Rebeca
El tiempo pasó más rápido de lo que yo hubiera querido, en un abrir y cerrar de ojos me encontré frente al espejo vestida de novia, el maquillaje disimulaba las ojeras en mis ojos por tanto llorar, pero mi mirada estaba perdida en el vacío, estaba cansada de suplicarle a mis padres que no me obligaran, pero no me escuchaban, definitivamente, no me amaban.
Únicamente el rostro de Liam, sus besos y sus caricias estaban en mi mente, por lo demás, no sabía que era lo que pasaba a mi alrededor, me sentía como un zombie, que solo camina por instinto.
Mi madre colocó el velo sobre mi cabeza y la peinadora lo sujetó con unas horquillas de diamantes que me había enviado mi “prometido”.
—¡Rebeca quita esa cara! Parece que vas a un velorio y no a tu boda, deberías estar feliz, toda la prensa a catalogado esta boda, como la m&aacu
Rebeca Los hombres de Jean, me sedaron para que no siguiera gritando, ni opusiera resistencia, cuando abrí los ojos, me encontraba en una lujosa habitación, no podía creer lo que me estaba pasando, obviamente estaba encerrada con llave y la ventana tenía barrotes para que no pudiera escapar, y debía estar en un tercer piso, porque se veía bastante alto. No me importaba lo que me pasara a mí, lo que me preocupaba realmente, era lo que estaría pasando con Liam, en ese momento, estaba muy segura de que Jean Page, el importante hombre de negocios, era capaz de matarlo, tal vez él no lo haría personalmente, pero seguramente, le ordenaría a alguno de sus hombres que lo hiciera. Golpee la puerta insistentemente, pero nadie me abrió, estaba cansada de gritar, de llorar y de suplicar, tal parecía que, en esa casa, sólo estaba yo, recluida en esa jaula de oro. Pasaron muchas horas, por la luz en la ventana supe que había anochecido y el canto de las aves me ind
Rebeca Traté de pasar el día lo más calmada posible, pero no saber de Liam, me estaba matando, encerrada en esa lujosa habitación que sentía que me sofocaba. Llamé al ama de llaves y le dije que necesitaba algo para entretenerme, que, si había alguna biblioteca en la casa, me dejaran al menos tomar un libro, o que me instalaran un televisor. Salió y unos minutos después regresó con un guardia, él me acompañaría a la biblioteca para que tomara los libros que quisiera y que llamarían al técnico para instalar una pantalla. Cuando salimos de la habitación no pude evitar el asombro al ver la opulencia de esa mansión, en realidad era como un palacete, todo era muy elegante, parecía de la realeza. El guardia me custodiaba muy de cerca, no había manera de escapar, además la casa era tan grande, que ni siquiera sabría hacia dónde correr, cuando llegamos a la biblioteca, no pude más que emitir un sonido de asombro, era la biblioteca más
Rebeca La muerte de Liam me dejó devastada, me sentía completamente sola en el mundo, ya nada importaba para mí, en algún momento pensé en terminar con mi vida, no quería seguir viviendo, las primeras semanas encerrada en una habitación sin ver a nadie y sin hablar con nadie, fueron peor que estar en una cárcel, era como estar muerta en vida, mis ojos estaban secos, ya ni siquiera me quedaba el llanto, pero el dolor estaba ahí, presente en cada momento. Dejé de comer, realmente me quería morir, hubo un día en que me desmayé a consecuencia de lo débil que estaba, los empleados de la casa llamaron un médico, tuvieron que atarme a la cama para que pudieran canalizarme y colocarme un suero intravenoso, me amenazaron con colocarme una sonda nasogástrica para alimentarme si me seguía negando a comer y sabía que lo harían, ellos no me iban a dejar morir, sacaron de la habitación todos los objetos con los que pudiera hacerme daño y colocaron cámaras de vigil
Liam Me gradué con honores de las dos carreras, todos estaban asombrados, sobre todo porque no había ninguna relación entre una carrera y otra, el día de mi graduación fue el día que mi padre anunció al mundo que tenía un hijo, para todo el mundo fue una gran sorpresa verlo llegar a la ceremonia de graduación y sentarse en las gradas, como cualquier padre de familia, aplaudió orgulloso cuando me entregaron los diplomas y yo me sentí muy bien de tener alguien con quien compartir mis triunfos. Al final de la ceremonia bajé del estrado y él me abrazó para felicitarme, en unos segundos ya estábamos rodeados por la prensa, habíamos acordado guardarlo en secreto, hasta que me llegara el momento de volver a Ontario. —Lord Mowat, es para todos los presentes una gran sorpresa que se encuentre en esta ceremonia—, la reportera se acercó para obtener una entrevista, yo miré a mi padre esperando su respuesta, no habíamos acordado cuando sería el momento p
LiamEran las ocho de la noche, desde el balcón de mi habitación podía ver los lujosos automóviles que llegaban al palacete, la mayoría de ellos, fuertemente custodiados, por tratarse de las familias más ricas de Ontario y de Quebec, pero, sobre todo, más allá del dinero, era el poder político y económico del país, todos ellos eran influyentes de alguna manera, incluso en las decisiones que tomaba la corona británica con respecto a futuro de la sociedad canadiense.No podía negar que estaba nervioso, durante estos años no sólo estudié medicina y ciencias políticas, también me preparé para enfrentar el protocolo de la sociedad e incluso de la realeza, ya que mi padre recibía invitaciones incluso de la reina para asistir a sus eventos, pero lo que realmente me tenía impaciente, era volver a verla a ella, a mi
LiamSaludamos a todos los invitados y deliberadamente, iniciamos por el lado del salón más alejado a los Page, pero inevitablemente llegamos hasta ellos, mi padre hizo una presentación formal, por protocolo y por educación, le di la mano al hombre que estaba en silla de ruedas, me miró fijamente, retándome, y apretó mi mano con fuerza, pero esta vez, ya no era ese jovencito que era cuando me conoció, esta vez el hombre y el lobo, eran más fuertes que él, así que no le quedó de otra, que aceptarlo y se rindió.Rebeca estaba más hermosa que nunca, más madura, más mujer, todavía recordaba el día en que nos entregamos al amor, recordaba perfectamente cada espacio de su cuerpo, cada reacción, y cada vez que se estremeció ante mis caricias.Puede ver el profundo temor que sentía, entendí perfe
Rebeca Corrí y me escondí detrás de un sillón, uno de los hombres abrió la puerta y se asomó para ver quien los estaba escuchando, yo estaba conteniendo la respiración y cubría mi boca con las manos para no gritar, pero estaba horrorizada, lo que acababa de ver era espantoso, un hombre transformarse en lobo, eso era mucho más de lo que yo podía soportar. El hombre cerró la puerta y volvió a entrar, entonces aproveché para correr a mi habitación, pero el miedo me traicionó y al correr tropecé con un jarrón haciendo que cayera al piso y se hiciera pedazos. Corrí lo más rápido que pude, pero seguramente sabrían que fui yo quien los escuchó, me encerré en mi habitación y llené la tina de prisa para simular que me estaba dando un baño en caso de Jean viniera a ver qué estaba haciendo. Me metí en la tina y traté de tranquilizarme, pero asimilar lo que acababa de ver no era nada fácil, de pronto los hombres lobo, esos seres mitológicos que v
LiamOrganicé la reunión en mi casa, la villa que había sido mi refugio y que ahora sabía, era de mi madre, ya la había mandado a limpiar y pude encontrar fotografías de ella, embarazada de mí, y conmigo en brazos, me dolía mucho la decisión que tomó, primero de matarme y luego de quitarse la vida, pero yo no era nadie para juzgarla, me había traido al mundo y eso era suficiente para mí, era mi madre después de todo.Decidí convertir esa casa en mi refugio, como una especie de departamento de soltero, porque pretendía seguir viviendo con mi padre, disfrutaba mucho charlar con él, sobre todo cuando me contaba de mis abuelos y de cómo conoció y se enamoró de mi madre y me explicaba todo lo que quería saber sobre nuestra raza.Mandé a hacer una cena especial, nunca les agradecí lo suficiente todo