Naya estaba en su habitación, estaba acostada en su cama, su corazón comenzó a doler cuando pensó en Lance. Su garganta comenzó a hincharse y no podía soportar el dolor. Cerró los ojos, tratando de bloquear el dolor de no verlo más. Sabía que estaba siendo estúpida, pero solo necesitaba saber que él estaba bien.Sus padres habían dicho que era tonta, diciendo que era una nueva relación; solo era reciente, necesitaba acostumbrarse a que él estuviera más cerca. Pero Naya sabía otra cosa, conocía a Lance desde que eran niños, habían sido amigos en la escuela con Jex, pero no amantes.Lance era su boleto para tener una vida normal. Pero ahora, sabía que no podía; él la dejó por dos semanas, sin una explicación. Su rostro siempre permanecía en su cabeza, siempre pensaba en él, incluso cuando trataba de no hacerlo.Como él la había dejado, ella no quería dejar su trabajo, tenía que mantenerse ocupada. Sus padres la habían animado, sabiendo que su trabajo la ayudaba a veces.—Ve a él—.—¿Qué
Javier planea vengarse de Lance por quitarle el amor de su vida. ella es naya Lance siempre ha estado enamorado de ella, pero Javier está celoso porque cree que la merece más. Lance no lo entiende porque tenía novia. Todo lo que siente es la prisa por devorarla. Habiendo estado más enamorada de Naya durante la escuela secundaria, ella podría quitarle todo su mundo. Sentía que podía luchar por ella en la clase, pero no podía. Así que hizo lo único que pudo. Él dejó que la secuestraran.No podía dejar que se la quitaran, así que le quitó la de ella. Retiró su acecho, pero le enviaba pequeñas notas a Naya de vez en cuando. Aunque le dolía hacerlo. Lo último que debía hacer era lastimar a su Naya, el único amor que le quedaba. Parecía perfecta, pero los secretos siempre hacen que alguien sea difícil de descifrar. Los secretos la hicieron perfecta. Nadie excepto Lance conocía realmente los secretos. Lance pensó que conocía sus secretos. Él estaba equivocado. Javier estaba completamente equ
Sierra, Lance y Javier estaban rodeados por un lobo corpulento y enojado con gusto por la sangre. El lobo estaba furioso con su última víctima. Habían atacado y mordido a su pareja. Un humano, pero el nuevo Alfa de una poderosa manada de hombres lobo.—Solo quiero irme a casa, quiero una ducha—, el hombre se apoyó en las muñecas de sus captores, con los ojos brillantes de miedo.—Esa no es una opción,— dijo Lance. —No tendrás esa oportunidad en el corto plazo—. Los gruñidos profundos de Lance los rodearon mientras caminaba detrás de su mochila. El pobre humano entrecerró los ojos en la penumbra, confundido por la profunda voz de Lance en un rostro que se parecía demasiado al de un niño. ¿Fue la mirada de terror en su rostro?—¿Cómo me encontraste?——Nuestras narices son más grandes que las tuyas—, dijo Sierra, con una sensación de hundimiento creciendo profundamente en sus entrañas.—¿Cuál es tu nombre?——Un nombre es solo un momento que pasamos, de dónde vengo y hacia dónde voy ya no
Con un resoplido de Lance y un giro de ojos de Damien, sabía lo que iba a decir, pero al final no dijo nada, así que me aparté de la mesa. Lance se enfada si le presto atención a Damien, pero no es que se dé cuenta o le importe.Damien miró mi espalda en retirada y pude ver que intentaba moverse, pero sabía que la batalla estaba perdida. Era perder con Lance o ser ignorado y eligió la parte dolorosa.Pero Lance no se dio cuenta de que su amigo, que seguía sentado en la mesa, empezó a hablarme, pero al darme la vuelta, me alejé. No dejé de moverme hasta que entré en el baño de chicas.Una vez en mi refugio seguro, me apoyé en el lado del cubículo, tocando con la frente el frío metal, el frío metal se sentía como el cielo en este momento y casi podía sentir que se filtraba en mí, en mi propia alma, enfriando todo en mi cuerpo.Oí que la puerta se abría y que alguien entraba, supe que era Amanda porque su perfume me hacía cosquillas en la nariz, me hacía estornudar, que era exactamente l
Somos uno. Nos amamos, nos entendemos, nos cuidamos. No podemos vivir el uno sin el otro. Es algo tan especial. Siempre lo quise. Así es la relación con mi gatito Valiente, vino a mi vida hace ocho meses exactamente y desde entonces fue como si hubiera nacido para mi. —¿Naya? Elevo la vista. Lucila está aquí. —Luci—me reincorporé en mi cama, cargando a Valiente, que creo que ahora está un poco impaciente. Luci era mi amiga desde que tengo memoria y mi vecina también. —Es tarde, las clases empiezan en media hora —recriminó. Y tenía razón, era el primer día de nuestro último año. Era muy importante este año, definiría nuestro futuro. El baile sería una buena oportunidad para poder encontrar un chico lindo que nos quiera seguir a la universidad que elijamos. —Estoy bañada —le dije para que se calmara un poco—Sólo me pondré mis zapatos. —Lo siento —se dejó caer en mi cama—Es solo que estoy nerviosa. Mi vida depende de este año. —Tranquila. Todo s
Olvida lo qué pasó, me repetía constantemente a mi misma. En las demás clases no podía concentrarme, aún tenía la mirada y la voz de Lance clavada en mi cabeza. Lo qué pasó en el baño fue... extrañísimo. —¿Naya? —la voz de la profesora me sacó de mis pensamientos. —¿Si? —Pon atención por favor. Asentí, pronunciando un "perdón" a lo bajo. Era mi último año y no podía darme el lujo de que un chico me desconcentra. Lance... significa problemas y es lo que menos quiero. Me enfoqué en los estudios y olvidé al chico por un rato. • La hora del almuerzo había llegado. Me dirigí hacia la cafetería. Luci estaba haciendo fila para buscar su almuerzo. Busqué con la vista a Lance pero no estaba. Gracias a Dios. Tomé mi bandeja y pasé por mi almuerzo. —¿Qué te pasa? —me pregunta Luci. —¿Qué me pasa de que? —nos sentamos en nuestra mesa a almorzar. —Estas pensativa y seria. ¿Buscas a alguien? —No, para nada —sonreí. —No me engañas. Naya, cuéntame. —Está bien. Hay u
Esa misma noche me metí a bañar con agua tibia. De mi mente no se quitaba la imagen de ese lobo enorme siguiéndonos. No podía. Todo me pareció como si fuera una película de fantasía. Enjuagué todo mi cuerpo, metida en la tina con la espuma. Esto era increíble. Lance vino a mi mente, me acordé de su valentía y de sus ojos. Él ocultaba algo, lo sabía. Pero también sentía que debía averiguar qué era y qué tenía que ver conmigo. Mi celular sonó en un mensaje. Lo tomé y lo leí. Número desconocido: ¿Estás tranquila? Fruncí el ceño y miré su perfil en WhatsApp, no tenía foto y tampoco nombre. Naya: ¿Quién eres? Desconocido: ¿Tan rápido te obviaste de mi? Pensé y pensé en quien podría ser. Naya: No sé quién eres. Desconocido:Te salvé la vida hoy. Y entonces caí en cuenta. Era Lance. Naya: Lance. ¿Cómo había conseguido mi número?Lance: Exacto. ¿Estás más tranquila? Naya: Estoy pensando mucho. Además, tienes muchas explicaciones que darme. Lance: Deja las cosas a como está
—¿Por qué dices eso? —lo miré a los ojos. Decirme que era y sería solo de él me pareció un poco extremo, algo excitante, pero extremo. No podía decirme algo así si ni quiera me conocía. —Porque es la verdad —susurró, dándome besos mojados en mi cuello—Lo averiguarás muy pronto, Nayita. Un ruido de coche me hizo salir de mi encantamiento con Lance. Ese era el coche de Fede si no me equivoco. —Mi hermano llegó—quise levantarme. —¿Y eso que? Cerraste con llave —Lance quería seguir en lo mismo conmigo y, a pesar de que también quería, me sentía extraña con Fede por aquí. —Ya lo sé —me quité de su garre, poniéndome de pie. —Ahora no podrás salir —le dije. —Tu hermano viene con una chica así que... no creo que te ponga mucha mente en este momento. Fruncí el ceño ante lo que dijo. ¿Como sabía? Me acerqué a la puerta y entré abrí un poco. Por las escaleras venía subiendo Fede, era cierto, venia con alguien más. Pasaron de lado de mi puerta y se metieron a su habitación. No la conocía.