Hice caso omiso de sus advertencias. Fui a las últimas estancias con Anfisa, quien me chantajeo, si no escapábamos juntos, no me daría la base de datos clave para la operación. Esa que había robado por su amor hacia mí. Me escapé con ella, lo demás es cuento. Nos atraparon, me torturaron sospechando
…. En eso es lo que debo pensar en una de las pruebas a mi temple, ello con mi cercanía a Julia en este apartado de bar. Ya hemos discutido sobre los términos de nuestro trato. Sobre cómo todo va de acuerdo a mi plan, Julia en sí no lo necesita saber. Logramos finiquitar los tópicos necesarios, y
Sabía que Luciano era una obra de arte, que casarme con él era un riesgo, pero desde que se escapó esa noche de nuestra cama la duda se ha sembrado en mi corazón. No es sólo el hecho de que se haya ido del departamento como dos horas por lo que pude calcular, sino que haya mentido con que fue al bañ
A Luciano se le va cayendo la sonrisa pícara, y se va enseriando. —Suelo ser así cuando entro en confianza en una relación. Soy un hombre detallista. —No me digas. ¿En cuánto tiempo es que lo sueles hacer? — hablo rozando la ironía. —Como… ¿seis meses? — se acaricia la barbilla. Mientras más bro
La ausencia esa noche, la falta de sexo, el collar y ahora el ofrecimiento de un capital cuantioso para abrir mi propia empresa, me lo dejan en claro. Muy en claro. A Luciano no lo abdujeron o clonaron el viernes, ya sé lo que hizo. —¿Con quién te acostaste Luciano Brown? — le acuso con una voz de
Al ir acariciando así en mi botón, vuelvo a morder mi labio para no alzar la voz. Sin embargo, no lo puedo resistir más, se me sale un gemido muy alto y se me saldrá otro… —Shhh… shhhh… — Luciano dice esto tapando mi boca fuertemente con la mano libre — Tratemos de no ser escuchados desde afuera.
Digo eso para después secar mis mejillas mojadas, Luciano mete un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. —No comprendo tu apego a esta empresa. No dejes que lo que estás consiguiendo te nuble. Los mismos que te menospreciaron en el pasado, son los mismos que besan tus pies hoy. Y eso incluye a
Ser una trabajadora común a tiempo completo, investigadora privada en horas libres y una recién casada con un marido como el mío, no es sencillo. No es simple ser Marianne Belmonte en la actualidad, aunque nunca lo ha sido. Sin embargo, lo he logrado a mi ritmo. La muestra más fehaciente de ello es