*Matteo*Escuché a Adriano como se acercaba a la propiedad y sin previo aviso la puerta se abrió despacio y la cerró detrás de él.Él me observó y luego a Esmeralda, parecía tener claro que debía hacer y solamente estaba esperando a mi órdenes. Las miradas de Esmeralda y Adriano se encontraron rápidamente, y enseguida ella volvió a mirarme a mi y su voz se volvió muy frágil y lagrimas empezaron a caer por sus ojos._¿Matteo que vas a hacer?Yo no contesté, aquella situación era perturbadora, y me cansaba y nunca pensé que llegaría a aquello. No me gustaba tener que matar a otra persona, y por eso mis hombres lo solían hacer por mí. Mucho menos me gustaba tener que haber llegado a la situación de pedir que mi ex novia, Esmeralda, fuese eliminada, pero ella sinceramente se lo había buscado. Se había convertido verdaderamente en toda una enemiga para mi, prácticamente en la número uno, pretendía manipularme para que le hiciese ascender y ser muy poderosa y sabía que sus objetivos eran re
*Matteo*Nada más asegurarme de que Esmeralda fuese encerrada, marqué con mi teléfono a Francesco, tenía una enorme ilusión de ver de nuevo a Dianora, abrazarla y sentir su cuerpo sobre el mío, saber que estaba viva y a salvo junto a mi. Pensaba que ella también sentiría lo mismo, al menos deseaba aquello. Yo tenía claro en mi interior que yo estaba enamorada de ella, pero no quería admitirlo en voz alta, pero me había preguntado muchas veces si ella también estaría enamorada de mi. No... eso no podía ser porque en realidad yo la había comprado y ella se había visto en deuda de comprometerse a tener un matrimonio a la fuerza conmigo. Pero al menos me hubiese coformado si ella tuviese algunos sentimientos por mi._Dime Matteo._¿Cómo está Dianora?_Bien, está a salvo, ya está afuera de la propiedad, la subí al coche de Piero e irán a mirarla al hospital._Oh, perfecto gracias.La casa de Esmeralda ha quedado bastante mal , la mayoría de los muebles están rotos y casi todos sus hombres
*Matteo*No supe exactamente cuando estuve allí, sentado en aquella barra de ese bar en el que solíamos encontranos siempre Francesco y yo, Adriano me llevo tambien allí esta vez a toda velocidad, en las calles apenas había tráfico, estaban vacías, era un día entre semana por lo que las gentes no estaban afuera de los locales de moda ni en los restaurantes centrales. Además era una noche fría, y la mayoría de los habitantes estarían en sus casas cobijándose._¿Qué quieres tomar Matteo? ¿ Lo de siempre?Me preguntó refiriéndose a mi bebida habitual y favorita, la que siempre tomabamos Francesco y yo y que nos encantaba.Apenas había gente en el local, y los pocos parecían borrachos, yo no deseaba beber hasta estarlo, solo quería tener un poco de alcohol fuerte en la sangre para sentirme mejor y conseguir asi relajarme y olvidar todo lo que me rodeaba aunque fuese por unos segundos._Un trago del tequila más fuerte que tengas.Él me miró y me sonrió, me conocía bastante, Francesco y yo
*Matteo* Pero Dianora se mantuvo firme ante mi reacción, como si realmente mi burla no le provocase nada y eso me hizo sentir aún más tristeza y enfado por como se estaba comporando. _Pues muy fácil Matteo, trabajando... yo sé trabajar, siempre lo he hecho y podré seguir haciendolo. Apreté la mandíbula ante aquel nuevo punal. _Mantendré a mi bebé con lo que gané con el trabajo que encuentre. Y no te preocupes que nos irá bien. Si hubiese tenido algo que romper cerca seguramente lo hubiese hecho, pero no era el caso y además pense que lo más oportuno sería controlarse dadas las circunstancias. _Ganaré mi propio dinero, se hacerlo, siempre lo hice desde pequeña, y sobreviviré sin ti Matteo. Dijo de manera directa. _Apenas hemos estado casados unos meses, como te crees que sobreviví antes, ¿Por mi padre o por mi? Yo me quedé paralizado. _Obviamente por mi_ dijo para terminar ya de hacerme daño y dejar claras sus ideas. _Pero tú tienes una deuda conmigo recuerdas. Dije perspic
*Dianora*No me sentía con fuerzas, al contrario, yo había perdido toda la energía con aquella discursión y me había quedado claro que no podría divorciarme ni alejarme de aquella lujosa villa ni de Matteo, él era peligroso y nunca me lo permitiría. Su parte mala era demasiado oscura y haría cualquier cosa por mantenerme junto a él, y había utilizado la intimidación y el miedo en el pasado para asustarme y debía admitir que me había sustado muchísimo de aquella amenaza que me había hecho de danar a mi abuelita y a Teresa. Mi abuelita siempre me cuido, desde que murió mi madre, y estuvo a mi lado, ya que mi padre no hizo en absoluto esa labor, solo me ignoró , humilló y fue un progenitor ausente al que yo no le importaba en absoluto. Y Teresa, había sido una gran amiga, siempre dispuesta escuharme y a darme todo el amor del mundo, incluso cuando yo me sentía demasiado deprimida para ser recíproca con ella._Ya me ha quedado claro..._Le dije intentando parecer tranquila._¿De verdad?_S
*Matteo*Ella siguió haciendo su tarea sin prestarme ningún tipo de atención, en ese momento llegó Margaritta con las bebidas calientas y las dejo en una mesita que estaba al lado. Yo me levanté, pegue un sorbo a una de ellas, y con la otra se la di, ella ni siquiera levanto la mirada._Te hará bien, hace frío, y algo caliente hará que entres en calor, en el jardín hace demasiado frío en esta época del año y el suelo esta helado.Me sentí un imbécil estando arrodillado de nuevo ante aquella niña insolente y egocéntrica con mi brazo derecho ante ella, con aquella bebida maravillosa que había mandado preparar y a la que ni siquiera daba una oportunidad igual que a mi.Supongo que Margaritta entendió que tardaría poco en descontrolarme y no quiso verse inmersa en una discursión matrimonial que iba a tener yo solo, ya que Dianora no prestaba ni la mínima atención ni a su alrededor ni a mi. Yo ya no existía para ella.Me levanté y dejé el chocolate sobre la mesa, no la aguantaba más._No
* Matteo*Y dudé varios segundos, no sabia si decir la verdad o no. Debia hacerlo pero sentia bastante mal y el doctor me observaba insistentemente intentando comprender porque Dianora había llegado tan frágil a dar a luz._Puede que haya tenido algo de más estrés las últimas semanas porque discutimos._Mmm comprendo, puede que experimentar emociones intensas y contradictorias le hiciese dejar de comer por momentos durante el día, y también no poder dormir las suficientes horas por estar hipervigilante o muy alterada, no descansar lo que es recomendable. Él dudó durante algunos segundos y volvió hablar. Sí, creo que ahora todo tiene sentido señor Baldini.¿Pero qué tenía sentido?, entonces estaba claro que era por mi culpa, por mi comportamiento, no tardé ni un segundo de culparme de su estado y me sentía terriblemente mal, no podía creerlo. Quizás debí dejarla tranquila, no intentar hablar de nuevo con ello incluso cuando era dulce, ni mucho menos enfadarme, volver a amenazarla y ag
* Matteo* Por un momento me sentí inmensamente aliviado de escuchar que mi esposa había salvado la vida, realmente creí que la había perdido para siempre y que aquello si que no podría superarlo. En ese momento, una vez aceptada la realidad y sintiendo de uevo ranquilo, me di cuenta de las miradas de todos, ellos se habían dado cuenta de lo mucho que la amaba y eso me hizo sentir en una posición de inferioridad, porque no era un hombre que quisiese mostrar mis sentimientos y menos en público, eso siempre me había parecido situarme en una situación de debilidad. _Ella... Dijo con voz quebrada, incluso parecía algo asustada de decirme aquello. _ Su esposa Dianora nos pidio que hiciésemos eso. _¿El qué? _ Pregunté sin comprender nada. Que fingiesemos como si fuese una obra de teatro que quizas le había sucedido algo, quería estar segura de su reacción, para ver si usted sentía realmente algo por ella o no. No podía creer que en su cabecita infantil hubiese sido capaz de tramar aque