— ¿Te irás? — Madison se levantó de la cama haciendo un último esfuerzo por lograr que su plan fuera completo.— Tengo una emergencia, no puedo retrasarme más en New York — él contestó a secas.— ¿Podríamos vernos en otra ocasión y tal vez terminar lo que comenzamos aquí, ¿No crees?Connor terminó de hacer la maleta en tiempo récord y se giró para despedirse de Madison.— Lo siento, Mady, ya te lo dije, esto nunca debió pasar, lo lamento mucho… — Fue lo último que dijo mientras la pelirroja solo tenía una vista de su espalda alejándose por el pasillo mientras ella se quedaba encendida como una antorcha recostada a la cama, quemándose sola.— ¡Esto no queda aquí, Connor! Te juro que esto es el comienzo de nuestra historia, ni el tiempo, ni la di
— Deberías ir a descansar — Alice le dijo a Ben dándole una ojeada a su ropa.— No, creo que mejor me quedo otro rato con Audrey, no quiero dejarla sola — él se negó sin siquiera levantar la mirada hacia Alice.— Pero yo puedo cuidarla, además, estoy de guardia Ben, es mi trabajo, ve a descansar, yo me encargaré de ella, ¿Vale? — insistió, poniendo una mano en el hombro del enfermero al que no le gustó ni un poco tener que despedirse de la rubia.— Está bien, pero si sucede algo, Alice, por favor, no dudes en llamarme.— Lo haré, no te preocupes.— Nos vemos luego, vendré más tarde y te traeré postre, ¿Está bien?Audrey asintió con la cabeza y le respondió con una sonrisa, Ben se había portado como todo un amor con ella desde la noche anterior, incluso se le
Connor se acercó un poco más a la chica dormida sobre la cama de hospital, e inclinándose hasta ella tomó un largo mechón de su cabello dorado y lo acarició entre sus dedos, inspirando profundo el dulce aroma a frutas que ella despedía.— Hueles como ella… — Dijo apenas en un murmullo — ¡Ah! ¡Si tan solo fuera totalmente libre para amarte, Audrey!Lo decía muy en serio. Descubrir que estaba enamorado de Audrey no había sido cosa fácil. Apenas si lo había meditado durante todo el vuelo entre New York y Houston, el tiempo en el avión no había sido suficiente para poner clara su cabeza, pero lo que si era más que evidente es que no podía seguir mintiéndose a sí mismo.¡Estaba irremediablemente enamorado de Audrey! y esa era una verdad de la cual no podría huir aunque siguiera intentandolo.
Ben salió de la habitación tan pálido como un papel, cruzó el pasillo como un autómata sin siquiera mirar a los lados, con las manos empuñadas y la expresión sombría.Alice lo divisó desde el otro lado y supo que algo estaba mal, sabía que venía de ver a Audrey, y supuso que algo había sucedido entre los dos.— ¿Ben? ¡Ben! — Lo llamó, pero el hombre no se volteó para atenderla.— Martha, ¿hay alguien con Audrey?Martha ladeó la cabeza con envidia y la miró por encima de sus gafas.— El Doctor Evans está con ella.— ¿Evans? pero, ¿No estaba de viaje?— Sí, pero acaba de llegar.— ¡Carajo! ¡Ben! — continuó insistiendo y se apresuró a correr tras él tropezándose con Sanders a medio pasil
— Y entonces, ¿La arritmia? — Despertó con fuerte dolor en el pecho, fue cuando la trajimos… — Explicó con lujo de detalles, tal vez demasiados, para el gusto de Connor, que se preguntaba si él estaría interfiriendo en algo que ya existía entre los dos. El galeno respiró profundo y se mantuvo al margen, centrándose en lo verdaderamente importante, la salud de Audrey. — No hay nada en los estudios, ¿Estás seguro de que no notaste nada más? Me refiero a que, haya presentado otro síntoma, o le haya ocurrido algo en la semana que pudiera… — Ha estado triste — Ben levantó la mirada firme hacia los ojos de Connor y sin ser agresivo, lo apuñaleó con ella — Ha estado deprimida… desde… desde que usted se fue a su Congreso. — Ben… — Alice quiso cerrarle la boca. — Alice, déjame hablar — Le dijo sin dejar de mirar a Connor a los ojos — Y ha estado llorando por los rincones toda la semana, tal vez usted sepa más de esto que yo — Levantando la barbilla — Yo solo he tratado de levantarle el án
Audrey se quedó pensativa y Connor insistió. — Solo será una visita, ¡Lo prometo! Quiero cuidarte, y si te vas a tu casa no podré hacerlo, no dejando a Oli solo… Beth estará de viaje. — ¡Oh! — ella dijo comprendiendo — Entonces tu cuñada no va a estar en casa… — No, ¡Tendremos la casa para los tres! Connor anhelaba poder hacer algo con lo que reivindicarse con la rubia, demostrarle lo mucho que le importaba y disculparse con ella por la mala semana que le había hecho pasar, ¿Y qué mejor forma que cuidándola? Audrey tenía sus dudas, le emocionaba mucho poder ver a Oliver y compartir con él, además de pasar tiempo con Connor, pero todavía sentía temor de su volubilidad, sin embargo, hacía solo un rato se había lanzado a todo con él, y le había dicho que estaba dispuesta a lo que fuera por estar a su lado, así que esta era la primera prueba. — Está bien, dejaré que me cuides en tu casa. — ¡Perfecto! Haré lo necesario en cuanto tengamos los resultados de los exámenes, así podré dart
Audrey comenzó con el tratamiento por vía intravenosa, y cerca del mediodía, cuando Connor ya había hecho su ronda la sorprendió en la habitación con los papales del alta en la mano.Ella lo vio entrar por la puerta con buena actitud, traía una mirada esperanzadora y le regaló una enorme sonrisa. Audrey podría perderse en esa sonrisa fácilmente a diario y no se cansaría de ella, ni tampoco de sus profundos ojos grises, ni de sus largas pestañas.— ¿Estás lista? Ya nos vamos — Él dijo con un deje de emoción adolescente.— No me habías avisado, todavía tengo el yelco en el brazo — Le dijo mostrándole la aguja en su muñeca.— Dame tu brazo — Audrey alargó la mano y contuvo el aliento mientras él observaba el pequeño hematoma en donde estaba inserta la aguja y con e
El camino a la residencia Evans fue ameno, la conversación se filtró por los temas del Congreso y Audrey escuchaba obnubilada como Connor le refería con tanta pasión por su profesión las nuevas investigaciones y como él pensaba aplicar algunos nuevos métodos.— ¿Y te vista con gente conocida de la universidad?Connor tragó grueso cuando la imagen de Madison desnuda en su cama atravesó su cabeza.— Sí, vi algunos, pero he decidido dejar todo eso en el pasado, de hecho, hay muchas cosas que quiero y necesito dejar atrás para avanzar Audrey, quiero trazarme una nueva oportunidad de vida contigo, si tú lo también lo quieres… sé que es prematuro para decirte esto, pero si me das la oportunidad, haré lo mejor que pueda por esta relación.Audrey sonrió e inspiró profundo ilusionada como una colegiala, él a