Luna regresó a la habitación, se quitó la ropa sucia que llevaba puesta, y se paró frente al armario para elegir un vestido nuevo.Justo en ese momento, se oyó la voz de Andrés desde afuera de la pared:—Tengo algo urgente que hacer en la empresa. Si alcanzo a terminar temprano, regresare lo antes posible para estar contigo.Isabel respondió consideradamente:—No pasa nada. Ve y ocúpate de tus asuntos. Que yo andaré esperándote aquí.—Bien, si te sientes cansada, puedes dormir en mi habitación. Las sábanas están nuevas y limpias.—Eso es lo que menos debes que preocuparte.Luna escuchó los pasos que se alejaban, y creyó que Andrés se había ido. Justo cuando quería respirar de alivio, la puerta se abrió de repente.Al mismo tiempo, Luna se quedó completamente rígida con la ropa en su mano. Su rostro se enrojeció al instante, al darse cuenta de lo que había pasado. Se apresuró nerviosa y avergonzadamente a cubrirse con la ropa.La mirada de Andrés se estrelló con la figura desnuda de la
Una suave brisa nocturna entró ligeramente por la ventana. Los pasos apresurados en el pasillo despertaron a Luna.Luna parpadeó, abrió lentamente los ojos, y miró por la ventana. Se dio cuenta de que ya había amanecido y no deseaba dormir más. Era la voz de Isabel. Luna no sabía qué había sucedido, solo escuchó las constantes disculpas de la muchacha. Con los ojos somnolientos, pisó descalza el suelo y se acercó a abrir la puerta.Al abrir la puerta, se sorprendió al ver la figura que apareció allí y preguntó:—Andrés, ¿has terminado el trabajo de la empresa?En realidad, Andrés había regresado a casa una hora antes de que Luna se durmiera, había acompañado a Isabel al centro comercial. Sin embargo, al entrar en su habitación, Andrés se dio cuenta de que algo faltaba. Era la osita de peluche que Luna le había regalado en su cumpleaños.Al escuchar la voz de Luna, Andrés se acercó un poco a Isabel, como si estuviera a punto de “protegerla”, luego le explicó a Luna con un destello frío
Luna llevaba bien puestecito el uniforme de la prepa, traje negro al estilo británico con zapatos y mochila de cuero, definitivamente era bastante sofisticado.Al otro lado de la calle, había otra preparatoria pública llamada preparatoria pública Astra Luna. También era una preparatoria con excelentes resultados educativos. Todos los estudiantes que ingresaban a esa preparatoria eran aquellos con alta capacidad intelectual y con el sueño de convertirse en élites sociales en el futuro.Los estudiantes de la preparatoria Aurora tenían condiciones financieras incomparables debido a sus familias, pero los de la Preparatoria Astra Luna solían venir de familias humildes, por lo que solo podían avanzar con sus propios esfuerzos.Debido a las diferentes clases sociales, había constantes conflictos de opiniones entre los dos grupos de estudiantes.Justo cuando Luna estaba a punto de ingresar a la escuela, entre varios vehículos negros, divisó un Audi negro similar al de Andrés que se detuvo fre
El salón de la clase número uno se ubicaba en el sexto piso. El edificio contaba con elevadores divididos para estudiantes y profesores.En la preparatoria Aurora, no se establecían clases antes de las nueve, permitiendo así que los estudiantes llegaran a la escuela un poco más tarde.Cuando Luna llegó a su respectivo salón, dentro de los compañeros de clase se encontraban unos conocidos, al igual que otros extraños. Solo conocía los nombres de unos pocos.Cuando sonó el timbre para el inicio de las clases, Luna se apresuró a tomar asiento de acuerdo con su memoria. Sin embargo, antes de que pudiera acomodar bien su mochila, percibió varias miradas de sorpresa y escuchó murmullos.—¡Ese el asiento de Sergio! ¿Cómo carajos se atreve a sentarse ahí?—¿Acaso perdió la memoria?¿Qué? ¿Sergio Sánchez?Luna examinó un poco el escritorio, tan impecable que no había ni un libro sobre él. Se levantó, inmediatamente con sorpresa. ¿Cómo era posible que este fuera el asiento de Sergio? ¡Recordaba
Cuarenta y cinco minutos después, terminó la clase. Después de la clase, Luna se acercó hacia el escritorio y lo levantó, luego recogió todos los libros y los colocó en el cajón.Al ver la acción de Luna, muchos compañeros se sorprendieron y empezaron a discutir en voz baja:—¡No puede ser! ¿Luna está agachándose para recoger los libros de Sergio? ¿Está loca?—¡Una persona como ella que ni siquiera sabe cómo contradecir a las personas ofreciéndose a hacer algo así! ¡Pero que locura!Uno de ellos sacó su móvil, tomó una foto de la escena y la publicó de manera anónima en el foro de la escuela.Luna también escuchó los comentarios, pero simplemente los ignoró. Después de ordenarlo todo, regresó a su propio asiento. No pudo evitar pensar: ¡era tan amable que incluso podía soportar a un tipo como Sergio!Al mismo tiempo, en un callejón cerca de la preparatoria, Luis le preguntaba a Bruno dónde irían a beber esa noche. Bruno estaba jugando al móvil a un lado. De repente, recibió un nuevo me
Menos mal que con el tiempo le había cogido antes el gusto a aprender y en especial había entendido la importancia de estudiar. De lo contrario, ella no tendría el coraje de salirse del salón y venir a la biblioteca a estudiar.Ya tenía los suficientes conocimientos, para hacer frente a los exámenes, y así obtener una buena calificación en el examen de ingreso universitario. Aunque aún era bastante difícil, podría ingresar a una buena universidad con esfuerzo.Destacaba en humanidades, pero no tanto en matemáticas y ciencias. Aunque, ella no tenía mucho tiempo extra para estudiar. Pues luego de la escuela, tenía clases de cocina y piano...Luna, se sentó frente al ventana, sentía gran ansiedad...Se pasó la mano por su hermoso cabello, en señal de preocupación. Al darse cuenta de que esto era una pérdida de tiempo; decidió estudiar y memorizar más palabras en inglés.Excepto por las clases 5 y 6, casi nadie iba a la biblioteca. Por eso a excepción de los estudiantes, a esas horas de cl
Carolina caminaba muy elegante con sus tacones altos, y su hermoso cabello largo y rizado que llegaba hasta sus hombros.—Luna, ¿por qué estás parada ahí sin hacer nada? ¿Puedes decirme qué ha pasado? —Extendió la mano hacia ella, pero Luna frunció el ceño y retrocedió un paso, recogió su lonchera del suelo y salió del aula sin decir ni una palabra.Mientras caminaba por el pasillo, Luna iba calmadamente, pero sentía un sinsabor en su ser. Al pensar detenidamente, se dio cuenta de que todos a su alrededor se acercaban a ella con un propósito, y nadie la quería de verdad sinceramente.El primero fue Andrés, quien se aprovechó de ella. La había engañado con palabras muy bonitas y luego rompió con ella, después de lograr su objetivo. La segunda era Carolina, quien siempre la apoyaba en la escuela, escuchaba sus problemas, la reconfortaba y hacía todo lo posible por ganarse la atención de su padre, Miguel. Después, planeaban unirse a Andrés para eliminar a ese hombre sin que nadie se dier
Doña Liora solamente se atrevió a decir:—De hecho, es cierto, cuando el conductor fue a recoger a la señorita, descubrió que ella no salía aun de la prepa. Ya he preguntado a todas las profesoras de las clases a las que normalmente asiste la señorita, pero no ha ido a ninguna. Acabo de llamar a la policía. ¿Qué vamos a hacer si algo le ha sucedido a la señorita?Andrés estaba hablando por teléfono mientras sostenía el volante, dijo: No te preocupes, no le ha pasado nada. Luna me llamó hace un rato, pero mi teléfono no funciona bien. Así que... primero iré a los lugares frecuentados por ella a ver si la encuentro, y te llamaré cuando la encuentre.—Está bien, está bien. Colgado el teléfono, Andrés dejó su móvil a un lado. Isabel, que estaba escuchando la conversación telefónica, también se enteró de todo, y exclamó: —¿Cómo es posible que Luna desaparezca de repente? ¿Habrá sufrido algún accidente?—Probablemente se fue a algún lugar ocultándose. No te preocupes, te llevaré a casa prim