como tal. PASADODiviso su silueta pese a las sombras de la oscuridad, no aguanto más, ella es hermosa, tengo un vistazo breve de su rostro cuando un rayo de luna se cuela por la ventana. Ella lleva un atuendo sexy, un Baby Doll rosado con encaje negro. —Eres hermosa. Mi voz e
COLETTELas cosas no están bien entre el padre de mis hijos y yo, no sé por qué lo besé, solo fue un impulso que me costó trabajo contener, a veces pienso que estar tanto tiempo encerrada en una jaula en donde la mafia italiana es la que gobierna, hace que me sienta asfixiada y mata lento todas las neuronas que me quedan. En algo tuvo razón Roan, esto no es como el mundo real, en el que ai te equivocas te puedes redimir o lo puedes arreglar, no, aquí fallas y te matan, no es algo que me deje ver la vida como siempre la planeé, en especial cuando siempre estoy rodeada de hombres armados que siguen cada uno de mis pasos y estudian cada uno de mis movimientos. Roan me ha pedido que arregle todo lo de la boda en menos de una semana, ¿por qué hay prisa? Tenía la esperanza de que se aburriera del plan o que cambiara su estrategia para con su familia y organización, estaba equivocada. Hay veces en las que siento que me odia, y ahora, en un abrir y cerrar de ojos, un rubio de ojos azules q
COLETTEMe trago el nudo que se forma en mi garganta y que hace que mi corazón se acelere poco a poco. Las imágenes de Roan teniendo sexo con Kristine, hacen que me dé náuseas, no somos nada, me recuerdo, esto es una mera actuación, él no me ama y yo no lo amo, además, esto lo hice por mis hijos. Todo me da vueltas y es Elio quien me sostiene para no caerme de bruces. —¿Te encuentras bien, prima? —me pregunta y asiento. —Sí, yo… solo buscaba aire puro —mis palabras se sienten pesadas. —Parece que has bebido mucho, ¿en dónde está tu marido? No puedo creer que mi primo haya sido capaz de dejarte sola en tu propia boda —arguye y me ayuda a tomar asiento en una de las bancas que están en el jardín. —Gracias.—Lo que sea que hayas tomado, no le va a agradar —su mirada se oscurece de un modo que me eriza la piel. Una punzada en el pecho me invade. —Sea lo que sea, no importa —me ladeo un poco. —Dios, ¿cuánto bebiste? —No bebo, solo fue una copa de Champaña. —¿Te la dio Dalila? —Sí
ROANHe descubierto en estas semanas conviviendo con Colette, que ella es del tipo que me hace perder la cabeza, luego de estar hablando con algunos miembros de la organización, me retiré al despacho a hablar con mi padre sobre las supuestas apariciones de Cole, el líder griego, y de todo lo que ha sucedido. Y es que se están corriendo los rumores de que Cole está comprando a los mercenarios más poderosos de Colombia y de Turquía, mi padre cree lo mismo que yo, él está comenzando con eso pero irá subiendo de nivel, él solo quiere aliarse con la mafia rusa y la francesa. Nadie puede con la Siciliana, por lo que somos un blanco perfecto, algo también cabe destacar, es que todos sus ataques han sido inestables y hasta parece que realmente no tiene ganas de matarnos, sino, todo lo contrario, son solo un distractor. Luego me fui a dormir, a la mañana siguiente fuí a su habitación, no la encontré, fui a la de nuestros hijos, tampoco estaba, terminé en la de Killian, quien estaba ya levan
COLETTEMINUTOS ANTESNo puedo dormir, lo cierto es que ni siquiera siendo la esposa de Roan, puedo hacerlo, y eso es porque tengo en la frente un punto rojo en el que cualquiera podría dispararme y a nadie le importaría, solo a mis hijos. Ellos son tan pequeños y aun tengo tanto qué enseñarles. —¿Te sucede algo, mami? La voz de Killian hace que salga de mi ensimismamiento, le miro y sonrío. —Para nada, cariño —miento.—No quiero estar aquí —repite y vuelve con lo mismo. —Lo sé, bebé, pero solo es un año, ¿entiendes? Pronto nos iremos de vacaciones, lo prometo. Él no parece muy convencido de ello, sin embargo, acepta y paso parte de la mañana con él, cuando termino, salgo, es muy temprano y no quiero despertar a los gemelos, así que bajo a la cocina con la intención de prepararles el desayuno. Sé que tienen a gente especializada para eso, pero no hay como que yo misma lo haga. Saco los ingredientes y comienzo, mi cabeza es todo un lío, estoy sintiendo cosas extrañas cada que veo
COLETTEUna nueva pesadilla se presenta ante mí no puedo creer que mi tío Norman y mis primos River y Selma, estén aquí, en Italia, dentro de una fortaleza que se supone es impenetrable, llena de mafiosos que matarían a un solo insecto que tratara de colarse pir aquí, mis manos tiemblan y estoy segura de que me he puesto pálida. River parece molesto pero con su padre, le mira con ojos cargados de rencor, él no quería estar aquí, eso es seguro, mientras que por el contrario, Selma observa todo con un brillo en los ojos. —Sabes, cuando nos enteramos de que te habías casado con un nuevo empresario millonario, no lo creía —sisea ella—. Pero ahora, no puedo creer que alguien se hubiera fijado en ti, prima. Tenso el cuerpo. Solo quiero mantenerlos alejados de mis hijos. —¿Qué hacen aquí? —Vamos, no seas grosera, somos familia —mi tío se pasa dos dedos por su barbilla. Una manía que tiene cuando está pensando en algo.—Me decepcioné mucho cuando me enteré que te casaste y no nos invita
COLETTERoan volvió a amenazarme con quitarme a los niños y eso no se lo perdono, entiendo que se sienta alterado al ver a su hermana menor cubierta de sangre, inconciente y con la duda de su muere o vive, pero amenazar en una situación como esta, no sirve de mucho, en especial cuando somos los doctores los que se llevan toda la carga emocional a cuestas. He pedido que nos dejen a solas en la habitación, a Roan le molestó pero al final aceptó sabiendo que se trataba de su hermana, han pasado dos horas de eso, hemos logrado detener las hemorragias, sacado las balas y el doctor que se llama Edison Michels, extrajo una cantidad impresionante de veneno. —Terminamos —anuncia y siento un gran alivio en mi pecho. Ella estará bien, eso es seguro, Angela no me cae mal, tampoco creo que lleguemos a ser buenas amigas, pero es solo que mi profesión me impide no salvar a una persona, soy imparcial, incluso si es mi tío quien se encuentra en peligro, lo salvaría. —Haz hecho un buen trabajo, señ