Si las cosas se ponen densas, te cubro la espalda.

Los padres de los chicos llegaron casi de inmediato. Su madre, por supuesto que los reviso de arriba abajo para saber que estaban bien, pero cuando vio la herida de Caleb lo obligó a sentarse, le curo y vendó la herida. Lo hizo con tanta naturalidad que me pregunté si había tenido que hacer mucho eso con su esposo, teniendo en cuenta lo que sabía sobre él. Mi hermano ya se había marchado, todos le agradecieron por el trabajo que había hecho limpiando y lo obligaron a venir a una cena.

–Cariño, ¿estás bien? –me preguntó, yo asiento y me dejo caer al lado de Caleb en el sofá–. Caleb me contó que le salvaste de otro disparo, y que tú lo mataste. ¿En serio estás bien?

La verdad es que me lo habían preguntado tanto que ya comenzaba a molestarme, es decir, ¿tan débil creían que era?

–Sí, lo estoy.

Ella asiente dándome una mirada cálida.

–Eres una chica muy fuerte y valiente.

Le doy una sonrisa y esperando que no me vuelva a preguntar nada más, me apoyo en el hombro de Caleb cuando ella se a
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo