Sierra, Lance y Javier estaban rodeados por un lobo corpulento y enojado con gusto por la sangre. El lobo estaba furioso con su última víctima. Habían atacado y mordido a su pareja. Un humano, pero el nuevo Alfa de una poderosa manada de hombres lobo.—Solo quiero irme a casa, quiero una ducha—, el hombre se apoyó en las muñecas de sus captores, con los ojos brillantes de miedo.—Esa no es una opción,— dijo Lance. —No tendrás esa oportunidad en el corto plazo—. Los gruñidos profundos de Lance los rodearon mientras caminaba detrás de su mochila. El pobre humano entrecerró los ojos en la penumbra, confundido por la profunda voz de Lance en un rostro que se parecía demasiado al de un niño. ¿Fue la mirada de terror en su rostro?—¿Cómo me encontraste?——Nuestras narices son más grandes que las tuyas—, dijo Sierra, con una sensación de hundimiento creciendo profundamente en sus entrañas.—¿Cuál es tu nombre?——Un nombre es solo un momento que pasamos, de dónde vengo y hacia dónde voy ya no
Con un resoplido de Lance y un giro de ojos de Damien, sabía lo que iba a decir, pero al final no dijo nada, así que me aparté de la mesa. Lance se enfada si le presto atención a Damien, pero no es que se dé cuenta o le importe.Damien miró mi espalda en retirada y pude ver que intentaba moverse, pero sabía que la batalla estaba perdida. Era perder con Lance o ser ignorado y eligió la parte dolorosa.Pero Lance no se dio cuenta de que su amigo, que seguía sentado en la mesa, empezó a hablarme, pero al darme la vuelta, me alejé. No dejé de moverme hasta que entré en el baño de chicas.Una vez en mi refugio seguro, me apoyé en el lado del cubículo, tocando con la frente el frío metal, el frío metal se sentía como el cielo en este momento y casi podía sentir que se filtraba en mí, en mi propia alma, enfriando todo en mi cuerpo.Oí que la puerta se abría y que alguien entraba, supe que era Amanda porque su perfume me hacía cosquillas en la nariz, me hacía estornudar, que era exactamente l
Somos uno. Nos amamos, nos entendemos, nos cuidamos. No podemos vivir el uno sin el otro. Es algo tan especial. Siempre lo quise. Así es la relación con mi gatito Valiente, vino a mi vida hace ocho meses exactamente y desde entonces fue como si hubiera nacido para mi. —¿Naya? Elevo la vista. Lucila está aquí. —Luci—me reincorporé en mi cama, cargando a Valiente, que creo que ahora está un poco impaciente. Luci era mi amiga desde que tengo memoria y mi vecina también. —Es tarde, las clases empiezan en media hora —recriminó. Y tenía razón, era el primer día de nuestro último año. Era muy importante este año, definiría nuestro futuro. El baile sería una buena oportunidad para poder encontrar un chico lindo que nos quiera seguir a la universidad que elijamos. —Estoy bañada —le dije para que se calmara un poco—Sólo me pondré mis zapatos. —Lo siento —se dejó caer en mi cama—Es solo que estoy nerviosa. Mi vida depende de este año. —Tranquila. Todo s
Olvida lo qué pasó, me repetía constantemente a mi misma. En las demás clases no podía concentrarme, aún tenía la mirada y la voz de Lance clavada en mi cabeza. Lo qué pasó en el baño fue... extrañísimo. —¿Naya? —la voz de la profesora me sacó de mis pensamientos. —¿Si? —Pon atención por favor. Asentí, pronunciando un "perdón" a lo bajo. Era mi último año y no podía darme el lujo de que un chico me desconcentra. Lance... significa problemas y es lo que menos quiero. Me enfoqué en los estudios y olvidé al chico por un rato. • La hora del almuerzo había llegado. Me dirigí hacia la cafetería. Luci estaba haciendo fila para buscar su almuerzo. Busqué con la vista a Lance pero no estaba. Gracias a Dios. Tomé mi bandeja y pasé por mi almuerzo. —¿Qué te pasa? —me pregunta Luci. —¿Qué me pasa de que? —nos sentamos en nuestra mesa a almorzar. —Estas pensativa y seria. ¿Buscas a alguien? —No, para nada —sonreí. —No me engañas. Naya, cuéntame. —Está bien. Hay u
Esa misma noche me metí a bañar con agua tibia. De mi mente no se quitaba la imagen de ese lobo enorme siguiéndonos. No podía. Todo me pareció como si fuera una película de fantasía. Enjuagué todo mi cuerpo, metida en la tina con la espuma. Esto era increíble. Lance vino a mi mente, me acordé de su valentía y de sus ojos. Él ocultaba algo, lo sabía. Pero también sentía que debía averiguar qué era y qué tenía que ver conmigo. Mi celular sonó en un mensaje. Lo tomé y lo leí. Número desconocido: ¿Estás tranquila? Fruncí el ceño y miré su perfil en WhatsApp, no tenía foto y tampoco nombre. Naya: ¿Quién eres? Desconocido: ¿Tan rápido te obviaste de mi? Pensé y pensé en quien podría ser. Naya: No sé quién eres. Desconocido:Te salvé la vida hoy. Y entonces caí en cuenta. Era Lance. Naya: Lance. ¿Cómo había conseguido mi número?Lance: Exacto. ¿Estás más tranquila? Naya: Estoy pensando mucho. Además, tienes muchas explicaciones que darme. Lance: Deja las cosas a como está
—¿Por qué dices eso? —lo miré a los ojos. Decirme que era y sería solo de él me pareció un poco extremo, algo excitante, pero extremo. No podía decirme algo así si ni quiera me conocía. —Porque es la verdad —susurró, dándome besos mojados en mi cuello—Lo averiguarás muy pronto, Nayita. Un ruido de coche me hizo salir de mi encantamiento con Lance. Ese era el coche de Fede si no me equivoco. —Mi hermano llegó—quise levantarme. —¿Y eso que? Cerraste con llave —Lance quería seguir en lo mismo conmigo y, a pesar de que también quería, me sentía extraña con Fede por aquí. —Ya lo sé —me quité de su garre, poniéndome de pie. —Ahora no podrás salir —le dije. —Tu hermano viene con una chica así que... no creo que te ponga mucha mente en este momento. Fruncí el ceño ante lo que dijo. ¿Como sabía? Me acerqué a la puerta y entré abrí un poco. Por las escaleras venía subiendo Fede, era cierto, venia con alguien más. Pasaron de lado de mi puerta y se metieron a su habitación. No la conocía.
DESCONOCIDOPara Naya había sido una pesadilla, pero realmente había ocurrido todo en tan solo segundos, pero el señor Johnson era una persona oscura que podía manipular los sueños a su antojo. Eso fue lo qué pasó con Naya en ese momento. Había instalado un hechizo poderoso que solo el verdadero amor podría regresarle a la vida. Lance debía de demostrar que el amor que sentía por su chica era lo suficientemente grande como para regresarle la vida. Estos eventos sucedían cada veinte años, por lo que siempre la sucesora de Naya, debía de ser otra chica con su mismo nombre.VEINTE AÑOS ATRÁS CON NAYA DE ESA ÉPOCA.No era natural que una loba no hubiera encontrado a su pareja a la edad de 22 años. Teniendo en cuenta que la comunidad de hombres lobo se había reducido a solo un puñado de manadas en estos tiempos modernos.Era más difícil esconderse en el mundo humano. Lo que, de hecho, aumentó la tasa de encuentros más temprano que tarde. Las manadas ya no estaban en guerra. El tratado de p
NAYA —¿Estás bien? ¿Qué fue eso? — Jason me preguntó frenéticamente, estableciéndome al instante.—A déjà vu. No lo sé...— Agité ligeramente la cabeza. No entendía por qué estaba teniendo tantos últimamente, pero ninguno se había acercado a tener tanta intensidad como esta.—Oye, mírame. ¿Estás segura de que estás bien? — Me dio la vuelta para enfrentarme a él. Solía ser uno de mis mejores amigos érase una vez. Sus cálidos ojos marrones no hicieron nada para consolarme.Había pasado demasiado tiempo. No es más que un extraño para mí. Mis mayores sentidos auditivos recogieron un ruido de chasquido que raspaba por el suelo, dirigiéndose hacia el pasillo.Separándome de él, caminé alrededor de la mesa redonda enderezando los finos cubiertos de titanio con intrincados diseños de filigrana.—¿Hay algún nuevo desarrollo en la asignación de la empresa? ¿O los inversores siguen aguantando? Porque si ese es el caso, prefiero buscar el dinero en algún lugar.—Ha pasado demasiado tiempo y no po