Cariñitos estoy luchando para ver si alcanzo a darles el tercero, espero que disfruten el capìtulo! Besooos
AlessandroVoy a casarme. No solo eso, voy a casarme con Valeria Fiore.La principessa…No puedo evitar mirar mi reflejo en el espejo de la habitación y pensar en el pasado. En ese tiempo en el que el matrimonio era una meta de vida y no el medio para un fin, pero entonces debo recordarme que ya no soy ese Alessandro.A ese joven lo traicionaron, machacaron y escupieron en un mundo que ya no se veía como antes y entonces me convertí en lo que soy.Sé que Emilia ya está en la casa, pues no hay nada que suceda en mi mansión que yo no lo sepa y saber que está con la mocosa ahora mismo hace que sensaciones contradictorias se formen en mi interior.¿Es una movida cruel? si, lo es. Pero ¿Es necesario? también, lo es y eso es todo lo que debe importarme.Dos toques en la puerta me hacen girar segundos antes de que la voz de Matteo se escuche desde el otro lado.—¿Puedo pasar?Casi quiero bufar al oírlo, pues en la empresa nunca pide permiso para una mierd4.—Adelante—le digo y la puerta se ab
ValeriaMe veo por última vez en el espejo y trato de grabar la imagen en mi cabeza.El vestido que Rosa me trajo es hermoso, blanco, sencillo con encaje y un lindo escote cruzado que se ajusta a mi menudo cuerpo. Nunca pensé que pudiera verme tan… hermosa.Y aún así me siento como si fuera directo al matadero.Dejando salir un suspiro me giro y evito sobarme el brazo en dónde mi tía me maltrato hace un momento o el rostro que me duele horrores, sé que si lo hago solo la voy a molestar más. Para mi suerte Rosa está aquí.—Estoy lista—digo, ganándome una sonrisa de la mujer y un resoplido por parte de mi tía.—Ya era hora, hace al menos diez minutos que debimos haber bajado. No es cómo si pudieras darte lujo de hacer esperar al señor Rossi.Antes de que pueda decir algo, mi tía me agarra del brazo lastimado y tengo que morderme el labio con fuerza para no dejar salir el chillido de dolor que trepa en mi garganta.Con cada paso que doy siento como mi corazón late con fuerza y tengo que r
AlessandroMis ojos no se alejan del rostro de la mocosa que se ha puesto pálido al escuchar mi pregunta.No soy tonto, sé muy bien que su tía tiene que estar metida en el asunto, lo que no me explico es dónde demonios estaba Rosa si tenía ordenes explicitas de no dejarlas solas.—Mocosa, te estoy haciendo una pregunta—Le digo, pero antes de que pueda responder, el abuelo llega hasta dónde estamos con una enorme sonrisa en el rostro.—Valeria, cariño ¡Bienvenida a la familia!—le dice, antes de envolverla en un abrazo.Me doy cuenta que la mocosa por un momento se queda completamente paralizada, es casi como si las muestras de cariño le sorprendieran y odio la sensación que eso me causa.Veo entonces como poco a poco ella va levantando los brazos hasta que le regresa por completo el abrazos al viejo y podría jurar que tiene los ojos enrojecidos.—Muchas gracias, abuelo Rossi.Solo entonces el abuelo la suelta y posa sus ojos, grises e iguales a los míos, sobre mí.—¿Ya han pensado a dón
ValeriaSiento que no puedo respirar.Por un momento, en medio de toda la pesadilla que estoy viviendo llegué a pensar que lo único bueno en medio de todo era que me había alejado de las garras de mi tía y mi prima, pero ahora con Clara unida al primo de Alessandro, la pesadilla solamente empeora.Entro al baño más alejado de la sala y cierro la puerta detrás de mí mientras me obligo a respirar. No puedo derrumbarme ahora, me digo.Sin embargo, hay demasiadas cosas ocurriendo en muy poco tiempo.Mis ojos viajan por primera vez a mi mano y me permito apreciar el anillo que tengo ahí. Es simplemente hermoso. Matrimonio real o no, este anillo debió costarle una fortuna y estas son las cosas de Alessandro Rossi que no entiendo.No entiendo porque su tacto allá afuera me llena de tranquilidad. No entiendo por qué a veces me hace sentir segura finalmente y otras es tan cruel como la tía Emilia.—¿Quién eres realmente, Alessandro Rossi?—digo a mi reflejo, mientras siendo como un nudo se forma
AlessandroUna locura, eso es lo que estoy haciendo. Pero ver a la mocosa tan vulnerable y aterrada, saber que esa mujer volvió a lastimarla en mi propia casa me ha nublado la mente por completo.Ella es mía. Nadie toca lo que es mío. Y debido a ese impulso ahora estamos en el auto rumbo al aeropuerto, nos hemos escapado de nuestra boda y el viejo nos ha mandado todo lo referente al viaje que es a nada más y nada menos que a Grecia.A mi lado puedo ver la mezcla de emociones cruzando el rostro de la mocosa, está más que todo nerviosa, pero para mi sorpresa no se ve asustada.—¿Ya habías salido del país?—le pregunto y ella gira el rostro para verme con esos ojos verdes e inocentes.—Una vez—me dice en voz baja y veo como una sonrisa nostálgica se forma en su rostro—Papá me llevó a Disney por mi cumpleaños número 15, eso fue justo antes de… del accidente.Entonces lo recuerdo, Giorgo Fiore me invitó a que fuera con ellos, pero yo acababa de empezar a trabajar en la empresa y no quería
ValeriaEl hecho de haber pasado una mala noche me pasa factura, porque cuándo algo me mueve el hombro y dice mi nombre, me doy cuenta que me he dormido durante las dos horas y media que dura el vuelo de Milán a Atenas. Lo cuál ha sido una bendición, porque no habría podido soportar que Alessandro me siguiera haciendo preguntas. Hoy ha sido el día más extraño de todos desde que me fui a vivir con él. Casi no parecía el empresario frío y cruel de siempre y no sé cómo sentirme al respecto.Sin embargo, hicimos una promesa y esa es otra de las cosas que me tienen nerviosa. Le prometí decirle la verdad, pero ¿Qué pasará cuándo sepa lo que he hecho?El simple pensamiento de un castigo por espiarlo hace que el cuerpo me tiemble, pero me obligo a no pensar en ello. Si quiero llegar a la verdad de todo tengo que empezar a ser valiente.—Bienvenida al mundo de los vivos, mocosa—me dice Alessandro y siento como las mejillas se me colorean.—Lo lamento, estaba cansada—le digo y luego recuerdo qu
AlessandroDurante todo el vuelo en avión no pude hacer más que pensar en la conversación que estoy por tener con la mocosa.Llevo cinco años lleno de rencor, culpando a su familia por la tragedia en que se convirtió mi vida, pero desde que ella volvió a entrar en mi vida todo se ha puesto de cabeza.El investigador ha encontrado muchas ilegalidades en el manejo que Emilio Fiore ha hecho con la herencia y la empresa que por ley le pertenece a la mocosa, pero sobre el accidente las cosas siguen confusas.El investigador ha estado escarbando en la rutina de los Fiore antes de morir, en sus movimientos y mucha de la información que me llegó hace cinco años en dónde ellos figuraban como culpables, ahora no parece verídica.Y es justo por eso que necesito saber todo sobre Emilia y qué demonios es lo que está buscando de mi y la única persona que puede decirme lo que quiero, es la chica que está viéndome como si acabara de decirle que voy a asesinarla.—No tienes que mirarme así, simplement
Valeria Soltar las palabras me ha costado menos de lo que creía, de hecho ha sido incluso liberador, como si me quitara una carga de encima. Sin embargo, puedo sentir como tengo todos los músculos tensionados mientras espero la reacción de Alessandro. Esa misma que aún no llega. Él simplemente me está viendo. Sus ojos grises oscurecidos es la única señal de que está molesto, pero por el contrario parece más que todo… Sorprendido. Entonces me sobresalto cuándo una carcajada áspera llena la habitación. Alessandro se está riendo como si acabara de contarle el mejor chiste de la historia y no tengo ni idea de cómo debo reaccionar ante esto. —Oh Dios, esto si que no me lo esperaba—dijo aún riendose, pero me doy cuenta que detrás de la risa hay mucha rabia. Lo que me pone alerta de inmediato. No me atrevo a abrir la boca, cualquier cosa que diga ahora mismo puede simplemente hacerlo enojar más. Él, por otro lado, no ha terminado. —Y entonces tu tía te dice que yo soy un asesino, esa m