Chantal
Los días que siguieron transcurrieron con normalidad, lo mejor de todo es que ya me había recuperado por completo. Entre las medicinas y el cuidado de mis padres fue más que suficiente para eso, ya solo me quedan unos cuantos moretones que van a terminar de aclarar con el pasar de los días.
Por otro lado, el idiota de Bastian no ha hecho acto de presencia, pero no ha dejado de enviar sus maravillosos y deliciosos presentes. Esos me llegaban tres veces al día, el corazón me daba un vuelco tan grande que no sabría explicar con palabras cada una de las sensaciones que experimenté al recibirlas. Mi madre, aunque no dijo nada, sé que por su cabeza pasan miles de preguntas que de un momento a otro van a ser expuestas.
Termino de arreglarme para ir hasta la cocina y tomar el desayuno que mis padres han dejado para mí. Ellos no se lo esperan, pero hoy los voy a ayudar en la panadería y estaré hasta la noche. Voy a aprovech
Sábado por la noche y mi ansiedad aumenta con el paso de los minutos. En no tengo la más mínima idea de que vamos a obtener después de esta cena. No sé el motivo por el cual mis padres se empeñan en invitar a Bastian a una cena con la finalidad de agradecerles lo que sea que el haya hecho para que a la panadería le aumentaran los clientes.«Debe ser por eso, ¿cierto?»Termino de arreglarme detallando en el espejo como me quedó la ropa, no quise colocarme un vestido, simplemente me puse un jean, camisa, cuello tortuga y unas sandalias cómodas. Todavía no puedo utilizar tacones a causa del accidente, aún me duele un poco el tobillo y no quiero empeorar la situación.Bajo hasta la sala para encontrarme a mi padre tarareando una canción que hacía mucho tiempo no lo había escuchado cantar.―Creo que alguien se encuentra de muy buen humor.
BastianLos últimos días han sido un completo infierno. Entre tanto trabajo no he podido ir a visitar a mi princesa endemoniada. De solo recordar nuestro último encuentro la piel se me eriza y lo que yace reposando entre mis pantalones comienza a cobrar vida.Lo que esta bruja del demonio me hace sentir es como estar en el mismo infierno, es la primera vez que me encuentro así por una mujer siendo un hombre que se ha cansado de interactuar y compartir con gran variedad de mujeres, pero como bien lo dijo mi amigo Isaac un día “en un tiempo no muy lejano vas a encontrar la horma de tu zapato” y al parecer sus palabras han cobrado vida porque ella ha venido a revolucionar mi mundo entero sin darme cuenta.Lo único que he podido hacer es llenarla de detalles a diario, le envío flores, chocolates y otra cantidad de tonterías con tal de que sepa que siempre la tengo presente.
Cerca de las ocho de la noche acompaño a mi amigo hasta su residencia, por obvias razones terminó completamente ebrio y no podía dejarlo conducir en ese estado hasta su casa. Dejé su auto en el estacionamiento del bar a cargo de uno de los empleados del lugar. Para agradecerle le deje una sustanciosa propina y que mi amigo se contactaría con el para hacerle entrega del automóvilAhora lo estoy bajando de mi auto para llevarlo hasta el piso donde queda su departamento Una vez dentro del ascensor me permito respirar porque este desgraciado pesa más que un matrimonio obligado.El sonido de la campanilla me indica que hemos llegado al destino. Al salir y estar frente a la puerta de su departamento rebusco entre sus bolsillos las llaves, agradezco que no la haya dejado en el bar porque de lo contrario me iba a tocar regresar con él, pero lo llevaría hasta mi casa.Al abrir lo primero que diviso es un terrible d
Bajo del auto hecho una furia, no puedo concebir como ese bastardo se atreve a posar sus asquerosas manos sobre lo que me pertenece.«Un momento, ¿acabo de decretar a esa mujer como mía?», dejo eso a un lado y camino hasta llegar a una distancia prudencial, cosa que no se den cuenta de mi presencia, sino hata el momento que me toque actuar.—Que me sueltes. —espeta en un tono de furia que no le había escuchado antes.—¡No!Y con eso tengo para perder la poca paciencia que tenía, me acerco con pasos firmes hasta llegar junto al miserable y sin perdida de tiempo me lanzo sobre el hombre que no tengo idea de quien diablos es y comienzo a darle puñetazos sin ningún tipo de remordimiento.—No vuelvas a tocar lo que me pertenece maldito.El hombre trata de defenderse, pero soy más fuerte que el infeliz, no dejo que se suelte de mi agarre y es
Luego de despedirme de los padres de mi tormento camino hasta la puerta seguido por la mujer que atormenta mis noches—Bueno. —da un gran suspiro—, solo quería agradecerte por la ayuda que me brindaste y los presentes que nos trajiste a mi madre y a mí, no debiste…—No hace falta que agradezcas nada. —tomo una de sus manos sorprendiéndome en el acto por mi osadía—. Solo espero que ese infeliz se mantenga alejado de tí. Y por los detalles solo fue la manera de agradecer por la invitación.—Puedes estar seguro de que no va a querer acercarse a mi nuevamente.. —sonríe de una manera que no sabría explicar, pero me encanta.Nos quedamos en silencio por un momento sin saber que decir, el silencio se empieza a sentir un tanto incomodo, pero es ella quien termina por hacerlo..—¿Será que me puedes regresar mi mano? —enarca una ceja sugerente.—Claro, lo siento. —meto las manos en los bolsillos de mi pantalón—. Espero que pases buenas noches, nos vemos luego—Claro.Sin más palabras que decir
ChantalLos días que han transcurrido han sido una locura total. Finalmente, puedo decir que todo ha llegado a la normalidad a excepción de lo ocurrido con Damián, agradezco que no haya pasado a mayores y todo por la intervención oportuna de Bastian.Una leve sonrisa se dibuja en mis labios al recordar lo atrevida que fui y robarle un beso, un que me encantó mucho y que no sé porque razón quisiera volver a repetir.—¿Se puede saber que te tiene tan feliz? —pregunta mi padre haciendo que de un pequeño salto por la impresión..—Es que me siento muy feliz porque todo va marchando sobre ruedas. —miento para no entrar en detalles y ser descubierta por mi padre—. ¿Cuándo comenzamos a comprar las cosas para decorar?. recuerda que los días se pasan en un abrir y cerrar de ojos y no me gustaría hacer las cosas apresuradas.—No te preocupes por eso, ya tengo todo listo. Apenas tenga el dinero te lo entrego para que te hagas cargo de hacer las compras.—Perfecto, entonces pudo estar tranquila.C
—Con respecto a lo que acabas de ver…—No se molesten en explicarme nada al respecto. —respondo tajante—. Mejor digame para que me ha llamado.—Tienes razón. —asiente con un leve movimiento de cabeza mientras abre la gaveta de su costoso escritorio—, te debía esto–-tiende un sobre, el cual recibo con duda al no saber de qué se trataba—.Es la paga por el evento, debí entregar lo hace días, pero ya sabes lo que pasó.—Si, el accidente. —Veo que estás totalmente recuperada y eso me da un gran alivio. —se endereza sobre el asiento posando su mirada en algún punto de la oficina—. No te quito más tiempo, eso era todo—Muchas gracias señor. —me despido saliendo de la oficina sin mirar atrás.Bajo las escaleras recordando la escena que había presenciado hace unos cuantos minutos atrás, no termino de entender lo que tuvo que pasar entre esos dos para llegar a agredirse de esa manera. Tenía la sospecha de que estos dos se traían algo, pero nunca llegué a imaginar qué sería algo muy serio.Dejo
BastianSalgo de casa para ir a trabajar, quiero adelantar todo lo posible en la empresa, puesto que se está aproximando el viaje y no quiero dejar tantos pendientes a mi regreso Sé que cuento con el apoyo incondicional de mi gran amigo y socio, pero no por eso tengo que abusar de su confianza.Estaba tan sumido en mis pensamientos que no me había percatado del toque en la puerta.—Adelante.Escucho que la puerta se abre, pero no separo la vista de los documentos que estoy revisando.—Señor. —Es Lina quien me llama y por eso levanto la vista para prestar atención a lo que quiera informar.—Dime Lina.—Solo quería preguntar si va a salir a almorzar o hago el pedido.Me asombro al escuchar las palabras de mi secretaria, porque en realidad no tenía ni la más remota idea de que hora era y sobre todo en que momento se habían pasado las horas. Me quedo pensando por un instante en si debo comer aquí entre estas cuatro paredes o salir. Me decido por la segunda opción y creo que ha de ser la m