* Matteo*Nunca pensé encontrarme en una situación igual, mi vida se había convertido en un verdadero caos, en el que no paraba de verme acorralado por problemas, y yo en el fondo de mi sabía que Dianora y su embarazo habían sido lo más bonito que me había ocurrdo en esa tormenta vital en la que me encontraba estancado. Yo estaba completamente desesperado solamente de pensar en que Dianora, mi esposa, estaba en manos de Esmeralda, y que ella podía causarle cualquier daño, me hacía ponerme realmente nervioso. Lo que podía ocurrir era lo más terrible y no podría soportarlo y era la muerte de ella con mi bebé en su vientre. Dios mío quería parar esos pensamientos que se repetían en mi mente una y otra vez pero realmente no podía.Enseguida llamé a Francesco, ¿Porque a quién sino? necesitaba a mi mejor amigo, contarle todo y su opinión, él siempre estaba dispuesto a darme los mejores coonsejos y sabía que no me fallaría. Después de mi llamada tardo menos de quince minutos en aparacer enfr
*Dianora*Y estaba atada en aquel espacio en el que solo había una luz tenue y que olía a humedad, escuché a hombres hablar en lo que parecía el piso de arriba, estaba claro que yo me encontraba en una especie de sótano. Al final pense que Matteo tenía razón, siempre fui una mala esposa, una niña insolente que me metía en numerosos conflictos, y no sabía como finalmente me había visto inmersa en aquella horrible situación, secuestrada en un lugar seguramente remoto por la exnovia de mi esposo por contrato, alguien que realmente nunca había sentido nada por mi. Me arrepentía de haberme sentido confusa y haber hecho el amor por primera vez con Matteo meses atrás, siempre fui impulsiva y no pensé las cosas dos veces desde pequeña, y eso había provocado que me quedase embarazada.Esmeralda volvió a aparecer en ese momento ante mi, ella salía y entraba de la habitación, y en aquella ocasión me había traído un vaso de agua._Necesitas hidratarte.Se acercó fingiendo ser agradable y puso el
*Matteo*Tenía claro que debía de salvar a Dianora y a nuestro bebé de las garras de Esmeralda, pero para ello la única manera era fingir que colaborará con ella para atacar a la mafia rival, algo que realmente no pensaba hacer, porque sería dejarme manipular por aquella víbora a su antojo y tener que además que tener un matrimonio con ella, algo a lo que había llegado a la conclusión que no haría.Ella me llamó y nada más cogerlo me dijo que debíamos reunirnos para planear y ejecutar nuestro plan, luchar con la mafia rival y yo por primera vez fingí convirtiendo en una gran actor como ella había hecho todos aquellos años conmigo._Sí, por supuesto, preparemos el plan y hagamos esto lo antes posible.Dije con voz firme, que fingiese no significaba que pudiese ser un hombre agradable con ella, disimular que no la detestaba sería demasiado._ Matteo me alegra que hayas aceptado esto y quiero que sepas que es por tu bien.¿Por mi bien?, era realmente una manipuladora sin ningún tipo de a
*Matteo*Escuché a Adriano como se acercaba a la propiedad y sin previo aviso la puerta se abrió despacio y la cerró detrás de él.Él me observó y luego a Esmeralda, parecía tener claro que debía hacer y solamente estaba esperando a mi órdenes. Las miradas de Esmeralda y Adriano se encontraron rápidamente, y enseguida ella volvió a mirarme a mi y su voz se volvió muy frágil y lagrimas empezaron a caer por sus ojos._¿Matteo que vas a hacer?Yo no contesté, aquella situación era perturbadora, y me cansaba y nunca pensé que llegaría a aquello. No me gustaba tener que matar a otra persona, y por eso mis hombres lo solían hacer por mí. Mucho menos me gustaba tener que haber llegado a la situación de pedir que mi ex novia, Esmeralda, fuese eliminada, pero ella sinceramente se lo había buscado. Se había convertido verdaderamente en toda una enemiga para mi, prácticamente en la número uno, pretendía manipularme para que le hiciese ascender y ser muy poderosa y sabía que sus objetivos eran re
*Matteo*Nada más asegurarme de que Esmeralda fuese encerrada, marqué con mi teléfono a Francesco, tenía una enorme ilusión de ver de nuevo a Dianora, abrazarla y sentir su cuerpo sobre el mío, saber que estaba viva y a salvo junto a mi. Pensaba que ella también sentiría lo mismo, al menos deseaba aquello. Yo tenía claro en mi interior que yo estaba enamorada de ella, pero no quería admitirlo en voz alta, pero me había preguntado muchas veces si ella también estaría enamorada de mi. No... eso no podía ser porque en realidad yo la había comprado y ella se había visto en deuda de comprometerse a tener un matrimonio a la fuerza conmigo. Pero al menos me hubiese coformado si ella tuviese algunos sentimientos por mi._Dime Matteo._¿Cómo está Dianora?_Bien, está a salvo, ya está afuera de la propiedad, la subí al coche de Piero e irán a mirarla al hospital._Oh, perfecto gracias.La casa de Esmeralda ha quedado bastante mal , la mayoría de los muebles están rotos y casi todos sus hombres
*Matteo*No supe exactamente cuando estuve allí, sentado en aquella barra de ese bar en el que solíamos encontranos siempre Francesco y yo, Adriano me llevo tambien allí esta vez a toda velocidad, en las calles apenas había tráfico, estaban vacías, era un día entre semana por lo que las gentes no estaban afuera de los locales de moda ni en los restaurantes centrales. Además era una noche fría, y la mayoría de los habitantes estarían en sus casas cobijándose._¿Qué quieres tomar Matteo? ¿ Lo de siempre?Me preguntó refiriéndose a mi bebida habitual y favorita, la que siempre tomabamos Francesco y yo y que nos encantaba.Apenas había gente en el local, y los pocos parecían borrachos, yo no deseaba beber hasta estarlo, solo quería tener un poco de alcohol fuerte en la sangre para sentirme mejor y conseguir asi relajarme y olvidar todo lo que me rodeaba aunque fuese por unos segundos._Un trago del tequila más fuerte que tengas.Él me miró y me sonrió, me conocía bastante, Francesco y yo
*Matteo* Pero Dianora se mantuvo firme ante mi reacción, como si realmente mi burla no le provocase nada y eso me hizo sentir aún más tristeza y enfado por como se estaba comporando. _Pues muy fácil Matteo, trabajando... yo sé trabajar, siempre lo he hecho y podré seguir haciendolo. Apreté la mandíbula ante aquel nuevo punal. _Mantendré a mi bebé con lo que gané con el trabajo que encuentre. Y no te preocupes que nos irá bien. Si hubiese tenido algo que romper cerca seguramente lo hubiese hecho, pero no era el caso y además pense que lo más oportuno sería controlarse dadas las circunstancias. _Ganaré mi propio dinero, se hacerlo, siempre lo hice desde pequeña, y sobreviviré sin ti Matteo. Dijo de manera directa. _Apenas hemos estado casados unos meses, como te crees que sobreviví antes, ¿Por mi padre o por mi? Yo me quedé paralizado. _Obviamente por mi_ dijo para terminar ya de hacerme daño y dejar claras sus ideas. _Pero tú tienes una deuda conmigo recuerdas. Dije perspic
*Dianora*No me sentía con fuerzas, al contrario, yo había perdido toda la energía con aquella discursión y me había quedado claro que no podría divorciarme ni alejarme de aquella lujosa villa ni de Matteo, él era peligroso y nunca me lo permitiría. Su parte mala era demasiado oscura y haría cualquier cosa por mantenerme junto a él, y había utilizado la intimidación y el miedo en el pasado para asustarme y debía admitir que me había sustado muchísimo de aquella amenaza que me había hecho de danar a mi abuelita y a Teresa. Mi abuelita siempre me cuido, desde que murió mi madre, y estuvo a mi lado, ya que mi padre no hizo en absoluto esa labor, solo me ignoró , humilló y fue un progenitor ausente al que yo no le importaba en absoluto. Y Teresa, había sido una gran amiga, siempre dispuesta escuharme y a darme todo el amor del mundo, incluso cuando yo me sentía demasiado deprimida para ser recíproca con ella._Ya me ha quedado claro..._Le dije intentando parecer tranquila._¿De verdad?_S