Mis palabras se llevan varias reprimendas que me resbalan. Me resbala cualquiera de las opiniones de estas mujeres. ….. Para cuando regresamos al puerto y chequean a Amanda en la ambulancia, el auto de Sergio está llegando. América es la primera en salir corriendo a tomar entre sus brazos a Amanda
La culminación de mis planes malévolos se daría finalmente en este maravilloso día. A las puertas de la catedral, y llevando mi vestido rosa de madrina de bodas, tengo una visión muy divertida. A Amanda saliendo a duras penas del Mercedes 300 bañado en flores blancas. El vestido tipo princesa es tan
Ella está avanzando con el Ave María de fondo, y su gran, gran vestido con velo y corona del brazo de mi padre. Hay muchas mujeres conmovidas entre los invitados. La catedral está a reventar de invitados, y la decoración parecía de novela, había que admitirlo. El problema son los gestos de bochorno
Tampoco la incomodidad tonta de América me hace sentir mejor. A Luciano sí que lo hace, él sí que gozaba de este tipo de torturas. En especial, esas dirigidas al pasado de América. En más de una ocasión le ha preguntado sobre su supuesta preparación como arqueóloga en Egipto, o de que si era cierto
El mundo me da vueltas, aún con los ojos cerrados y despertando, lo puedo sentir. Me había pasado de copas en lo que fue la patética boda de mi hermana. Sonrío y más me acurruco en mi pequeña cama. Es complicado enumerar cuál fue la mejor parte de esa boda infernal, si la suegra criticona, el papá h
—Muy gracioso eh. Es obvio que este departamento no compagina con tu nivel de vida. Iré a vivir contigo, PERO seguiré visitando regularmente mi departamento, es mi inversión — acuerdo con él. Parece satisfecho — Otro punto del cual discutir, ¿por cuánto tiempo se supone que durará este matrimonio?
Es un martes cualquiera, de una semana cualquiera en el trabajo. Ningún acontecimiento extravagante o siquiera relevante ha ocurrido en la jornada laboral como para mencionarlo. A excepción de que el lunes nos lo dieron libre para pasar los estragos en el cuerpo de la boda de Amanda. Mencionado ell
—¿Qué me cuentas? Inicia tú, no sabes esconder cuando te va mal — comenta. Lo triste es que decía la realidad. Era terrible manejando mis emociones y ocultándolas. —Parece que todos allá afuera saben que nos casaremos. Y… me están tratando sospechosamente bien. Hasta Maite bromeo con que la invita