— ¿Díganos, doctor, cómo fue la operación?— por supuesto el primero que se atrevió a preguntar rompiendo la tensión y el silencio fue el padre de Ian, quien necesitaba que el doctor los sacara ya del estado de nervios en el que llevaban inmersos varias horas.

El cirujano los miró a todos y asintió sonriendo, sabiendo que solo con ese gesto la familia se sacaba una gran losa de encima.

— La operación fue un éxito — dijo el hombre al fin — un verdadero éxito, todo ha ido perfecto, ahora solo hay que esperar a ver cómo se recupera y qué resultados tiene, por lo pronto se quedará en cuidados intensivos toda la noche y por la mañana, si todo va como está previsto, lo trasladaremos a la habitación.

Lía estaba feliz pegándose más a su novio, dejando que él tuviera tiempo a reaccionar, pero dándole su apoyo en todo momento, lo bueno era que al menos el médico les había dado muy buenas noticias y que si los pronósticos eran acertados el pequeño Ian saldría de esta victorioso.

Evan por fin sint