«Ya sé lo que hiciste hace dos años»Flashback—¿Estás segura de lo que estás a punto de hacer? —pregunta mi amiga Daleska suplicando con sus ojos para que recapacite—. Luego no habrá marcha atrás y sabes que…No dejo que termine de hablar, sé perfectamente las consecuencias que va a traer mi decisión.—Aunque no lo esté, sabes que es lo mejor en este momento. —poso mi mano sobre su hombro para tranquilizarla.—Está bien, sabes que puedes contar conmigo en todo momento. —resopla antes de hacerme entrega del bolso—. Te estaré esperando en el parque, puedes tomarte todo el tiempo que necesites.Asiento con un ligero movimiento de cabeza. Giro tomando con fuerza el pequeño bolso y sin nada más que pensar toco el timbre.Al poco rato se abre la puerta y me recibe una señora un poco mayor. Al ver que soy yo inmediatamente se hace a un lado para darme paso.—Creía que te habías arrepentido. —espeta mientras cierra la puerta—, sabes que aún te puedes retractar de lo que estás a punto de hace
A la mañana siguiente me levanto un poco cansada, no pude pegar un ojo en toda la noche y eso se debe a tanto pensar sobre quién fue el remitente de dicho mensaje. Hubo un momento en el que me sentí tentada a llamar, así lo hice, pero el número salía como si no existiera Igual sucedió al momento de escribir un mensaje, en vista de que no tenía manera de comunicarme con quien fuera el remitente fue totalmente imposible.Cuando quise cerrar los ojos el sonido de la alarma me lo impidió. Ahora me encuentro parada frente al espejo terminando de peinarme para comenzar un nuevo día. Después de compartir un delicioso desayuno con mis padres ayudo a lavar los platos y me voy directo a la panadería para comenzara trabajar.—¿Cómo siguen tus padres? —pregunta mi amiga mientras le indica a uno de los chicos el pedido que debe entregar. Asco…Ese es el sentimiento que provoca Max en mí. Sentir sus asquerosos labios sobre los míos nuevamente es la peor sensación que he podido experimentar en estos dos años.De repente siento como su cuerpo es alejado de mí abruptamente. Veo en cámara lenta como pasan las cosas. Bastián le propina un puñetazo tan fuerte que lo hace caer de culo y partiendo su labio en el proceso.—¿Quién es este bastardo muñequita? —intenta ponerse de pie mientras limpia el hilo de sangre que brota de la comisura de sus labios.—Eso es algo que no te importa hijo de puta. —Bastián intenta acercarse nuevamente, pero basta con que pose mi mano sobre su hombro para que sé quede tranquilo.—Vamos, no vale la pena que te ensucies las manos por una basura como esta. —pido colocando la mirada sobre sus hermosos ojos queriendo que me haga caso y terminar de salir de este lugar— Bastián.—Está bien, vamos. —da un fuerte suspiro y sé que se está conteniendo.Sin saber en que momento nuestra manos se entrelazan yCapítulo 39.- Detente mujer del demonio.
Salgo de mi estado de hipnosis al escuchar la voz molesta de Bastián.—Será mejor que quites tus manos de ella, Zack. —espeta con molestia acercándose peligrosamente a nosotros.El hombre que aún me sostiene entre sus fuertes brazos no aparta la mirada de mí y una sonrisa burlona se dibujó en sus labios.—Creo que tu novio está celoso. —murmura para que solo yo lo pueda escuchar.Hice el intento por aclarar que el susodicho no es mi novio, pero el hombre no me dio tiempo a nada.—Vaya, pero que sorpresa volver a verte viejo amigo. —se endereza en toda su altura levantándome en el proceso—. No tenía la mínima idea de que esta hermosura era algo tuyo.—Tampoco es algo que todo el mundo deba saber. —camina acortando la poca distancia que nos separa atrayendo mi cuerpo al suyo—. Pues como podrás darte cuenta ella no sé toca.—Lo siento hermano, pero no tengo el don de ver el futuro. —se encoge de hombros restando importancia al comentario de Bastián—. A todas estas, ¿cómo se encuentra el
BastiánRegreso a casa con miles de pensamientos, cada vez que me encuentro cerca de ella miles de sentimientos se arremolinan dentro de mi ser. Por más que quiero buscar una explicación a todos y cada uno de ellos no encuentro respuesta.Ver como los brazos de mi viejo amigo la rodeaban, me llenó de una terrible ira. Por un instante quise caminar hasta él y estampar un puño en su hermoso rostro de niño bonito, pero me contuve para no hacer un escándalo en el lugar.Luego estuvo ese estupido comentario donde ella decía que el hombre era muy guapo, pero no creo que lo sea más que yo. Sé que es un pensamiento un poco narcisista, pero mi ego de hombre se hirió con sus palabras y no pude evitar reprocharle ese comentario. ChantalComo era de esperar las preguntas no se hicieron esperar. Apenas las bolsas fueron llevadas hasta la estancia mis padres no perdieron tiempo en hacer miles de preguntas.Lo que más me sorprendió fue la aceptación de mis padres si quería darme una oportunidad con Bastian. Nunca llegué a pensar que todo esto podía llegar a suceder y sobre todo que no estaban muy lejos de lo estaba sintiendo por ese hombre del demonio. Una leve sonrisa se escapa de mis labios sin poder evitarlo, dejo todos esos pensamientos a un lado y termino de quitarme la ropa para darme una ducha relajante y poder ir a dormir, mañana será un día muy pesado.Estando lista enfundada en mi pijama ingreso al interior de mi cama y me arropo con la manta, cierro los ojos mientras abrazo mi almohada pensando en lo que el destino pueda tener deparado para nuestros futuros. Con esos pensamientos y miles de ideas rondando mi cabeza termino por quedarme profundamente dormida.***La mañana llega en un abrir y cerrar de Capítulo 42.- Gracias por aceptar.
Disfrutaba de la maravillosa vista que se presentaba ante mis ojos, jamás llegué a imaginar que Bastián me traería a un lugar tan maravilloso como este—¿Qué te parece? —interroga posicionándose a mi lado.—No tengo palabras para describir lo maravilloso que es este lugar. —cierro los ojos mientras la fresca brisa acaricia mi rostro.—Esto no se compara en nada con lo demás que quiero mostrarte. —hace un breve silencio antes de pronunciar las siguientespalabras—.Vaya, por fin te he dejado sin palabras, eso es sorprendente.—Tonto. —La culpable eres tú princesa. —desliza su dedo desde mi frente, bajando por mi nariz hasta quedarse sobre mis labios.—No quieras culparme de todo niño bonito. —abro los ojos para encontrarme con la intensa mirada de Bastian.Por un instante ambos nos quedamos perdidos en la mirada del otro sin decir una palabra. Por un instante siente el impulso de lanzarme a sus brazos y comermelo completo, pero mi conciencia me recrimina y dice que debo ir con cuidado y
Si alguien me hubiese dicho hace unos meses atrás que me iba a llevar tan bien con este hombre, mi respuesta habría sido “jamás”. Y ahora sin poder creerlo me encuentro sentada frente a este hombre disfrutando de una deliciosa cena.Ya había comido toda clase de pasta, pero esta que fue hecha por él sabe a gloria.—No sigas haciendo eso. —reprocha—, o te juro que no voy a responder por mis futuros actos.—No entiendo de lo que hablas. —me sorprendo ante lo que acaba de decir porque no tengo idea a lo que se refiere.—Esos gemidos que escapan de tus labios mientras saboreas la delicia de pasta que he preparado.—¿Yo? —¿Acaso ves a alguien más con nosotros? —señala alrededor del lugar.—Pues solo degusto lo delicioso que está todo. —me encojo de hombros para quitarle importancia al asunto.Lo escucho resoplar y sin decir más nada se pone en pie para recoger los platos, termino de disfrutar el último bocado y sigo sus pasos hasta la cocina.Una vez que dejamos todo limpio tomamos nuest