Azotó el periódico sobre la acera, ¿Por qué?, ya pasó más de una semana… ¡Nadie me llama!, reviso mi teléfono, el registro de llamadas está limpio al igual que mis mensajes, y el correo, no hay nada.
¡No quiero volver a ese lugar, no puedo hacerlo!... ¡No quiero!. Recojo el diario, mis manos tiemblan, recorrí toda la ciudad, y todavía no tengo noticias.
Doy un paso atrás, un dolor horrible retuerce mis entrañas. ¿Por qué todavía duele tanto?. Doblo mi cuerpo intentando que desaparezca.
—¿Estás bien?, ¿Necesitas que te acompañe al doctor?. —
—Demonio, eso eres, ¡¿Cómo puedes desconfiar de mí?!.—¡Cálmate!, hablaremos luego.—¡¿Cómo pretendes que me calme?!, ¡Mi trasero fue azotado por esos hombres!, estuve colgado 4 horas cabeza a bajo, tuve que comer bichos…—¡Cállate Calvert, eres repugnante!, cierra la boca.—Maldito instigador, todo es tu culpa.—Si acepto que fue mi culpa, ¿Te callas?.—No tienes corazón, no te importa como estoy, solo quieren silenciarme, Hervas, ¿Sabes lo horrible que fue comer arañas?, pudieron ser venenosas —sujeta su cabeza.—Solo tenias que aguantar sin comer 6 horas.—Necesito comida, mido 1,92 metros, tengo un estomago que llenar, además no puedo entender como comes tan poco, mides 1,94 metros, ¿Cómo puedes sobrevivir así?.—Te pagaré una cena en el restaurante más costoso en Los Ángeles. Así que… Olvídate del asunto.—¿Olvidarlo?, tenía miedo de perder mi inocencia. —Calvert hace una mueca llena de horror, mientras se abraza a sí mismo.—Señor estamos a 5 minutos de hell. —Ok.—Thunder, ¿Po
Mis manos no dejan de temblar. Colocó la charola sobre la mesa.—¿Estás bien?. Estás muy pálida.—No, no tendría que haber venido. —Ese rostro, estoy segura que es él tipo de esa noche, debo salir de este lugar.—¡Calmate!. —Roxi sujeta mis hombros.—No entenderás.—¡¿Crees que esto es un juego?!, somos hormigas para ellos Lisa, puedes perder tu vida aquí, ¡¿Qué hará tu madre sin ti?.—No quiero entrar a ese lugar. —Estoy segura que ese hombre se dirigía a esa habitación, nos aclararon que es la habitación más importante, que no podemos provocar a ninguno de ellos.—Nadie quiere estar aquí, ¿Pero tenemos opción?. —Niego amargamente. —Tenia 15 años cuando empecé a trabajar en lugares como estos, mi primera semana pensé en suicidarme luego de conocer Hell, Avalon comparado con esto es un terrón de azúcar pero no tienes tiempo Lisa, la paga de hoy son 5000 dolares. Pagarás las tarifas atrasadas, podrás dar el primer pasó hacia adelante, no tenemos alternativa. Tú, lo haces por tu madre,
Mi boca se tuerce al ver a la chica de la máscara agraviada. Al parecer es un dulce conejito esta noche, ella usa máscaras interesantes. Le doy la última calada a mi cigarro.Ella es una fanática del oro, nada fuera de lo común, entonces, ¿Por qué no soportó verla así?.—¿Por qué negarte?, no algo fuera de lo común para tí, ¿No es tu trabajo?.—Solo hubo silencio —¿Ahora eres muda?.—No trabajo aquí porque quiero, usted robó mi virginidad, solo quería ser una mesera normal, ¡No quería terminar así!.De mi bolsillo saco un collar, ella se sobresalta a verlo.—¡Eso es mío!.—¿Entonces estás segura que robe tu virginidad?, ¿No fuiste quién me suplicaba más?. —Sujeto un mechón de su pelo, su olor… este olor. —Me volví loca, ¡No era yo!, yo no quería hacer esas cosas. —Su rostro se tornó rojo como una manzana, quiero morder su mejilla. Me acerco, intenta alejarse, retrae su muñeca, pero no tengo la intención de que lo haga. —¡Suelta!.Sus ojos estaban llenos de terquedad. —¿Lo quieres?.—
Es como si estuviera sentada sobre agujas. Tocó mi cuello, ese tipo es un animal, lo mejor será huir si vuelvo a verlo. Tocó el vidrio, ¿Será a prueba de sonido?. —¡¿Hola?!... ¡Hola!. —Si es a prueba de sonido. Masajeo mi muñeca, es una bestia ese hombre, tocó mi cara, mis mejillas hierven… ¿Estoy demasiado caliente?, ¿Es fiebre?. —¡Ahhh!...—Miro alrededor, este auto parece ser caro pero hace un poco de frío, acomodó el saco. —¿Es de ese hombre?. Dudó pero al final, me sacó el saco, lo dejó a un lado, tengo que evitar todo lo relacionado con ese hombre. Espero llegar rápido. —Bestia, patán, engreído… ¡Hay tantas mujeres tratando de calentar mi cama , esta es tu oportunidad!. —Muevo eufóricamente mis brazos intentando imitar sus tontos movimientos —Sé creé el centro del mundo, si tuviera elección, estar aquí no sería mi alternativa… Si no estuviera tan lejos hubiera vuelto caminando, no quiero deberle nada. Apretó el puente de mi nariz, ¿De donde viene ese horrible olor?. Habí
Ella respiró hondo, reanudó sus pasos y caminó hacia el otro costado de la calle, evitando pasar frente de mí.Apenas podía seguir su figura, el ángulo del auto no era el correcto.—Voltea el auto.—Sí señor.Con una "U" perfectamente ejecutada, visualizo a la conejita, ¿Estoy enfermo?, ¿Por qué hago esto?.Su estado de alerta parecía muy alto, entre cerré los ojos viendo al tipo acercarse a ella. Las comisuras de mis labios se ofrecieron, una línea blanca se formó en aire, el calor llegó a las yemas de mis dedos, miro la colilla del cigarro.—Abre la ventana.Una gran sombra las envolvía, un hombre emergió entre los autos estacionados, que es una cabeza más alta que ella, la conejita tira de la chica que la acompaña detrás de ella, sus brazos se levantaban levemente, ¿Estás enojada?.Intenta tomar distancia pero ese imbécil sujeta sus brazos, una corriente fría envuelve mi cuerpo.—Detesto cuando tocan mis cosas.—¡¿Señor?!.—Te quedas aquí.La distancia que nos separa, no era corta
No fue hasta que obtuve la pila pesada de dinero que mi tensión se relajó un poco. El trabajoso esfuerzo de los últimos días finalmente valió la pena, tengo 2000 dólares, gracias a la ayuda de ese tipo… "¿Cómo me lo agradecerás?".¿Por qué no sale su maldita voz de mi cabeza?, mi cuerpo se tensa automáticamente al escuchar su voz, sacudo mi cabeza, intentando que desaparezca.—Si sigues así te romperás el cuello. Esperaba que seas feliz después de tener el dinero, este es nuestro único consuelo —sacude un fajo de billetes en mi cara.—¿No es peligroso que hagas eso en la calle?.—Salimos de Avalon, no es un lugar al que muchos puedan enfrentarse, así que suele ser una zona bastante amena, por su puesto no nos podemos comparar con Hell pero no está mal. Además, ¿Por qué no veo una sonrisa en tu cara?. —Ella intenta sujetar mi mejilla, le doy un golpe en su mano y me apartó.—Ahí la tienes, ¿Feliz?.—Esa es la peor sonrisa fingida que vi en mi vida.—Hice lo que pude.—¡Tienes que ser m
—Natasha apártate. —Incómoda ella retrocede, acomodo mi camisa.—¿Qué te trae a aquí?.—Escuché que estabas necesitando una asistente temporal que ayude a Clavert y yo soy la mujer más calificada para el puesto. —Ella se sienta en mi escritorio, abre sus piernas, no deja nada a la imaginación.—¿Trajiste tu currículum? —preguntó cortando la distancia entre ambos, no me agrada el olor de su cuerpo.—Nosotros no necesitamos esa clase de formalidades —sujeta el cuello de mi camisa, sus ojos brillan con lujuria.Aprieto sus muñecas, sus palmas se abren. —No cumples con el requisito más básico.Un gemido andrajoso, brotó de sus labios. —¡¿Estás jugando Hervas?!, vine por ti.—Te recomendare…Ella se paró frente a mí, sujeta mi cuello, nuestros labios colisionan, su aliento errático se enreda con el mío.La arrastró hasta el sillón, la empujó hacia abajo, ella hábilmente se sube.Sus gemidos aumentaron, ella desabrochó su sostén, luego continuó con mis pantalones.¡Carajo!, antes de que sea
Él me mira incrédulo, ¿No creé que soy yo?, tan diferente es mi rostro sin la máscara y si él no quiere mantener su propuesta, seco mis manos incómoda con la ropa. —¿Tú nombre es señora coneja entonces?. —Niego frenéticamente. —Entonces.—Mi nombre es Lisa Byrne.—Oh. —¿Solo "Oh"?, ¿Te desagrada mi nombre?. —Entonces, podrías decirme: ¿Por qué me buscas?. Desde que mi padre desapareció creí que este horrible sentimiento no lo volvería a sentir, una horrible presión siento al mirar sus ojos fríos, la vida de mi madre está en sus manos ahora, no puedo evitar temblar al pensar que puede rechazarme.—Usted me dijo que si necesito dinero puede proporcionarmelo, que sólo debo… —¿Qué hace esta mujer?. —¡Suelta mi cabello!.—Calvert, sujeta a Natasha —ordena sin moverse de su asiento como si toda la situación fuera ajena a él, siento como si un balde de agua fría fuera arrojada a mi cuerpo, ¿Él no está dispuesto a continuar su propuesta?.—¡¿Qué haces?!, ¡Suéltame, matare a esta perra!.—¿Q