Un destello de esperanza brilló en lo más profundo de los ojos de Luna. Preguntó:—¿Puedo saber cuál será la sorpresa?La persona respondió:—Señorita, lo descubrirá en su debido momento. Puede invitar a uno de sus amigos para que asistan juntos a la exhibición.Luna sostenía las dos entradas regaladas y un valioso álbum con la firma de Edward, sin embargo, no tenía amigos muy cercanos, ni sabía a quién podría regalarle esta fabulosa entrada.De repente, se le ocurrió una excelente idea. Pero, no estaba segura sí le gustaría acompañarla…En el quinceavo piso del edificio del hospital, Gabriel se encontraba en una reunión de video con la puerta abierta. Por casualidad escuchó la conversación afuera de la puerta:—Señorita García, por favor, espere un momento. El señor está en una reunión y pronto terminará, y la podrá atender —dijo Adolfo.—Si está ocupado, señor, ¿podría entregarle esta entrada? —preguntó Luna.Al ver la entrada, Adolfo se sorprendió un poco y sonrió amablemente.En re
Dos días después, Luna completó los trámites de salida del hospital. El chofer la llevó de regreso a la mansión de la familia García.Cuando ingresó, como lo había pensado anteriormente, Liora aún no había regresado, pero había una cara desconocida en la casa. Era una mujer de unos cincuenta años llamada Emma Alonso, quien sería su nueva empleada.—Señorita —saludó la mujer.Luna solo respondió al saludo muy brevemente y, escuchó algunos sonidos provenientes del piso de arriba.—¡Qué malo eres...!—Por lo que estoy dispuesto a acompañarte a hacer compras, para recompensarte, mi cariño…Era Carolina, quien bajaba las escaleras del brazo de Miguel con una bolsa de edición limitada en su mano. Al ver a Luna, frenó su expresión exagerada y apartó de inmediato la mano inquieta de su pecho, luego saludó muy avergonzada:—Lu… Luna, ¿ya saliste del hospital? Voy a salir de compras con tu papá. ¿Necesitas alguna cosa?—No —respondió Luna con gran indiferencia, luego saludó a Miguel—: Padre.Mig
Era efectivamente la inconfundible voz de Isabel.Era comprensible. Isabel había sido acosada en la Preparatoria Pública Astraluna, Andrés no podía permitir que siguiera sufriendo en un lugar así.Emma se dio media vuelta y al ver a Luna. La saludó:—Señorita.Al escuchar la voz, Isabel también se levantó y la saludó:—¡Luna!Mientras hablaba, mostró una sonrisa dulce y continuó:—¿Por qué no llevas el uniforme escolar? Supe que te dieron de alta del hospital y vine a buscarte para irnos juntas a la escuela. A partir de ahora, estudiaremos en la misma preparatoria. Tú ayuda será muy valiosa para mí en el futuro…¿Acaso era su destino? En la vida pasada, Isabel también estudió en la Preparatoria Privada Aurora. Ella creyó que esta diferencia, significaría un cambio en su destino y esto afectaría en gran manera el desarrollo de su vida. Sin embargo, parecía que todo seguía igual que en su vida anterior…Entonces, ¿Isabel también moriría? ¿Así como ella lo haría? O sea, ¿el destino de to
Su mirada también era muy expresiva.El premio, era una hermosa estatuilla dorada de un caballero en su caballo con su respectiva lanza y escudo. Era bastante pesada. Emma la colocó en la mesa.—Quién sabe si es auténtico. Con su gran inteligencia, sé muy bien que solo le interesan los hombres —dijo Miguel y dejó su boleta de calificaciones muy descuidadamente.Luna apretó fuertemente el tenedor en su mano. La boleta cayó justo a los pies de Andrés. En ese momento, él la recogió y le echó un vistazo, se dio cuenta de que Luna tenía calificaciones perfectas en casi todas las asignaturas. Si mal no recordaba, en el pasado, ella solo pudo obtener la mitad de las notas. Si las calificaciones eran verdaderas, podría seleccionar con gran libertad cualquier universidad en el país. Pero ¿las obtuvo por sí misma o utilizó algunos trucos ocultos? Solo ella lo sabía con claridad. Isabel también le echó un vistazo y se sorprendió, porque las calificaciones de Luna eran mucho más altas que las s
Luna vistió un conjunto deportivo blanco y, recogió su cabello con una moña. Con un sombrero, su figura delgada y llamativa se destacaba en el césped, atrayendo la atención de gran cantidad de personas.Su profesor, Noah Pascual, era un ex campeón nacional retirado, quien irradiaba elegancia y tenía un lenguaje muy cortés y decente. Se decía que en el pasado su familia atravesó grandes dificultades financieras, lo que llevó a que sus padres, tomaran la decisión de enviarlo a trabajar en este campo de golf para pagar una deuda. Fue gracias a esta experiencia que comenzó a recibir entrenamiento profesional. Después de convertirse en un deportista profesional, muchos empresarios influyentes viajaban desde lejos para presenciar sus partidos. Además, Miguel también utilizó muchos recursos para reservar una clase con él.Noah abrazó a Luna por detrás para corregir su postura al sostener el palo de golf, mientras decía:—¡Ten cuidado de no aplicar demasiada fuerza en la muñeca y no te pongas
Luna sacudió la cabeza en silencio.Noah fue el primero en hablar:—Faltan diez minutos para la hora de comer. Puedo invitarte a almorzar, señorita García.Luna no había comido nada desde que salió de casa, y ya tenía bastante hambre cuando llegó.—No tengo mucha hambre. —dijo Luna, pero justo cuando terminó de hablar, su estómago gruñó.Luna se sonrojó.Noah sonrió y dijo:—Vamos, pequeña, hoy hay nuevos postres, creo que te gustarán.El caddie de golf ya había recogido los palos de golf.—Entonces vamos. Muchas gracias. —dijo Luna mientras seguía a Noah.El Campo de Golf Excelencia Líder, además del golf, ofrecía instalaciones de entretenimiento que incluían restaurante y alojamiento en un solo lugar.Si tenías dinero, casi cualquier tipo de servicio se encontraba disponible aquí.—¿Te gustaría comida local o comida extranjera?—Comida local. —respondió Luna, ya que nunca había comido aquí antes.—Muy bien. —Noah sacó una tarjeta y reservó una mesa en el restaurante del segundo piso.
—¿Qué te gustaría para beber?Luna respondió:—No es necesario, solo tráeme agua.—Oh, es Luna, ¿verdad? ¡Hace mucho tiempo que no te veía!Una voz inesperada y, poco seria resonó en el tranquilo ambiente. Al mirar hacia la fuente de la voz, Luna se puso bastante nerviosa al ver a la persona que se acercaba y balbuceó: —Hermano... tú...Andrés, con su mirada penetrante y su dominante presencia, se acercó y preguntó: —¿Terminaste tus clases?Luna tenía una fuerte sombra del pasado relacionada con Andrés. Al verlo, se tornó muy nerviosa. Tenía miedo de decir algo inapropiado.En su vida pasada, aunque Andrés no la amaba, su posesividad hacia ella era insoportable. Luna se recriminó a sí misma en silencio:—Luna, ¿por qué eres tan débil? Ahora solo son hermanos normales, ¡deberías tener más autocontrol, en tí misma!Luna afirmó:—Sí, acabo de terminar las clases, y el profesor me invitó a comer.Noah se levantó y extendió la mano hacia Andrés:—Hola, soy Noah Pascual, el instructor de gol
—¡Hermano... —Luna intentó decir algo, pero Andrés simplemente escupió dos palabras bastante frías y calculadoras:—Como quieras.Después de decir eso, se dio la vuelta y se fue.Noah notó la tensión en ella y le dijo:—Siéntate, aún tienes tiempo, no estamos lejos.Luna se sintió incómoda al sentarse y el camarero les sirvió los postres.Noah notó, que algo no iba bien desde la atmósfera anterior.Por eso habló de otros temas para alegrarla, describiendo todas las actividades del Campo de Golf Excelencia Líder y compartiendo historias muy interesantes para lograrla animar. Algunas personas muestran sus emociones en su rostro, y Luna era una de esas personas. Lo que estaba pensando se podía adivinar muy fácilmente.Era el cumpleaños de Isabel, y varios de sus compañeros de clase habían venido a celebrarlo. Además de asistir a la misma escuela que ella, había otro detalle que Isabel no le había contado a Luna: se había trasladado a la misma clase que ella.Entre los que llegaron a la r