Ser una trabajadora común a tiempo completo, investigadora privada en horas libres y una recién casada con un marido como el mío, no es sencillo. No es simple ser Marianne Belmonte en la actualidad, aunque nunca lo ha sido. Sin embargo, lo he logrado a mi ritmo. La muestra más fehaciente de ello es
Para mi desgracia, las cosas que he descubierto en este tiempo, justifican mi paranoia y más.….Después de un recorrido extenso por las instalaciones para la prensa, varios discursos más sobre las ambiciones del proyecto y pies muy cansados en estos tacones, finalmente estamos vía a la cena de cier
—Hija no lo entiendo. ¿Por qué no quisieras parte de mis acciones? Ser accionista te ayudará en tu postulación a la gerencia — explica papá sonando preocupado por mí.¿Realmente está preocupado por mí? Tampoco es como que pueda echar para atrás mi postulación. En eso no he seguido el consejo de Luci
Luciano quejándose de una situación que él mismo provocó no es ni sorprendente, ni digna de alguna reacción fuerte de mi parte. Que esté viendo como si fuera a caerle a golpes a Mateo en tres segundos, también provoca lo evidente, que este se sienta intimidado.—No hablábamos de nada importante. Me
—Es una oferta tentadora, pero… — bostezo y tapo mi boca — paso de ella.—Tenemos que trabajar en tu necesidad de llevarme la contraría…—También en tu necesidad de mentirme con compulsión.—Auch. Vuélvete a dormir, anda — bromea él. Lucho para no sonreír, e igual lo hago.A pesar del éxito de este
Es la segunda vez que vengo a la mansión Brown y la impresión continúa siendo igual de grande que la primera vez. Debido a que tenía experiencia, me comporto lo mejor que puedo al ser recibida por la tropa de empleados de esta propiedad, y al sentir sus miradas sobre mí, continúo por los peldaños de
—¿Sorprendente no? — se me sale esto con una pizca de amargura.—Después de la manera en la que me comporté en tu boda, sí lo es… No he podido disculparme propiamente contigo. Pero es que, fue un gran shock para mí ver a América en esa fiesta. Conocer que Luciano lo sabía de antemano, el paradero de
—¿De qué están hablando los dos? — nos interrumpe Luciano con un aspecto irritado.Liam endereza su espalda automáticamente, como buscando la aprobación de Luciano. Luciano no es la versión simpática y coqueta de siempre, es una amarga y que desaprueba mi presencia aquí.—Quería saber cómo estaba tu