Capítulo 6
Regresé a casa, y mis padres aun no llegaban por fortuna. El teléfono sonó y contesté de inmediato, la voz de Sam al otro lado de la línea me generó un poco de disgusto, ya que al recordar lo sucedido con él, me trajo ese mal sabor de boca, sin embargo, todo cambió cuando en un tono bajo y arrepentido intentó pedir disculpas.
—Fle, lamento haberme portado como idiota, de verdad no fue mi intención —empezó lo más suplicante posible, yo deseaba colgar la llamada, no obstante ese chico era lo mas cercano que yo tenía a un hermano, fue entonces cuando se me ocurrió una idea fascinante.
—Solo te perdonaré porque no acostumbras a ser un cretino, pero tengo una condición para ti —expuse y no me dejo terminar cuando ya había aceptado.
—Sea lo que sea, lo aceptaré solo si me perdonas —añadió lleno de emoción.
—¿No vas a preguntar de que trata? —interpelé curiosa y negó.
—No me importa, solo dime y lo haré.
—Bien, me alegra que estés tan receptivo, porque tengo pensado invitar al chico nuevo a tu fiesta —confesé y hubo un silencio casi sepulcral, hasta que se animó a pronunciar palabra.
—¿Al tal Amets?
—Sí, creo que te portastes como un idiota y se lo debes —expliqué autoritaria.
—Fle, pero es que...
—Ah, ah, ah,—lo interrumpí para proseguir—. ¿Quieres que te perdone? —pregunté.
—Sí —contestó resignado
—Bien, te veo mañana a las 8 —culmine para colgar la llamada, luego solo me quedaba esperar al día siguiente para poder invitar a Amets, ya que yo había metido la pata con él, y tenía que resolverlo de una u otra manera.
***
Me concentré en estudiar para los próximos exámenes, hasta que llegaron mis padres, tuve que pedir tres pizzas por el hecho de que el apetito de papá mezclado con el mío, era cosa de miedo. Mamá por lo contrario, era como una niña en cuanto a comer se refería, puesto que nosotros llevábamos una ventaja como seres mitad lobo mitad humanos, parte de nuestra naturaleza lobuna nos obligaba a comer exageradamente, sin importar el sexo, ya que nuestros cuerpos poseían fuerza, velocidad, capacidades mentales más avanzadas que las de un humano común y eso requería energía la cual obteniamos a través de la alimentación.
Papá se veía menos preocupado que horas antes, quizás pudieron resolver la situación, aunque la perdida de un miembro no era algo fácil de superar, nosotros estábamos unidos como uno solo y perder a alguien de los nuestros, provocaba grietas dolorosas, ya que al leer nuestras mentes sabíamos lo que otros pensaban y sufrían si eran familiares cercanos, o mantenían un interés afectivo.
—Fleur, a partir de mañana estaré haciendo guardias con el grupo de Kitsune, voy a necesitar de tu apoyo para poder cuidar a tu madre—pidió papá, yo amplíe los ojos, pero asentí sin refutar.
—Eyolf, mañana tu hija irá a la fiesta de Sam, ¿Recuerdas que te pidió permiso hace semanas? —intervino mi madre, yo trague saliva y bajé la mirada hacia la porción de pizza en mi mano, de esa forma evitaba confrontamiento directo.
—Es cierto, lo olvidé, ¿pero podrás venir temprano? —se dirigió a mí, yo alcé la vista y encogí los hombros.
—Sí, puedo llegar a las 11:00 pm si te parece bien—comenté como proposición, él negó para responder.
—1:30 am, sé que la fiesta comenzará tarde y al menos espero que puedas compartir un rato con los chicos—señaló dando así por terminado el tema, y seguir comiendo su cena. Papá a veces solía ser un poco estricto, eso no lo podía negar porque su deseo como Alpha y obviamente al ser mi padre, deseaba protegerme, quizás temía que ocurriera lo mismo de hace años lo cual anhelaba borrar de mi memoria para siempre.
Al pensar en ese evento desagradable, me puse de pie para ir a mi habitación, dejando a mis padres seguir con sus temas de conversación.
—¿No vas a terminar tu pizza? —interrogó mamá, yo moví la cabeza en forma negativa para anunciar que ya estaba satisfecha.
—Estoy bien, déjale a papá el resto, se ve que tiene hambre —agregué señalando a mi progenitor, que se hallaba tragando dos rebanadas enteras como una pastilla. Mamá lo vio y soltó una carcajada, porque nos miró de reojo y se sonrojó.
—Ustedes los lobos son un barril sin fondo —manifestó bromeando, intenté sonreír, pero aquel amargo recuerdo lo impedía, por lo tanto, le di un beso a ambos y subí hasta la habitación, cerré la puerta haciendo hasta lo imposible por no despertar sospechas, puesto que si papá se enteraba de que sufría esos constantes ataques de pánico tendría la obligación de enviarme a ver con el psicólogo encargado de la manada, era algo obligatorio para todos, muchos de nosotros pasamos por circunstancias trágicas o difíciles, la cuales debían ser tratadas porque era extremadamente peligroso para seres con nuestra naturaleza, mantener un gran estrés, puesto que cualquier persona inocente podría acarrear esas consecuencias.
Yo estuve con Dina, algún tiempo, de hecho ella pudo firmar mi recuperación, pero pasado algunos años ese trauma volvió más fuerte que nunca, y me aterraba hacerle daño a alguien por esa causa, pero tampoco tenía la intención de volver con ella, ya que me vería obligada a abrirle mi mente y darle ese espacio donde ella vería cada espacio sin secretos, esa era la regla más importante porque como profesional en el área, Dina estaba capacitada para dar un diagnóstico sobre los problemas en específico, muchos de esos exámenes terminan en aislamiento de la manada y en ocasiones exageradas podrían terminar en una jubilación de por vida.
Cuando ella examinaba a un paciente y sabía que no estaba en condiciones para seguir cumpliendo alguna función en la manada, debía notificar al Alpha, o sea a mi padre, para que él pudiera encargarse de dar aviso a esa persona, esos lobos quedaban algo parecido a la incapacidad, porque al no poder ejercer cargos permanentes en el grupo, era como ser un inútil por esa razón ir a examinarse con Dina, era el mayor terror de cualquier miembro.
Me aferré a la cama conteniendo la ira, el dolor y todos esos sentimientos los cuales intentaban aflorar, yo aprendí bien a como ocultarlos, pero causaban un daño tan profundo dentro de mí, que muchas veces me horrorizaba la idea de perder el control.
Dormí hasta el día siguiente, donde recibí la mañana más calmada. Me despedí de mis padres para ir a la escuela, subí al auto y conduje de forma cautelosa, pude contemplar aquella mañana tan hermosa sumergida por un color vibrante de verdes en distintas tonalidades, dejé que eso me diera quietud hasta que llegué a la escuela...
El día podía ser igual que todos, sin embargo, esa situación lo cambió todo.
Un grupo de chicos tenían acorralado a otro, lo empujaban en un círculo pequeño y reían de forma burlesca. Sentí tanta impotencia que no pude evitarlo y me dirigí hacia ellos.
—Oigan, ¿que rayos pasa con ustedes? Déjenlo en paz—solté a manera de regañó, pero el más grande me vio soltando una risa irónica y siguió en lo suyo, eso me generó más cólera por lo cual perdí toda paciencia y avancé en zancadas tocando el hombro del sujeto para darle vuelta. ¿Estás sordo? Dije que no lo molestes —repetí apretando la mandíbula, él me echó un vistazo rápido y amplió una sonrisa perversa, empujando al flacucho entre sus manos en dirección a otro chico de su grupo.
—Oh, lo siento cariño, no fue mi intención inquietarte con nuestros juegos—contestó de manera cínica y su amigo empujó al chico de vuelta a sus brazos—Christopher es nuestro amigo, ¿verdad Chris? —le preguntó rraspando su cabeza con el puño cerrado, aquel pobre indefenso mantenía la mirada baja y se notaba que no estaba disfrutando ese "juego" y mucho menos parecía amigo de esos tipos.
—Solo diré esto una vez, y espero que tu cerebro de idiota pueda entenderlo... —pugné seria —. Deja al chico en paz y prometo no romperte cada uno de tus huesos —solté finalmente en una amenaza evidente, él echó la cabeza un poco atrás a modo de sorpresa y luego soltó una carcajada divertida, sus amigos lo imitaron y el pobre Christopher me miró como si estuviera loca.
—Ay, princesa, deberías irte a tu clase de ciencias, de verdad no acostumbro a discutir con mujeres, pero si sigues aquí... —hizo una pausa dejando bajo su axila a Chris para acercar el rostro a mí —haré una pequeña excepción contigo, y créeme no querrás conocer mi lado cruel —advirtió. Yo me reí con los labios cerrados y aproveché para soltarle un puñetazo justo en el rostro.
El tipejo cayó al suelo junto con Chris, que parecía estar en shock, sus dos amigos también estaban paralizados porque no entendían lo que ocurría, hasta que él se puso de pie riendo excesivamente mientras se limpiaba la sangre con la lengua.
—Estás muerta —pronunció y su cuerpo empezó a convulsionar, entonces entendí que aquella punzada rara que sentía desde un inicio se trataba de eso, estos chicos eran lobos, pero lo más aterrador del caso es que yo no los pude percibir.
《¿Qué rayos pasa contigo Fleur?》
Miré a Christopher y le grité.
—¡Corre! —esperando que aquella bestia saliera de ese cuerpo, en ese instante no había absolutamente nadie para evitar que ese sujeto se transformara, el único testigo era Chris, que parecía estar perdido en el espacio, ya que no podía digerir la escena que presenciaba.
Cuando su cuerpo tomó la forma lobuna, se dispuso a atacarme, por lo cual recibí preparada en una posición de ataque, sujeté sus fauces abiertas y lo lancé lejos para así huir, puesto que si alguien nos veía su vida estaría en grave peligro. Fui rápido al bosque para perderme entre los árboles, y por fortuna los tres sujetos me perseguían a mí, porque si ponían la mirada en aquel flacucho, era hombre muerto.
Seguí esquivando árboles de forma ágil, parecía casi un entrenamiento, solo que en esa ocasión tenía a tres lobos furiosos tocándome los talones.
《Debes hacer algo Fleur, de lo contrario te harán pedazos》
Pensé buscando una solución a ese embrollo, observé todo mi entorno y no había nada más que árboles y césped verde bajo mis pies. Escudriñe sus pensamientos quedando horrorizada, con esa sed de sangre que poseía.
"de esta no te salvas "
Dijo la voz de el bravucón que me perseguía con el solo objetivo de matarme. Haciéndome sentir más temor, porque logró entrar a mi mente, dándome más desventaja debido a que cualquier lugar donde me pudiera esconder, él iba a encontrarme.
Capítulo 7Las ramas de los árboles chocaban con mi cuerpo, mientras el viento me sacudía el cabello con violencia, sabía que en algún momento tendría que detenerme para confrontar a esos tres lobos, pero el temor sobrepasaba cada centímetro hasta cerrar mi mente por completo, nunca estuve tan cerca de la muerte y entonces entendí que los entrenamientos nunca serían igual a enfrentar la realidad.Por fin me detuve y al darme vuelta, me encontré rodeada por las tres bestias con sus fauces abiertas, los colmillos expuestos en una forma amenazante, tomé posición de ataque y mi mayor miedo se hizo realidad, el hecho de pensar en transformarme nuevamente, por el hecho de que estuve huyendo a ese acontecimiento durante mucho tiempo.“Parece que tienes miedo, princesa"Soltó aquel lobo feroz en mi cabeza, yo cerré mi mente poniendo una barrera protectora, para evitar que pudiera intimidarme con sus trucos, era necesario mantener la cordura y no demostrar que ellos poseían el control, por lo
Capítulo 8—Eyolf, ¿a veces no quisieras detener el tiempo? —pregunté a mi esposo, que se hallaba concentrado mirando su teléfono. Él alzó la mirada y con los ojos entre abiertos interpeló.—¿Por qué la pregunta? —quiso saber. Y era algo obvio, pues la cuestión se basaba en nuestra hija, mi esposo me conocía lo suficiente como para saber hasta lo que pensaba, sin necesidad de recurrir a los dones de usaban con otros lobos, a pesar de que ellos no podían leer la mente de los humanos, y dabas gracias por eso. —No lo sé, es solo que… —hice una pausa dirigiendo la atención en dirección a la puerta por donde salió nuestra casi mayor de edad hija.—Sé lo difícil que puede ser Moon, pero es algo completamente natural, Fleur crecería en algún momento—explicó tranquilo, a veces me cuestionaba tanto su serenidad, debido a que un tiempo de nuestra juventud él había perdido su horizonte, quizás por lo ocurrido con su padre, o el hecho de casi perderme una cuarta vez.Flashback.El otoño asomaba
Capítulo 8Salí de casa para ir a la fiesta de Sam, me sentía un poco rara, estando a esas horas no teniendo supervisión de mis padres, pero a la vez podía transformarse en algo muy excitante. Conduje hasta la avenida principal y tomé la ruta más rápida, luego a varios kilómetros crucé a la derecha en la primera calle hasta llegar al sitio destinado, bajé del auto y me quedé viendo si por alguna razón extraña ya Amets se encontraba ahí, sin embargo, no era así, lo cual generó una tristeza que sentí innecesaria, puesto que no era para tanto.《 Controlate Fleur》Reflexioné regañándome a mí misma, hasta que esa voz ya conocida y a la vez emocionante al contacto con mis oídos, se hizo presente.—¿Me extrañaste? —susurró y giré entornando los ojos.—¿Tendría qué? —solté de mala gana y sonrió con los labios cerrados.—Sabes que esa actitud defensiva solo te delata, ¿eres consciente de eso verdad? —expuso y fruncí el ceño poniendo mala cara.—¿De que me delataría? —rete sabiendo que la respu
Capítulo 9Cargué a Fleur hasta su auto, ya que sabía no podía trasladarla en el mío, sus padres de seguro iban a darse cuenta y se metería en problemas. Observé su rostro mientras dormía plácidamente, y no pude evitar sentir la necesidad de acariciarla, era gratificante saber que muy en el fondo se interesaba por mí, pero a la vez me generaba cierta incertidumbre por el hecho de que eso traería problemas.Sus labios se movieron haciendo una ligera mueca y siguió durmiendo, subí al asiento del conductor para llevarla a su casa, fue fácil llegar ahí porque antes había estado en ese lugar, lo conocía a la perfección. Traté de ser lo más cauteloso posible, debido a sus padres, sobre todo por el lobo, él era astuto y si me descubría las cosas podrían subirse de tono.Afortunadamente, mi sigilo funcionó, lo cual me llevaba a la siguiente fase, que se trataba de llevarla a su habitación sin hacer ruido, sin embargo, antes me aseguré de que todos durmieran, y así fue. Actúe rápidamente y de
Capítulo 10Desperté mareada y con un fuerte dolor de cabeza, todo giraba a mi alrededor, y el más mínimo ruido se volvía estruendoso al punto de no tolerarlo.《 Rayos, no volveré a beber jamás 》Considere intentando recordar lo ocurrido en la noche, no obstante, mantenía imágenes fugaces, de Sabrina y Amets. Arrugué la cara y sacudí la cabeza para sacarme ese pensamiento, debido al desagrado que me causaba la idea de ellos dos juntos.《 Cálmate Fleur, ni siquiera lo conoces bien, no deben existir razones por las cuales te moleste verlo con otra chica》Quise convencerme, pero sin duda alguna me molestaba ese asunto. Me puse de pie tambaleando un poco, porque absolutamente todo el entorno daba vueltas, respiré con los ojos cerrados y los volví a abrir para bajar en busca de algo que me quitara el dolor de cabeza y por supuesto una bebida fría para mi garganta seca.Noté que mis padres no se hallaban en casa y al ver el reloj noté que pasaban las 11:00 am.《 Rayos, dormí demasiado》Pens
Capítulo 11—Hey, Sam, papá dice que vayas al sur a investigar. Al parecer hay algo fuera de lo normal —dijo uno de los hijos de Yamaul. Obedecí a la voz de ese pequeño mocoso, únicamente por la responsabilidad de ser el hijo del Beta, no obstante más que parecer un líder, yo era igual a un recadero el cual hacía todo lo que le mandaban.Avancé unos cuantos pasos yendo al bosque y cuando me adentré un poco más, la voz fastidiosa de Sabrina timbro en mis oídos, puse mala cara volteando para mirarla y su rostro tenía una expresión alegre con una sonrisa amplía.—¿A dónde iremos? —empezó. Torcí los ojos y negué para hacerle entender que no era bienvenida, más cuando recordé que por su culpa, Fle se fue con el idiota de Amets.—Yo iré al sur, tú te quedarás —apunté y se cruzó de brazos haciendo puchero.—¡Vamos, Sam, déjame ir contigo! —suplicó—. Allá adentro hay una reunión aburrida —explicó señalando la casa con el dedo pulgar sin mirar atrás —. Yo quiero acción, arrancarle la cabeza a
Capítulo 12 Después de casi haber muerto por el ataque de esos extraños, los cuales obviamente tenían que ser nómadas, pero no dejaba de pensar sobre cómo sucedió todo, algo me decía que Amets tenía más información y el hecho de que no quisiera decirme, me molestaba, por verme en la situación de esperar su conversación con el Alpha, (mi padre). De pronto sentí todo extraño, Sam parecía estar molesto con Amets, aunque no me sorprende, esos dos vivían igual que los perros y gatos. —¿Y bien? ¿Qué te hizo?—le pregunté a Sam, quien permanecía callado viendo la luna, siendo honesta, no quería averiguar en su mente, porque él sabía esa habilidad y yo le juré jamás entrar a su cabeza sin su permiso. Siguió en completo silencio y yo comenzaba a sentir que ese Sam alegre y sonriente de siempre se desvanecía igual que la niebla. Vamos Sam, dime que ocurre, sabes que puedes contarme —insistí poniendo mi mano sobre la suya, él giró su rostro hacia mí por primera vez desde aproximadamente unos 20
Capítulo 13—Sí, de verdad quieren al menos aprender a usar mejor sus habilidades, deben poner de su parte—regañó Amets, parecía no tener paciencia, seguramente en su grupo de nómadas él era lo que podía llamarse alguien de rango, y entrenar a dos lobos prácticamente novatos parecía ser un fastidio.—Perdón por no ser tan hábiles como los idiotas a los que estás acostumbrado —soltó Sam, su rostro denotaba irritación y a la vez unas ganas enorme de darle un puñetazo en el rostro. El interpelado levantó ambas comisuras de sus labios en una mueca divertida.—Sam, siento que te pongo tenso, ¿algo que tengas que decir? —forzó incitándolo, yo vi el rostro del chico, quien parecía a punto de olvidarse que estábamos en una práctica amistosa.《 Debo hacer algo cuanto antes》Pensé.—Bien, creo que debemos tomarnos un descanso —invité. De ese modo podría impedir una pelea entre esos dos que obviamente tenían un asunto por resolver, del cual no estaba enterada, porque precisamente no podía leer s