Capítulo 3
Observé con curiosidad cada facción de su rostro, necesitaba saber a qué se refería con términos y condiciones, a pesar de que yo estaba intrigada por saber como había aprendido esas habilidades, no podía aceptar cualquier condición que no fuera conveniente. Por lo cual, esperé hasta saber la respuesta de Amets, qué de una forma muy relajada contestó.
—Solo quiero tu amistad, es todo—confesó finalmente y no pude evitar arrugar el entrecejo.
—¿Qué quieres decir?¿Solo mi amistad?—interpelé desconfiada. Apoyó sus codos sobre la mesa y descansó la barbilla sobre las manos empuñadas, viéndome con sus ojos profundamente oscuros que brillaban como si ocultara algo que yo no podría descubrir jamás, su mente estaba siendo protegida por un tipo de barrera tan poderosa que yo no iba a poder traspasar.
—Fleur, eres tan desconfiada que me fascina, ¿sabes que entre más desconfiada es la persona, tiene más probabilidades de ser engañada?—señaló con un tono sombrío—. Yo no busco algo en específico, únicamente desde que llegué a este pueblo de Italia, he sentido un poco de soledad, ya que no conozco a nadie, pero me alegra saber que al menos una persona tiene las mismas capacidades que yo —explicó con detalle. Yo me quedé quieta tratando de procesar toda aquella información, quizás parecía ser mucha información a la cual no estaba acostumbrada.
—Bien, puedo ser tu amiga, pero no prometo que te agradará —confesé honestamente.
—Sí, ya he visto que te mantienes a la defensiva —agregó, pero haciendo trampa, ya que se había metido en mis pensamientos para husmear lo que no le importaba. Por lo cual, actúe rápidamente y puse la barrera, impidiendo que siguiera metiendo su nariz donde no lo llamaban.
—¿Cómo es que lo haces? —inquirí cruzando mis brazos en el pecho, él se acomodó y adoptando una posición de relajo, solo suspiró contestando en un tono suave.
—Te distraes con facilidad, ese es tu problema.
—¿Qué quieres decir?
—Luego lo sabrás, ahora es momento de llevarte a tu clase, no quiero ganarme de enemigo a tu novio —aclaró como si de una broma se tratara y arrugue la frente.
—Él no es mi novio, solo somos amigos, y aunque así fuera, que no lo es, eso no es tu problema —solté en tono áspero
—Tranquila, lamento si te ofendí —se disculpó y di el tema por terminado, no quería estar hablando sobre algo tan incómodo como pensar en Sam de esa manera, él era como un hermano y verlo de otra forma no me agradaba en lo absoluto. Atravesamos el corredor hasta la fila de salones y nos detuvimos justo en la puerta cerrada a mi espalda, lo miré una última vez y una sonrisa perfecta se formó en su rostro más perfecto aún.
—Te veo luego —me abstuve a decir y guiñó el ojo.
—Te veo luego —se despidió.
Entré al aula sintiéndome completamente extraña, era como si una nueva sensación hubiera sido desbloqueada, antes no me había interesado por nadie, ya que mantenía la mente concentrada en las reglas establecidas por mis padres, sin embargo, Amets parecía haber calado en un sitio muy profundo siendo alguien extraño, pero esa capacidad de poder entrar en mi mente, fue la que me dejó en intriga.
—¿Y bien? —preguntó Sam al tiempo que caminábamos para salir de la escuela, yo lo observé esperando que formulara mejor su pregunta.
—¿Qué?
—Pues, ese chico, ¿De dónde salió y por qué está tan interesado por ti? —dijo con cierta exigencia.
—Sé lo mismo que tu, lo conocí apenas hoy, es italiano y quiere hacer amigos, y si tu no hubieras estado tan a la defensiva, quizás tendrías la oportunidad de entablar una amistad con él —lo regañé y torció la boca seguido de los ojos soltando un bufido.
—Por favor, Fle, ese chico es muy extraño y no me agrada para nada.
—Pero él es de…—quise completar, no obstante pude notar algo sumamente extraño dándome cuenta de que él no sabía algo tan importante como la verdad sobre Amets.
《¿Cómo es posible?》
Era algo desacostumbrado, pues ninguno de los nuestros podría ser tan distraído como para no darse cuenta de que Amets era un lobo., y me intrigaba mucho saber cómo algo tan importante, Sam lo pasó por alto, y desde luego no lo podría averiguar en su mente, pues específicamente la suya estaba en restricción.
—¿Él es qué?—intervino Sam deseando saber a qué me refería, pero en ese preciso segundo supe que había otra cosa para descubrir, no era posible y de hecho me pareció peligroso que hubiera lobos con tales habilidades.
—Nada, solo es amable y tú te comportas como idiota —reproche yendo a mi auto para ir a casa, él me siguió y antes de que pudiera subirse lo detuve en seco. ¿A dónde crees que vas? —cuestioné, abrió los ojos de par en par y al parecer no tenía idea de qué estaba pasando.
—Pues contigo, como habíamos quedado.
—Dijiste bien, “habíamos” —compuse haciendo las comillas—. Yo iré a casa y tú a pensar en comportarte mejor, no me gusta que actúes como papá, porque lidiar con él es un dolor de cabeza y no tengo tiempo ni ganas para tener que hacerlo conmigo también Sam —puntualice dándole a comprender su comportamiento.
—Fle, lo siento, no fue mi intención —quiso disculparse y negué. Sin embargo, no estaba tan enojada, así que me acerqué y dejé un beso en su mejilla seguido de un abrazo.
—Te quiero, solo sigue siendo el chico sonriente que es mi mejor amigo, ¿está bien? —pedí y afirmó cabizbajo, le dediqué una sonrisa para subirme al auto y poder marcharme. Te veo en tu fiesta de cumpleaños pasado mañana —recordé y volvió a ser ese Sam al que estaba acostumbrada.
—Adiós Fle, te quiero, conduce con cuidado —aconsejó.
El camino a casa fue un poco más largo, y es que pasé el rato pensando en ese descubrimiento, Amets no era un lobo cualquiera, ese chico tenía habilidades más grandes de las que se podía imaginar, y yo me encontraba tan fascinada, deseosa de aprender una manera de utilizarlas a mi favor, porque eso me daría ventaja sobre nuestros enemigos.
Estacioné el auto y bajé para caminar a la casita, mamá se hallaba en el jardín recortando unas rosas, le encantaba tener flores naturales dentro de sus floreros. Me acerqué y la saludé con un beso y abrazo, ambas entramos a la casa y mientras me dejaba caer en el sofá de la sala, ella me preguntaba como había estado todo en la escuela.
No tenía intenciones de mencionar el tema sobre Amets, así que me limité a responder:
—Todo igual que siempre —mentí, ella entrecerró los ojos y luego sonrió.
—Bueno, tu padre llegará un poco tarde hoy, pero creo que podemos ver algunas películas, ¿Te gustaría? —sugirió y acepté pensando que eso me iba a distraer un poco. Nos echamos en el sillón y devoramos una temporada completa de breaking bad, mi serie favorita.
Mamá y yo estábamos embelesadas, hasta que escuchamos la puerta principal abrirse y la luz encenderse, esa era la señal de que papá ya había llegado, empero noté su rostro bastante aturdido al igual que mi madre, quien me miró al instante. Definitivamente, algo ocurrió y no era bueno.
—Cariño, ¿está todo bien?—interrogó mamá preocupada, él se acercó para tomar asiento en el sillón frente a nosotras, y descansó su cabeza sobre su mano tapando el rostro, no soporté y tuve que meterme en sus pensamientos para saber lo ocurrido y era peor de lo que podía imaginar.
—Asesinaron a Jeremy —soltó con ira y tristeza al mismo tiempo.
—¡¿Qué, pero cómo?! —exclamó mamá
—Eso quisiera saber, porque él y Fale estaban haciendo guardia y fueron atacados, Fale dice que no pudieron rastrearlo, ni siquiera lo vieron venir hasta que ya era tarde —expulsó lleno de ira, levantó la cabeza apretando el puño sobre el descansabrazos del sillón.
—Lo siento papá —dije para ser empática con la situación, yo sabía que mi padre detestaba perder a uno de los suyos. Mamá avanzó y se sentó en el descansabrazos derecho para apoyar su mano en la espalda de mi progenitor.
—Lo lamento cariño.
—Traten en lo posible de no salir de casa, es peligroso, no sabemos si esos que atacaron puedan llegar aquí y pensar en que les puedan hacer daño… —manifestó y pude sentir como se le quebraba la voz, así que me puse de pie y caminé hacia él para tomar sus manos.
—Estaremos bien papá —confesé para darle tranquilidad. Aunque por dentro me sentía presionada porque pensar en que era un lobo no detectable, se parecía mucho a Amets y si…
《¿Sería posible que él?》
Capítulo 5Me dejé caer en la cama pensando en el rostro de papá, su preocupación me invadió de un miedo irracional, nunca antes lo había visto de tal forma, quizás era por el hecho de que él siempre tomaba todo con calma, sin embargo, ahí se hallaba rodeado por ese temor a lo desconocido y a mí no me quedaba de otra que confrontar la realidad.《¿Amets tendría algo que ver?》Mi mente jugaba divagando en el rostro de ese desconocido extraño, debido a la manera tan descuidada en la que me asomé a una amistad pronta solo por el deseo que yo poseía de descubrir como podía ser capaz de tener habilidades tan asombrosas, no obstante eso iba más allá, de una simple curiosidad.Escuché la voz de Sam llamando a mi ventana, salté dejando aquellos pensamientos, y miré al marco donde se reflejaba un último rayo luminoso de ese atardecer que señalaba la oscuridad acercándose. De forma torpe me puse de pie dando tumbos para asomar la cabeza y bajé la mirada, el chico sonriente saludó sacudiendo su m
Capítulo 6Regresé a casa, y mis padres aun no llegaban por fortuna. El teléfono sonó y contesté de inmediato, la voz de Sam al otro lado de la línea me generó un poco de disgusto, ya que al recordar lo sucedido con él, me trajo ese mal sabor de boca, sin embargo, todo cambió cuando en un tono bajo y arrepentido intentó pedir disculpas.—Fle, lamento haberme portado como idiota, de verdad no fue mi intención —empezó lo más suplicante posible, yo deseaba colgar la llamada, no obstante ese chico era lo mas cercano que yo tenía a un hermano, fue entonces cuando se me ocurrió una idea fascinante.—Solo te perdonaré porque no acostumbras a ser un cretino, pero tengo una condición para ti —expuse y no me dejo terminar cuando ya había aceptado.—Sea lo que sea, lo aceptaré solo si me perdonas —añadió lleno de emoción.—¿No vas a preguntar de que trata? —interpelé curiosa y negó.—No me importa, solo dime y lo haré.—Bien, me alegra que estés tan receptivo, porque tengo pensado invitar al chi
Capítulo 7Las ramas de los árboles chocaban con mi cuerpo, mientras el viento me sacudía el cabello con violencia, sabía que en algún momento tendría que detenerme para confrontar a esos tres lobos, pero el temor sobrepasaba cada centímetro hasta cerrar mi mente por completo, nunca estuve tan cerca de la muerte y entonces entendí que los entrenamientos nunca serían igual a enfrentar la realidad.Por fin me detuve y al darme vuelta, me encontré rodeada por las tres bestias con sus fauces abiertas, los colmillos expuestos en una forma amenazante, tomé posición de ataque y mi mayor miedo se hizo realidad, el hecho de pensar en transformarme nuevamente, por el hecho de que estuve huyendo a ese acontecimiento durante mucho tiempo.“Parece que tienes miedo, princesa"Soltó aquel lobo feroz en mi cabeza, yo cerré mi mente poniendo una barrera protectora, para evitar que pudiera intimidarme con sus trucos, era necesario mantener la cordura y no demostrar que ellos poseían el control, por lo
Capítulo 8—Eyolf, ¿a veces no quisieras detener el tiempo? —pregunté a mi esposo, que se hallaba concentrado mirando su teléfono. Él alzó la mirada y con los ojos entre abiertos interpeló.—¿Por qué la pregunta? —quiso saber. Y era algo obvio, pues la cuestión se basaba en nuestra hija, mi esposo me conocía lo suficiente como para saber hasta lo que pensaba, sin necesidad de recurrir a los dones de usaban con otros lobos, a pesar de que ellos no podían leer la mente de los humanos, y dabas gracias por eso. —No lo sé, es solo que… —hice una pausa dirigiendo la atención en dirección a la puerta por donde salió nuestra casi mayor de edad hija.—Sé lo difícil que puede ser Moon, pero es algo completamente natural, Fleur crecería en algún momento—explicó tranquilo, a veces me cuestionaba tanto su serenidad, debido a que un tiempo de nuestra juventud él había perdido su horizonte, quizás por lo ocurrido con su padre, o el hecho de casi perderme una cuarta vez.Flashback.El otoño asomaba
Capítulo 8Salí de casa para ir a la fiesta de Sam, me sentía un poco rara, estando a esas horas no teniendo supervisión de mis padres, pero a la vez podía transformarse en algo muy excitante. Conduje hasta la avenida principal y tomé la ruta más rápida, luego a varios kilómetros crucé a la derecha en la primera calle hasta llegar al sitio destinado, bajé del auto y me quedé viendo si por alguna razón extraña ya Amets se encontraba ahí, sin embargo, no era así, lo cual generó una tristeza que sentí innecesaria, puesto que no era para tanto.《 Controlate Fleur》Reflexioné regañándome a mí misma, hasta que esa voz ya conocida y a la vez emocionante al contacto con mis oídos, se hizo presente.—¿Me extrañaste? —susurró y giré entornando los ojos.—¿Tendría qué? —solté de mala gana y sonrió con los labios cerrados.—Sabes que esa actitud defensiva solo te delata, ¿eres consciente de eso verdad? —expuso y fruncí el ceño poniendo mala cara.—¿De que me delataría? —rete sabiendo que la respu
Capítulo 9Cargué a Fleur hasta su auto, ya que sabía no podía trasladarla en el mío, sus padres de seguro iban a darse cuenta y se metería en problemas. Observé su rostro mientras dormía plácidamente, y no pude evitar sentir la necesidad de acariciarla, era gratificante saber que muy en el fondo se interesaba por mí, pero a la vez me generaba cierta incertidumbre por el hecho de que eso traería problemas.Sus labios se movieron haciendo una ligera mueca y siguió durmiendo, subí al asiento del conductor para llevarla a su casa, fue fácil llegar ahí porque antes había estado en ese lugar, lo conocía a la perfección. Traté de ser lo más cauteloso posible, debido a sus padres, sobre todo por el lobo, él era astuto y si me descubría las cosas podrían subirse de tono.Afortunadamente, mi sigilo funcionó, lo cual me llevaba a la siguiente fase, que se trataba de llevarla a su habitación sin hacer ruido, sin embargo, antes me aseguré de que todos durmieran, y así fue. Actúe rápidamente y de
Capítulo 10Desperté mareada y con un fuerte dolor de cabeza, todo giraba a mi alrededor, y el más mínimo ruido se volvía estruendoso al punto de no tolerarlo.《 Rayos, no volveré a beber jamás 》Considere intentando recordar lo ocurrido en la noche, no obstante, mantenía imágenes fugaces, de Sabrina y Amets. Arrugué la cara y sacudí la cabeza para sacarme ese pensamiento, debido al desagrado que me causaba la idea de ellos dos juntos.《 Cálmate Fleur, ni siquiera lo conoces bien, no deben existir razones por las cuales te moleste verlo con otra chica》Quise convencerme, pero sin duda alguna me molestaba ese asunto. Me puse de pie tambaleando un poco, porque absolutamente todo el entorno daba vueltas, respiré con los ojos cerrados y los volví a abrir para bajar en busca de algo que me quitara el dolor de cabeza y por supuesto una bebida fría para mi garganta seca.Noté que mis padres no se hallaban en casa y al ver el reloj noté que pasaban las 11:00 am.《 Rayos, dormí demasiado》Pens
Capítulo 11—Hey, Sam, papá dice que vayas al sur a investigar. Al parecer hay algo fuera de lo normal —dijo uno de los hijos de Yamaul. Obedecí a la voz de ese pequeño mocoso, únicamente por la responsabilidad de ser el hijo del Beta, no obstante más que parecer un líder, yo era igual a un recadero el cual hacía todo lo que le mandaban.Avancé unos cuantos pasos yendo al bosque y cuando me adentré un poco más, la voz fastidiosa de Sabrina timbro en mis oídos, puse mala cara volteando para mirarla y su rostro tenía una expresión alegre con una sonrisa amplía.—¿A dónde iremos? —empezó. Torcí los ojos y negué para hacerle entender que no era bienvenida, más cuando recordé que por su culpa, Fle se fue con el idiota de Amets.—Yo iré al sur, tú te quedarás —apunté y se cruzó de brazos haciendo puchero.—¡Vamos, Sam, déjame ir contigo! —suplicó—. Allá adentro hay una reunión aburrida —explicó señalando la casa con el dedo pulgar sin mirar atrás —. Yo quiero acción, arrancarle la cabeza a