Me asomo por una rendija en la cortina del segundo piso. Al principio, había pensado que era sólo un auto, pero en realidad eran dos camionetas negras. La puerta de una de las camionetas se abrió y de ella bajo nada más y nada menos que Dylan.El jodido Dylan.—Es Dylan.Caleb asiente cuando me doy vuelta hacia él. Jared entra corriendo a la habitación y le entrega un arma a Caleb. Los miro con una ceja enarcada.—¿Y la mía? —preguntó. Ambos se miran y luego Caleb se acerca a mí.—¿Sabes usar una?Entorno los ojos y coloco una mano en mi cadera.—Pues claro que sí. Denme una—estiro mi mano. Caleb duda unos segundos.—¡Caleb, Jared, vengan a abrirme la puerta para que tomemos el té! —grita Dylan.—Mire que a tomar el té, idiota —sisea Jared. Pero yo no le quito la mirada de encima a Caleb, y tampoco bajo la mano, porque quiero que sepa que no me voy a dar por vencida. Somos apenas tres, vamos a necesitar toda la ayuda posible.Dylan dispara hacia arriba y le da a la ventana de la habi
Nos bajamos del auto con precaución, me acerco al lado de Caleb que se está agarrando el brazo. Mi chico baja su mano y revisa que ya no esté saliendo más sangre.-Dame la mano –me dice. Agarro su mano y la aprieto.A lo lejos veo a Ethan y otro chico caminando hacia la camioneta de Dylan. Mientras avanzamos más puedo ver con mayor claridad, y me sorprendo cuando reconozco al chico que está al lado de Ethan.Noah.Aunque eso no es lo más impresionante, sino el hecho de que Ethan lleva un arma, la levanta y le dispara sin siquiera vacilar, en la cabeza a Dylan. Me detengo en seco y no puedo evitar pensar en lo rápido que esta historia cliché dio un giro, en que hace unas horas yo creía que estos chicos eran simples adolescentes con problemas de adolescentes hormonales y alocados. No podía estar más lejos de la realidad.Ahora mismo me siento inmersa en una historia de mafias y cliché.Y no sé qué es más raro, si el hecho de estar pensando en eso o el estar mirando cómo la sangre sale d
–¿Qué pasó con eso de que ibas a cuidarla? –le espetó furioso mi hermano a Caleb.–Yo no quería que sucediera esto, hice lo mejor que pude en el momento –se disculpa mi novio. Yo niego y me posiciono entre medio de ambos. La mirada enojada de Benjamín cae en mí y se suaviza al instante.–Benja, Caleb y Jared me protegieron –le digo.Mi hermano suspira y luego asiente mirando a Caleb.–Lo siento, pero debes entender que el saber que mi hermana ha estado metida en un tiroteo, me pone nervioso.–Lo entiendo, no te preocupes.Y luego de eso Benja se calmó, yo lo entendía. Si hubiera sido al revés, probablemente me habría tirado encima de Jacinta pidiéndole explicaciones. Bueno, quizás no tanto, quizás también le habría gritado un poco si mi hermano no estuviera herido.–Me sorprende verte aquí –me susurra Noah cuando nos quedamos los dos solos en la sala. Caleb, Jared y Ethan estaban llevando los cuerpos envueltos al auto y Benja había hecho la mezcla de los líquidos para borrar toda manc
Los padres de los chicos llegaron casi de inmediato. Su madre, por supuesto que los reviso de arriba abajo para saber que estaban bien, pero cuando vio la herida de Caleb lo obligó a sentarse, le curo y vendó la herida. Lo hizo con tanta naturalidad que me pregunté si había tenido que hacer mucho eso con su esposo, teniendo en cuenta lo que sabía sobre él. Mi hermano ya se había marchado, todos le agradecieron por el trabajo que había hecho limpiando y lo obligaron a venir a una cena.–Cariño, ¿estás bien? –me preguntó, yo asiento y me dejo caer al lado de Caleb en el sofá–. Caleb me contó que le salvaste de otro disparo, y que tú lo mataste. ¿En serio estás bien?La verdad es que me lo habían preguntado tanto que ya comenzaba a molestarme, es decir, ¿tan débil creían que era?–Sí, lo estoy.Ella asiente dándome una mirada cálida.–Eres una chica muy fuerte y valiente.Le doy una sonrisa y esperando que no me vuelva a preguntar nada más, me apoyo en el hombro de Caleb cuando ella se a
La situación era una mierda, todo se había vuelto tan bizarro que me costaba creer que mi novia había estado envuelta en un tiroteo, que había disparado a alguien para salvarnos y que además parecía estar muy bien. La observé mucho rato cuando estábamos en la sala, ella casi parecía cansada de que todos le estuvieran preguntando si estaba bien, y la comprendía.Si había algo que a Trini no le gustaba, era que la consideraran una chica débil, muy lejos de lo que ella en sí era. Ahora estábamos acostados, ella con su cabeza apoyada en mi pecho y un brazo alrededor de mi cuerpo. Se sentía jodidamente bien estar así con ella.Acaricio su cabello mientras siento su cálida respiración sobre mi piel, y no puedo evitar en lo rápido que esta chica se ha metido bajo mi piel. Si tuviera que enumerar sus cualidades, no terminaría nunca. Y hoy, mi morena había sido muy valiente.A pesar de que yo le había dicho que si quería dejábamos esto hasta aquí, en el fondo quería que ella se quedara, y eso
Decir que estaba en shock no era nada, nada, porque yo sentía que literal nunca había estado tan sorprendida en mi vida. Probablemente no era así, pero ahora mismo no podía recordar otro momento en que estuviera así de sorprendida.Te amo.Esa palabras hacían eco en mi cabeza a cada segundo y creo que ni siquiera estaba pestañeando, solo miro a Caleb sin decir nada mientras él me mira con una expresión nerviosa en su rostro.Cómo no iba a estar nervioso si acababa de decirme que me ama y yo no he dicho nada.¡Espabila Trinidad!Muevo la cabeza intentando despejarme, y por fin pestañeo. Me aclaro la garganta y hablo.–¿Estás seguro? Es decir, es una palabra muy grande, con mucho significado –digo, él asiente.–No jugaría con algo como eso.Bien.–Estoy sorprendida.Caleb cierra los ojos y suspira.–Di algo, lo que sea, si no sientes lo mismo lo entenderé –dice sin mirarme.¿Siento lo mismo?¿Lo amo?Indago en el fondo de mi corazón y encuentro la respuesta.–Te amo.Él abre los ojos rá
Había llegado el gran día de Caleb.Según él, no lo era pero todos sabíamos que sí.Hoy sería su primera pelea de boxeo y ahora mismo todos estábamos en la habitación que le habían asignado. Bueno, todos eran: Jared, John, su padre y yo. Mi querida suegra llegaría más tarde porque venía viajando.—¿Estás nervioso? —le pregunta Jared. Caleb enarca una ceja.—¿Debería estarlo?—Acabo de ver al otro imbécil, ¡es gigante! —dice, yo me encojo de hombros y Caleb igual.—Sí, es grande pero lento —digo.Él me mira.—¿Cómo sabes?—Porque Caleb y yo fuimos a una de sus peleas —digo sonriendo grande.Hace dos semanas había peleado en un club clandestino y por supuesto que Caleb y yo habíamos ido a verlo, claramente, bien de lejos, pero lo necesario como para ver cada uno de sus movimientos.—Él no tiene nada de lo que preocuparse —digo moviendo la mano.Estaba en el regazo de mi novio, mientras le vendaba ambas manos.—Ves, si ella, la experta en noquear tipos dice eso, le creo —dice mi suegro.
—¿Cuáles son las pruebas en contra de ambos? —pregunta el padre de Caleb.Nos tenían a ambos en la comisaria, mi padre venía en camino y por mientras mi suegro había tomado la representación de ambos.—No tenemos prueba en su contra…—¿Me está diciendo que los han traído, esposados, como unos criminales, solo para hablar?André estaba furioso, y por supuesto que yo también.—Les pregunte la razón y nunca me la dieron, nos trajeron a la fuerza —digo. André se gira a mirarme y se me acerca rápidamente.—Cariño, ¿estás herida?Niego y él asiente dándose vuelta hacia Caleb.—¿Hijo?Caleb niega también.—Nos siguieron hasta el lago y nos tomaron como si fuéramos prófugos.—¿Dónde está Derek? —le pregunta a uno de los policías. Ellos se miran entre ellos claramente incomodos.Lo que no es menor y un claro indicio del abuso de poder.—Él no está aquí…—Quiero ver la orden de arresto, ¡ahora!Los policías vuelven a mirarse entre ellos y la incomodidad de ambos incluso me da pena.—No hay orde