Hola cariñitos!! Buenoooo quiero saber sus impresiones, escribanme qué opinan de los protagonistas, yo amo leer sus opiniones jeje Besooooos
Aurora se bajó en la parada de autobuses y caminó hacia su casa, aunque lo que menos quería era encontrarse con su madre. Benjamin le había dado una orden directa: regresar y cambiarse de ropa antes de volver al parque. Apenas cruzó la puerta, se dio cuenta de que su madre estaba en la sala. La mirada que le lanzó estaba cargada de odio, una expresión que Aurora nunca había visto en el rostro de su madre. Los dientes apretados, su madre estalló en una pregunta venenosa: —¿Dónde demonios te metiste? Ahora además te has vuelto una puta? Tú padre debe estar retorciéndose en su tumba. Aurora quedó paralizada por las palabras de su madre. Esa acusación era tan falsa como dolorosa. Su madre nunca antes la había insultado de esa manera, probablemente porque ella solía quedarse en casa la mayor parte del tiempo. Aurora finalmente logró balbucear: —Mm-Me he quedado con Emily, lamento no haber avisado. El rostro de su madre al escucharla se volvió rojo en un instante. En un movimiento r
Aurora había salido de su casa prácticamente corriendo, ni siquiera se preocupó por ponerse algún ungüento en el pómulo que sentía que ya estaba hinchado, ni limpiar la herida de su labio, no, lo único que ella quería era salir de esa casa. Al llegar al parque, Tony, el vigilante del turno de la mañana la miró como si estuviera viendo fijamente una escena del crimen. —¡Por Dios, niña! ¿Qué te ha pasado? Como pudo intentó regalarle una sonrisa tranquila al hombre y negó con la cabeza antes de decir: —Oh, no ha sido nada, ya sabe que soy muy traste y he tropezado en el baño, pero estoy bien. El hombre la miraba de manera dudosa y no había que ser un genio para saber que su mentira era más bien pobre, pero no pensaba ni por un segundo decirle a la gente lo miserable que era su vida fuera del parque, en su lugar le regaló una nueva sonrisa al hombre, sin importar que le hiciera doler la herida del labio y entró al parque. Lo primero que hizo fue buscar a su amiga Emily, la chica debí
Benjamin no podía creer el nivel de atrevimiento de esta chica, mira que decirle que le ponía condiciones para aceptar el trabajo, ¡Cuando él prácticamente le estaba lanzando un salvavidas! Era más que claro, luego de haber conocido donde vivía, que la chica necesitaba el dinero con urgencia, además la investigación que le dio Alex decía que había tenido que retirarse de la universidad, aún cuando era la primera de su clase. Por eso el hecho de que le pusiera condicionantes le parecía una completa locura, aparte de ser un atrevimiento, ahí el jodido jefe era él. —¿Condiciones? — preguntó con los dientes apretados—¿A qué demonios te refieres con condiciones? ¡TE ESTOY DANDO UN MALDITO ASCENSO! Arora sabía que estaba jugando con fuego al atreverse a tanto, otra persona simplemente agarraría la oportunidad de oro que le estaban dando y listo, pero ella no era como las demás personas y si con este cambio de rumbo podría aprovechar para ayudar a los demás, entonces lo haría. —Sé que m
Emily estaba viendo a Aurora con los ojos muy abiertos, mientras escuchaba de boca de la chica todo lo que había pasado en las últimas 24 horas. Y es que no entendía cómo era que tanta locura pudo haber ocurrido en tan poco tiempo. —¿Qué vas a hacer?— preguntó finalmente, ayudando a su amiga a quitarse el trabajoso disfraz de hada que llevaba puesto ese día— Es una gran oportunidad, ser la asistente de Benjamín Reed te daría estatus. Eso era algo que ya Aurora sabía, pues llevaba todo el día pensando en la propuesta que el CEO le había hecho y es que, el rubio le había dicho que tenía hasta que finalizara el día para darle una respuesta, y resulta que su jornada estaba a solo minutos de terminar y ella aún no sabía bien qué hacer. O bueno, sí que sabía lo que quería, pues lo que quería era ese ascenso y poder volver a estudiar, pero no sabía si aceptar la beca sería lo indicado, además su madre iba a poner el grito en el cielo. —Mi madre se pondrá histérica— dijo finalmente, exter
La mañana siguiente Aurora se despertó más temprano de lo usual y consiguió salir de la casa sin que su madre se diera cuenta, lo único malo de eso era que le tocaría esperar mucho para que el parque abriera, pues el ingreso al público era desde las 10:00 am.Con calma cruzó la calle del parque y entró a una linda cafetería que quedaba en todo el frente y dónde muy pocas veces había podido ir por cuenta propia, pues el dinero no le sobraba como estarse dando esos lujos, pero ese día no había desayunado y si tenía que esperar dos horas, era mejor hacerlo con el estómago lleno.Al entrar se acercó hasta la barra y pidió un café americano sin azúcar, lo único en esta vida que comía libre de azúcar era el café, porque del resto era una amante de los dulces.—Aquí tiene, señorita.—Muchas graciasAurora le regaló una sonrisa amable a la señora y tomó su bebida dispuesta a buscar una mesa donde sentarse a esperar y encontró una casi al final, donde solo estaba sentado un chico que no podía
Nathaniel estaba a punto de tener un ataque, no entendía cómo era posible que el mocoso se haya ido de su casa y nadie se hubiese dado cuenta. De Derrick no le sorprendió, pues el tipo no miraba al niño si no era para gritarlo o darle un golpe, pero Milly, su madre, debía estar como loca buscándolo. Llevaba al mocoso agarrado del cuello de la camisa mientras entraban al parque. A su lado la habladora caminaba con los ojos muy abiertos por la impresión, aunque milagrosamente había mantenido la boca cerrada. Los guió hasta la sala de empleados que a esa hora estaba vacía y solo cuando entraron soltó al muchachito y con una mirada insondable le dijo: —Tienes tres minutos para explicarme por qué carajos te has ido de la casa. Al escucharlo el rostro del chico se puso rojo y un gesto de rabia se apoderó de su cara, en el instante en que, con la mirada brillante, de lo que parecían ser lágrimas contenidas le decía. —¿En serio me preguntas por qué me fui? ¿Necesito recordarte como son las
Aurora sentía que tenía la energía a mil mientras entraba al vestuario de empleados. La conversación con su jefe había sido, hasta el momento, la más profesional y tranquila que había tenido. Y después de escuchar que el parque estaba en riesgo de ser cerrado un ímpetu de protección enorme había crecido dentro de ella, ese parque significaba todo para ella. —Vaya, hoy si que llegaste temprano— La voz de Josh, uno de sus compañeros de turno la hizo dar un respingo. Josh era uno de los empleados más recientes del parque, de hecho él fue el causante del incio de sucesos desastrosos que pasaron entre ella y Benjamin Reed, pues se suponía que era él quien debía llegar disfrazado de príncipe ese día, pero no llegó a la hora y ella, siendo como era, había terminado besando a un extraño que terminó siendo el dueño del parque. Increíble, pero cierto. La suerte no fue un ingrediente generoso en ella al momento que la crearon, pues toda su vida era una constante tragedia cómica. —Eso te puedo
Benjamin no sabía que era lo que le pasaba con esa niña del demonio, en cualquier otro momento ya se hubiese encargado de despedirla sin dudarlo siquiera, pero con Aurora había algo que hacía que, a pesar de que lo hacía salir de quicio, también conseguía que la buscara en cada ocasión, así sea para discutir, tal como estaba pasando en ese momento.—¿Con qué te parezco un ogro, eh? Parece que se te ha quedado de costumbre llamarme así. Por un instante, Aurora no pudo hacer más nada que no fuera mirar, avergonzada y asustada al imponente hombre frente a ella. No sabía por qué siempre se le tenía que ir la lengua cuando se trataba del CEO.—No, no señor, para nada—le dijo y por el rabillo del ojo fue consciente de como Logan se alejaba de ahí dejándola a su suerte, sin embargo, antes de poder pensar en algo más que decir, cayó en cuenta de las palabras del hombre—Un momento, ¿Qué quiere decir con que se me ha quedado de costumbre?Benjamin no tenía en sus planes hablarle a la Aurora sob