Khan era un hombre desconfiado que sabía que cualquiera podía resultar un espía y que todo el mundo tenía un precio, que la lealtad es un bien demasiado escaso que veía peligrar al enterarse de la redada hecha en el taller de su hijo.

—Que me puedes decir de los rumores que circulan referente a la detención de Dylan Kesser— pregunto Khan al investigador privado que había contratado.

—Sí que es verdad que ese hombre fue apresado, pero no demoró mucho en la estación y fue liberado tras un par de horas después, como si nada hubiera pasado. Mi contacto en la policía me dijo que se habían confundido de sujeto y que ese no era Dylan, pero obviamente si lo era, cuando le mostré la foto del hombre, me dijo que sí que era el mismo, pero que ese no era Dylan.

Khann medito las palabras del agente, sería posible que su único hijo lo hubiera traicionado. Aunque conocía que su hijo tenía un amorío con un agente corrupto, aun así era imposible que este hubiera podido sacarlo rápidamente, algo no le