Me concentro en quitarle lentamente la corbata con una sonrisa en sus labios que tanto amo… la arrojó a un lado y él me toma de la cintura pegándome más cerca de su cuerpo haciéndome contener la respiración por más tiempo del necesario. Me hace caminar hasta las escaleras y luego me toma la mano para subir los escalones hasta su habitación, una hermosa estancia con una cama de un tamaño más que exagerado. Los colores de la habitación de Jimmy son cálidos y en ese momento me hace dar la vuelta para quedar frente a él, me toma el rostro suavemente con las manos y besa mi mejilla como ya le es costumbre lentamente comienza por bajar el cierra de la parte trasera del vestido y entrelaza sus dedos con los míos, sonrió. El vestido comienza a caer suavemente por mi cuerpo él se aleja para no perder detalle alguno de mi figura. El vestido termina por descender por mis tobillos y doy un paso fuera de él, en ese momento me encuentro en lencería y zapatos de tacón, una sutil lencería de encaje oscuro a juego que solo me hace sentir segura conmigo misma justo frente a él, me observa y me acerca una vez más a su cuerpo y desliza su nariz a lo largo de la línea de mi mandíbula.
—Amo tu aroma Laurie, es enigmático y perfecto igual que tú – susurra. Me besa los labios lentamente saboreando cada instante y tan sólo adoro la sensación de sentirme amada dulcemente por Jimmy ya que, ahora no tuve que ser yo la que insistirá y lo observará con aquella mirada que tanto causaba en él, destruyendo de alguna forma su voluntad y sus barreras frías para que pudiera hacer aquello. Lo empujo contra la cama y él se deja caer y sé mantiene pensativo observándome caminar sensualmente hacia él, sonríe.
—Luces tan perfecta – susurra yo lo hago callar con un beso suave y ligero mientras comienzo por quitar el primer botón de su camisa, fácilmente me deshago de él y así hasta terminar con todos ellos y la camisa esta fuera de mi camino puedo observar su perfecto cuerpo adornado perfectamente con sus tatuajes que tantas preguntas hacen que se forman en mi mente. Los recorro suavemente con mis uñas largas y él sonríe poniéndose en pie de nuevo. Dirijo mis intrépidos dedos hacia el cinturón que sostiene sus ajustados pantalones contra sus caderas y me obligo a alejar solo un segundo mi vista fuera de su rostro de expresiones interminablemente hermosas hasta la eternidad...
—Te quiero, Jimmy– susurro cuando comienza por recorrer mi cuerpo con sus labios y se detiene.
—No lo hagas, Laurie– dice en voz ronca mientras me observa con los ojos entrecerrados de un azul perfecto e inexplicable.
—¿Qué?
—Decir eso cuando sabes que no es verdad.
—Es verdad Jimmy, ¿por qué no lo crees señor Sullivan?
—Porque jamás ha tenido sentido que lo hagas o que alguien lo haga. Así que, no lo hagas.
—¿Por qué eres tan frío conmigo, Jimmy?
—¿Cómo debería ser entonces? – pregunta mientras se sienta en la cama con las manos sobre el rostro.
—Sabes muy bien que no puedo comprometerme a una relación seria contigo Laurie no puedo porque temo que salgas lastima al final de todo y sabes muy bien que no estoy diciendo más que la verdad.
—No lo entiendo Jimmy, no tiene ningún sentido entonces continuar aquí si no vas a… – guardo silencio en ese momento me agacho lentamente para recoger mi vestido que se encuentra en el fino suelo de madera de roble.
—No, Laurie – me dice y se levanta para tomarme de la mano con sutileza.
—¿Cómo es que debo quedarme cuando todo lo que deseas de mi es tan solo…?
—¿Qué?
—De cierta forma olvidas a tus demonios cuando yo estoy cerca, Jimmy.
—Sí, por eso estas aquí Laurie me haces mejor de todas las formas posibles.
—Entonces demuestramelo Jimmy, has algo que me impida no marcharme… hemos discutido toda la noche ya no lo soporto y lo sabes.
—Te ataré a mi cama – me dice de manera misteriosa y se acerca a mí, me quita el vestido de las manos y lo arroja a un lado de la habitación en el rincón más lejano.
—Terminemos con esto – me susurra al oído.
—¿Tú quieres hacerlo? ¿no tendré que insistir para que lo hagas por segunda vez?
—No ocurrió nada la primera vez. Solo te besé y descansamos en tu habitación – me dice mientras comienza por bajar lentamente el tirante oscuro de mi sujetador luego muerde mi hombro algo que me hace reprimir un grito en mi garganta. Comienza a agregar un que otro beso mientras yo tan solo me dejo llevar y me doy cuenta que tiene razón en lo que dice… la primera vez que estuvimos solos en una habitación le insistí para que me tocara y aunque lo hizo y me beso como nunca antes lo había hecho jamás paso nada más que eso… tan solo me dedico una mirada fría y me hizo cerrar los ojos para descansar al día siguiente tan solo me di cuenta que se había marchado a su habitación sin decirme nada y me había sentido como la persona más horrible del mundo por hacer lo que le hice aun sabiendo que él había impuesto reglas muy claras base a nuestras supuesta relación y ello conllevaba nuestro contacto físico en todas las dimensiones posibles.
—¿Lo harás? – pregunto de nuevo él se detiene y me observa.
—Esto hará que la noche tan solo no sea una perdida valiosa de mi tiempo – me dice y se concentra en besar mis labios rodeo su cuello con mis brazos y me uno al beso demasiado tarde pues él ha tomado el control como siempre ocurre con todo. Me alza y yo enredo mis piernas alrededor de su cintura algo que le arranca un gemido que se queda en su garganta.
—Por favor – susurro cuando se aleja.
—¿Qué?
—No me digas que lo haces para huir de cualquier otra cosa que no sepa aun – me besa de nuevo y puedo sentir su deseo sobre mí cuando me mira a los ojos. Con un rápido movimiento quita del medio mi sujetador y acomoda mi cabello detrás de la oreja para poder verme a los ojos.
—Lo hago porque sé que tú lo deseas y yo también…– su voz cargada de deseo hacia mí me hace saber que está diciendo la verdad.
Me arrastra hasta la cama y me deja en el medio para poder mirarme con un rostro tierno que tan solo no he podido comprender del todo.
—¿Es verdad?
—Eres una chica desesperante Laurie aun cuando trato de complacer todos tus deseos… eres absurda y encantadoramente perfecta a tu extraña manera señorita Laurie Wendt – Se sienta en la cama por un segundo y allá van sus zapatos se pone de pie de nuevo y soy tan incapaz de dejar de observar su hermoso cuerpo surcado por aquellos hermosos tatuajes que tanto me encantaban, tan solo eran perfectos a su extraña manera. Decoraban el cuerpo de Jimmy de forma casi natural yendo de su cuello hasta el largo de sus bien torneados y trabajados brazos, su ancha espalda y terminaban en su abdomen plano
—Déjame – le digo cuando se lleva una mano a los pantalones para quitárselos, así lo hace y me observa mientras yo me deshago del botón y posteriormente bajo la cremallera en un rápido movimiento que lo hace sonreír con alegría. Alejo las manos y veo caer sus pantalones a través de sus largas y perfectas piernas. Sale de ellos con un sutil movimiento y está de pie frente a mí con unos finos bóxer negros que no dejan nada a la imaginación por el momento.
Me levanto un poco hasta tomarlo por las manos y jalo como si temiera que pronto desapareciera en el viento o algo parecido peor teniendo en cuenta su humor de esta noche así que no puedo esperar mucho de su parte y debo darme prisa si quiero que cumpla todos mis deseos ya que luego de eso no sé lo que pasara. Se coloca sobre mí y me besa suavemente mientras mis manos recorren el ancho de su espalda. Su mano sobre mi muslo y se detiene cuando rodeo sus caderas con mis piernas para tenerlo más cerca de mí. Deshace mi contacto con su persona y se pone de pie luego se arrodilla al pie de la cama y yo me alzo para ver lo que hará a continuación, toma mi pie derecho suavemente y sonríe…
—Particularmente amo como lucen estos zapatos sobre tu persona, pero no creo que eso me sea importante en estos momentos señorita Laurie– me murmura en tono sensual y veo el deseo escrito en sus hermosos ojos azules. Deshace rápidamente el pequeño nudo que forman las cintas con mi tobillo y luego continúa con el otro y ahí van los zapatos más caros que he tenido en mi vida por su grata cortesía claro está.
—Tampoco necesitaremos esto – dice en tono juguetón y sé que su buen humor ha regresado, pero, ¿Por cuánto tiempo?
Toma lentamente la parte superior de mis bragas y comienza por bajarlas a través de mis muslos y mis tobillos luego la lanza hacía un lado y estoy por primera vez completamente desnuda ante su fría mirada que tan solo está envuelta en deseo hacia mí y espero que no la pierda… solo estoy deseando eso.
—Podría observarte toda la noche Laurie – dice y comienza por quitarse su propia ropa interior y……
—Eres perfecto – susurro mientras trago saliva notoriamente mientras él está ahí, de pie en todas las formas que jamás podría imaginar.
—Y mis demonios, ¿Qué?
—No me importa eso ahora – digo en tono pícaro mientras muevo un dedo en su dirección con una bien intencionada frase de “te estoy esperando”
—Eres la bruja más despreciable y hermosa que he visto jamás.
—Repítelo hasta que se lo crea Sr. James Sullivan.
Se acerca a mí y comienza a besar mi mandíbula, mi cuello donde se detiene un largo rato y puedo sentir su erección contra el estómago y mis gemidos se quedan retenidos en mi garganta mientras escucho su respiración agitada, deslizándose hasta mis pechos, atrapa un pezón entre sus labios succiona suavemente arrancándome un gemido largo y profundo.
Acaricia mi muslo bajando lentamente, lentamente….
Mi pulso se acelera rápidamente cuando su mano libre se enreda en mi cabello tirando de él con insistencia…
—¿Lo harás? – jadeo cuando se detiene por un momento.
—Eres imposible, Laurie.
Gira por lo que ahora estoy sobre él, pero no ha ocurrido nada más… solo me ha besado con insistencia y ha recorrido mi cuerpo con sus labios.
Veo sus frías pupilas oscuras en mí, y estoy temiendo que haya cambiado de opinión en el último momento. Sonríe y me pasa una venda de color rojo y la tomo con expresión confusa.
—Póntela – me dice en tono serio mirándome desde abajo.
—¿Qué?
—Hazlo ahora – me ordena casi gritando y temo cuando dice algo como aquello, me vendo los ojos con mucho cuidado y me hace caer sobre la cama me acomoda tocándome ligeramente por lo que mi cabeza reposa sobre una almohada que tiene un olor exacto a él. Estoy aterrada cuando lo escucho abrir una gaveta de algún lugar escucho un poco de movimiento y al final una maldición.
—¿Lista?
Trago saliva y contesto con la voz temblando…
—Sí.
—Perfecto, dame la mano – ordena en tono grosero, yo alargo la mano hacia algún lugar… la toma en ese momento y la ata con algo que no tengo idea qué es hacia la cabecera de la cama, eso es doloroso, me ata la otra mano de igual forma y me siento atrapada en una pesadilla producto de la mente de Jimmy… en algún lugar de su mente disfruta con esto, pero yo no por ahora…
Se coloca sobre mí y me siento arropada por su cuerpo mientras comienza a recorrer mi figura con la boca, me muerde el antebrazo y grito cuando siento sus colmillos contra la suave piel…
Toma un pezón en la boca y comienza por succionar hábilmente mientras sus manos se mueven frenéticas contra mi zona más íntima y tan solo puedo lazar pequeños y profundos gemidos a medida que Jimmy avanza con su tortura.
Recorre mis muslos con los labios y se detiene un largo rato en la parte posterior de mis rodillas una zona que hasta hoy no sabía que era tan sensual, yo tan solo reprimo todos mis impulsos y espero que continúe con aquello…
Muerde mi muslo y soy capaz sentir su sonrisa contra mi piel. Atada y vendada en una hermosa y espectacular cama de casa del chico más peligroso que he conocido lo único que puedo hacer es no gritar y llorar mientras me muerdo el labio con fuerza. En ese momento puedo sentirlo deslizarse dentro de mí, gimo de placer y el dolor aparece casi de inmediato y quiero gritar porque cada vez es peor, mi cuerpo comienza a temblar involuntariamente y solo quiero que se detenga pero que continúe a la vez.
Puedo escuchar su respiración entre cortada a mediada que su ritmo se acelera y se acelera, los brazos comienzan a dolerme y me jalo fuertemente de las ataduras que me mantiene prisionera algo que me causa un horrible dolor en ambos brazos pero puedo sentir los labios de Jimmy cerca de los míos y luego atrapa mi labio inferior con los dientes y lo muerde como si se le fuera la vida en ello y el saber metálico de la sangre nos llena la boca pero me besa y lo único que quiero es que me quite aquella horrible venda de los ojos para poder verlo. Acelera el ritmo de cada una de sus embestidas y yo estoy dispuesta a reclamarlos como mío aun a pesar de estar atada y prisionera allí. Enredo mis piernas contra sus caderas algo que lo hace mantenerlo dentro de mí por mucho más tiempo algo que lo hace soltar un gemido que se queda en su garganta y realmente aun no puedo creer que Jimmy este haciendo eso conmigo. Suspira y puedo sentir su dulce aliento mezclado con lo ácido del vino sobre mi rostro. Lo dejo escapar y su ritmo se vuelve más lento haciendo que mi cuerpo comience a cansarse y con ello desear más de su parte.
Siento sus manos entrelazarse contra las mías la forma que me hace saber que esto significa algo más que solo el deseo sexual y sus gemidos en mi oído me hacen perder la razón y la venda cae de mis ojos. Lo tengo a pocos centímetros de mi rostro mirándome con la respiración entrecortada y el rostro expresando aquello que solo puede significar amor hacia mí, sus ojos oscuros ardiendo de deseo hacia mi persona, su mejilla y sus labios están manchados en sangre y puedo sentir la sangre corriendo por mi propio labio hasta la barbilla.
¿Qué me ha hecho?
Forcejeo con las cuerdas que me sujetan contra la cama, miro a mi derecha y veo con lo que me ha sujetado es el cable de una de las lámparas que había visto que se encontraban en la sala adornando la mesa de centro.
—Dije que te ataría, ahí lo tienes – dice entre jadeos.
Arqueo mi cuerpo en respuesta cuando él me embiste sin aviso alguno y me toma por lo cabellos tirando demasiado fuerte de ellos.
—¿Tenías que hacerlo? – digo y me hace gritar cuando se entierra aún más profundo en mi interior.
—Te amo, Laurie Wendt – susurra.
Pasa su mano sobre mi rostro, mis parpados revolotean un par de segundos y abro los ojos. Los brazos me duelen. ¿Qué ocurrió? Esta ahí sentado en el frio suelo de madera mirándome con expresión adolorida en el rostro, muevo la mano para tocar sus finas facciones y puedo ver la gruesa línea roja que se marca en la piel pálida y cada movimiento me provoca un incesante dolor. —Lo lamento tanto Laurie – se disculpa y agacha la mirada. Yo no digo nada tratando de recordar lo que ha ocurrido la noche anterior. Me siento en la cama, las sábanas blancas tienen grades manchas de sangre por todos lados. El labio me duele sobre manera al igual que las muñecas y los brazos y porque no decir las piernas y la espalda. —Jamás debió ocurrir nada como aquello… lo lamento soy un estúpido. —Por favor, Jimmy, no – digo en tono dulce para animarlo un poco y para que sepa que estoy del todo bien, aunque tan solo sea mentira. —Ve lo que ocurr
Son las 7 de la tarde, afuera la noche está cayendo demasiado rápido como ya es una costumbre, sonrió al ver a Jimmy poniéndose el cinturón en la sala del apartamento, luce realmente bien con esos pantalones de mezclilla oscuros cayendo sutilmente por sus largas piernas, su camisa blanca con una inscripción que no alcanzo a leer desde el ángulo en que me encuentro, sonríe al verme ahí de pie observándolo como si en algún momento temiera que se desvaneciera en el aire y realmente lo estoy haciendo. Camina hacia mí. Hoy lleva puesto sus lentes y temo que los últimos días sin ellos hayan afectado su vista en gran escala. Puedo ver sus medicamentos sobre la mesa de centro de la sala y lo observo de nuevo. —No ocurre nada – me dice, pero yo no creo que este diciendo la verdad. —Jimmy, si te sientes mal podrías tan solo ir al médico y luego podrías descansar un poco – digo en tono preocupado. —Estoy bien, no es nada. —Jimmy. —No te preocupes
A las 6:30 de la mañana del lunes, Thomas conduce lentamente para llevarme a mi departamento al lado este de la ciudad pasando por el centro.Suspiro.Jimmy presiona suavemente mi mano con la suya, volteo a verlo y me sonríe con entusiasmo en el rostro y yo tan solo me quedo perdida en sus hermosos ojos azules detrás de sus lentes.Miro mis muñecas aun con aquel leve color rosa donde me ato con los cables, muevo los hombros y los tengo demasiado rígidos a comparación y tengo la sensación extraña de haber dormido por mucho tiempo, pero al final no haber descansado del todo o como me hubiese gustado.—Múdate conmigo Laurie – susurra Jimmy en ese momento yo lo observo.—Oh por dios – es lo único que puedo decir mientras él me observa con expresión tierna en el rostro.—Por favor Laurie – murmura pasado unos segundos de un inc&
Miércoles por la mañana, Jimmy y yo desayunamos en la barra de la cocina antes de ir al trabajo. Cory recogerá mis maletas en mi departamento esta misma mañana así que el hecho de vivir con Jimmy se vuelve cada vez más formal y eso me agrada porque significa que él me quiere más cerca de lo que alguna vez hubiese podido imaginar aun en mis mejores sueños o fantasías.Jimmy me ignora en estos momentos algo que está molestándome sobremanera, pero sé muy bien que él es tan incompresible con sus cambios de humor tan volubles a cualquier circunstancia.Lo observo, pantalones oscuros como suele llevar siempre camisa blanca, lentes, luce realmente bien con una expresión que no dice nada mientras se lleva el vaso a la boca que tan solo quiero besar en estos momentos. Voltea a verme en esos momentos y tan solo sigue sin prestarme atención, habla con Sam
Despierto lentamente esperando encontrar el cuerpo de Jimmy al otro lado, estiro un brazo para buscarlo, pero no encuentro nada más que una par de almohadas.Suspiro.Me incorporo rápidamente y lo veo en el sofá que se encuentra sobre la pared que tengo enfrente, ¿se ha quedado dormido en el sofá para no compartir la cama conmigo?—¿Jimmy? – pregunto, sus ojos se abren lentamente y estoy segura que ni siquiera estaba dormido.—Buenos días Laurie.—¿Dormiste en el sofá?—No, en mi habitación solo esperaba que despertaras… me gusta verte dormir, es fascinante.—Me prometiste que te quedarías Jimmy…—Lo sé, pero no puedo hacerlo, no puedo concebir el hecho de dormir junto a ti desde aquel día.—Pero….—Sé que suena como una estupidez, pero no me a
*viernesCamino lentamente hasta la recepción donde ya me espera un pila de documentos que editar para este día, me muerdo el labio al ver a mi padre de nuevo esperándome con una sonrisa en el rostro como si no hubiese escuchado nada de lo que le he dicho luego de la cena en el departamento de Jimmy.Sara me sonríe levemente y soy incapaz de responder con una sonrisa es como si los últimos días hubiese olvidado como hacerlo por completo.—Buenos días Sara, papá – digo en tono lento mientras tomo los documentos del escritorio.—Señorita Laurie, buen día – y la primera en responder es Sara.—Cariño.—No comencemos de nuevo papá, no hoy por favor – comienzo yo y luego recuerdo las palabras de Gale en mi mente. ¡Maldición!—Pasemos a mi oficina, hablaremos ahí.—De acuerdo &nd
SábadoMe siento sobre la cama en ese momento, veo el despertador sobre la mesa de noche marcando las 7: 08 am de la mañana, siento la presencia de alguien a mi lado, volteo y ahí está él mirando al techo vestido con unos pantalones de franela negros y una camisa gris, las manos sobre su cabeza, voltea verme y sonríe.—Buenos días Laurie – me saluda y yo sonrió ampliamente, estoy vestida con unos pantalones de algodón y una camisa suya.—Buenos días – contesto y aunque sé que todo lo que hemos discutido aún sigue ahí tan solo deseo disfrutar del voluble cambio de humor en Jimmy.Muevo los hombros un par de veces y los tengo rígidos, los brazos me duelen y la espalda también, suspiro pesadamente y Jimmy se sienta sobre la cama con aire pensativo mientras me examina.—¿Ocurre algo? – pregunta mientras pas
Me acomodo en el sofá de nuevo y sus labios recorren suavemente la línea de mi mandíbula, pasando lentamente por mis propios labios….Mis ojos revolotean abriendo y cerrándose rápidamente, puedo sentir la sonrisa dibujada en esos perfectos labios. Pasa lentamente una mano por mis cabellos y tan solo me niego a abrirlos ojos, cuando por fin los abro me encuentro con el rostro más hermoso que he visto en el mundo. Sonrío.—Buenas tardes pequeña bruja durmiente – dice y la sonrisa en sus labios es más grande de lo que imagine.—Hola Jimmy – susurro con la voz cargada de sueño, mi cabeza descansa en su regazo y está inclinado hacia mí, recobra la compostura y mira al frente.—¿Qué tal tu día? – pregunta cuando vuelve la mirada a mí y clava sus hermosos ojos azules tras sus lentes en mi rostro.&mdash