Capítulo 7: Petición

Silas.

Pasaron varios días, y pude sentir el olor de Naomi más fuerte, así que decidí visitar su hogar y llevarle un ramo de flores variadas como disculpa.

Habían muchas cosas que no sabía de ella, por eso me comporté como un idiota. Iba bajando las escaleras, cuando vi a Silvana con una sonrisa maliciosa.

—No empieces, por favor —hablé.

—Uy, hermanito, ¿a dónde tan romántico? ¿Por qué llevas ese ramo de flores? —interrogó, en un tono pícaro.

—Iré al cementerio —mentí.

Ella entornó los ojos y se cruzó de brazos, incrédula.

—¿Al cementerio? Nunca vas allí. ¿Se te murió algún conocido?

—Pues ya ves que las personas pueden cambiar.

—No mientas, Silas —proclamó, entrecerrando los ojos—. Últimamente andas extraño, ¿seguro que no ocultas nada?

—¿Por qué lo haría? —resoplé, cansado de su voz—. Soy mayorcito, y tú igual.

—Bien —masculló.

Pasé por su lado, ella me hizo su peor cara de asco y la ignoré. Silvana podía ser una quisquillosa. Tuve suerte de que no siguió insistiendo.

(
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP