Khan se observaba al espejo, estaba harto de fingir ser quien no era, demasiados años escondiendo su verdad e intentando restablecer su imperio. Esta vez había sido mucho más inteligente, desde el principio hizo que todos sus negocios se vieran completamente legales, de cara a la sociedad era un rico empresario iraní que había llegado a Estados Unidos hacía apenas 10 años y tuvo la suerte de dar con una hermosa y guapa mujer que le abrió las puertas a la alta sociedad estadounidense.Khan había dejado de ser el peligroso mafioso perseguido por las autoridades para convertirse en el rico heredero Harun Habib de los Emiratos árabes, gracias a los contactos de su nueva esposa consiguió hacer un enorme fraude piramidal con el que pagaba las inversiones de uno con las de los otros hasta conseguir rearmar su organización, todavía le quedaba mucho camino por recorrer.Las mafias eran celosas de su territorio y nadie lo conocía, no podría salir a la luz hasta eliminar a esa persona que sería
— Bueno, pues cuando termines te agradecería que vinieras a ver a tu madre, con tu desayuno del brazo a ser posible.Harun sonrió por la forma en que su mujer hablaba con Evan, era una de las cosas que le gustaban de Leticia aparte de su belleza y su dinero, su lengua afilada.Lia estaba en la cama pendiente de la conversación de su novio, aunque lo único que deseaba era volver a tenerlo en la cama con él.—Entonces tendrá que ser en el almuerzo madre, sabes que el desayuno es el alimento más importante del día, deberías probarlo algún día, puede que eso te mantenga de buen humor.Por supuesto que su madre poseía una gran lengua afilada, pero la de Evan lo era aún más, además no permitiría que su madre bajo ninguna circunstancia se atreviera a decir algo hiriente de Lía, una vez terminó de decirle eso colgó.No le daría opción de réplica a su madre.—Entonces en qué me había quedado— mencionó Evan, acomodándose de nuevo sobre el cuerpo de su bella prometida para sentirse piel con piel
—Lia… Lia… Te amo…— susurró besándola mientras sus manos recorrían la parte baja de su cintura — no te dejaré escapar de mi lado.— Te amo Evan…— Aseguró ella sintiendo el miembro de su amante palpitando en su interior, haciendo que se estremeciera que sus ganas de dominarlo crecieran y es que no había nada mejor para Lia que hacer estremecer a su pareja y verlo rendido a sus peticiones.—No más que yo LíaPara Evan era una necesidad hacerle el amor a su pareja, algo que necesitaba del mismo modo que necesitaba respirar y que necesitaba besarla.Le encantaba todo de ella, sobre todo si se trataba de él recorriendo sus curvas.— Todavía no mi amor…— Lia agarró las manos de Evan quién tan hábilmente las usaba para estimular todo su cuerpo y en un movimiento rápido rodó quedando sobre él las manos contra la almohada para inmovilizarlo.Ella quedó completamente empalada en la erección de su amante, la cual montaba con esmero, con una necesidad que le quemaba por dentro.Evan no sé, espera
El tono de llamada que Charlie tenía puesto para Dylan empezó a sonar despertándolo. Sabía que había quedado con él para dormir en su casa tras la fiesta, pero sus planes habían tenido un leve cambio, uno que empezaba con la persona con la que había pasado la noche y, sobre todo, en la cama en la que despertaba que obviamente no era la suya.Observó al chico dormido a su lado y suspiró¿Qué mierda estaba haciendo? ¿Se suponía que no iba a volver a pasar nada con ese hombre? ¿Se había pasado meses odiando a Elian por las cosas que Dylan le contaba de él y ahora no podía resistirse a su magnetismo?Observó el nombre en la pantalla de su móvil y luego rechazó la llamada. Que se jodiera Dylan aún era demasiado pronto para sus reclamos.Elian sabía que si el celular de Charlie empezó a sonar, el suyo también lo haría, por lo que lo tomó justo a tiempo para reírse al ver quién era.—Por lo visto, está tan desesperado por saber dónde está cada uno de nosotros que no parará hasta que uno de lo
Elían sonrió al escucharlo y no dudo en atraerlo, hacer que Charlie se acercara más a su cuerpo y así poder besarlo.—Saldré como quieras, por mí no hay problema de que vea lo que se va a perder o mejor dicho lo que ya perdió desde el momento que te bese por primera vez — mencionó el pastelero antes de soltarlo y alejarse.Debía hacerlo antes de que todos los vecinos, salieran a ver porque tanto aporreó contra su puerta.—Prepárate, que una vez le abra, no hará otra cosa más que empujarme para poder pasar.Charlie salió de la cama rápidamente para ponerse su bóxer y sus pantalones, del modo en que Dylan aporreaba la puerta, estaría muy curioso si los encontraba juntos, y a que fuera por él, siempre lo había tratado como un amante, aunque muchas veces le quiso hacer creer que lo amaba, pero de quien realmente estaba enamorado Dylan y de eso estaba seguro Charlie era de Elian.Esperó pacientemente a que su amante abriera la puerta, por el momento no saldría de la habitación para evitar
— El día que aprendas a dejar de cagarla tal vez te reconozca como mi hijo— Aseguraba Kahn quien ahora era conocido como Harun tras colgarle el teléfono a su hijo.Los malditos reyes le habían mandado una advertencia muy clara y parecía que su hijo bastardo servía solo para darle malas noticias, si no se presentaba pronto se quedaría sin hombres que lo apoyaran.— ¿Dónde vas Harun?— dijo Leticia al ver que su esposo se dirigía a la puerta de salida en el instante justo en que Evan estaba por llegar con su prometida para presentársela.— Surgieron algunos problemas con mis inversiones no es nada importante que no pueda arreglar, sin embargo puede convertirse en un gran problema si no lo resuelvo rápido, Empiecen sin mi en unas horas estaré de vuelta.— Pero no puedes marcharte ahora — Protestó Leticia quien se sentía muy molesta de que su esposo la abandonara justo en ese instante que tanto necesitaba de su ayuda para convencer a su hijo de que esa no era la esposa adecuada —Evan tiene
— Vamos mi amor, el jardín te gustará — mencionó Evan al oído de su prometida, haciéndola estremecer con su simple cercanía. —Aunque no es tan lindo como el jardín lleno de rosas de Marjorie — eso se lo susurro bajito, a su prometida, esperando que su madre no se diera cuenta de eso aunque sabía lo mucho que le gustaba a Lia ese jardín.—¿Evan has dicho algo?— le preguntó su madre haciendo que él se cuadrara de repente, sabía lo competitiva que era y lo mucho que le molestó enterarse de la infidelidad de su esposo con ella.Y es que aunque su madre fue quien abandonó a su padre a los pocos meses, él ya tenía un nuevo hijo con Marjorie así que solo hacía falta echar cuentas como para saber que ese hijo había sido concebido antes de su divorcio.Aquello fue algo que a su madre le dio muy duro en el ego, sobre todo, porque consideraba que esa mujer estaba muy por debajo de ella solo por el hecho de que era una mujer con un cuerpo no normativo.—Solo le comentaba a Lía, que le va a encant
— Ian, Ian ¿qué sucede? — Marjorie acababa de subir a la habitación de su hijo, le extrañó que no hubiera bajado puntual a la hora de almorzar.Era cierto que ella no era muy estricta con su hijo los fines de semana y lo dejaba dormir hasta tarde, pero era muy extraño que a esa hora no estuviera perfectamente arreglado y sentado en la mesa con ellos.Pero lo que realmente la asustó fue llamar a la puerta y que nadie respondiera. El mayor miedo de Marjorie se apoderó de ella y casi temblaba en el momento de sujetar el picaporte.Ella misma había encontrado a su hija muerta doce años atrás sobre la cama, tras una sobredosis de somníferos, y no podría soportar vivir eso de nuevo.Así que se armó de valor, abrió la puerta y el frío la invadió por completo al darse cuenta de que su hijo seguía aparentemente dormido sobre la cama, deseando que realmente durmiera y la historia no se repitiera otra vez.—¿Ian, Ian, cariño?— preguntó Marjorie temerosa atreviéndose al fin a tocar al joven Ian p