—Lisa, ¿Llegaste?, ¡¿Dónde estabas?!.
—¿Llegar mamá?, dormí en mi cuarto.
—¡Lisa Byrne detesto las mentiras!, lo sabes muy bien, ¡¿Dónde estuviste ayer?! —dice agitando sus brazos arriba y abajo.
—Ayer visité a Roxi cuando fuiste a dormir, estabas tan cansada que no quise despertarte.
—¿Dónde dormiste Lisa Byrne?, me dirás que también dormiste en la casa de tu amiga. Fui a tu cuarto a las 11 p.m y no estabas.
—Llegue a las 11:30 p.m mama, lamento preocuparte, intente despertarte pero no lo hiciste, se que tomaste diazepam para dormir… Yo tome una pastilla prestada, por eso me levante tan tarde, no pienses mal de mi, yo no pasaría la noche afuera… No quiero decepcionarte, me equivoque, perdoname mama, no me odies.
—Hija, cálmate, y dime… ¿Por qué tomaste una de mis pastillas?, no puedes hacer eso puede ser peligroso para ti, ahora entiendo porque dormiste tanto, no me decepcionas cariño, nunca lo haras asi que explicame, ¿Qué sucede?, tu voz suena un poco ronca, ¿Lloraste Lisa? —-no respondo, me acerco a ella y la abrazo..
—Todo está bien Lisa, mamá está contigo, ¿Quien te intimidó?.
Retengo mis lágrimas, la vida mamá que es muy cruel con nosotras, no quiero perderte, no puedo perderte, si te vas no lo soportare. Soy una chica sin padre pero no soportaría ser una chica sin su madre.
—Nadie, yo estoy muy feliz, porque sé que todo estará bien, que estamos juntas y siempre lo estaremos porque… Eso es todo lo que importa.
—No suenas feliz, si no eres sincera no puedo ayudarte hija, déjame ayudarte por favor. —Sus manos sujetan las mías, su cuerpo tiembla.—Lisa…
—Estando conmigo me ayudas mamá, estar contigo es lo que me hace feliz y mi voz suena asi porque anoche lloré un poco . Me llamaron de un nuevo trabajo mamá y no podía creer lo bueno que era. Terminé lloriqueando.
—Niña tonta tienes que reír no llorar, —Mi madre secretamente seca sus lágrimas y me regaña a mi. —Estoy tan orgullosa de ti.Mi hija es increíble. ¿Cuándo comienzas?.
—Hoy a las 11 p.m. —susurró intentando sonar natural.
—¡¿Disculpa?!, ¿Enloqueciste hija?, ¿Qué clase de trabajo es ese? —sujeto sus manos antes que empiece a aletear de nuevo.
—Mamá cálmate y escúchame. Trabajaré como contadora para un bar nocturno. Por eso el extraño horario.
—¿Contadora?, solo cursaste tu primer año y a pesar de que sea un bar… La contadora no suele trabajar de noche.
—No es que soy la contadora oficial, soy aprendiz mamá, el lugar de día funciona como cafetería y de noche como bar por eso es el horario, hay una contadora en cada turno, son tan altos los ingresos que necesitan una aprendiz, mi potencial es ilimitado, además, son todos muy amables, en particular en encargado del lugar es una persona muy agradable, él me aprecia. —En especial mi cuerpo, un escalofrío inunda mis huesos, los vellos en mis brazos reaccionan al recordar la grotesca escena..
—¿Son todos buenas personas?.
—Podría decirse… —Si ser buenas personas significa ser patanes. —Me prometieron un gran sueldo, mamá.
—No me agrada tu horario de trabajo, aquí suele ser peligroso de noche.
En realidad todo el tiempo es así, agradezco que no puedas ver el horrible barrio donde vivimos.
—Seré cuidadosa, confía en mí, por favor — tampoco me agrada es más lo detesto, pero… No hay tiempo, solamente cree en mí.
—Lo prometes.
—Sí mamá.
—¿Segura? —pregunta mientras retrocede.
—¿Estás bien?, ¡Mamá contesta!.
—Lisa deja de gritar o me quedaré sin oído, solo fue un pequeño, debe de ser por la nueva medicación, es un poco fuerte, mamá no tiene opción por el momento, cuando esté mejor la medicación será reducida, solo tenemos que tener paciencia.
Fuerzo a mis labios a que se muevan. —Si mamá, será solo por un tiempo limitado.
—Por supuesto además también me esforzaré, te haré una cena deliciosa,, apóyate en mí cuando tengas hambre.
—Lo haré, mi estómago está en tus eficientes manos, todavía queda un rato tomaré un baño y descansaré un poco.
—Ve.
Camino con paso ligero, cierro la puerta, mis nervios se aflojan. —Todo mejorará, pronto la operaran.
Ropa, necesito ropa, observó mi atuendo, diferente para ir a ese lugar, abro mi ropero, no hay mucha variedad para elegir. Muerdo mis labios intentando mantenerme calmada. Esto solo será temporal, luego de su recuperación renunciaré.
Entre la ropa gastada halló una camisa blanca y una pollera de tubo, esto será suficiente para que mamá no sospeche, su textura está bien. Abro el bolso y guardo un diminuto short que compré en liquidación, lo miro con detenimiento.
—Te consideré exclusivamente como mi pijama, al igual que tú. —arrojó impotente un crop top rojo dentro con unos zapatos de tacón. Hago una mueca, pensé que esos zapatos del infierno serían solo un mal recuerdo, con pesar cierro el cierre, espero no caerme al suelo apenas me los coloque, ¿Qué tenía en mi cabeza para comprar unos zapatos tan altos?, al menos son de color negro.
Tin, Tin, Tin… ¿Por qué le puse un tono tan molesto al chat en mi móvil?.
Lisa, te espero a las 11 p.m en la puerta trasera, la dirección es 1735 Vine St., club Avalon, pregunta por mí, eso será suficiente.
Gracias Rosi, te debo una.
No creó que repitas esas palabras después de esta noche, ¿Estás segura de lo que harás?.
No, no lo estoy, pero no tengo tiempo ni alternativa.
Si lo estoy, nos vemos luego.
Nos vemos.
Giro en la cama, abrazo mi celular antes dejarlo en mi mesita de noche, cierro mis ojos exhausta, son demasiadas emociones, ni con la regla paso por tantos estados de ánimos, solamente necesito descansar unos minutos. Mamá recupérate pronto, por favor.
***
—¡Cállate!. —intento apagar el molesto aparato sin éxito. Cuando por fin lo logró veo la hora, cayendo de la cama —¡Llegaré tarde!
Mis manos tiemblan mientras tecleo a máxima velocidad.
Rosi, estoy en camino, llegaré pronto.—¡Mamá, llámame urgente un taxi!. —grito mientras intento colocarme unos zapatos —todavía hay tiempo.
—¿Te dormiste cariño?.
—Si mamá —respondo molesta.
—Yo me encargo… Está en camino. —avisa mi madre mientras acomoda mi cabello. —A veces eres un desastre, hija.
—¿Qué clase de madre eres para decirme eso? —finjo estar enojada.
Ella lanza una risilla por lo bajo. Mientras me dedica una suave mirada, visualizo su rostro afligido.
—Mamá era una broma, no la tomes en serio.
—Lo sé. En la mesa tienes un sándwich de pollo cómelo antes de salir.
Corro a la cocina y regreso. —Entendido. —Luego de una gran mordida vuelvo a confirmar que no hay mejores sándwiches de pollos que los que ella prepara. —Delicioso.
—Aunque me halagues, debes de comerlo todo o no te dejaré irte.
—Encantada. —Con tres bocados más desaparece de mi mano.
—¿Esa fue una bocina?. —Corro a mi habitación por mi bolsa —¿Lisa?.
—Si mamá, regresó luego. —Le doy un beso en la mejilla, caminó hacía afuera.
—¿Lisa Byrne?.
—Soy yo —contestó abriendo la puerta.
—¿A dónde?.
—1735 Vine St., club Avalon, diríjase por la entrada trasera.
El conductor me dedicó una mirada despectiva antes de volver a conducir.
—Espero que sepa lo que hace, señorita.
—Conduzca por favor. —Ni yo misma estoy segura de lo que haré, sus palabras no ayudan señor, así que solo cállese, por favor.
¿Después de esta noche podré usar vestido blanco en mi boda?, no pienses en cosas inútiles, eso no importa mientras mamá viva bien, eso es algo a lo que puedo renunciar por ella.
-Señorita… Llegamos serian 50 dólares.
Muerdo mis labios. Le entrego el billete.
—Gracias… —Antes que pueda terminar de hablar el auto desaparece..
Un hombre corpulento de piel morena abre la puerta al verme llegar.
—¿Quién eres?.
—Lisa Byrne, vengo de parte de Rosi.
—¡Ja, ja entra!.
Un hombre con atuendo similar al moreno me observa.
—¿Ella quién es? —pregunta un chico apuesto, aparenta tener como unos 19 o 20 años, al lado de su compañero su piel parece pálida.
—Una perra nueva, llévala con el gerente.
—Bien —respondió, mientras me dedicaba una sonrisa incómoda —Señorita sígame.
—Gracias. —avergonzada solo puedo mirar el suelo, intentando seguir sus pasos queriendo olvidar esos horribles ojos que me juzgan sin saber nada.
—¡Calvert! — le advierto, él me mira y se despide apresuradamente de la mesera.—Están en la caja vip del pasillo 7, jefe —responde con un saludo militar estándar.Pateó sus pies, cayó al suelo de cara.—¡Eres demasiado tacaño!, ¡¿No soportas una pequeña broma?! —se queja sujetando su nariz.—En verdad, &iq
¿Cuando pinte las paredes?, mi cabeza… ¿Una máscara?, giro mi rostro aterrorizada , este no es mi cuarto, ¿Cómo llegué a esta habitación?, esto no es bueno, solo recuerdo que estaba con ese hombre, creí que me congelaría si tenía que atenderlo toda la noche. Solo debo mantener la calma y pronto voy a recordar todo. Solo contemos: 1, 2, 3, 4… 360… Esto no está funcionando como debería, voy a ir al baño y me voy a relajar. —Relájate o no funcionara. —¿Quién me habló? —pregunto desconcertada, me giró, el apuesto rostro del hombre frío, esta junto a mí, ¿Esa fue su voz?. —Relájate. —Su voz fría suena resuena en mi cabeza, ¿Qué? &n
¿Qué hora es?, intento abrir mis ojos pero no puedo, mi cuerpo… ¿No me responde?.—¡Joder!.¿Qué fue eso?, ¿Es la voz de una mujer?, ¿Qué hace en mi habitación?, ¡Clavert te matare!..¡¿Quién eres?!, intentó preguntar pero, mi boca no se movía, ¿Quién demonios es esa mujer?, ¿No tiene vergüenza de armar tanto alboroto?, no se da cuenta que no está sola... Después de un tiempo el alboroto se detiene, ¿Cuánto tiempo pasó?.Con mucho esfuerzo abro mis ojos, el cuerpo al fin me responde.—
—Te dije que trabajaba como prostituta, era la única forma que personas como ellas terminaran en nuestro vecindario.Les dedico una mirada llena de odio, ¿Su vecindario?, ¿Qué tan importante se creen par de viejas cotorras?, ni que fuera tan lindo este lugar. Muerdo mis labios intentando controlarme para no mandarlas al diablo, solo tengo que ignorar sus palabras llenas de venenos que son como dagas clavándose en mi cuerpo, ¡Malditas brujas!.Colocó la llave en la cerradura pero se deslizó entre mis dedos.—¡Carajo!.—Lindo atuendo. —
¿Esto es una broma?. Me quedo pasmado al ver que una gran erección brota de mis pantalones. ¿Volví a ser un crío?, ¿Estoy de nuevo en la pubertad?.—Necesito un baño. —Al sacarme los boxers noto un líquido pegajoso. —¡Tiene que ser una maldita broma!. —Gruño al borde del colapso mental.¿Esto es el karma?, pienso al chasquear la lengua, si hubiera sabido que algún día mojaría mi ropa interior, no me hubiera burlado tanto de Calvert. —¡No regresare Roxana!, no recuerdo nada, solo sé que estaba desnuda y que junto a mí, había un tipo en la misma condición.—Respira y cálmate Lisa. —Roxi sujeta mis hombros con fuerza obligándome a ser consciente. — ¡Si continúas gritando tu madre te escuchara!. ¡¿Quieres que ella escuché?!.—No, no quiero. —Sujeto mi cabello, exasperada.—Te advertí que no es un trabajo fácil.—Lo sé, yo te pedí trabajar en ese lugar. —De un manotazo seco mis ojos, ya no qCapítulo 11
—Maya, ¿Qué quieres?.—¿Maya?, no hace mucho me decías mamá.—¿No hace mucho?, Maya la última vez que te llamé mamá tenía 16 años.—Ema…—Si vuelves a decirme que te llamé mamá, cortare.—Eres igual de cruel que él. ¡Lo único que les importa es la maldita empresa!, ¿Dónde quedó Emanuel?.—¿Con tu amante tal vez?.—¡Soy tu madre!. Merezco respeto.—¿Cuándo te falte el respeto
Azotó el periódico sobre la acera, ¿Por qué?, ya pasó más de una semana… ¡Nadie me llama!, reviso mi teléfono, el registro de llamadas está limpio al igual que mis mensajes, y el correo, no hay nada.¡No quiero volver a ese lugar, no puedo hacerlo!... ¡No quiero!. Recojo el diario, mis manos tiemblan, recorrí toda la ciudad, y todavía no tengo noticias.Doy un paso atrás, un dolor horrible retuerce mis entrañas. ¿Por qué todavía duele tanto?. Doblo mi cuerpo intentando que desaparezca.—¿Estás bien?, ¿Necesitas que te acompañe al doctor?. —Último capítulo