ChantalLos días que han transcurrido han sido una locura total. Finalmente, puedo decir que todo ha llegado a la normalidad a excepción de lo ocurrido con Damián, agradezco que no haya pasado a mayores y todo por la intervención oportuna de Bastian.Una leve sonrisa se dibuja en mis labios al recordar lo atrevida que fui y robarle un beso, un que me encantó mucho y que no sé porque razón quisiera volver a repetir.—¿Se puede saber que te tiene tan feliz? —pregunta mi padre haciendo que de un pequeño salto por la impresión..—Es que me siento muy feliz porque todo va marchando sobre ruedas. —miento para no entrar en detalles y ser descubierta por mi padre—. ¿Cuándo comenzamos a comprar las cosas para decorar?. recuerda que los días se pasan en un abrir y cerrar de ojos y no me gustaría hacer las cosas apresuradas.—No te preocupes por eso, ya tengo todo listo. Apenas tenga el dinero te lo entrego para que te hagas cargo de hacer las compras.—Perfecto, entonces pudo estar tranquila.C
—Con respecto a lo que acabas de ver…—No se molesten en explicarme nada al respecto. —respondo tajante—. Mejor digame para que me ha llamado.—Tienes razón. —asiente con un leve movimiento de cabeza mientras abre la gaveta de su costoso escritorio—, te debía esto–-tiende un sobre, el cual recibo con duda al no saber de qué se trataba—.Es la paga por el evento, debí entregar lo hace días, pero ya sabes lo que pasó.—Si, el accidente. —Veo que estás totalmente recuperada y eso me da un gran alivio. —se endereza sobre el asiento posando su mirada en algún punto de la oficina—. No te quito más tiempo, eso era todo—Muchas gracias señor. —me despido saliendo de la oficina sin mirar atrás.Bajo las escaleras recordando la escena que había presenciado hace unos cuantos minutos atrás, no termino de entender lo que tuvo que pasar entre esos dos para llegar a agredirse de esa manera. Tenía la sospecha de que estos dos se traían algo, pero nunca llegué a imaginar qué sería algo muy serio.Dejo
BastianSalgo de casa para ir a trabajar, quiero adelantar todo lo posible en la empresa, puesto que se está aproximando el viaje y no quiero dejar tantos pendientes a mi regreso Sé que cuento con el apoyo incondicional de mi gran amigo y socio, pero no por eso tengo que abusar de su confianza.Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me había percatado del toque en la puerta.—Adelante.Escucho que la puerta se abre, pero no separo la vista de los documentos que estoy revisando.—Señor. —Es Lina quien me llama y por eso levanto la vista para prestar atención a lo que quiera informar.—Dime Lina.—Solo quería preguntar si va a salir a almorzar o hago el pedido.Me asombro al escuchar las palabras de mi secretaria, porque en realidad no tenía ni la más remota idea de que hora era y sobre todo en que momento se habían pasado las horas. Me quedo pensando por un instante en si debo comer aquí entre estas cuatro paredes o salir. Me decido por la segunda opción y creo que ha de ser la m
Luego de haber estado en la comisaría por más de una hora rindiendo declaraciones y pagar una suma alta en la fianza, ahora me encuentro saliendo del lugar con mi amigo.Estando fuera no puedo evitar hacerle la pregunta que tanto me estaba atormentando.—¿Qué pasa entre esa rubia y tú?—Nada. —responde tajante queriendo zanjar el tema.—Pues no creo que por no pasar nada te hayas caído a golpes con Fernando.—Es solo que..—Dime Isaac, ¿Qué se siente desear algo y no poder tenerlo? —declara Fernando con prepotencia.—Eres un…—Ya basta. —interfiero para que este par no vuelvan a armar un espectáculo y esta vez no los dejen salir—. Dejen de comportarse como unos malditos críos.Sin esperar respuesta de ninguno de los dos arrastro a mi amigo al interior del auto y salgo con él rumbo a su casa. Quiero que me explique lo que en realidad está pasando y para eso necesito tiempo, uno que en el momento no dispongo, pero buscaré el momento y el lugar para hacerlo.Al aparcar el auto frente a
—Lo siento. —dice separando sus labios—. Es solo que…—No digas nada. —coloco mi dedo índice sobre sus labios para evitar que palabras de arrepentimiento broten de sus labios.Asiente con un leve movimiento de cabeza sin apartar el contacto visual. Me pierdo en sus hermosos ojos, queriendo estar así por el resto de mi vida.—¿Qué han dicho del estado de salud de tu madre?, ¡cómo fue el interrogatorio con la policía?, ¿tú padre se encuentra fuera de peligro? —sin evitarlo comienzo a hacer pregunta tras pregunta sin darle tiempo a nada.—Calma, pareces metralleta. –esboza una leve sonrisa—. Mi madre ya se encuentra estable, por la impresión le dio una baja de azúcar y bueno por eso pasó lo que pasó. El interrogatorio fue una tortura, por más que preguntaban una cosa u otra, la respuesta siempres fue la misma. No había nadie en el momento que lo encontré y algunos jarrones y cosas quebradas, pero no tengo idea si robaron algo o simplemente fue…La veo quedarse pensativa, puedo escuchar c
ChantalLas horas pasan y siento que voy a caer en una crisis debido a todo lo que ha estado pasando. Primero lo de mi padre, que por más que quiera imaginar que ha sido a causa de un intento de robo, sé que es totalmente falso. Todo da indicio de que ha sido una advertencia y si mis instintos no me fallan, tiene que ver con el hombre que lo había golpeado en su oficina hace tiempo.No puedo llegar siquiera a imaginar en qué problema se encuentra metido mi padre para que este hombre haya actuado de esta manera. Solo debemos esperar a que pueda salir bien librado de todo esto y nos de una muy buena explicación sobre lo que en realidad está pasando.Camino de un lado a otro en el pasillo, mi madre está siendo atendida por las enfermeras quienes se han encargado de estar al pendiente de sus signos vitales y medicamentos. Cuando me enteré que le había dado una baja de azúcar sentí que mi mundo se venía abajo. Por fortuna en ese momento se encontraba Bastián a su lado. No voy a negar que m
Al llegar al hospital lo primero que hago es ir directamente a la habitación donde se encuentra mi madre. Me llevo una gran sorpresa al encontrarla muy bien acompañada con una sonrisa de oreja a oreja. Ver ese maravilloso cuadro de mis padres juntos y tomados de las manos brindandose todo el apoyo me llena el corazón de felicidad.Ellos sin percatarse de mi presencia siguen con su charla mientras yo solo espero parada el el umbral de la puerta sin hacer ningún tipo de ruido que me delate. —Te amo mucho mi reina. —son las palabras que brotan de los labios de mi padre y me estrujan el corazón.—Yo también te amo mi amor. —dice con voz entrecortada.Ella se acerca a su rostro para dejar un tierno beso sobre los labios del amor de su vida. Es en este preciso momento que no puedo aguantar más y camino hacia donde ellos se encuentran.—Yo los amo más que la galaxia. —acorto la poca distancia que nos separa y nos unimos en un medio abrazo familiar.***Los días han transcurrido en un abrir
El almuerzo transcurrió con una charla amena. Cada quien daba sus respectivas opiniones acerca de qué cosas podrían comprarse para decorar la panadería. Yo solamente me dedicaba a escuchar con atención cada una de sus sugerencias. Mientras me mantengo perdida en mis pensamientos recordando ese beso que no dimos en la cocina, en definitiva , ya se le está haciendo costumbre eso de querer besarme cada vez que le venga en gana.Ni en mis peores pesadillas llegué a imaginar que el arrogante y prepotente Bastián se encontraría compartiendo con nosotros un tema familiar.No puedo negar que se ha ganado la admiración de mis padres, estos al parecer ya lo ven como otro integrante de la familia, pero de una manera muy diferente a la que en realidad desean.—¿Qué te parece la iniciativa de Bastián cariño? —interroga mi padre interrumpiendo mis pensamientos.—Disculpen, estaba distraída. —Soy sincera porque en realidad no estaba prestando atención a lo que conversaban.—Te decía que Bastián tien