Detesto ese perverso tono, entonces, ¿Por qué elegirlo?, precisamente por eso. Cierro mis ojos, ¿Se supone que debo levantarme ahora?, todavia siento que necesito dormir.
Al levantarme solo veo muchos, demasiados espejos, ¿Por qué tantos?, el techo brilla por la excesiva cantidad de bombillas, me duelen los ojos, esto es horrible, escaneo la hora en el reloj son las 2:30 a.m, necesitó un baño, todavía tengo media hora.
—¡Arghs! —¿Qué había dentro de la cabeza de Calvert cuando eligió este lugar?, parece un maldito motel.
Me doy un baño rápido, con torpeza me siento en el sillón Intentando que la toalla no caiga de mi cabeza, ¿Tan difícil era que compre un secador de pelo?.
Toco mi cabello continúa mojado pero ahora al menos ya no gotea, enciendo mi laptop, faltan 7 minutos para las 3 a.m, probablemente continúa siendo una maniática del horario.
A las 3 a.m en punto su solicitud de llamada aparece, acepto, automáticamente su rostro esta en la pantalla.
—¿Le tienes miedo a la oscuridad? —es lo primero que pregunta Soledad al verme.
Ignoro su pregunta, no estoy de humor para explicarle porque mi casa parece un maldito cuarto de hotel transitorio. —¿Cómo has estado?.
—Oh, el niño creció —ella se seca una lágrima invisible del rostro y se burla de mí. No puede actuar con un poco más de madurez.
—¿Simplemente no querías dejarme descansar?, ¿Por eso este endemoniado horario? —pregunto molesto al ver su sonrisa, ¿Lo estas disfrutando?.
—¿Estas demasiado sensible?, chico.
—Creí que había crecido —digo algo molesto.
—Cómo te comportas en estos momentos parece que todqvia no llegas aun a tu etapa de adolescente.
—¡Vete al carajo, me iré a dormir!.
—Con ese horrible carácter dudo que puedas conseguir una novia o esposa en su defecto. —Bien, ya no la soporto, arrancaré la pantalla y la tiraré a la basura.— Calmate, dejare de burlarme de ti, así que vuelve a tu lugar y respira.
—¡¿Cuando deje de respirar?!.
—Cuando querias tirar el aparato a la basura.
—...
—Como sea, solo calmate.
—¡Estoy calmado!. —Alegó mordiendo mis molares.—¿Qué quieres?.
—No eres nada lindo… —Bien te vas a la basura. —¡No lo hagas!, ya no bromeare contigo. —Asiento, alejando mi dedo del botón de apagado y mi mano del enchufe. —El señor Gerald Hervas se comunicó conmigo, “¡Él está muy preocupado por ti!, quiere asegurarse de que no puedas hacer nada contra él, me pidió tu expediente medico, ¿Para qué crees que lo hizo?.
—Porque la noticia de mi visita a la empresa llegó a sus oídos, necesita revocar la orden de mi abuelo. —Una sonrisa que no llega a mis ojos se forma en mis labios, el hijo que tanto despreciaba regresó y convertido en un lobo, ¿Tiene miedo?. Si lo tiene.
—La relación de ustedes es bastante peculiar y especial. El odio mutuo es notable, ni siquiera lo intentan disimular.
—Yo creo que es bastante común la relación de odio-odio que tenemos. No es nada de otro mundo, no es algo que no trataras en tu consultorio.
Ella suspira. —Los padres que les fallan a sus hijos de muchas maneras a menudo lo hacen sin darse cuenta, sucede de una forma insconciente, por una simple razón, tienen una visión educativa distorsionada y pobre de lo que es la emoción de igual forma un caso como el de tu padre... Es la primera vez que veo, demasiada crueldad. —Acomoda la camara. —Intentar sobornarme para poder internar a su hijo ya es lo suficientemente inhumano, y más considerando que comparten la misma sangre.
—¿A eso llamas cruel?. —Levanto mis cejas. —Es bueno para ti no trabajar en el mundo empresarial.
—Tampoco lo haré, prefiero seguir trabajando ocasionalmente como tú médica. Sabes apreciar lo bueno, así que aumenta mi sueldo.
Tuerzo la cara. —¿No te duele la conciencia?, si no hubiera aumentado el precio 15 veces me hubieras abandonado sin piedad. ¿Necesitas otro aumento?.
—Te va bien en alli, no seas tacaño. Además eres parte de mi círculo de conocidos de Army Chat, eres un paciente vip, solo paga un precio justo, mi consultorio continúa estando en el mismo lugar, es tan dificil manejar la diferencia horaria.
¿En verdad, tienes conciencia?, soy yo quien se levanta a las 3 a.m. Palmeo mi rostro frustrado, esta mujer es imposible.
—¿Ese viejo te dijo algo más?.
—No mucho, mi negativa fue, soy demasiado perezosa para perder mi precioso tiempo con personas como él.
—Si no fuera tu paciente dudaría que seas una doctora capacitada.
—Soy la mejor —insiste descaradamente, mi rostro se endurece, vergüenza tampoco tiene. —Tu silencio lo tomaré como una afirmación positiva ante mi increible persona.
Toc, toc, toc…
—Es tu puerta.
Ella se gira. —Llegó mi paciente, son las 10:20 a.m, ya, ¡Aguarde un minuto!... Mocoso no te olvides de depositar el dinero de la consulta, chaito.
—Espe…
¿Quién es el jefe aquí?, sacudo amargamente mi cabeza, Freud tenía toda la razón… “Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo”, y ella escapo haciendose, solo soy un jodido cajero automatico. Voy a volver a la cama.
***
—¿Podrías cambiar tu expresión?.
—¡Callate!, y borra esa molesta sonrisa tuya...
—Buenos días, señores, bienvenidos a Neworld, ¿Puedo ayudarlos?. —Una mujer pelirroja nos saluda y sonríe. Calvert me empuja.
¡Tengo que matar a este estupido!.
Le dedico una clara advertencia pero me ignora, avanza hacia el mostrador mientras peina su cabello.
—Claro que sí, muñeca. —Descaradamente la escanea. —Tenemos una cita con el presidente Hervas. —La sonrisa en el rostro de la pelirroja se amplía, acomoda su escote para revelar aún más, se vuelve más clara la curvatura de su pecho, Calvert le susurra algunas palabras y ella le extiende una tarjeta magnética.
—Piso 54, señor Sharp. Soy Stecy, si necesita ayuda no dude en buscarme.
—Gracias primor, estaremos en contacto. —De manera descarada Calvert garabatea su pecho, ella se sonroja cubriendo el número escrito.
¿No se supone que es una empresa seria?, ¿Por qué se comportan como si fuera un antro?.
—Lo llamaré —responde pestañeando excesivamente.
¡Suficiente!. Lo sujetó del cuello de la camisa, arrastrándolo hasta el ascensor.
—Duele, aire… ¡¿Intentas matarme?! —chilla mientras aparta mi brazo.
—No lo haría, ¡Si dejaras de comportarte como un perro en celo cada vez que ves a una mujer!.
—¡Patrañas!, ¡¿Donde me has visto comportar como un perro en celo?!, yo simplemente me estoy adaptando al nuevo ambiente laboral.
—¡¿Adapatando?!. Escribiste su pecho, después de hablar menos de dos minutos con ella.
Él se encoge de hombros, ¡Maldito mujeriego, maniatico del sexo!.
—Llegamos. —Anuncia feliz saliendo del ascensor.
Toco mi frente intentando relajarme, no puedo matarlo, luego puedo hacerlo.
—¿Señor Emanuel? —inquiere Lucio atónito al verme, recuperándo rápidamente su compostura habitual— , ¡Bienvenido!. —Asiento en modo de saludo. —¿Viene a ver a su padre?
—Si, ¿Puedes llevarnos?. —contesta Calvert, Lucio le dedica una mirada poco agradable antes de voltearse y liderar el camino.
—Este piso es privado, ¿Cómo llegaron aquí?.
—Soy el nieto del dueño, ¿Cómo crees que llegue?.
Su rostro se pone verde. —Disculpe mi pregunta fuera de lugar.
—En el futuro cuida tus palabras.
—Lo haré, llegamos. —Se detiene ante una exquisita puerta, hay una clara incomodidad en su voz.—Por cierto Lució la próxima vez intenta sonar sincero porque la buena vida no dura para siempre, si enfureces a tu jefe.
—Vamos
—acota feliz Calvert pavoneándose mientras abre la puerta.—Fue un placer —escupe antes de irse.
—¡Tío! —saluda animado Sharp, nuestras miradas chocan, su disgusto es claro al verme.
—Mocoso, ¿Qué haces aquí?.
—No podía abandonar a mi querido primo y jefe.
—¡Ja, ja, ja!. ¡¿Tu jefe?!. —Su burla es clara.—Sí quieres puedo conseguirte un mejor trabajo y un jefe realmente serio. —Mi progenitor abraza a Calvert, la relación entre ambos siempre fue buena, probablemente porque él siempre fue lo que deseó Gerald que fuese su hijo. —Emanuel.
Él duda en acercarse a mí, antes de que pueda tomar una decisión tomó asiento, no estoy interesado en actuar, firngir una imagen de familia feliz, nuestra relación es pésima, ambos somos conscientes de ello.
—¿Vienes a visitar a tu padre al trabajo?.
—No y no estoy interesado en perder mi tiempo. Vayamos al grano.
Su rostro se pone azul, respira para controlarse.
—Tu abuelo habló conmigo, me dijo que harás una pasantía en la empresa, puedo arreglarte un equipo para que practiques en el área de marketing, ¿Qué dices?.
—¡Ja, ja, ja!, si con pasantía te refieres a que seré el nuevo ceo y director general aquí, puedes llamarle así.
—¡Estas demente!, ni una práctica formal has hecho para creer que puedes ser el ceo aquí.
—¿Mi abuelo no te lo dijo?.
—Él suele ser irrazonable y lo sabes. Somos personas maduras, y tú comprendes tus propias limitaciones hijo.
—En una semana quiero el piso 53 desocupado para traer mi equipo aquí.
—¡¿Acaso tienes a tu padre en tus ojos?!, escucha mi concejo y tomaló, ¡No te comportes como un crío, no tienes la capacidad para ser el ceo!.
—El piso 53 y luego en corto tiempo seré el nuevo presidente.
—¡¿Estas demente?!.
Bostezo. —El mundo empresarial es como la selva, el más fuerte es quien sobrevive, asi que dime, en los últimos años, ¿Que has hecho por la empresa?. Si crees que no tengo la capacidad es problema de usted, por cierto seras aplastado en poco tiempo.
Gerald es incapaz de pronunciar una palabra.
—¡No tienes la capacidad!.
—En unos meses cuando pierdas tu puesto lo entenderás, Calvert nos vamos.
—¡¿Tu madre sabe de esto?!.
—No lo sé, si quieres saber llámala y lo sabrás, yo no soy su niñero.
—Estoy tan decepcionado de ti.
—El sentimiento es mutuo. —Al ver que el ambiente no es el correcto Calvert se adelanta y abre la puerta. Deja de temblar Sharp, es solo tu maldito tío. —Nos vemos la próxima semana, padre.
Cierro la puerta en su cara.
—Eso fue intenso.—Cállate.
—Tienes que divertirte más, eres muy amargado. Si te gusto la pelirroja podría darte su número. Por cierto, el rostro de tu padre era horrible.
—¿Crees que necesito tu ayuda para conseguir su número?, si no me hubieras empujado, ¿Quién crees que hubiera recibido su número?. Y en cuanto a él, no me importa, no lo menciones si no es necesario.
—¿Cómo pueden gustar de tu cara de piedra?, no tienes muchos sentimientos que digamos, no tienes atractivo.
—Si naces de nuevo puedes llegar a entenderlo. Ser feo minimizó tu mundo.
—¡Tú, tú no mereces tener ese rostro!, no le das el uso que deberías…
Sacó unos tapones para los oídos del bolsillo derecho del saco, no soporto escuchar su discurso de lo que él haría si fuera yo.
Mi móvil vibra, la ventana del chat brilla:
Hervás, ¿Estás en California?, habrá una reunión hoy, ¿Tienes tiempo?
—¡¿Por qué tienes tapones?! —grita el demente de mi primo sacandome el tapon izquierdo.
—Te mataré. —Automáticamente se aleja.
Hace unas horas, llegué, envíame la dirección y el horario.
Avalon, 1735 Vine St, Los Ángeles.
—¿Quién es?.
—¿No te cansas de hablar? —pregunto masajeando mi cabeza.
—¿No te cansas de tener tu boca cerrada?.
—Cierra tu endemoniada boca y consigue un auto nuevo, tenemos una reunión en la noche y no te olvides de conseguir una membresía vip del club Avalon, 1735 Vine St. —Sus ojos brillan felices.
—¡Gracias mundo, te amo!.
Al ver su felicidad, debe de ser un lugar repulsivo.
—Por cierto, tienes una hora para conseguir una casa nueva o estás despedido.
—¡¿Estás bromeando?!.
—Si no lo haces, te reemplazaré en 59 minutos..
—¡Maldito tirano!. —Con desesperación saca su móvil y empieza a hacer llamadas. —¡¿Qué demonios estaba pensando cuando decidí trabajar para ti?!.
—Lisa, ¿Llegaste?, ¡¿Dónde estabas?!.—¿Llegar mamá?, dormí en mi cuarto.—¡Lisa Byrne detesto las mentiras!, lo sabes muy bien, ¡¿Dónde estuviste ayer?! —dice agitando sus brazos arriba y abajo.—Ayer visité a Roxi cuando fuiste a dormir, estabas tan cansada que no quise despertarte.—¿Dónde dormiste Lisa Byrne?, me dirás que también dormiste en la casa de tu amiga. Fui a tu cuarto a las 11 p.m y no estabas.—Llegue a las 11:30 p.m mama, lamento preocuparte, intente despertarte pero no lo hiciste, se que tomaste diazepam para dormir&helli
—¡Calvert! — le advierto, él me mira y se despide apresuradamente de la mesera.—Están en la caja vip del pasillo 7, jefe —responde con un saludo militar estándar.Pateó sus pies, cayó al suelo de cara.—¡Eres demasiado tacaño!, ¡¿No soportas una pequeña broma?! —se queja sujetando su nariz.—En verdad, &iq
¿Cuando pinte las paredes?, mi cabeza… ¿Una máscara?, giro mi rostro aterrorizada , este no es mi cuarto, ¿Cómo llegué a esta habitación?, esto no es bueno, solo recuerdo que estaba con ese hombre, creí que me congelaría si tenía que atenderlo toda la noche. Solo debo mantener la calma y pronto voy a recordar todo. Solo contemos: 1, 2, 3, 4… 360… Esto no está funcionando como debería, voy a ir al baño y me voy a relajar. —Relájate o no funcionara. —¿Quién me habló? —pregunto desconcertada, me giró, el apuesto rostro del hombre frío, esta junto a mí, ¿Esa fue su voz?. —Relájate. —Su voz fría suena resuena en mi cabeza, ¿Qué? &n
¿Qué hora es?, intento abrir mis ojos pero no puedo, mi cuerpo… ¿No me responde?.—¡Joder!.¿Qué fue eso?, ¿Es la voz de una mujer?, ¿Qué hace en mi habitación?, ¡Clavert te matare!..¡¿Quién eres?!, intentó preguntar pero, mi boca no se movía, ¿Quién demonios es esa mujer?, ¿No tiene vergüenza de armar tanto alboroto?, no se da cuenta que no está sola... Después de un tiempo el alboroto se detiene, ¿Cuánto tiempo pasó?.Con mucho esfuerzo abro mis ojos, el cuerpo al fin me responde.—
—Te dije que trabajaba como prostituta, era la única forma que personas como ellas terminaran en nuestro vecindario.Les dedico una mirada llena de odio, ¿Su vecindario?, ¿Qué tan importante se creen par de viejas cotorras?, ni que fuera tan lindo este lugar. Muerdo mis labios intentando controlarme para no mandarlas al diablo, solo tengo que ignorar sus palabras llenas de venenos que son como dagas clavándose en mi cuerpo, ¡Malditas brujas!.Colocó la llave en la cerradura pero se deslizó entre mis dedos.—¡Carajo!.—Lindo atuendo. —
¿Esto es una broma?. Me quedo pasmado al ver que una gran erección brota de mis pantalones. ¿Volví a ser un crío?, ¿Estoy de nuevo en la pubertad?.—Necesito un baño. —Al sacarme los boxers noto un líquido pegajoso. —¡Tiene que ser una maldita broma!. —Gruño al borde del colapso mental.¿Esto es el karma?, pienso al chasquear la lengua, si hubiera sabido que algún día mojaría mi ropa interior, no me hubiera burlado tanto de Calvert. —¡No regresare Roxana!, no recuerdo nada, solo sé que estaba desnuda y que junto a mí, había un tipo en la misma condición.—Respira y cálmate Lisa. —Roxi sujeta mis hombros con fuerza obligándome a ser consciente. — ¡Si continúas gritando tu madre te escuchara!. ¡¿Quieres que ella escuché?!.—No, no quiero. —Sujeto mi cabello, exasperada.—Te advertí que no es un trabajo fácil.—Lo sé, yo te pedí trabajar en ese lugar. —De un manotazo seco mis ojos, ya no qCapítulo 11
—Maya, ¿Qué quieres?.—¿Maya?, no hace mucho me decías mamá.—¿No hace mucho?, Maya la última vez que te llamé mamá tenía 16 años.—Ema…—Si vuelves a decirme que te llamé mamá, cortare.—Eres igual de cruel que él. ¡Lo único que les importa es la maldita empresa!, ¿Dónde quedó Emanuel?.—¿Con tu amante tal vez?.—¡Soy tu madre!. Merezco respeto.—¿Cuándo te falte el respeto