—Mamá estará bien. No tienes que preocuparte por ella.—Lo prometes papá, ¿de verdad?.—Si. —besa su cabeza —¿Qué te parece si vamos por una tasa de leche a la cocina?Mueve su cabeza en afirmación. Me mira y me dice que no tardará así que le sonrío en respuesta.Ella se aferraba a su mano al salir de la habitación haciendo que sintiera un nudo en mi garganta porque no me daba cuenta de lo mucho que la habia afectado todo esto a Violet. Vuelvo a ver al medico y puedo ver que esta asombrado y no entiendo cuál es la sorpresa.—¿Esta bien?—¿Ah? …—murmura saliendo de su asombro —Si, si. Lo estoy. —me mira fijamente —¿En verdad es la esposa del hijo mayor del señor sebastian?—¿Tan extraño es que lo sea?—No es por usted señorita, digo, señora Vlarios. —voltea y se asegura que no haya nadie afuera. —Solo que todos los miembros de esta familia e incluso los que trabajamos para ellos, sabemos que él odiaba la idea del matrimonio y mucho menos la idea de lidiar con hijos. Él odia a los niños
De camino a casa sentí que él me miraba por ciertos segundo y cuando lo descubrí haciéndolo me di cuenta que habia culpabilidad en su mirada.—Gracias por esto.—Es lo menos que puedo hacer después años de causarte sufrimiento.“No entiendo, porque le afecta ahora lo que me hizo”—Fue mi culpa, no tuya.—Ambos sabemos que no es así, te hice trabajar sin descanso hasta tarde, incluso te quitaba tus días libres hasta provocarte… esto. Así que no me agradezcas.—Abel…El auto se detiene y él salió de inmediato. me ayudó a llegar a la habitación y luego se marchó. Pasaron las horas y no lo volví a ver, ni siquiera vino a dormir en la habitación. No se porque lo hice, pero, lo esperé y al ver que no llegaría me fui a la habitación de Violet y me acosté a su lado dándome cuenta de que ella tenia lagrimas en sus ojos.—Mamí… —murmura dormida —Perdon.Con amor la rodeo con mis brazos y atraigo hacia a mi. Beso su frente y cierro mis ojos esperando que el sueño me gane. Como podría enfadarme c
Mi corazón me golpea con una fuerza descomunal el pecho. La confesión me tomó por sorpresa, dejándome sin palabras. Mimente se llenó de preguntas, pero ninguna de ellas encontró salida. ¿Cómo podía ser que el hombre que creía que me odiaba, en realidad amaba sonrisa?Pero en mi corazón, sentía una calidez que no había sentido en mucho tiempo. Me sentí feliz al escuchar que alguien amaba mi sonrisa. —Durante 9 años… te observaba y veía tu sonrisa cuando estabas con los demás. Era hermosa y perfecta —acaricia mis labios con su pulgar —Pero cuando me sonreías a mi cuando te pedía algo, podía ver que era falsa, una sonrisa forzada y lo odiaba, queria que también me sonrieras de la misma forma que lo hacias con los demás.“Pude sentir el olor a tequila en su aliento.—Estas ebrio…—¿Y? —cuestiona —No dicen que los niños y los ebrios dicen la verdad. —tenia esa sonrisa traviesa que me ponía nerviosa y con los pelos de punta —Cuando te conocí pensaba: es linda. Por eso los primeros días int
—¡Que dijiste! —frunce el ceño molesta por mi respuesta —¡Como te atreves!…— Querida, déjame darte la noticia personalmente. Solo es una gastritis y viviré por muchos, muchos años con Abel, aunque las perras se revuelquen en sus guaridas.—¡Como te atreves!...El hermano de Abel aparece y nos mira fijamente y ella comienza a decirle que la ofendí.—¿Perdón?, pero no comprendo, ¿Cómo te ofendi?. Lo único que dije es que mi enfermedad es solo una gastritis y que viviré por muchos, muchos años con Abel, aunque las perras se revuelquen en sus guaridas. —hago un gesto de sorpresa. —Ups, perdón, no sabia eso.Siento que desfallezco, pero él me sujeta con firmeza.—Por eso estas gorda. —escupe con rabia y claro que me afectó —Ya me imagino como te pondrás si tienes otro.Me solté de su agarre cabreada, cerca de su cara le sonrío haciéndola enfadar pero aun falta la cereza al pastel.—Si, tienes razón, pero él prefirió a esta gorda y no a un cuerpo “perfecto” y es eso lo que te duele, ¿no? —
Siendo sincera… no pude dormir, aun no creía que en verdad había pasado lo nuestro. Nos llegó la tarde y él claro que durmió todo el tiempo, ni siquiera se percató de que solo estaba fingiendo dormir para que no me viera a la cara.Si. En el sexo soy de esta forma porque muchas preguntas abundan mi cabeza y más después de mi primera vez en la que terminé embarazada. Pero como lo dijo él, esto era diferente, estamos casados, legalmente ¿cierto? Y falta medio año para que el “contrato termine” pero cuando llegue el tiempo… supongo que es decisión de cada uno si queremos que esto termine, pero… ayer hablamos y bueno, digo que eso no va pasar, creo.Fue la mejor mañana que pude tener en toda mi vida y fue raro ya que parecía como si en verdad fuéramos marido y mujer y que no ha sido la primera vez que lo hacemos. La pasión y el deseo que habia entre nosotros aun los siento en mi piel y me hace reír ya que jamás pensé que Abel y yo podríamos llegar a esto o que él...“El siempre me quiso”
Apenas comenzamos a entendernos en esta relación que al principio comenzó como una farsa, y claro que eso me hizo ver que no todo infierno es tan malo como se ve, al principio claro. Porque jamás pensé que Abel al que todos conocemos por ser un hombre de sangre fría y sobre todo arrogante, pudiera tener sentimientos parecidos al amor y menos por alguien tan común como yo y lo digo porque no soy una modelo hermosa con una gran reputación, o una mujer proveniente de una familia multimillonaria.Simplemente fui su empleada por varios años a la que hizo de su vida laboral un maldito infierno, ahora estoy aquí dentro de su familia, los Vlarios que al principio fingía ser su esposa mas ahora…. “aunque la verdad no sé que es lo que soy ahora”Legalmente soy su esposa, pero él jamás lo vio así y eso me lo dejó en claro el primer día en que pisé esta casa así que no puedo decir en palabras lo que somos.—Estoy lista mamá. —observo a mi hija con su uniforme impecable —¿Te pasa algo mamí?—No. —
ABELMe di cuenta de lo que hice de camino a la asamblea, por ello busco las palabras correctas para disculparme con ella por eso.—¡Aun lado viejo!Ignoro lo que escucho a lejos hasta que siento el dolor en mis bolas, caigo en una rodilla retorciéndome de dolor.—¡Engendro… del diablo! —digo con rabia algo audible —¡Moco…so!El mocoso gira sobre sus talones y me saca la lengua y se larga.“Enserio… que no puede pasarme otra cosa peor.”—¡Micaela obedece!—¡Fuera de mi camino!..Una niña con aires de diva me empuja cuando viene corriendo hacia a mi y ambos caemos sentado en el suelo pero yo, tenía jugo a un costado de mi camisa blanca. Miro a la niña quien se encuentra con la boca abierta.—¡¡Mamí!!...Se levantó llorando y corrió hacia la mujer que termino tropezando conmigo al ponerme de pie.—El diablo me vio horrible.—¡¿El diablo?!. A quien llamas diablo mocosa…La mujer se disculpa. Lleno de coraje me alejo de ellas maldiciendo por dentro y cuando me dispongo por buscar un baño
Al volver a casa me limité a observarla o a dirigirle la palabra, seguramente estaba incomoda así que preferí revisar la agenda personalmente y todos mis pendientes antes de ordenarle que lo haga ella.—Yo lo hago. —ella se sienta a mi lado dejándome confundido. Toma la Tablet y revisa todo rápidamente —Hoy no tienes ningún reunión. Solo documentos que revisar como la autorización de los pagos a los empleados y la solicitud de aumentar los pagos para los empleados de Markting y publicidad.Asi como si nada hubiera pasado, ella habla, aunque sus mejillas ruborizadas me den otro significado de su comportamiento.—P–Perdon… por desconfiar.Salgo de mi asombro y sonrío aliviado porque se disculpó, aunque pensé que no lo haría porque estaba enfadada conmigo, pero no lo esta y eso me alivia.—¿Vas a volver al trabajo?—Si tú quieres. —me mira como si estuviera pidiendo permiso. —Si no, esperaré mas tiempo.—Es tu decisión —“Mierda, no. Eso fue tajante” —Si quieres volver, no tengo ningún pr