De pronto ambos son interrumpidos por la presencia del doctor Walker, Gisela al ver al médico de su hija se aleja de Diego para enfocarse en él.—Doctor Allen, ¿Cómo se encuentra mi hija?—Alba estará bien, ha tenido una fuerte emoción que le impidió respirar con normalidad. Gisela, sabes bien que este tipo de emociones, sustos o…—No ha sido culpa de ella —Gisela lo interrumpe.—Debes evitar que tenga este tipo de sobresaltos, Alba ya ha tenido muchas recaídas, no es bueno que tenga tantas en un mismo mes.—¿Eso que significa? —Diego pregunta.El doctor guarda silencio unos segundos mientras que los observa a ambos.—Estos ataques pueden causar un paro respiratorio en Alba.Gisela se tensa por completo al imaginarse a su pequeña sufriendo este tipo de situaciones siendo tan pequeña. Lagrimas brotan de su cara sin que ella pueda evitarlas, se sentía devastada, tan dolida porque su bebé padecía esa horrible enfermedad.Ella hubiera preferido mil veces ser ella quien sufriera todo y no
Mauricio observa desde lejos como unos sujetos con trajes muy finos y bastante parecidos empiezan a sacar algunas maletas de la casa de Gisela, el rubio frunce el ceño al mirar que las introducen en el interior de un coche muy lujoso.Furioso golpea el volante del coche, ella se estaba yendo de esa casa. Frunce los labios y espera a que esos sujetos terminaran de recoger todo.—La muy cobarde ni siquiera tuvo el valor de venir ella misma a recoger sus malditas cosas.Él se ríe a la vez que hace una mueca de dolor, le dolía todo el maldito cuerpo, la paliza que ese sujeto le dio no fue para nada normal. Por suerte, Gisela los interrumpió y fue cuando logro escaparse o de lo contrario no la hubiera contado.En cuanto ve que los sujetos se suben al coche y lo ponen en marcha, él hace los mismo con el suyo y los comienza a seguir. Esas maletas iban dirigidas hacia donde Gisela se estaba quedando junto con esa mocosa.—No me creo ese cuento de que esa niña sea hija de ese sujeto, es tan ru
Diego posa sus labios sobre el s3xo de Gisela y en ese instante la siente tensarse, pero no se detiene y continua con sus besos apasionados. Separa un poco sus muslos para poder tener mejor acceso a su intimidad.Al saborear el centro de su feminidad el cuerpo de Gisela se arquea un poco al mismo tiempo que gime.—Antonio…—jadea su nombre, pero el CEO no se detiene.Continúa saboreando el interior del cuerpo de ella, hasta que la oye gemir con más fuerza, es allí cuando se aleja del s3xo de Gisela y empieza a gatear sobre ella. Al situarse sobre su cuerpo toma posesión de los labios de ella propinándole un fiero beso.Entre tanto comienza a frotar su miembro contra el vientre de Gisela provocando que ella envuelva sus muslos alrededor de su cintura, aquella invitación fue aceptada por el CEO que inmediatamente busca la forma de situar su miembro en la entrada femenina de ella.En cuanto lo posiciona oye como Gisela gime un poco, ejerce un poco de presión contra la suavidad de su s3xo
—Diego…—¿Qué pasa?—¿Te gusta mi mamá?La pregunta tan directa de la niña sorprendió al CEO quien no esperaba para nada que ella le preguntara algo como eso. Ambos se encontraban acostados en la cama, Diego esperaba que Alba se durmiera para poder salir del cuarto, pero la pequeña nada que se dormía.—¿Qué clase de pregunta son esas?—Es una pregunta normal, ¿Por qué te sorprende?—Eres una niña, no deberías de andar por allí haciendo preguntas como esas.Alba se queda pensando en las palabras de su amigo, la niña lo mira de soslayo y frunce el ceño al notar que el se encontraba con los ojos cerrados.—¿No vas a responder? —Diego se tensa, pero trata de disimularlo.—Accedí a acompañarte a la habitación con la condición de que te durmieras y es lo menos que estás haciendo.La niña acomoda su cuerpo al lado de su amigo y empieza a entrecerrar los ojos.—Yo solo quiero que mi mami no este sola —murmura, pero Diego escucha claramente —. Ella siempre está sola. Diego…—¡Uh!—Promete que
Después de un largo día de caminata, de jugar con la nieve y tratar de patinar sobre el hielo, finalmente la noche llego.Los tres se internaron en la cabaña para calentarse.—Realmente hace mucho frío—dice Alba, quien estaba muy cerca de la chimenea.—Quizás debimos venir en otra temporada, esta es la más fría.—Pero me gusta —la niña se encoje de hombros—. Mañana seguiremos jugando en la nieve.—Hija, no creo que sea bueno que te expongas tanto.Alba pone los ojos en blanco.Diego observa la preocupación de Gisela y entiende perfectamente su angustia, a él también le preocupaba la salud de Alba, quizás aquel frío le hacía daño. Lo mejor era no exponerla tanto.—Pero quiero salir.—Creo que deberías hacerle caso a tu mamá, hace mucho frío afuera. Además, hoy has jugado bastante, ¿no te parece?La niña voltea para verlos a ambos quienes la estaban mirando severamente, en ese momento se ríe ganándose una mirada ceñuda por parte de ellos.—Ustedes dos parecen mis papas.—¡Alba! —exclama
—Diego, debemos cambiar el medicamento o las cosas se van a poner mal para ti.—“¿Medicamento?” —musita la niña mientras sigue oyendo.—Sabía que esto iba a pasar, y estoy preparado para lo que sigue.Henri lo mira fijamente, era normal que estuviera cansado de probar una cosa tras otra, pero era necesario para poder salvar su vida. Pero Diego era una persona terca muy difícil de hacer cambiar de idea, bueno, al menos él.—¿Y qué es lo que quieres? —Diego no responde —. Al menos has pensando en lo que estás haciendo ahora —el CEO levanta la mirada —. Gisela y Alba están aquí bajo tu cuidado, ¿Qué pasara con ellas dos si algo llega a pasarte a ti?Diego observa a su amigo con severidad, en ese instante no había pensado en ellas dos, él tenía mucha razón, ahora ambas estaban a su cuidado, si él no estaba que iba a pasar luego con ellas y ese sujeto que las estaba acosando.Baja la mirada…—No puedes rendirte, todavía hay oportunidades.—Solo intentas alargar las cosas.—El medicamento p
Diego se arrepiente mucho de no haber atendido aquellas llamadas, ahora comprendía la urgencia de Henri por llamarlo. Cuando su secretaria le contó lo que estaba pasando su corazón se paralizo de inmediato hasta el punto de sentirse verdaderamente mal.Pero con todo y eso, fue al hospital para ver el estado de salud de Alba.El CEO levanta la mirada para ver al doctor de Alba, era idéntico a su amigo Henri.—Ella estará bien, necesita descansar un poco, luego vendré a verla para ver si ya le puedo retirar el aparato respirador.Diego asiente y es cuando el doctor se aleja dejándolo solo con Gisela, quien aún seguía en sus brazos.—Lamento no haber venido antes, yo…—Está bien —Gisela lo separa un poco —. No te preocupes, se que estas ocupado en la empresa y…—¡No! Yo debí venir en seguida, nada es más importante que Alba.Gisela medio sonríe luego de escucharlo, sin duda alguna la conexión que existía entre ellos era muy grande e inexplicable.—Ella pregunto por ti, al no verte se pre
—Quiero que intentemos tener una relación —rápidamente, el cuerpo de Gisela se congela a pesar de que el agua era tibia.—Diego… —baja la mirada —. ¿Qué pasara con Alba?—¿Qué hay con ella? —el CEO frunce la mirada.—Que pensara ella de esto, no sé cómo pueda tomarlo.Diego sonríe de medio lado, acuna las mejillas de Gisela y la hace levantar la mirada.—No creo que se oponga a nada —planta un beso tierno en los labios de ella para intentar tranquilizarla, luego ambos se abrazan con fuerza.—Esto es una locura, yo soy tu empleada.—Ya no más de eso…Gisela asiente sintiéndose maravillada, pero con temo al mismo tiempo. Desde hace mucho que no mantenía una relación con un hombre, le daba un poco de pavor sus sentimientos hacia Diego. Pero sinceramente, deseaba intentar algo con él.[…]—Esos dos han llegado solos a casa, y la pequeña mocosa no asistió al colegio hoy. ¿Qué diablos estará pasando? ¿En donde han dejado a la esa niña?Mauricio frunce el ceño mientras que mira la cada de aq