Observo con atención a Jimmy en todo este tiempo ni siquiera me había tomado la molestia de observar lo realmente atractivo que se veía esa noche, luciendo unos pantalones ajustados al cuerpo de franela negros, una camisa gris plateada con un toque de un extraño azul brillante, corbata negra y saco oscuro también, su cabello luciendo de aquella forma que tan solo es imposible de explicar puesto que lo tenía cortado de forma poco usual, pero me encantaba mucho más de lo que cualquier otra persona podría creer.
Se acerca a mí y me doy cuenta que no le he quitado la mira de encima desde que me ha ordenado sentarme en silencio en el sofá.
—¿Qué ocurre? – pregunta en voz baja tomándome la mano de forma lenta y cuidadosa.
—¿Aun estas molesta conmigo? – menciona yo lo observo.
—No, no estoy molesta contigo Jimmy… solo es que…. te ves tan bien y yo…. – me observo, debo lucir horrenda a su lado, tan fuera de lugar que debo dar risa solo con mirarme y creo que es eso lo que Emily ve en mí
—Eres la chica más hermosa del mundo, Laurie Wendt.
—Por supuesto que no – digo y agacho la mirada.
—Dije que sí, ¿Por qué habría de mentirte?
—No lo sé.
—¿Y bien, señorita Wendt? – y es el padre de Jimmy. Yo lo observo y él sonríe, yo le sonrió a él. Guarda silencio mientras llena rápidamente las copas con vino tinto. Jimmy se levanta y me da una de ellas, yo la acepto y tomo un largo sorbo en ese momento el Sr. Sullivan, continua con la charla.
—Cuéntanos un poco de ti, creo que todos estaríamos encantados de conocer más de la vida de la novia de Jimmy – casi me ahogo con el vino que tengo en la boca y me envuelvo en un ataque de tos tan escandalosa que Jimmy se ríe.
¿La novia de Jimmy? ¿Novia? ¿Quién ha dicho tal locura? ¡Oh por dios, su novia! No puedo creerlo. ¿Se ha referido a mí como su novia? ¿De dónde lo ha sacado? Me muerdo el labio y sonrió, mientras paso la mirada del sr. Sullivan a Jimmy que se encoge de hombros rápidamente.
—Lo lamento – me disculpo rápidamente.
—Oh, entonces, ¿Jimmy aun no te ha propuesto que seas su novia?
—No – digo, pero la voz me tiembla al final mientras clavo mi mirada en la de Jimmy, esa mirada tierna y ridícula que lo hace sentir culpable de todas las formas inhumanamente imposibles.
—Por el momento tan solo estamos viendo que sucede con todo esto, hoy en día no es tan fácil tener una relación realmente satisfactoria para ambas partes papá – me ayuda Jimmy, pero sé que solo lo hace para que escudarse de su miedo al compromiso y sus demonios internos que tan solo no dejan de atormentarlo, como si aún viviera en su pasado y ya... así de fácil y sencillo.
—Comprendo, comprendo.
—Entonces háblenos de usted, señorita Laurie.
—No tienes que hacerlo – me susurra Jimmy de forma discreta.
—Por supuesto – y esa respuesta es para los dos…
—Bueno pues, no estoy muy segura por dónde empezar… – digo.
—¿Tus padres? ¿Tienes Empleo? ¿Amigos? No lo sé, lo que tú quieras.
—Ah, bueno, mis padres se encuentran lejos de aquí en este preciso momento, mamá vive en florida y mi padre en Oakland, ahora. Mi trabajo, pues recientemente conseguí algo particularmente bueno como asistente de una editorial aquí mismo. Mis amigos… – trago notoriamente – pues, una querida amiga llamada Ann que ustedes deben conocer como la novia de Brian y un viejo amigo llamado Gale que conozco desde que era pequeña – lo último solo hace que Jimmy lance un bufido al recordar a Gale, mi mejor amigo a quien no soporta en persona o en comentarios.
—Vaya, es muy interesante señorita Laurie.
—Se lo agradezco – sonrió.
—Bueno Laurie porque no nos cuentas como conociste a Jimmy ¿sí? – dice con la insistencia claramente en la voz, la señora Bárbara está emocionada y yo quiero salir corriendo de ahí y sé que Jimmy lo sabe mejor que nadie. No quiero recordar esa historia porque no son los mejores recuerdos que ahora tengo.
—Bueno, lo conocí en una sala fotográfica, en la sala fotográfica que atiende mi amigo Gale – Jimmy se mueve incomodo a mi lado y en ese momento la voz de una chica hace que de un suspiro aliviada porque tal vez eso haga que la curiosidad de todos desaparezca o tal vez pido mucho.
—¡Jimmy!
La hermana menor de Jimmy aparece por el pasillo corriendo en dirección a nosotros, él se levanta y sonríe con adoración y me queda claro quien de las dos es su preferida. Se abrazan durante un largo tiempo y los escucho susurrar palabras lindas de lo mucho que se extrañaron y esas cosas que no logro entender.
—Chelsea, ella es Laurie Wendt y Laurie ella es Chelsea mi hermana menor – me pongo de pie y ella me abraza afectuosamente contra su cuerpo algo que me hace sonreír de manera muy cómoda.
—Mucho gusto Chelsea – digo cunado por fin me suelta.
—Eres hermosa – y me observa con sus grandes ojos azules parecidos a los de Jimmy, son hermosos.
—Gracias – respondo y me encojo de hombros, Jimmy me pasa un brazo por la cintura.
—El gusto es todo mío te lo prometo Laurie, Jimmy tiene una gran suerte de tenerte. Realmente no sé por qué estas con él… – y comienza a reír, Jimmy también.
—Que graciosa – le reprocha con cariño.
—Gracias de nuevo.
—La cena esta lista pasen todos al comedor, por favor.
Todos se levantan de sus asientos y los padres de Jimmy nos conducen hasta el interior del hermoso comedor donde la cena ya está servida. Es un enorme comedor de madera noble decorado con una mantel tan blanco como la nieve y un florero de rosas rojas en el centro. Copas de cristal con el vino ya servido y los platos de porcelana.
—Tomen asiento por favor – nos indica el Sr. Sullivan y así lo hacemos, Jimmy me ayuda con la silla y eso se lo agradezco de sobremanera, tan caballeroso como siempre. El timbre suena en todo el lugar de manera repentina y es la Sra. Bárbara quien se dirige a atender.
—¿De verdad les ibas a mencionar como te conocí? – me pregunta.
—No Jimmy, no lo iba a hacer – respondo, mirándolo a los ojos, me sonríe y acaricia mi mejilla con una mano luego delinea mi labio inferior con la punta de sus finos y largos dedos. Me toma de la barbilla y hace que me acerque a él y besa mis labios por un largo instante rato y puedo escuchar el suspiro de alguien. Me aleja y me ruborizo casi de inmediato.
—No es tan fácil.
—¿Qué?
—Estar conmigo y aun así aquí estas – me susurra.
—No sería una buena idea marcharme de tu lado Jimmy.
—Claro que no señorita Laurie – y besa mi mejilla.
Cuando la Sra. Sullivan vuelve trae con ella a Brian quien sonríe al vernos juntos a Jimmy y a mí tomados de la mano por encima de la mesa.
Luego de los saludos cordiales y sonrisas de todas partes nos disponemos a cenar y agradezco la presencia de Brian ya que, todas las preguntas se centran en él y soy libre de pensar un poco.
La cena termina y allí viene el postre un hermoso pastel de vainilla yo observo a Jimmy teniendo en cuenta mis alergias. Soy la primera a quien le pasan una rebanada perfecta de pastel y Jimmy la aleja de mí ya que, prefiere no arriesgarse.
—Ni lo pienses – me dice en tono grosero.
—No lo estaba pensando Jimmy – digo.
—Te ves tan hermosa hoy – me dice en tono tierno y me mira a los ojos con esa expresión de amor.
—¿Y bien, Laurie, a dónde irás de vacaciones?
—Tal vez vaya a la florida – y puedo sentir la mirada de Jimmy llena de enojo sobre mí.
—¿A ver a tu madre? – pregunta Brian.
—Así es.
Las preguntas referentes al tema de las vacaciones me atacan sobre manera y puedo sentir como Jimmy se ha molestado con todo lo que he dicho puesto que le he mentido últimamente, pero estoy segura que no querrá escuchar mis explicaciones. Tan solo sé que me espera una mala noche encerrada en el cuarto que estoy ocupando en el departamento de Jimmy, sin él a mi lado.
Me muerdo el labio con insistencia mientras hablan acerca de un tema que no entiendo, puesto que he dejado de prestar atención desde que inicio y creo que lo mismos ha hecho Chelsea quien toma un poco de vino y mira en mi dirección con una sonrisa que yo tardo en devolver pero que al final lo hago. Me hace una seña para que pida permiso para levantarme de la mesa, pero niego con la cabeza cuando Jimmy me presiona la mano fuertemente.
Ella articula un “lo lamento” y yo trato de encogerme de hombros lo cual no consigo porque Jimmy me está tomando con demasiada fuerza que me lastima así que clavo mi mira en su rostro esa mirada de culpa, el aligera la presión y yo sonrió.
Observo a Brian y él me sonríe en confidencia para luego observar a Jimmy y unirse a la conversación sobre acciones de la empresa que Jimmy dirige y cosas como esa.
La conversación va girando en referencia a todo, desde como conocía a Jimmy y como es mi vida, las vacaciones de verano hasta como deberían administrar las acciones de la empresa que dirigen los Sullivan, Zacky y Brian. Ahora sé que hablan de los estudios de Chelsea porque se ha puesto a reclamar con eso de querer irse a Inglaterra para estudiar algo relacionado con el arte y la pintura en Cambridge.
Me siento fuera de lugar en esa mesa y sé que lo estoy así que tan solo sonrió como Jimmy me ha dicho que debo hacerlo cuando nada de eso me importa o no es de mi total agrado.
—¿Cómo esta ella? – pregunta Jimmy en ese momento y sé que me he perdido gran parte de la conversación y no sé cómo lo he hecho realmente, pero me siento aliviada y al mismo tiempo como una idiota por ser la única que no opina y guarda silencio allí.
—Se encuentra bien, pero estoy segura que querrá verte y solo hablara contigo – dice lentamente Bárbara Sullivan y siento todas las miradas sobre mí.
—Muy bien, buscare un espacio en mi agenda y la llevare a mi departamento para que podamos hablar con tranquilidad.
—Por favor, Jimmy, hazlo lo antes posible ¿sí?
—Espero que nada me retrase para poder hacerlo. Me alegraría mucho verla – dice en tono serio y yo lo observo.
—¿A quién? – pregunto con los ojos abiertos como platos, pero se a quien se está refiriendo, Brian al igual que Emily me observan.
—Esto es lo que te comenté antes de llegar aquí.
—Lo sé.
—Por favor discutámoslo en el departamento, ¿sí? Por favor.
—Jimmy, no.
—¡Laurie Wendt!
—Lo lamento. Si me disculpan debo retirarme, pero agradezco sinceramente el hecho de haberme invitado a cenar, fue una cena hermosa. Buenas noches a todos, con permiso – me levanto del comedor y Jimmy me toma la muñeca con fuerza yo me deshago de su mano casi de inmediato y salgo del comedor directo al salón Jimmy viene tras de mí.
—Laurie Wendt – me dice en tono frio, y me hace detenerme poniendo una mano sobre mi hombro y me hace voltear con poca amabilidad.
—¿Qué? ¿Qué más me ocultas Jimmy? Ya no puedo con esto.
—¿Qué es lo que me ocultas tú?
—Nada.
—¿Y el viaje?
—No se compara al hecho de que veas de nuevo a Kayla – le digo molesta.
—Solo voy a hablar con ella, solo eso… sabes muy bien que no pasara nada más…
—Por tu parte, ¿y qué hay de ella?
—Te prometo que nada pasara.
—No lo hagas.
—¿El qué?
—Prometerme algo que no cumplirás.
—Lo cumpliré, lo hare.
—Entonces llévame a casa Jimmy.
—De acuerdo.
—Bien, vámonos.
—No me crees ¿verdad?
—Tal vez no.
—Jamás había conocido a nadie tan desconfiada como tú, señorita Laurie Wendt.
—Y jamás lo harás, ahora sácame de aquí.
—Ya vuelvo. Me despediré de mis padres y de todos.
Vuelve al comedor mientras yo me quedo de pie observando la ventana donde la noche cae hermosa y peligrosa igual que el humor de James Owen Sullivan, sonrió.
—Bien, vámonos – me toma la mano y salimos de la gran casa que tan solo me hace sentir tan pequeña en comparación.
Fuera el aire es más que helado Jimmy me pasa su saco por los hombros y yo me acomodo bajo la prenda algo grande en comparación a mí. Me pasa una mano por la cintura y sigue bajando luego se detiene y me observa serio.
Ya no se encuentra tan molesto como hace unos minutos, pero aún sé que debo ser cautelosa con todo lo que diga y haga puesto que la noche aún no ha terminado por completo.
Veo el Audi negro de Jimmy estacionado en la acera con las luces apagadas y nos apresuramos a caminar, dentro no se encuentra Cory y sé que Jimmy le ha pedido en secreto que dejará el auto aquí para que él pueda llevarme de vuelta al departamento algo que ahora se hará imposible teniendo en cuenta todas las peleas intencionadas y no de la noche de hoy….
Me ayuda a subir al auto y luego lo veo rodearlo lentamente para posteriormente subir a él y sonreírme. ¿Cómo puede hacer eso?
—Te tengo una sorpresa – murmura mientras enciende el auto, la calle se ilumina con los faros del auto y acelera fuertemente para luego tan solo reír por lo bajo.
—¿Una sorpresa? – pregunto esperando que no sea algo realmente malo puesto que ya he tenido lo suficiente por hoy.
—Sí, me encanta atar a las personas ¿sabes? Y puede ser que deba bautizar cierta habitación la noche de hoy.
¡Oh por dios! ¿Está hablando de …
Lo observo con los ojos muy abiertos, este chico es increíble y yo no puedo explicar nada de lo que ahora está sucediendo allí…
—¿Lista? – pregunta una vez que entramos al departamento enciende las luces para dejarme ver las altas paredes blancas del lugar.
Me muerdo el interior de la mejilla y puedo sentir el sabor característico de la sangre en mi boca.
—No – digo en voz baja.
—¿Por qué no?
—No lo sé.
—Es hermosa señorita Laurie Wendt. Descanse, por favor – dice en tono de despedida pasando una mano por sus cabellos.
—No Señor Sullivan – camino directamente hasta él y le rodeo el cuello con los brazos él me sonríe cariñosamente. Es la noche más extraña que he pasado con él y en algún momento quise que se terminara ahora tan solo quiero que me haga olvidar todo lo que ha ocurrido y todo por lo que hemos discutido.
Me besa suavemente la mejilla, la barbilla y al final se detiene en mi cuello… besándolo, mordisqueándolo y me siento tan bien con su mano sobre mi espalda con sus largos y finos dedos prolongándose.
Comienzo por mover mis ansiosas manos por sus cabellos oscuros como la noche y él sigue besando mi cuello, luego comienza por besar de nuevo mis labios con la ternura que siempre lo ha caracterizado desde el principio y me sonríe como solo James Owen Sullivan sabe hacerlo.
—Prométeme que no pasara nada Jimmy – digo con la voz entrecortada él me observa.
—Te lo prometo Laurie, te lo prometo.
Me concentro en quitarle lentamente la corbata con una sonrisa en sus labios que tanto amo… la arrojó a un lado y él me toma de la cintura pegándome más cerca de su cuerpo haciéndome contener la respiración por más tiempo del necesario. Me hace caminar hasta las escaleras y luego me toma la mano para subir los escalones hasta su habitación, una hermosa estancia con una cama de un tamaño más que exagerado. Los colores de la habitación de Jimmy son cálidos y en ese momento me hace dar la vuelta para quedar frente a él, me toma el rostro suavemente con las manos y besa mi mejilla como ya le es costumbre lentamente comienza por bajar el cierra de la parte trasera del vestido y entrelaza sus dedos con los míos, sonrió. El vestido comienza a caer suavemente por mi cuerpo él se aleja para no perder detalle alguno de mi figura. El vestido termina por descender por mis tobillos y doy un paso fuera de él, en ese momento me encuentro en lencería y zapatos de tacón, una sutil lencería de encaje
Pasa su mano sobre mi rostro, mis parpados revolotean un par de segundos y abro los ojos. Los brazos me duelen. ¿Qué ocurrió? Esta ahí sentado en el frio suelo de madera mirándome con expresión adolorida en el rostro, muevo la mano para tocar sus finas facciones y puedo ver la gruesa línea roja que se marca en la piel pálida y cada movimiento me provoca un incesante dolor. —Lo lamento tanto Laurie – se disculpa y agacha la mirada. Yo no digo nada tratando de recordar lo que ha ocurrido la noche anterior. Me siento en la cama, las sábanas blancas tienen grades manchas de sangre por todos lados. El labio me duele sobre manera al igual que las muñecas y los brazos y porque no decir las piernas y la espalda. —Jamás debió ocurrir nada como aquello… lo lamento soy un estúpido. —Por favor, Jimmy, no – digo en tono dulce para animarlo un poco y para que sepa que estoy del todo bien, aunque tan solo sea mentira. —Ve lo que ocurr
Son las 7 de la tarde, afuera la noche está cayendo demasiado rápido como ya es una costumbre, sonrió al ver a Jimmy poniéndose el cinturón en la sala del apartamento, luce realmente bien con esos pantalones de mezclilla oscuros cayendo sutilmente por sus largas piernas, su camisa blanca con una inscripción que no alcanzo a leer desde el ángulo en que me encuentro, sonríe al verme ahí de pie observándolo como si en algún momento temiera que se desvaneciera en el aire y realmente lo estoy haciendo. Camina hacia mí. Hoy lleva puesto sus lentes y temo que los últimos días sin ellos hayan afectado su vista en gran escala. Puedo ver sus medicamentos sobre la mesa de centro de la sala y lo observo de nuevo. —No ocurre nada – me dice, pero yo no creo que este diciendo la verdad. —Jimmy, si te sientes mal podrías tan solo ir al médico y luego podrías descansar un poco – digo en tono preocupado. —Estoy bien, no es nada. —Jimmy. —No te preocupes
A las 6:30 de la mañana del lunes, Thomas conduce lentamente para llevarme a mi departamento al lado este de la ciudad pasando por el centro.Suspiro.Jimmy presiona suavemente mi mano con la suya, volteo a verlo y me sonríe con entusiasmo en el rostro y yo tan solo me quedo perdida en sus hermosos ojos azules detrás de sus lentes.Miro mis muñecas aun con aquel leve color rosa donde me ato con los cables, muevo los hombros y los tengo demasiado rígidos a comparación y tengo la sensación extraña de haber dormido por mucho tiempo, pero al final no haber descansado del todo o como me hubiese gustado.—Múdate conmigo Laurie – susurra Jimmy en ese momento yo lo observo.—Oh por dios – es lo único que puedo decir mientras él me observa con expresión tierna en el rostro.—Por favor Laurie – murmura pasado unos segundos de un inc&
Miércoles por la mañana, Jimmy y yo desayunamos en la barra de la cocina antes de ir al trabajo. Cory recogerá mis maletas en mi departamento esta misma mañana así que el hecho de vivir con Jimmy se vuelve cada vez más formal y eso me agrada porque significa que él me quiere más cerca de lo que alguna vez hubiese podido imaginar aun en mis mejores sueños o fantasías.Jimmy me ignora en estos momentos algo que está molestándome sobremanera, pero sé muy bien que él es tan incompresible con sus cambios de humor tan volubles a cualquier circunstancia.Lo observo, pantalones oscuros como suele llevar siempre camisa blanca, lentes, luce realmente bien con una expresión que no dice nada mientras se lleva el vaso a la boca que tan solo quiero besar en estos momentos. Voltea a verme en esos momentos y tan solo sigue sin prestarme atención, habla con Sam
Despierto lentamente esperando encontrar el cuerpo de Jimmy al otro lado, estiro un brazo para buscarlo, pero no encuentro nada más que una par de almohadas.Suspiro.Me incorporo rápidamente y lo veo en el sofá que se encuentra sobre la pared que tengo enfrente, ¿se ha quedado dormido en el sofá para no compartir la cama conmigo?—¿Jimmy? – pregunto, sus ojos se abren lentamente y estoy segura que ni siquiera estaba dormido.—Buenos días Laurie.—¿Dormiste en el sofá?—No, en mi habitación solo esperaba que despertaras… me gusta verte dormir, es fascinante.—Me prometiste que te quedarías Jimmy…—Lo sé, pero no puedo hacerlo, no puedo concebir el hecho de dormir junto a ti desde aquel día.—Pero….—Sé que suena como una estupidez, pero no me a
*viernesCamino lentamente hasta la recepción donde ya me espera un pila de documentos que editar para este día, me muerdo el labio al ver a mi padre de nuevo esperándome con una sonrisa en el rostro como si no hubiese escuchado nada de lo que le he dicho luego de la cena en el departamento de Jimmy.Sara me sonríe levemente y soy incapaz de responder con una sonrisa es como si los últimos días hubiese olvidado como hacerlo por completo.—Buenos días Sara, papá – digo en tono lento mientras tomo los documentos del escritorio.—Señorita Laurie, buen día – y la primera en responder es Sara.—Cariño.—No comencemos de nuevo papá, no hoy por favor – comienzo yo y luego recuerdo las palabras de Gale en mi mente. ¡Maldición!—Pasemos a mi oficina, hablaremos ahí.—De acuerdo &nd
SábadoMe siento sobre la cama en ese momento, veo el despertador sobre la mesa de noche marcando las 7: 08 am de la mañana, siento la presencia de alguien a mi lado, volteo y ahí está él mirando al techo vestido con unos pantalones de franela negros y una camisa gris, las manos sobre su cabeza, voltea verme y sonríe.—Buenos días Laurie – me saluda y yo sonrió ampliamente, estoy vestida con unos pantalones de algodón y una camisa suya.—Buenos días – contesto y aunque sé que todo lo que hemos discutido aún sigue ahí tan solo deseo disfrutar del voluble cambio de humor en Jimmy.Muevo los hombros un par de veces y los tengo rígidos, los brazos me duelen y la espalda también, suspiro pesadamente y Jimmy se sienta sobre la cama con aire pensativo mientras me examina.—¿Ocurre algo? – pregunta mientras pas