DEVRIM¿Por qué me pasa todo a mí? Es la misma pregunta que no he parado de hacerme desde que me enteré de que estoy esperando un hijo de Maxim, me resulta extraño repetirlo en mi mente, sobre todo, porque sé que en cuanto él se enterara de esto, haría que lo aborte, todo porque no soy una mujer que se crió dentro de la organización, mucho menos soy alguien de la mafia, ni entrenada ni sanguinaria como muchas de sus mujeres. Al casarme con Vladimir, pese a que él sí es un miembro muy importante de la organización, pero con menos peso y responsabilidades que el Boss, me ofrece protección y seguir adelante con mi vida, con cualquiera de los proyectos de vida con los que quisiera seguir. Eso es algo que me deja tranquila, sin duda, en especial porque no encuentro una sola razón para que esto, no funcione. Es decir, no me está presionando, no me va a follar a la fuerza y mucho menos me obligará a darle hijos, entonces, a mi mente macabra se le ocurre arrojarme una idea que puede result
BOSSTraición. Complot. Es lo primero en lo que pienso cuando hago un recuento mental de los daños, de lo sucedido, se supone que la reunión de la Bratva solo era una simple excusa para mantener hasta cierto punto, el contacto con Devrim. Al enterarme de que estaba en las manos de Vladimir, sentí que la rabia me consumía por los celos, ella pudo haber elegido cualquier cosa, desde escapar de mí, sola, por sus propios medios, pero en lugar de eso y de hacerme las cosas más fáciles, acudió a uno de los miembros más importantes que tiene la mafia roja, un hombre que aunque me pese, no puedo matar; Vladimir Grees. Pero al llegar, no con la traición de alguien de la mafia, ya que solo los miembros sabían acerca del sitio, y el motivo, alguien debió haberle contado a la mafia Yakuza, acerca de esto. Y ahora, me siento un poco desorientado, intento reconstruir las escenas, poco a poco, lento pero seguro. La tenía en mis manos, esa es la única cosa segura, estuvo entre mis brazos y a punt
DEVRIMHay decisiones que no se pueden cambiar, ni para bien ni para mal, es algo en lo que no puedo trabajar para evitar, y no me arrepiento, sinceramente, creo que es lo mejor que me pudo haber pasado, el haberme alejado, cuando estábamos en la reunión, según las palabras de Vladimir, al parecer no fue un ataque que el haya planeado como lo pensé al principio, sino, que eran los Yakuza, quienes ya estaban enterados de mi embarazo. No tienen idea aun si es de Vladimir o del Boss, aunque las sospechas del segundo, son cada vez más fuertes entre los miembros más importantes de la Bratva, ¿cómo es que pasaron estas cosas sin que me diera cuenta? Joder que no lo sé. Pero sin duda si de algo estoy segura, es de que esto tiene que acabar y pronto. No puedo poner en tanto riesgo a mi bebé, no importa la sangre que lleve, he decidido que es mío, se lo confesé a Maxim cuando estaba casi inconsciente, dudo que lo recuerde. Y ahora, viendo mi reflejo en el enorme espejo que está colgado en un
DEVRIMHa pasado una larga semana desde que Maxim me ha obligado a casarme con él, desde que me soltó la amenaza de que estaré viviendo un nuevo infierno, después de eso, de mandar a la mierda a Vladimir, a quien no quise ni siquiera ver en ese momento, solo tiró de mí y me arrastró hasta su fortaleza, en donde me folló el resto de la noche, no le importó siquiera el dolor que me causaba con cada una de sus embestidas, él solo me penetraba sin descanso. Parecía peor que un hombre de las cavernas, en especial porque me dejaba dormir poco, cuando despertaba a mitad de la noche, me follaba de nuevo, hay veces en las que me pregunto si es normal que esté duro todo el tiempo, y es que al parecer, desde que se enteró que estoy esperando un hijo suyo, después de hacerme mil estudios y de contactarse con su médico de cabecera, su nuevo hábito es follarme donde sea que me encuentre. No importa cuánto me esfuerce por desaparecer de su vida. Él solo me penetra, en la cocina, en la regadera, en
DEVRIMDEVRIM, CINCO AÑOS. Meto las manos dentro de la bolsa de dulces que Alisha me dió, mi hermano mayor no ha venido a recogerme a la escuela y se está haciendo tarde, sopeso la tonta idea de tener que irme caminando a pie. Puedo hacerlo, lo sé, he memorizado el camino a casa muchas veces, pero la idea de estar sola hace que mi estómago se me encoja y que no quiera más que llorar. La maestra me vigila desde la ventana de uno de los salones de la primera planta, si hago cualquier movimiento de irme sola, me va a detener, puedo correr, pero no lo más rápido como para que no me alcance. Saco un caramelo con relleno de chocolate, me lo meto a la boca y espero paciente, no tengo idea de cuánto tiempo transcurre hasta que llega un auto negro, de él baja Alisha, mi hermano mayor y camina hacia mí. Me le quedo viendo con reproche, ajustando el agarre en mi bolsa de dulces. —Estás enfadada —arguye colocándose de cuclillas frente a mí—. No pude llegar antes, lo siento bebé. —No soy un
VLADIMIRMe levanto temprano, hoy es el día en el que por fin conoceré al hijo de Devrim y Maxim. —Por fin. Termino de colocarme la cazadora y revisar en mi móvil los mensajes de Cherine, la chica que no pertenece a la Bratva, pero que la veo de vez en cuando, no somos nada serio, no hay etiquetas, mucho menos un nombre que pueda usar para llamar esto que tenemos, sea lo que sea. Reviso una última vez la hora, ha pasado un año desde que Maxim y Devrim por fin pudieron estar juntos. Al principio, claro que deseaba casarme con ella, pero luego de pensar bien las cosas y de ver cómo es que ella moría de amor por él, supe que solo lo estaba haciendo por el honor de la promesa a Alisha.Ahora soy más como su segundo hermano mayor, y eso está bien, porque he estado velando por su seguridad, por su bienestar, sé que Maxim preferirá cortarse la garganta antes de dejar que algo malo le pase, pero no está de más un poco de ayuda, o al menos eso es lo que estaré haciendo aunque se enfade el h
VLADIMIRBebo lo que me queda del Vodka y dejo el trago sobre el escritorio, termino de firmar los documentos que me mandó Maxim y me recargo en la silla de cuero, ayer vi a Solange Aslan por primera vez en persona, debo admitir que no es lo que pensaba, pero sin duda, la sorpresa de esa noche fue el hecho de que ella fuera la novia secreta de Syaoran Yoshiro, el hijo del líder Yakuza. Muevo el cuello con estrés cuando la puerta es abierta de manera bruta, y ese solo puede ser el Boss, que con arrogancia entra y me fulmina con la mirada, ¿acaso no me da un solo respiro? —Pareces molesto —susurro con descaro. —¿Tú crees, hijo de puta? —Maxim toma asiento. Frunzo el ceño. —Habla.—Pues nada, que me acabo de enterar de que tienes secuestrada a Solange Aslan, su padre está más que furioso, joder —brama poniéndose de pie—. Yuzem está cabreado con nosotros y está a nada de unirse a los Yakuza. Permanezco en silencio un par de segundos. —Algo que sin duda no le molestaría a Solange —s
SOLANGEMiedo. Es de lo que siempre se ha alimentado mi vida, no importó el hecho de que decidiera tener una lo más normal que pudiera, o que incluso tomara el camino de la medicina como mi medio de escape, jamás me gustó el mundo de la mafia, papá me entrenó, sé todo lo que cualquier mujer turca mafiosa pudiera saber, sin embargo, he procurado mantenerme al marguen de la situación. Cuando conocí a Syaoran, supe enseguida que me estaba metiendo en un callejón sin salida, sin embargo, no imaginé que el enamorarme de él me llevaría a los rusos, y ahora, me vi en la necesidad de firmar un contrato que tiene mucho peso, ahora, soy la esposa de un ruso a quien no conozco, estando enamorada de otro. Mi corazón late con fuerza y cierro los ojos un par de segundos en un intento por calmar mis nervios, esto no es normal en mí, soy médico general especializada en cirugía, la calma, la paciencia y el tomar decisiones con la cabeza fría, es primordial, no había tenido ninguna especie de altera