Ellie.7:54 PMFruncí el ceño y me crucé de brazos. Es evidente que no le agrado en lo absoluto a la hermana de Vicenzo, Alessandra.—¡Ellie! —Alguien cautivó mi atención, obligándome a darme la vuelta. Entonces, vi a Leah acompañada de un par de mujeres—Felicidades por tu matrimonio, querida.Me abrazó fuertemente.—Gracias por venir, Leah, sé que no nos conocemos mucho, pero, me alegra que hayas venido a acompañarme en un día tan especial para mí.—Es un gusto estar aquí esta noche —me mostró una sonrisa—Quiero a presentarte a Irene y Wendy, las mejores amigas de mi esposo y mujeres que considero van a hacerte una gran compañía. También quiero a presentarte a Mina, la mujer más leal que conozco, pero, ella tenía que trabajar hoy.—Un placer conocerlas chicas. Mi nombre es Ellie Stewart —me presenté amablemente.—Wendy Russo —una mujer de ojos cafés y cabello rubio capturó mi mirada por un segundo.—Irene Zhang —de acuerdo, creo que esta muchacha tiene ascendencia asiática por su ape
Ellie.Un cuento de hadas.Esta es la definición correcta de lo que fue nuestra gran luna de miel en China. Estuvimos en los lugares más emblemáticos, nos dedicamos a hacer lo que más nos gusta y a disfrutar de un tiempo de calidad juntos. Y para ser exactos fueran dos semanas las que nos desconectamos del mundo entero, y sí, se sintió bastante bien.En cuanto el cuento de hadas terminó, tuvimos que volver a Italia para seguir con nuestra rutina diaria. La única, y la más grande diferencia, era que Vicenzo me había dicho que muy pronto dejaremos de vivir en su actual departamento puesto que ha conseguido un lugar cálida que se ajusta mucho mejor a nuestras necesidades, y no pienso discutir eso con él. Trataré de hacerlo todo a su manera en tal aspecto.Terminé de lavarme las manos en el lavamanos del baño de la empresa, y encendí mi teléfono para encontrarme con una llamada pérdida de mi madre, razón por la que le devolví la llamada.—Buenos días mamá, lamento no haber respondido. La
Vicenzo.Estaba a punto de irme a casa, puesto que el reloj marcaba más de las nueve y media de la noche y quería compartir un poco con Ellie antes de irnos a dormir. Aunque, a este punto ya creía que ella podía estar durmiendo porque no respondió mi último mensaje. No obstante, todos mis planes se fueron por la borda cuando mi hermana apareció por la puerta de mi oficina.—Buenas noches, Vicenzo —me saludó dejando su bolso sobre mi escritorio y ofreciéndome un sobre cerrado con cautela.—Buenas noches, Alessandra...—murmuré y tomé el sobre entre mis dedos y lo miré con lentitud —¿Qué es esto?—Ábrelo, creo que vas a llevarte una gran sorpresa —murmuró, con un brillo especial en los ojos. —Eso ya lo veremos, Ale —le susurré, empezando a abrir el sobre con un poco de miedo debido a que no sabía de qué se trataba, mucho menos si tenía que ver con mi hermana tan querida. Creo que mis planes de ver a Ellie antes de irnos a dormir se han caído por la borda, puesto que ahora mismo solo nec
Ellie. Adiós bebé, pero, la verdad es que no quiero saber nada más de ti.Si respondo a esta llamada se debe a que necesito concluir con un capítulo en mi vida, y empezar la mejor de las historias de romance con el único hombre al que amo ahora y al que seguiré amando.—Entonces...Ellie, no imaginas lo mucho que me alegra el corazón el que hayas leído el correo que te envié —suspiró. El simple hecho de volver a escuchar su voz me estaba volviendo loca, y no de amor, si no de desamor y tristeza—Aquello me hace pensar que los pétalos de este amor no han terminado de caer todavía.—Los pétalos de nuestro amor se regaron hace mucho tiempo, tanto que se han perdido entre mis pocos recuerdos y memorias. Nada queda entre tú y yo, y a pesar que me costó aceptarlo cuando terminamos nuestra relación, lo acepté cuando pude sanar.La melancolía me invadió. Los recuerdos se apoderaron de mi mente, y supe que ya no iba a llorar nunca más por este hombre.Para mi primer amor, ya te solté y no pien
Primera parte: Fingiendo amor EllieNo vueles sin antes haber caminado.Tal vez alguien debería haberme dicho aquello, porque ya es demasiado tarde para tomar un consejo.No tengo nada, nada...Oficialmente, estoy jodida.No me quedan más que doscientos dólares en el bolsillo, eso apenas me sirve para pagar una noche en un hotel de mala muerte y una comida regular. En realidad, si no encuentro un trabajo hasta la noche, mañana estaré viviendo en la calle.Decidí abandonar mi hogar luego que me diera cuenta que la situación con mis padres no iba a mejorar de ninguna manera, pues se la pasan diciéndome que mis sueños no tienen sentido y que no hago más que perder el tiempo. Mi más grande sueño es convertirme en una gran diseñadora de modas, pero, ellos creen que ya hay demasiada competencia en la industria y que no vale la pena ni siquiera intentarlo, y estoy harta de llorar en mi habitación todas las noches a causa de sus palabras que se clavan en mí como espinas. Al fin y al cabo, ya
VicenzoHe ganado el cielo al conocer a una mujer tan bonita como Ellie, y me alegra que aunque sea una completa mentira, voy a poder decirle a todo el mundo que esa señorita es mi esposa.Llevé a Ellie al hotel en el que se estaba hospedando hasta hace poco, y luego, conduje hasta mi apartamento en una zona exclusiva de la ciudad. Todo el camino nos la pasamos en silencio, y me limité a observar sus facciones con la mayor atención posible. No estaba usando nada de maquillaje, lo que me dio la oportunidad de verla en su estado más natural. Su belleza era sublime, y me invitaba a querer conocer más de ella.Ella me está invitando a pecar y esto no suele sucederme nunca. Ellie parece haber sido hecha para mí y aprovecharé cada momento a su lado, me lo he prometido a mí mismo una y otra vez desde que la conocí.Llegamos al edificio, dejamos el automóvil en el parqueadero y tomamos el ascensor, todavía en un silencio absoluto. Apenas abrí la puerta del lugar en el que vivía, ella se llevó
EllieDemonios... Ellie Stewart ¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿Por qué le permites a un desconocido tener tanto poder sobre ti?Me encerré en la habitación de Vicenzo, media desnuda y con el corazón acelerado.Observé todo lo que tenía a mí alrededor; una gran cama con edredones de calidad, almohadas de plumas, lámparas que de seguro costarían millones de dólares y en las paredes del dormitorio, colgaban cientos de fotografías de una mujer adulto. Por obvias razones, supuse que esa señora era la madre de Vicenzo, la misma por la que está dispuesto a cometer tantas locuras.Me alejé de la puerta en cuanto escuché que giraban la perilla, y juro que me puse aun más nerviosa al ver a ese hombre sin camisa frente a mis ojos. Suspiré, buscando la forma de tranquilizarme y dejé que se acercara a mí, para arrinconarme en la pared más cercana y comenzar a besarme.—Gatita...—susurró—Eres preciosa, no me malinterprentes, pero, me pregunto si estás segura de hacer todo esto. No quiero incomod
Vicenzo—Buenos días, Valentina —saludé a mi secretaria, quien se encontraba revisando algo en la computadora en su escritorio cuando llegué a la empresa. Valentina es una mujer alta de cabello castaño corto y ojos verdes. Es muy amable y eficiente, por lo tanto la considero la mejor secretaria que he podido tener en mi corta trayectoria en el mercado de las bienes raíces—¿Alguno que deba saber?—Buenos días, señor, no hay ninguna novedad...—me sonrió con dulzura. Esa mujer era muy tranquila, lo ha sido desde que la conocí un par de años atrás—Solo que su madre la está esperando en su oficina, pienso que debe saberlo. No puede ser.¿Por qué tienes que aparecer tan de repente cuando estoy intentando construir un matrimonio falso?Siempre apareces en los momentos más inoportunos.—¿Mi madre está adentro? —Cuestioné y asintió —De acuerdo, gracias por avisarme.—No se preocupe, señor Coppola —bajó la mirada—No olvide que tiene una reunión a las dos de la tarde, después del almuerzo y que