¡Pum!
El sonido sordo de la cabeza de Audrey al caer hizo que todos corrieran a su lado. Ben fue el primero en llegar hasta ella, a pesar de que estaba más lejos. De tres zancadas saltó por encima de la mesita de centro y sin importarle lo que acababa de escuchar, se apresuró a arrodillarse junto a la rubia y revisar su pulso tomándolo por reloj.
— Creo que se le ha bajado la presión arterial — Dijo dándolo un primer informe al médico que se acercaba a su lado — el pulso está bajando considerablemente.
— ¿puede ser una baja de azúcar? — Edie miró a Loretta con interrogación.
— Estaba comiendo helado antes de que ustedes llegaran, no debería ser algo así, ¿O sí?
Edie negó con la cabeza.
— ¡No me gusta esto! — Ben dijo revisando sus signos vitales, y jus cuando fue a
La rubia inspiró profundo después de que Ben hubiera asumido erróneamente que lo que estaba causando malestar en ella fuera el tema del que habían conversado en el trabajo y no su pequeño infierno sentimental actual. Había tenido toda la intención de decirle, pero luego de que él desviara considerablemente el tema perdió el impulso y lo zanjó de lado. — Creo que debo hacer algo, Ben, no es justo que haya un niño en riesgo y yo lo sepa y me haga la desentendida — Dijo regresando al tema de la mala praxis médica. — Lo sé, créeme que lo entiendo, Audrey, pero es peligroso para tu carrera, ¿Y si estás cometiendo un error? ¿Y si lo que le están administrando está bien? Porque no has visto que tenga reacciones al medicamento, ¿O sí? Ella negó con la cabeza y bajó la mirada. La última ponencia del Congreso fue todo un éxito, el Doctor Harrison hizo una magnífica presentación de despedida del gremio, y también de la docencia en la universidad, y fue aplaudido de pie por la sala en pleno, incluidos su hija Madison y por supuesto uno de sus más fieles alumnos, Connor Evans.Luego, durante la cena Madison se las arregló para conseguir un puesto para Connor en su mesa junto a su padre, quien a pesar de ser siempre tan amable con Connor, no dejaba de lazarle miradas aceradas a su hija por lo que evidentemente estaba haciendo, y que él no aprobaba debido a situaciones del pasado.— Y entonces, Connor, ¿Cómo has sobrellevado las cosas últimamente? — Harrison preguntó con toda la intención de que su hija entendiera el “punto”.Connor se revolvió en la silla y tomó la copa de champán que tenía en frent51 Trago adulterado
Madison observó a Connor tambalearse bajo el efecto de lo que le había puesto en la bebida, y lo siguió con sigilo.Harrison dio otro apretón de manos a un par de colegas y al regresar a la mesa su hija se había esfumado.— ¡Madison, Madison! — Soltó con impaciencia — ¿Qué vas a hacer con esa obcecada obsesión, hija? — Se preguntó con preocupación.La última vez que ella había ido tras él no salió nada bien, había estado a punto de dejar la carrera por culpa de la depresión. Él sabía que Connor no tuvo la culpa, pero ella nunca lo olvidó, y aunque se apartó para respetar su decisión de casarse con Rachel Parker, nunca abandonó su obsesión con Connor realmente.— ¡Ay, hija! ¡Espero que no estés cometiendo un error! — Soltó e
Ben tocó suavemente la frente de la rubia y notó que la temperatura comenzaba a ceder, ya habían pasado cerca de cuarenta y cinco minutos de estar bajo la ducha y cuando ella estuvo a punto de dejarse caer, él había tenido que agacharse y sentar a Audrey sobre sus piernas para evitar que el cansancio la rindiera.— Todavía estás temblando — Le dijo rectificando con el borde de su mano — Pero la fiebre ha cedido, será mejor que te saque de aquí para evitar que te resfríes, hay que sacarle esa ropa, ¿Crees que puedes hacerlo tú sola?Ella levantó la mirada cansada y negó con la cabeza, sentía como si la hubieran molido a palos. Ben alargó la mano para cerrar el grifo del agua y se levantó con ella tomandola del brazo.— Bueno, no es como si fuera la primera vez que desvisto a un paciente — Comentó quitán
Cuando Connor abrió los ojos, los sentía pesados, como si estuvieran hechos de plomo sólido. Entreabrió la mirada haciendo esfuerzos sobrehumanos para mantener los párpados en su lugar mientras intentaba moverse.Los brazos y las piernas parecían tan rígidas, que hubiera pensado que tenía serios problemas de movilidad en las articulaciones, pero solo era la acción de los residuos del efecto de la droga en su sangre.Cuando levantó la cabeza, el dolor lo golpeó con fuerza, obligándolo a ponerla de regreso sobre la almohada.— ¡Ah! — se quejó llevándose una mano a la frente, anunciando, sin querer, a la pelirroja exuberante que dormía a su lado que ya estaba despierto.— ¿Connor? Cariño, ¿Ya despertaste? — el hombre sintió como si le hubieran vaciado un balde de agua helada encima y abrió l
Connor seguía sin poder creerse lo de la noche apasionada con Madison, continuaba negando con la cabeza como buscando una razón por la que haría una cosa tan descabellada, pero sin hallarla, mientras la pelirroja analizaba su fría reacción y buscaba en su mente una manera de hacerlo caer conscientemente, no iba a dejar pasar ese momento de oro, ni iba a perder la oportunidad de atar a Connor de alguna forma antes de que viajara a Houston de regreso. — En verdad, Connor, soy yo quien lo lamenta — Continuó con la voz quebrada como si estuviera realmente arrepentida de lo sucedido — Pensé que esto podría ser un reencuentro entre los dos, la oportunidad de retomar nuestra relación justo en donde se quedó, pero ya veo que nunca debí dejar que me besaras para empezar… — Dijo bajando la mirada y cubriendo sus pechos con la sabana, simulando un pudor que no tenía. Era muy buena actriz, algunos le decían que con su porte y sus dotes actorales debió haber sido una estrella en vez de una doctor
— ¿Te irás? — Madison se levantó de la cama haciendo un último esfuerzo por lograr que su plan fuera completo.— Tengo una emergencia, no puedo retrasarme más en New York — él contestó a secas.— ¿Podríamos vernos en otra ocasión y tal vez terminar lo que comenzamos aquí, ¿No crees?Connor terminó de hacer la maleta en tiempo récord y se giró para despedirse de Madison.— Lo siento, Mady, ya te lo dije, esto nunca debió pasar, lo lamento mucho… — Fue lo último que dijo mientras la pelirroja solo tenía una vista de su espalda alejándose por el pasillo mientras ella se quedaba encendida como una antorcha recostada a la cama, quemándose sola.— ¡Esto no queda aquí, Connor! Te juro que esto es el comienzo de nuestra historia, ni el tiempo, ni la di
— Deberías ir a descansar — Alice le dijo a Ben dándole una ojeada a su ropa.— No, creo que mejor me quedo otro rato con Audrey, no quiero dejarla sola — él se negó sin siquiera levantar la mirada hacia Alice.— Pero yo puedo cuidarla, además, estoy de guardia Ben, es mi trabajo, ve a descansar, yo me encargaré de ella, ¿Vale? — insistió, poniendo una mano en el hombro del enfermero al que no le gustó ni un poco tener que despedirse de la rubia.— Está bien, pero si sucede algo, Alice, por favor, no dudes en llamarme.— Lo haré, no te preocupes.— Nos vemos luego, vendré más tarde y te traeré postre, ¿Está bien?Audrey asintió con la cabeza y le respondió con una sonrisa, Ben se había portado como todo un amor con ella desde la noche anterior, incluso se le