*Matteo*No supe exactamente cuando estuve allí, sentado en aquella barra de ese bar en el que solíamos encontranos siempre Francesco y yo, Adriano me llevo tambien allí esta vez a toda velocidad, en las calles apenas había tráfico, estaban vacías, era un día entre semana por lo que las gentes no estaban afuera de los locales de moda ni en los restaurantes centrales. Además era una noche fría, y la mayoría de los habitantes estarían en sus casas cobijándose._¿Qué quieres tomar Matteo? ¿ Lo de siempre?Me preguntó refiriéndose a mi bebida habitual y favorita, la que siempre tomabamos Francesco y yo y que nos encantaba.Apenas había gente en el local, y los pocos parecían borrachos, yo no deseaba beber hasta estarlo, solo quería tener un poco de alcohol fuerte en la sangre para sentirme mejor y conseguir asi relajarme y olvidar todo lo que me rodeaba aunque fuese por unos segundos._Un trago del tequila más fuerte que tengas.Él me miró y me sonrió, me conocía bastante, Francesco y yo
*Matteo* Pero Dianora se mantuvo firme ante mi reacción, como si realmente mi burla no le provocase nada y eso me hizo sentir aún más tristeza y enfado por como se estaba comporando. _Pues muy fácil Matteo, trabajando... yo sé trabajar, siempre lo he hecho y podré seguir haciendolo. Apreté la mandíbula ante aquel nuevo punal. _Mantendré a mi bebé con lo que gané con el trabajo que encuentre. Y no te preocupes que nos irá bien. Si hubiese tenido algo que romper cerca seguramente lo hubiese hecho, pero no era el caso y además pense que lo más oportuno sería controlarse dadas las circunstancias. _Ganaré mi propio dinero, se hacerlo, siempre lo hice desde pequeña, y sobreviviré sin ti Matteo. Dijo de manera directa. _Apenas hemos estado casados unos meses, como te crees que sobreviví antes, ¿Por mi padre o por mi? Yo me quedé paralizado. _Obviamente por mi_ dijo para terminar ya de hacerme daño y dejar claras sus ideas. _Pero tú tienes una deuda conmigo recuerdas. Dije perspic
*Dianora*No me sentía con fuerzas, al contrario, yo había perdido toda la energía con aquella discursión y me había quedado claro que no podría divorciarme ni alejarme de aquella lujosa villa ni de Matteo, él era peligroso y nunca me lo permitiría. Su parte mala era demasiado oscura y haría cualquier cosa por mantenerme junto a él, y había utilizado la intimidación y el miedo en el pasado para asustarme y debía admitir que me había sustado muchísimo de aquella amenaza que me había hecho de danar a mi abuelita y a Teresa. Mi abuelita siempre me cuido, desde que murió mi madre, y estuvo a mi lado, ya que mi padre no hizo en absoluto esa labor, solo me ignoró , humilló y fue un progenitor ausente al que yo no le importaba en absoluto. Y Teresa, había sido una gran amiga, siempre dispuesta escuharme y a darme todo el amor del mundo, incluso cuando yo me sentía demasiado deprimida para ser recíproca con ella._Ya me ha quedado claro..._Le dije intentando parecer tranquila._¿De verdad?_S
*Matteo*Ella siguió haciendo su tarea sin prestarme ningún tipo de atención, en ese momento llegó Margaritta con las bebidas calientas y las dejo en una mesita que estaba al lado. Yo me levanté, pegue un sorbo a una de ellas, y con la otra se la di, ella ni siquiera levanto la mirada._Te hará bien, hace frío, y algo caliente hará que entres en calor, en el jardín hace demasiado frío en esta época del año y el suelo esta helado.Me sentí un imbécil estando arrodillado de nuevo ante aquella niña insolente y egocéntrica con mi brazo derecho ante ella, con aquella bebida maravillosa que había mandado preparar y a la que ni siquiera daba una oportunidad igual que a mi.Supongo que Margaritta entendió que tardaría poco en descontrolarme y no quiso verse inmersa en una discursión matrimonial que iba a tener yo solo, ya que Dianora no prestaba ni la mínima atención ni a su alrededor ni a mi. Yo ya no existía para ella.Me levanté y dejé el chocolate sobre la mesa, no la aguantaba más._No
* Matteo*Y dudé varios segundos, no sabia si decir la verdad o no. Debia hacerlo pero sentia bastante mal y el doctor me observaba insistentemente intentando comprender porque Dianora había llegado tan frágil a dar a luz._Puede que haya tenido algo de más estrés las últimas semanas porque discutimos._Mmm comprendo, puede que experimentar emociones intensas y contradictorias le hiciese dejar de comer por momentos durante el día, y también no poder dormir las suficientes horas por estar hipervigilante o muy alterada, no descansar lo que es recomendable. Él dudó durante algunos segundos y volvió hablar. Sí, creo que ahora todo tiene sentido señor Baldini.¿Pero qué tenía sentido?, entonces estaba claro que era por mi culpa, por mi comportamiento, no tardé ni un segundo de culparme de su estado y me sentía terriblemente mal, no podía creerlo. Quizás debí dejarla tranquila, no intentar hablar de nuevo con ello incluso cuando era dulce, ni mucho menos enfadarme, volver a amenazarla y ag
* Matteo* Por un momento me sentí inmensamente aliviado de escuchar que mi esposa había salvado la vida, realmente creí que la había perdido para siempre y que aquello si que no podría superarlo. En ese momento, una vez aceptada la realidad y sintiendo de uevo ranquilo, me di cuenta de las miradas de todos, ellos se habían dado cuenta de lo mucho que la amaba y eso me hizo sentir en una posición de inferioridad, porque no era un hombre que quisiese mostrar mis sentimientos y menos en público, eso siempre me había parecido situarme en una situación de debilidad. _Ella... Dijo con voz quebrada, incluso parecía algo asustada de decirme aquello. _ Su esposa Dianora nos pidio que hiciésemos eso. _¿El qué? _ Pregunté sin comprender nada. Que fingiesemos como si fuese una obra de teatro que quizas le había sucedido algo, quería estar segura de su reacción, para ver si usted sentía realmente algo por ella o no. No podía creer que en su cabecita infantil hubiese sido capaz de tramar aque
*Dianora*Después de preparar aquella situación falsa durante mi momento de dar a luz, me había dado cuenta de que Matteo me amaba de verdad, ya no podía tener ninguna duda. Yo sabía que había tenido comportamientos bruscos y tóxicos conmigo, pero a la vez me había elegido si fuese verdad la situación del hospital, el estaba de acuerdo completamente en salvar mi vida y eso me habbia derretido el corazón y cambiar de nuevo mi percepcion de él.Los días en el hospital yo había estado increiblemente débil, nunca antes me había sentido así, y nunca un hombre me había protegido y cuidado de esa manera.Mi padre jamás me cuidó de pequeña cuando estaba enferma, solo me ignoraba, que yo me encontrase mal por un resfriado o una gripe parecía molestarle y eso siempre me causó un gran dolor, haciéndome sentir como que yo no era lo suficientemente importante o valiosa para ser cuidada en mis peores momentos. Pero, en cambio, Matteo, me había proporcionado un cuidado dulce y cariñoso las venticua
* Matteo* _Te dejé claro que no volviese a llamarme Esmeralda, fui muy claro... Y era cierto se lo dije directamente y la amenacé con no darle una segunda oportunidad, ella se había puesto en contacto conmigo utilizando un número oculto, seguramente sabia que si me llamaba desde su telefono no lo cogeria, aunque tampoco podria ya que la tenia bloqueada de todas partes. _Matteo, estoy a punto de dar a luz. Aquello me destrozó y una tensión enorme subió por todo mi cuerpo, había estado tan sumergido en mi nueva vida feliz al completo con Dianora y nuestro hijo, que ni siquiera recordaba nada sobre su embarazo. Yo tampoco la había creido del todo, en lo que se refería a aquel aquel niño fuese mío. _¿Por qué me has llamado? _Creí que deberías saberlo Dijo con una voz débil , era obvio que se encontraba en un estado de fragilidad, y era normal estaba a punto de dar a luz a un bebé. _¿Por qué ? Pregunté sabiendo perfectamente que esa llamada no era solo informativa si no que ella es