Liam
Saludamos a todos los invitados y deliberadamente, iniciamos por el lado del salón más alejado a los Page, pero inevitablemente llegamos hasta ellos, mi padre hizo una presentación formal, por protocolo y por educación, le di la mano al hombre que estaba en silla de ruedas, me miró fijamente, retándome, y apretó mi mano con fuerza, pero esta vez, ya no era ese jovencito que era cuando me conoció, esta vez el hombre y el lobo, eran más fuertes que él, así que no le quedó de otra, que aceptarlo y se rindió.
Rebeca estaba más hermosa que nunca, más madura, más mujer, todavía recordaba el día en que nos entregamos al amor, recordaba perfectamente cada espacio de su cuerpo, cada reacción, y cada vez que se estremeció ante mis caricias.
Puede ver el profundo temor que sentía, entendí perfe
Rebeca Corrí y me escondí detrás de un sillón, uno de los hombres abrió la puerta y se asomó para ver quien los estaba escuchando, yo estaba conteniendo la respiración y cubría mi boca con las manos para no gritar, pero estaba horrorizada, lo que acababa de ver era espantoso, un hombre transformarse en lobo, eso era mucho más de lo que yo podía soportar. El hombre cerró la puerta y volvió a entrar, entonces aproveché para correr a mi habitación, pero el miedo me traicionó y al correr tropecé con un jarrón haciendo que cayera al piso y se hiciera pedazos. Corrí lo más rápido que pude, pero seguramente sabrían que fui yo quien los escuchó, me encerré en mi habitación y llené la tina de prisa para simular que me estaba dando un baño en caso de Jean viniera a ver qué estaba haciendo. Me metí en la tina y traté de tranquilizarme, pero asimilar lo que acababa de ver no era nada fácil, de pronto los hombres lobo, esos seres mitológicos que v
LiamOrganicé la reunión en mi casa, la villa que había sido mi refugio y que ahora sabía, era de mi madre, ya la había mandado a limpiar y pude encontrar fotografías de ella, embarazada de mí, y conmigo en brazos, me dolía mucho la decisión que tomó, primero de matarme y luego de quitarse la vida, pero yo no era nadie para juzgarla, me había traido al mundo y eso era suficiente para mí, era mi madre después de todo.Decidí convertir esa casa en mi refugio, como una especie de departamento de soltero, porque pretendía seguir viviendo con mi padre, disfrutaba mucho charlar con él, sobre todo cuando me contaba de mis abuelos y de cómo conoció y se enamoró de mi madre y me explicaba todo lo que quería saber sobre nuestra raza.Mandé a hacer una cena especial, nunca les agradecí lo suficiente todo
RoxanneAhora que Liam nos había contado que Jean Page, tenía amenazada Becca con matarnos, fue que entendí todo, pobre de mi amiga, debía estar sufriendo un calvario y yo me sentía fatal, porque en algún momento la juzgué mal, cuando Ronnie nos dijo que a petición del doctor Scott y del Teniente Gobernador tuvo que decirle que Liam estaba muerto, yo esperaba verla destrozada, pero solo dos meses después de su supuesta muerte, coincidí con ella y con su esposo en un evento al que también invitaron a mis padres.Cuando la vi, prácticamente me evitó, apenas me saludó con la mano de lejos y se dedicó a sonreír para los medios, estaba más delgada, pero se veía radiante con un vestido y zapatos de diseñador que debían valer una fortuna, yo llegué a pensar que se estaba enamorando de su esposo y que se había olvidado de Lia
Liam Shirley era una mujer hermosa, ¿me gustaba? ¡Por supuesto que me gustaba! Sus labios candentes y sus voluptuosos pechos pegados a mí, me hicieron perder el control, la sujeté por los brazos y de un movimiento la acosté sobre la cama, mis ganas parecían una roca y la sonrisa en su rostro me incitaba a seguir, pero fue ella, la que me apartó, cuando al cerrar mis ojos inconscientemente gemí y el nombre de Rebeca salió de mis labios. —Lo siento Liam, ya entendí que esto no es para nosotros, no consigo que la olvides, aunque sea un instante, no tiene caso, descansa —salió de la habitación tan sigilosamente como entró, yo me dejé caer en la cama, de alguna manera aliviado, me sentí mal por haberla ilusionado, pero también por haber estado a punto de fallarle a Becca, sobre todo después de saber, el infierno que ella estaba viviendo al lado de su esposo. Vi la hora y pasaba de las dos de la mañana, nos habíamos acostado tarde por estar poniénd
ShirleyContarle mi historia a Roxanne, fue como volver a vivir esa pesadilla espantosa en que se había convertido mi vida, desde que conocí a Joseph.—Tranquila nena, sólo dime la verdad, tal y como tú la viviste, olvida que tengo la cámara, y sobre todo, no la mires, no queremos que el jurado, piense que estás actuando.«Conocí a Joseph, el día de mi graduación, era unos de los mejores días de mi vida, me acaba de titular como enfermera y el señor Jean Page, fue invitado especial en la universidad, mi madre estaba enferma y se sentía muy mal, así que no pudo asistir a la ceremonia, después de que todos los graduados recibimos el documento que nos acreditaba como enfermeros, y nos tomamos algunas fotografías en grupo, cada uno se acercó a recibir las felicitaciones de su familia, me dio tristeza que mi madre no pudiera est
LiamEntregamos a la policía al agresor de Shirley, todo salió mejor de lo que pensábamos, el muy iluso, llamó a sus jefes para pedirles ayuda, y se negaron a ayudarlo, eso lo encolerizó, no sólo se declaró culpable del asesinato de la hija del senador, sino que también confesó haber matado a un hombre en Toronto, orto político que le estorbaba en sus en planes a Jean Page, solo que allí, usó otro método, descompuso los frenos de su automóvil y murieron tres personas más, así que, él solo, incrementó su condena, ya solo faltaba que se le acusara por los daños ocasionados contra Shirley y contra su madre.Volvimos al departamento de Gerard, allí nos esperaban todos, había llegado el momento de hechar a andar el plan.Cuando llegamos, nos encontramos con que no había nadie, nos dejaron un recado
RebecaFue una semana de incertidumbre, viviendo mi calvario como todos los días, mi vida era una rutina espantosa, si no hubiera sido por los libros y por las series de televisión, me habría muerto, era lo único que me permitía escapar de mi realidad.Cada día me preguntaba qué era eso que estaban planeando mis amigos y me daba terror que algo pudiera salir mal, no quería que ninguno de ellos saliera lastimado.Jean salió de viaje, y a pesar de que yo seguía presa en su casa, me sentía libre, podía caminar por toda la casa, usaba la piscina y aunque con doble vigilancia, ya me dejaban salir al jardín, fue un comentario del ama de llaves lo que me hizo cuestionarme y, sobre todo, llevarme a pensar que Jean Page, tenía algún impedimento físico para tener intimidad.—Señora Page, ¿no ha pensado que, si tuviera
LiamIntentaron matar a Joseph en la cárcel, afortunadamente no lo consiguieron, pero, tanto a los reos como a los guardias, se le hizo creer que sí había muerto y lo trasladaron a un hospital privado, yo temía que escapara del hospital, así que además de custodiado, estaba encadenado a la cama, un hombre como él, era demasiado peligroso.Estábamos seguros de que, el que lo había mandado a matar, era nada menos que Jean Page, el señor Winslow, era muy rico, pero no tan poderoso, como para conseguir algo así en una cárcel federal, para eso se necesitaban contactos, además de dinero.Se estaba acercando la hora de la verdad, mi padre como Teniente Gobernador, convocó a los integrantes de la cámara de senadores, debían discutir sobre las próximas elecciones federales y los partidos “destapaban” a sus posibles candidatos