Un sí

Capítulo 1

Los años pasaron tan rápido que sin notarlo había vivido toda una historia, parecía que hubiera sido ayer cuando apenas era una jovencita de 18 años metiéndose en frecuentes problemas, fueron tiempos difíciles aquellos donde la muerte estaba conmigo en una danza constante.

Todavía recuerdo ese momento cuando desperté en el hospital de aquel fatídico accidente, yo prefería no traerlo a memoria porque no era algo agradable, ya que ese sujeto fue el causante de mucho dolor para Eyolf. Por fortuna las cosas cambiaron y en los últimos años mi esposo pudo disfrutar al lado de su padre, el cuál envejeció hasta que un día ya no volvió a despertar, no obstante a pesar de ser algo triste, Eyolf dijo que lo recordaría con alegría debido a tantas vivencias juntos.

Sin embargo, había algo que no podría superar jamás...

***

Flashback

—No quiero, ¿y si él decide irse dejándome plantada? More, tengo mucho miedo—suspiré temblando como una pequeña cachorrita, ella levantó una ceja y sonrió.

—¿En serio Moon? ¿tú realmente crees que Eyolf se atrevería a dejarte plantada? Para ser honesta lo creo más de ti —soltó sin tapujos y arrugué la frente molesta.

—¡Oye! —me quejé, ella se encogió de hombros como si no hubiera dicho nada malo.

—Bueno, no me culpes porque sé de buena fuente que ese pobre chico estuvo rogándote los últimos años para que pudieras aceptar casarte con él, de hecho tu madre está soprendida que hayas aceptado, después de...—hizo una pausa, pensando bien sus palabras, pero aún así dejándome con la boca abierta, y a pesar de que no estaba diciendo nada fuera de la verdad, me hacía sentir culpable por eso. Los últimos años fueron una constante lucha para evitar aceptar esa responsabilidad, yo no quería lidiar con el hecho de que Eyolf era Alpha de su manada y ser su esposa quería decir un gran peso sobre mis hombros. La verdad era que yo aún pensaba tener 18 años, no obstante, eso ya había pasado y debía actuar como una mujer adulta.

En el tiempo que pasó, aprendí muchas cosas, y por sobretodo querer a todos y cada uno de los miembros de la manada, la cual era parte de mi, poniendo en primer lugar a ese idiota de Kitsune, quien ya tenía familia antes que nosotros, se había casado con una chica de la manada llamada Jess, mantuvieron poco tiempo de relación aproximadamente un año y luego anunciaron su boda cayendo de sopresa para todos, yo estaba feliz por ellos, pero eso empeoró la situación entre Eyolf y yo, ya que me sentía presionada a aceptar la propuesta.

Él no perdía la oportunidad para proponerme matrimonio y fue tan absurda su obsesión por casarnos, que llevaba el estúpido anillo en su bolsillo por si yo cambiaba de opinión, fue terrible, y hasta pensé que terminaría volviéndome loca y no era por él, en lo absoluto yo luchaba conmigo misma, con esa idea constante de no saber enfrentar las responsabilidades, hasta el día que More habló conmigo y terminé entendiendo todo.

"Moon no dejes pasar el tiempo, créeme que cuando amas a alguien lamentas cada segundo que pierdes"

Ella sabía por qué lo decía, amaba al abuelo más que a nada en el mundo y al perderlo se lamentó tanto no haber disfrutado más tiempo junto a él.

Por eso en una tarde me decidí a darle ese sí, que Eyolf esperaba con tantas ansías. Salí de casa con mi impermeable y subí al auto que él me había regalado para mi cumpleaños número 22, estaba tan nerviosa que las manos me temblaban y fue así como tomé mi teléfono respirando ondo para poder marcarle, acordé en vernos donde siempre, esa pequeña cafetería a unas cuantas calles de la biblioteca.

Al llegar estacioné el vehículo y bajé para adentrarme al establecimiento, esperé en una de las mesas hasta que lo vi entrar por esa puerta, todos mis músculos se tensaron y mi cabeza estaba al borde del colapso, ni siquiera sabía como rayos iba a empezar, no era como decirle...

"Oye, sabes que, ahora si quiero casarme contigo"

Trague una gran cantidad de saliva y después de saludarlo con un beso en los labios le indiqué para que se pudiera sentar, al principio me vio raro, porque su intuición de Alpha le decía que algo estaba ocurriendo, sin embargo, no deseaba estar con rodeos yendo al punto.

—Eyolf, sé que durante algún tiempo has mencionado el tema y yo he dicho que no, pero creo no quiero perder más tiempo, te amo lo suficiente como para saber que deseo pasar el resto de mi vida junto a ti—formule y sus ojos se ampliaron muy grandes, jamas lo había visto tan eufórico, saltó se la mesa sorprendiendo a las demás personas que estaban ahí, gritó de alegría y sacó del bolsillo aquel anillo guardado por si en algún momento yo aceptaba su propuesta.

—¡Ella aceptó! ¡dijo que sí!—celebró y me sujetó de la cintura dando un giro completo conmigo, algunos conocidos nos felicitaron y fue así como nos comprometimos.

Parecía una locura, pero supongo que las cosas más maravillosas suenan a locura.

La organización de la boda fue un trabajo de mi madre, More y la esposa de Kitsune. Esas mujeres estaban más emocionadas que yo, tenían miles de ideas, hasta que concretaron algo en específico, yo solo me dedicaba a ver y asentir para no hacerlas enojar porque una critica constructiva de mi parte era decirles que no me gustaba y me parecía un asco tanta cursileria.

Por lo cual las tres mujeres se dedicaron a hacer todo sin mostrarme nada, ellas aseguraron que sería una sopresa hasta el día de la boda, incluso el vestido tampoco lo pude ver, por el hecho de que me vendaron los ojos y al probarme el indicado las tres estuvieron de acuerdo.

《 ¿Qué novia en la vida, se casa y no elige su vestido?》

Esas fueron las consecuencias de dar mi "humilde opinión "

Eso me llevaba al momento antes del altar, a la conversación incómoda con More sobre cuánto tiempo estuvo suplicando el pobre Eyolf para que le diera el sí.

—More solo me siento nerviosa, sé que jamás me dejaría plantada, pero ¿si no funciona?—pregunté entristecida bajando la cabeza, ella de inmediato se acercó levantándome por la barbilla para poder verla al rostro.

—Cariño, ya lo conoces lo suficiente como para saber que ese chico daría la vida por ti, te ama demasiado y estoy segura que hará lo imposible por hacerte feliz—murmuró con una sutil sonrisa dándome aliento para avanzar a ese altar.

Creo que valió la pena esa espera larga porque verlo parado ahí fue la cosa más maravillosa que pude experimentar en toda la vida, sentí ganas de llorar porque enrealidad se veía perfecto de pie bajo ese precioso arco de flores naturales.

Caminé por el pasillo tomada del brazo con papá, sin embargo la emoción me ganó y lo solté de golpe para correr a los brazos de Eyolf, él me sujetó en el aire y giramos juntos, lo besé antes de tiempo, pero fue hermoso cada detalle grabado en mi mente fue un tesoro guardado en el corazón.

Cuando dije la palabra acepto, fue como si hubiera cambiado algo dentro de mí, aquel miedo desapareció y fue remplazado por una dicha interminable, yo era feliz porque compartiría mi existencia con aquel hombre perfecto, nuestras vidas habían sido destinadas para estar unidos por toda la eternidad y justo en ese instante comprendí que ya estaba escrito ese día.

***

Me senté detrás de la mesada en la cocina y contemplé el vacío que había en ese lugar, sin More ahí. No pude evitar derramar algunas lágrimas porque si la extrañaba mucho, ella siempre decía que el día de su partida no debía llorar, al contrario tendría que estar feliz porque finalmente podría reencontrarse con su amado.

Yo en definitiva no estaba preparada para su partida, y aunque fue hace 7 años seguía sintiendo esa ausencia, ella llenaba los espacios con sus ocurrencias y esa forma tan especial de ser, siempre recibí concejos de su parte, ella me enseñó a ser valiente y también a defenderme de otros lobos cuando quisieran atacarme, pero lo que nunca me dijo era como aprender a vivir sin su presencia.

Solté un largo suspiro y seguí con mis quehaceres, lavé los platos y ordené la cocina, luego me disponía a sacar la basura al patio. La mañana estaba soleada y agradable, me gustaba ver los árboles verdosos y flores coloridas.Me distraje un poco y cuando iba a depositar la basura en el bote, sentí el crujir de las hojas como si alguien se acercara, me puse en alerta y observé todo mi entorno, sin embargo no pude ver nada.

Quizás había sido parte de mi imaginación, pero últimamente habían ocurrido cosas extrañas, como que algo, o alguien paseaba cerca de la casa, Eyolf decía que no podía ser un lobo porque hubiera reconocido el olor, no obstante yo estaba casi segura que estábamos siendo vigilados. Regresé a la casa olvidando aquella escena y me concentré en mis otras tareas que eran más importantes y si alguien aparecía para intentar algo, no dudaría en acabarlo.

El entrenamiento de años que recibí por parte de mi abuela, y luego de Eyolf todo eso fue de mucha ayuda, estaba tan confiada de mi misma que fui la persona indicada para entrenar a mi propia hija, Fleur podría defenderse a pesar de que ella tenía una gran ventaja, había nacido como su padre, pero eso no quería decir que ella no aprendiera a patear unos cuantos traseros. Aquellos entrenamientos no fueron únicamente físicos, su padre también la enseñó a controlar sus emociones y cuidar su mente de lobos enemigos, lamentablemente hubieron muchos lobos rezagados que de vez en cuando molestaban, pero no era nada que Kitsune (El beta) No pudiera resolver.

Sin embargo, cuando los problemas se hacían graves, entonces ahí intervenía Eyolf para poner orden y control. Yo estaba orgullosa de mi esposo, su trabajo cuidando a la manada y al pueblo era perfecto, pero a veces lo consumía mucho generándole gran estrés, tener todas esas cargas encima no era fácil sobretodo cuando todos contaban con él.

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