Capítulo 1035
Allí donde pasaba, se abría paso entre la multitud con fuerza bruta, limpiando el área de forma autoritaria. Después de hacerse espacio en el camino, Rosario, vestida extravagante como una princesa, hizo una entrada deslumbrante.

Su hermoso rostro, combinado con ropas lujosas y una crianza de nobleza desde pequeña, dejaban en claro su distinguido origen a primera vista.

—¡Rosario! ¡Por fin llegaste! —Al verla, los ojos de Jesús brillaron, apresurándose a su encuentro, lamentándose—. ¡Mira mi cara, mira lo que hicieron conmigo! ¡Tienes que defenderme esta vez!

—¿Qué? —Rosario tomó la barbilla de Jesús con su mano, mirándolo de un lado a otro, su expresión se tornó grave rápidamente—. ¿Quién te hizo esto?

Ella tenía tres estándares para sus hombres: primero, que fueran guapos; segundo, que fueran buenos amantes; y tercero, que la hicieran feliz.

Ahora, el guapo rostro de Jesús estaba desfigurado, una ofensa no menor a dañar su propiedad privada.

Naturalmente, era algo insoportable.

—¡Fue
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP