Daniel se sentía seguro, en ese momento negarle el dinero a su “necesitado” hermano era toda una satisfacción, momentánea por supuesto, pero satisfacción al fin y al cabo y pensaba disfrutar de ese pequeño triunfo, así que se irguió más en su cómo asiento y lo miró burlón mientras repiqueteaba los dedos sobre la mesa, acción que sabía impacientaría más a su oponente.-Imposible ¿Por qué? - intentó responder serenamente Jorge al que en verdad apremiaba la necesidad de efectivo, había regresado sin un dólar y estar encerrado en el rancho sin poder salir a divertirse le quemaba las entrañas. Como diversión el consideraba las partidas de póker y la compañía femenina, y eso era muy caro.-Pues lamento informarte que tenemos algunos problemas con el fisco, en estos momentos las cuentas del holding están bloqueadas por el Departamento del Tesoro, así que no dispongo de dinero líquido.-¿Pero tus cuentas privadas no?-Yo también estoy investigado como presidente, así que también tengo todo in
Daniel suspiró. -Débora mi vida, suena a tópico, pero sabes que es a ti a quien quiero. No debes tener miedo ni dudar nunca de mi amor. Después de todo lo que hemos pasado te has adueñado completamente de mi corazón, chiquita linda. – le susurró al oído - Rebeca es el pasado, un pasado doloroso que creí olvidado y que ahora regresa como una mala jugada del destino, pero del que pienso deshacerme tan rápidamente como sea posible.No la creía tan estúpida para pensar que después de todo lo que le había contado sobre Rebeca, de todo lo que padeció por culpa de esa mujer ahora la aceptaría nuevamente en su vida. -Nuestro amor no puede ser – repitió decidida – es un amor prohibido, siempre lo fue y ahora mucho más pues eres un hombre casado.-Te acabo de decir que voy a divorciarme de Rebeca – repitió cansadamente Daniel, había venido a su habitación para hacerle el amor como si no hubiera un mañana, deseaba amarla hasta que los dos quedaran exhaustos y estaba perdiendo un tiempo precios
Daniel le hizo prometer que no haría caso de nada que le dijeran tanto Rebeca como Lisbeth o Jorge. Todo sería única y exclusivamente para molestarte y le rogó encarecidamente que tampoco les diese dinero.-Aunque te lo pidan de rodillas. ¿Me has entendido? – Esperó a que Débora asintiera - Yo ya les he dado lo necesario a ellas, y por lo que se refiere a Jorge, me pidió y le dije que no, pero le voy a dejar algo a través de José – Había cambiado de opinión respecto a su hermanastro, pues sabía que no era hombre acostumbrado a estar sin blanca y sus bajos instintos quizá lo llevarían a querer embaucar a Débora. Así que quiso evitar que eso sucediera - El dinero que tienes en tu cuenta es única y exclusivamente tuyo, pasé por el banco esta mañana, te ingresé algo más y eliminé mi autorización.-¿Por qué has hecho eso? – le preguntó confusa.Daniel le explicó que era para poder conservar el dinero, si él aparecía como autorizado probablemente la cuenta también quedaría bloqueada…-Nece
Daniel llegó a casa de su madre ya bien entrada la noche, se paró a comer por el camino con lo que se demoró algo más. Constató con alivio que había sido todo un acierto pues encontró la entrada de la casa de su madre completamente despejada. Al parecer el acoso de la prensa no llegaba hasta el punto de pasar la noche en vela a las puertas de su domicilio. Mucho mejor. Saludó al portero, recorrió despacio los metros que lo separaban de la rotonda que franqueaba la entrada al chalet, meditaba si dejar el coche aparcado delante de la escalinata o guardarlo en el garaje. Optó por esa opción, un coche aparcado enfrente de la escalinata de entrada llamaría la atención, resguardado en el garaje pasaría más desapercibido. Del garaje se podía acceder directamente por una pequeña puerta a la zona de servicio, así que entró en la casa por ahí. Logró pasar sin ser visto pues no había nadie en la zona. Las dos únicas criadas que servían internamente en la casa ya hacía horas que habían termin
Jorge, su queridísimo hermanastro. De ese no podría librarse tan fácil pues llevaban la misma sangre.Otro que deberá ponerse a la cola y esperar que solucionemos todo antes de cobrar. -¿Qué más podía contarle? Al parecer no habían disminuido en nada sus ansias de fastidiar. Sus peticiones de momento las obvias, la devolución de las acciones de la Savater’s Oil, cobrar los beneficios atrasados y su parte en la venta de la casa, en total un buen pico, que no le iba a durar demasiado conociéndole, pero eso a él ya no le importaba. No pensaba erigirse en guardián de su hermano, grandecito estaba para decidir por sí mismo y si decidía tirar su vida a la basura allá él. Lo único que le preocupaba era que acuciado por las deudas de juego decidiese en algún momento vender sus acciones de la Compañía Petrolífera, lo que supondría la entrada de personas extrañas a la familia en el accionariado de la Savater’s Oil. Deberían estar al tanto y evitarlo fuese como fuese. ¿Será casualidad o no qu
A Rebeca la noticia no le cayó ni bien ni mal, navegaba entre dos aguas, no había llegado a un mal acuerdo con su marido, todo lo contrario, con el divorcio se llevaría un buen pico, una mansión y una pensión de por vida, tendría dinero y libertad. La Rebeca de cuatro años atrás no habría dudado. Pero algo había cambiado en ella durante ese tiempo, se cansó de pasar de mano en mano, a cuál peor. Además, ya no era una jovencita, había cumplido treinta y cinco años, no le apetecía demasiado salir al mercado a pescar marido, y tener que pelearse con jóvenes infinitamente más guapas que ella. Y si en lugar de buscar marido se compraba un amante eso siempre resultaba caro. En cambio, con Daniel lo tenía todo, ella ya tenía un marido rico, con poder y prestigio, que aparte de ser guapo, sexy y buen amante era un esposo complaciente. No, decididamente no pensaba divorciarse. Además, se lo estaba pasando en grande fastidiando a Débora, y quizá, ¿Por qué no? A lo mejor la muchachita se cansab
Tres meses después de la partida de Daniel llegó la solución a los problemas legales. El Departamento de Justicia finalizó su investigación. Por consejo de su abogado decidieron llegar a un acuerdo con el Departamento del Tesoro sin necesidad de llegar a juicio. Consignó el importe de los impuestos impagados, luego pagó la correspondiente multa y consiguieron que las cuentas de la sociedad fueran desbloqueadas quedando totalmente limpios. Confiaba en recuperar poco a poco el prestigio perdido, en cuanto surgiera otra noticia más impactante la prensa se olvidaría de ellos y todo regresaría a su cauce. Quedaba el tema del blanqueo de dinero y la evasión de capital. Tras arduas investigaciones pudieron probar que las empresas no tenían nada que ver y que eran solo maniobras del contable. Este había sido localizado en Brasil y tras hacer la correspondiente denuncia internacional lograron detenerlo, estaban a la espera de su deportación y sería juzgado. Todo el peso de esa acusación ca
Daniel tardó en captar esas palabras, su mente trabajó para asimilar la información recibida que no terminaba de comprender. Reaccionó a tiempo para no asustar a su hijo, al que dejó en manos de la sirvienta mientras le explicaba que no se preocupara que él la rescataría. Subió las escaleras de dos en dos, entró sin contemplaciones en el cuarto de su hermana. La luz estaba encendida, encontró a la joven sentada en la cama desayunando tranquilamente. Dejó la puerta abierta y se adentró unos pocos pasos en la habitación, lo suficiente para quedar frente a frente con la joven, a la que miró con firmeza.-¡Te he dado una orden! – le espetó con dureza-¿Y…? - respondió altiva– ¡Tú no eres mi amo! Bajaré a verte cuando me dé la gana.-¿Dónde está mi esposa? – preguntó sin entrar al trapo de la última afirmación de la joven para no echar más leña al fuego.-Tú sabrás, creo que duerme en la habitación contigua a la tuya. ¿No?-No estoy para bromas Lisbeth sabes perfectamente que me refier