Luego de haber estado en la comisaría por más de una hora rindiendo declaraciones y pagar una suma alta en la fianza, ahora me encuentro saliendo del lugar con mi amigo.Estando fuera no puedo evitar hacerle la pregunta que tanto me estaba atormentando.—¿Qué pasa entre esa rubia y tú?—Nada. —responde tajante queriendo zanjar el tema.—Pues no creo que por no pasar nada te hayas caído a golpes con Fernando.—Es solo que..—Dime Isaac, ¿Qué se siente desear algo y no poder tenerlo? —declara Fernando con prepotencia.—Eres un…—Ya basta. —interfiero para que este par no vuelvan a armar un espectáculo y esta vez no los dejen salir—. Dejen de comportarse como unos malditos críos.Sin esperar respuesta de ninguno de los dos arrastro a mi amigo al interior del auto y salgo con él rumbo a su casa. Quiero que me explique lo que en realidad está pasando y para eso necesito tiempo, uno que en el momento no dispongo, pero buscaré el momento y el lugar para hacerlo.Al aparcar el auto frente a
—Lo siento. —dice separando sus labios—. Es solo que…—No digas nada. —coloco mi dedo índice sobre sus labios para evitar que palabras de arrepentimiento broten de sus labios.Asiente con un leve movimiento de cabeza sin apartar el contacto visual. Me pierdo en sus hermosos ojos, queriendo estar así por el resto de mi vida.—¿Qué han dicho del estado de salud de tu madre?, ¡cómo fue el interrogatorio con la policía?, ¿tú padre se encuentra fuera de peligro? —sin evitarlo comienzo a hacer pregunta tras pregunta sin darle tiempo a nada.—Calma, pareces metralleta. –esboza una leve sonrisa—. Mi madre ya se encuentra estable, por la impresión le dio una baja de azúcar y bueno por eso pasó lo que pasó. El interrogatorio fue una tortura, por más que preguntaban una cosa u otra, la respuesta siempres fue la misma. No había nadie en el momento que lo encontré y algunos jarrones y cosas quebradas, pero no tengo idea si robaron algo o simplemente fue…La veo quedarse pensativa, puedo escuchar c
ChantalLas horas pasan y siento que voy a caer en una crisis debido a todo lo que ha estado pasando. Primero lo de mi padre, que por más que quiera imaginar que ha sido a causa de un intento de robo, sé que es totalmente falso. Todo da indicio de que ha sido una advertencia y si mis instintos no me fallan, tiene que ver con el hombre que lo había golpeado en su oficina hace tiempo.No puedo llegar siquiera a imaginar en qué problema se encuentra metido mi padre para que este hombre haya actuado de esta manera. Solo debemos esperar a que pueda salir bien librado de todo esto y nos de una muy buena explicación sobre lo que en realidad está pasando.Camino de un lado a otro en el pasillo, mi madre está siendo atendida por las enfermeras quienes se han encargado de estar al pendiente de sus signos vitales y medicamentos. Cuando me enteré que le había dado una baja de azúcar sentí que mi mundo se venía abajo. Por fortuna en ese momento se encontraba Bastián a su lado. No voy a negar que m
Al llegar al hospital lo primero que hago es ir directamente a la habitación donde se encuentra mi madre. Me llevo una gran sorpresa al encontrarla muy bien acompañada con una sonrisa de oreja a oreja. Ver ese maravilloso cuadro de mis padres juntos y tomados de las manos brindandose todo el apoyo me llena el corazón de felicidad.Ellos sin percatarse de mi presencia siguen con su charla mientras yo solo espero parada el el umbral de la puerta sin hacer ningún tipo de ruido que me delate. —Te amo mucho mi reina. —son las palabras que brotan de los labios de mi padre y me estrujan el corazón.—Yo también te amo mi amor. —dice con voz entrecortada.Ella se acerca a su rostro para dejar un tierno beso sobre los labios del amor de su vida. Es en este preciso momento que no puedo aguantar más y camino hacia donde ellos se encuentran.—Yo los amo más que la galaxia. —acorto la poca distancia que nos separa y nos unimos en un medio abrazo familiar.***Los días han transcurrido en un abrir
El almuerzo transcurrió con una charla amena. Cada quien daba sus respectivas opiniones acerca de qué cosas podrían comprarse para decorar la panadería. Yo solamente me dedicaba a escuchar con atención cada una de sus sugerencias. Mientras me mantengo perdida en mis pensamientos recordando ese beso que no dimos en la cocina, en definitiva , ya se le está haciendo costumbre eso de querer besarme cada vez que le venga en gana.Ni en mis peores pesadillas llegué a imaginar que el arrogante y prepotente Bastián se encontraría compartiendo con nosotros un tema familiar.No puedo negar que se ha ganado la admiración de mis padres, estos al parecer ya lo ven como otro integrante de la familia, pero de una manera muy diferente a la que en realidad desean.—¿Qué te parece la iniciativa de Bastián cariño? —interroga mi padre interrumpiendo mis pensamientos.—Disculpen, estaba distraída. —Soy sincera porque en realidad no estaba prestando atención a lo que conversaban.—Te decía que Bastián tien
«Ya sé lo que hiciste hace dos años»Flashback—¿Estás segura de lo que estás a punto de hacer? —pregunta mi amiga Daleska suplicando con sus ojos para que recapacite—. Luego no habrá marcha atrás y sabes que…No dejo que termine de hablar, sé perfectamente las consecuencias que va a traer mi decisión.—Aunque no lo esté, sabes que es lo mejor en este momento. —poso mi mano sobre su hombro para tranquilizarla.—Está bien, sabes que puedes contar conmigo en todo momento. —resopla antes de hacerme entrega del bolso—. Te estaré esperando en el parque, puedes tomarte todo el tiempo que necesites.Asiento con un ligero movimiento de cabeza. Giro tomando con fuerza el pequeño bolso y sin nada más que pensar toco el timbre.Al poco rato se abre la puerta y me recibe una señora un poco mayor. Al ver que soy yo inmediatamente se hace a un lado para darme paso.—Creía que te habías arrepentido. —espeta mientras cierra la puerta—, sabes que aún te puedes retractar de lo que estás a punto de hace
A la mañana siguiente me levanto un poco cansada, no pude pegar un ojo en toda la noche y eso se debe a tanto pensar sobre quién fue el remitente de dicho mensaje. Hubo un momento en el que me sentí tentada a llamar, así lo hice, pero el número salía como si no existiera Igual sucedió al momento de escribir un mensaje, en vista de que no tenía manera de comunicarme con quien fuera el remitente fue totalmente imposible.Cuando quise cerrar los ojos el sonido de la alarma me lo impidió. Ahora me encuentro parada frente al espejo terminando de peinarme para comenzar un nuevo día. Después de compartir un delicioso desayuno con mis padres ayudo a lavar los platos y me voy directo a la panadería para comenzara trabajar.—¿Cómo siguen tus padres? —pregunta mi amiga mientras le indica a uno de los chicos el pedido que debe entregar. Asco…Ese es el sentimiento que provoca Max en mí. Sentir sus asquerosos labios sobre los míos nuevamente es la peor sensación que he podido experimentar en estos dos años.De repente siento como su cuerpo es alejado de mí abruptamente. Veo en cámara lenta como pasan las cosas. Bastián le propina un puñetazo tan fuerte que lo hace caer de culo y partiendo su labio en el proceso.—¿Quién es este bastardo muñequita? —intenta ponerse de pie mientras limpia el hilo de sangre que brota de la comisura de sus labios.—Eso es algo que no te importa hijo de puta. —Bastián intenta acercarse nuevamente, pero basta con que pose mi mano sobre su hombro para que sé quede tranquilo.—Vamos, no vale la pena que te ensucies las manos por una basura como esta. —pido colocando la mirada sobre sus hermosos ojos queriendo que me haga caso y terminar de salir de este lugar— Bastián.—Está bien, vamos. —da un fuerte suspiro y sé que se está conteniendo.Sin saber en que momento nuestra manos se entrelazan yCapítulo 39.- Detente mujer del demonio.