Abel ni siquiera se estacionó bien. Salió del auto a toda prisa, lo seguí detrás pero su andanza es mas rápida que la mia asi que tuve que correr para alcanzarlo porque puede armar tremendo escandalo para todos haciendo que todo sea peor y eso no puede pasar porque nos perjudicaría a todos, en especial a mi y a Carter.

—Abel detente por favor, calmate.

—Todo esto es tu culpa —gira sobre sus talones señalándome —No estaríamos aquí por ellos si hubieras sido una madre estricta.

—¡Oye! —lo empujo molesta —¿Cómo te través a cuestionar mi conducta con mi hija ¿eh? ¿Quién diablos te crees que eres?

—¿Acaso te duele que te diga la verdad en la cara?

—No. El único dolido aquí eres tú porque siempre buscas la forma de que yo me sienta mal solo por ahora he decidido comenzar una nueva vida con tu hermano, eres tú el que esta dolido y no yo.

—Eso no tiene nada que ver con la estúpida decisión que tomaste al dejarlos venir a este lugar.

—Abel, ¡Detente!... —mi cara choca contra algo —¡Auch!...

—¿