Jimmy guarda silencio mientras observa seriamente la ventanilla del auto, sé que está molesto por el hecho de que no he querido decir nada más acerca de lo que me incomodaba. Se muerde el labio levemente y respira pesadamente, pero en todo este tiempo tan solo se ha limitado en dejar de prestarme atención. Cory me observa a través del retrovisor, me encojo de hombros y Jimmy voltea a ver irritado por mi necesidad de moverme inquieta en mi asiento. Cierra un momento los ojos y luego vuelve la mirada fría hacía la oscuridad que nos invade fuera. Sé que no tiene sentido que hagamos algo como aquello, pero tan solo no deseo estropear algo que hasta ahora – y desde el incidente – ha ido tan bien. Me muerdo el labio ansiosa, su voz fría me ataca en ese momento...
—No lo hagas Laurie – murmura, hago lo que me ordena y observo sus finas facciones un segundo; ya no luce relajado como hacía un
Mis ojos se abren lentamente mientras buscaba su cuerpo del otro lado de la cama, pero mis manos se cerraron en la soledad que lo invadía todo. Observe la habitación, paredes y techos tan altos que parecían tan solo burlarse de mí. Él no estaba ahí. Sabía que no tenía sentido seguir con aquello, pero no podía decirle algo que jamás habíamos hablado y si lo hacíamos en este momento tan solo terminaría por arruinar lo mucho o tal vez poco que habíamos rescatado luego de que me marchara. Salí de la cama cuando supe que todo aquello era más de lo que yo misma podía soportar. Observe de nuevo la habitación, la ropa de Jimmy estaba sobre el sofá y podía escuchar la risa de Cory abajo; me vestí rápidamente y salí de ahí, camine por el pasillo directo a su estudio, abrí la puerta la puerta, pero ahí no estaba &e
Salí de la casa y caminé de vuelta a lo que ahora era mi realidad.Abro la puerta lentamente, Sam aparece en ese momento tras las puertas corredizas del salón me observa y sonríe.—Oh cariño, estaba muy preocupada por ti.— No tenía porque Sam ya estoy aquí – susurro.—Jimmy llamó hace un par de minutos cariño – dice en tono lento, clavo la mirada en el suelo.—¿Qué ha dicho? – pregunto.—No mucho, dijo que volverá pasada las 11 así que no debemos preocuparnos por él.—¿Sigue molesto Sam?—Sonaba molesto conmigo cariño, aun así, creo que tiene motivos de hacerlo – murmura acogiéndose de hombros.— No Sam, Jimmy no tiene derecho de hacerlo. En todo caso él estaba molesto conmigo y eso lo sabía, pero hablarle a ust
Escucho los pasos de alguien moverse por la habitación, mis párpados revolotean abriéndose y cerrándose por un segundo, la luz es demasiado baja como para que pueda ver algo más que el reflejo de la ciudad brillando tras el ventanal, puedo ver su sombra recortada contra el fino suelo de madera. Me siento sobre el sofá y me doy cuenta que aún estoy en la biblioteca con un par de manuscritos y un montón de papeles del trabajo que debía revisar antes de volver al trabajo el lunes, esparcidos por todos lados.—Es usted una persona muy desordenada señorita Wendt – susurra despacio su voz aún sonaba fría y algo distante, pero había un toque de alegría detrás de ella, me quedo muy quieta y trato de recordar como respirar de nuevo, sonrío.—Jimmy – susurro suavemente, él sonríe tímidamente en mi dirección mientras s
*sábadoJimmy me rodea con los brazos mientras suspira, pasea sus manos por mi espalda y cierra los ojos a medida que el sol de últimas horas de la tarde nos envuelve rápidamente, sonrió y presiono mis labios contra su cuello suavemente, puedo sentir la sonrisa en su rostro y es mi turno de suspirar. Besa mi cabello un par de veces y no dice nada.“Nuestro pequeño pedazo de cielo”Me muevo un poco y lo observo detenidamente, sus perfectas facciones pálidas, sus prometedores labios rojos curvados en una fina línea mientras su respiración se hace cada vez más lenta y acompasada. Es simplemente todo lo que no podía esperar tener, aunque fuese solo por suerte, sonrió ante el hecho de saber que es mío, fuese como fuese era mío. Me sentía como la persona más egoísta del mundo al tenerlo ahí solo para mí, pero no me sentiría c
Brian sonríe al verme entrar al restaurant, camino lentamente hasta él.—Buenos días, Brian – susurro, mientras lo rodeo con mis brazos, besa mi mejilla y sonríe.—Buenos días, Laurie – me saluda, me ayuda con la silla y me siento.—¿Dónde está Jimmy? – pregunta, agacho la mirada y me froto mecánicamente las muñecas donde las esposas dejaron esas pequeñas marcas de color rosa que sé que Jimmy odiara…—Aun duerme – susurro.—Ya veo, ¿Qué tal la estás pasando Laurie? – pregunta mientras le da un sorbo a la taza de café que tiene en las manos.—Muy bien Brian, gracias. ¿Y Elena? – pregunto cortésmente.—En la habitación – y se encoje de hombros.—¿Sucede algo Brian?—Bueno, todo lo de
***LUNESMARTESMIÉRCOLES***JUEVESObservo la ventana en ese instante, es una tarde lluviosa y tan solo estoy deseando estar en casa frente a la chimenea mientras Jimmy me rodeaba con sus cálidos brazos. Sonrío ante la idea, pero sé que Jimmy esta por asuntos de negocios fuera de la ciudad desde el lunes a primera hora de la mañana, debería volver mañana y sé que entonces no me sentiría tan fuera de lugar en aquella casa de altas paredes. No me gustaba el hecho de estar sola porque, tenía muchas cosas en que pensar y pensar hacía que mis peores temores acerca de todo crezcan lo suficientemente a prisa como para poder hacer algo al respecto. Mi madre a llamado así que las preguntas sobre mi relación con Jimmy son – ahora – el tema de conversación favorito de mi madre. No la culpo, pero en algún momento debía dejar que
Observo la sala, todos parecen concentrarse en lo que el señor Sanders dice menos yo. Hemos estado en la sal de conferencias durante más de dos horas escuchando propuestas de todo mundo – incluyéndome– así que tan solo ha sido una tarde agotadora, me duele la cabeza y solo deseo que el señor Sanders termine su largo monologo de lo que espera de nosotros. Me muevo inquieta en la silla un par de veces y tan solo quiero marcharme a casa y esperar a que Jimmy vuelva de su viaje. El reloj de la pared marca las 5:56 pm, suspiro y trato de relajarme, pero es imposible hacerlo, tomo un sorbo de agua y alzo la vista para ver una vez más el reloj...Me muerdo el labio, Jimmy había dicho que volvería lo antes posible algo que verdaderamente no fue así, pero, llevaba más de dos horas en esa sala así que no sabía si había llamado o no. Fijo la mirada en la puerta de cristal un par
Acaricia suavemente mi espalda con una mano, haciendo pequeñas figuras con los dedos lentamente mientras mis ojos revolotean abriendo y cerrándose una y otra vez, besa mi frente tiernamente y suspira alejándose definitivamente de mí, abro los ojos horrorizada y lo observo, está de pie frente al gran ventanal, con las manos sobre las caderas en una pose sensual y pensativa. Fuera la noche cae rápido como para determinar la hora exacta, solo sé que los edificios brillan sutilmente arrojando una imagen tan hermosa pero no tanto como él. Me siento sobre las sábanas blancas algo desordenadas y se vuelve para verme. —Hola — me saluda mientras camina elegantemente hasta donde me encuentro se sienta a mi lado y yo lo sujeto del rostro suavemente para besarlo, me alejo y pasa una mano por sus cabellos alborotándolos a su paso. —Hola — sonrió algo nerviosa por su aparente falta de emoción, pero me sonríe con aquella sonrisa de perfectos labios rojos que tanto amo en él